LA REVOLUCION DE LAS NORMAS EN LAS ESCUELAS ESTADOUNIDENSES
Por Tiffany Danitz
Normas...
Esta palabra se ha convertido para los pol・icos en un "mantra" -- una invocaci・ m・tica -- en casi todas las jurisdicciones de Estados Unidos. Dado que las encuestas indican que la educaci・ est?a la cabeza y en el centro de las preocupaciones primordiales de los votantes, los pol・icos de casi todos los estados se han mostrado ansiosos de enarbolar la bandera de la reforma escolar.
Respaldados por una econom・ en expansi・ y lo que parece ser la ausencia de una amenaza internacional, los gobernadores de los estados han vuelto su atenci・ al arreglo de cualquier cosa que necesite ser arreglada en el sistema de escuelas p・licas de la naci・, y emplean las reformas basadas en normas para resucitar la educaci・.
El concepto es simple. La reforma basada en normas hace que las escuelas y su personal sean responsables de que los estudiantes aprendan. Es una pol・ica l・ica, atrayente tanto desde el punto de vista econ・ico como desde el punto de vista pol・ico, que establece lo que los estudiantes deber・n saber en el momento en que completan cada grado, con ex・enes que se usan para evaluar si los estudiantes han alcanzado las metas, o normas, que han establecido los legisladores. Estas metas var・n de un estado a otro.
La nueva pol・ica, sin embargo, no est?libre de cr・icos. Los conservadores aferrados al control local se oponen a la centralizaci・ de la pol・ica educativa bajo normas que cubren todo el estado. Y luego est・ tambi・ los maestros que temen que todo el plan de estudios lo dictar?el contenido de los ex・enes. M・ a・, los que se oponen a que todo dependa de ex・enes que juzgan el futuro de los estudiantes seg・ un solo punteo, han argumentado contra el enfoque general, de arriba hacia abajo, que se le da a la reforma.
Sin embargo, los proponentes de las normas cuentan con el sistema d?resultados. Una crisis de confianza en la educaci・ p・lica acicate?la reforma. Los pol・icos que buscaban una manera conveniente de arreglar la situaci・ decidieron establecer metas o normas y examinar a los estudiantes para asegurarse de que las metas se alcancen. Ahora que las normas han sido establecidas en 49 estados, tanto los proponentes como los oponentes esperan los resultados.
Hace alrededor de 15 a・s, una serie de penosos informes, entre ellos Una Naci・ en Peligro (1983) y Es Hora de Resultados (1986) se lamentaba del estado de la educaci・ p・lica y advert・ que el fracaso de los estudiantes estadounidenses de ponerse a la altura de su potencial podr・ llevar a una crisis econ・ica y podr・ incluso convertirse en un problema de seguridad nacional.
En 1989, en respuesta a esos estudios, el presidente George Bush convoc?a los gobernadores de la naci・, entre ellos el de Arkansas, Bill Clinton, a la primera "cumbre educativa" que se llev?a cabo, por primera vez en la historia, en Charlottesville, Virginia. La intenci・ era encontrar una manera de elevar el rendimiento acad・ico, de modo que los estudiantes estadounidenses pudieran competir en la econom・ mundial. El resultado fue "Metas 2000", un compromiso de los gobernadores participantes de mejorar la educaci・ estadounidense mediante una serie de metas educativas a alcanzarse para el a・ 2000.
En 1994 el presidente Clinton condujo por el Congreso de Estados Unidos la Ley Metas 2000: Eduquemos a Norteam・ica. La ley les dio a los estados asistencia federal (del gobierno de Estados Unidos) para ayudarlos a dise・r sus propias normas acad・icas y elaborar evaluaciones con el fin de medir el progreso en direcci・ de esas metas. La terminolog・ de las normas se abri?camino tambi・ en la nueva autorizaci・ de la Ley de Educaci・ Primaria y Secundaria, aprobada por el Congreso ese mismo a・.
Fue en este punto que algunos estados comenzaron a establecer normas acad・icas para definir claramente lo que quer・n que los estudiantes aprendieran en cada grado. Pero el progreso fue lento. Cuando los gobernadores y los l・eres empresariales se reunieron en su segunda cumbre en 1996, s・o 14 estados hab・n adoptado las normas. Los estudiantes de la naci・ segu・n obteniendo calificaciones bajas en ex・enes internacionales. A los ejecutivos de empresas los consum・ la preocupaci・ por la creciente necesidad de trabajadores sumamente diestros, y los profesores universitarios se quejaban de que los graduados de escuela secundaria estaban lamentablemente mal preparados.
Los padres de familia tampoco estaban ciegos ante el problema de la calidad de la educaci・ en las escuelas p・licas, y exig・n saber c・o se gastaban los d・ares que entregaban al pagar sus impuestos. A los pol・icos se los puso sobre aviso. Al encarar el problema durante las cumbres educativas, se comprometieron a llevar a cabo reformas sist・icas, aceptaron incluir las normas en las pol・icas de alcance estatal, y encargar la preparaci・ de ex・enes que medir・n si se hab・ cumplido con las normas. Se establecer・n recompensas y castigos para hacer a escuelas y estudiantes responsables de alcanzar las metas del estado. Desde la reuni・ cumbre de 1996, todos los estados, con excepci・ de uno, han adoptado el concepto de la norma. M・ de 40 han elaborado ex・enes para medir si los estudiantes alcanzan las nuevas metas que se ha establecido para ellos. S・o Iowa, por deferencia al control local, ha omitido aprobar legislaci・ que autorice normas estatales.
En general, el proceso de establecer las normas ha sido democr・ico. Los legisladores designaron comisiones especiales compuestas por maestros, profesores universitarios, l・eres comunitarios, l・eres empresariales y pol・icos con el fin de establecer normas de alcance estatal para el ingl・, las matem・icas, las ciencias y la historia. En Delaware, por ejemplo, un equipo de expertos determin?normas acad・icas y prepar?un examen para medir c・o los estudiantes aprenden y se desempe・n en los grados cruciales de 3ro., 5to., 8vo. y 10mo. En su sesi・ legislativa m・ reciente, los legisladores de Delaware aprobaron un paquete de leyes de rendici・ de cuentas en apoyo de las normas que establecieron en 1995. Los ex・enes les permitir・ a los educadores comparar el desempe・ de los estudiantes a niveles escolar, estatal y nacional.
"Para tener ・ito en el siglo XXI en un mundo cada vez m・ competitivo", declara la legislaci・, en un lenguaje que se parece al que usan otras jurisdicciones, "los ni・s de Delaware deben satisfacer normas elevadas. El establecimiento de normas rigurosas en materias acad・icas esenciales -- y la inclusi・ de consecuencias por dejar de satisfacerlas -- crea incentivos poderosos para que escuelas, maestros, administradores y padres de familia luchen por alcanzar la excelencia acad・ica".
Para aquellos estudiantes que no pasan el examen, la mayor・ de los estados han aprobado repercusiones, tanto para los estudiantes como para las escuelas. Estas medidas de rendici・ de cuentas incluyen: terminar con la llamada promoci・ social (la pr・tica de enviar a un ni・ al grado inmediato superior aun cuando no haya satisfecho las normas del grado que cursa); prohibir que los estudiantes se grad・n sin aprobar el examen estatal de fin de escuela secundaria; clasificar las escuelas (en ocasiones con notas num・icas) seg・ el desempe・ estudiantil en los ex・enes. Algunos estados vinculan tambi・ la evaluaci・ de los maestros con el mejoramiento estudiantil.
De hecho, cerca de 40 estados emiten "boletines de calificaciones" de las escuelas -- evaluaciones hechas por los departamentos de educaci・ estatales -- que miden si las instituciones cumplen con las normas acad・icas del estado. Como es natural, debido al agudo inter・ que se siente en todas partes por el progreso educativo, estos boletines de calificaciones reciben amplia atenci・ de parte de los medios de informaci・.
La clasificaci・ de las escuelas no ha estado exenta de controversia. Invariablemente, las escuelas que regularmente resultan aplazadas est・ en sectores de bajos ingresos que, a menudo, no disfrutan de modo inherente de los recursos o el clima social necesarios para ayudarlas a superarse. M・ a・, la asignaci・ de recursos depende a menudo de la calificaci・ de la escuela. En la ・tima d・ada, 23 estados han aprobado leyes que los autorizan a hacerse cargo de las escuelas que fracasan. Once de ellos lo han hecho. Unos cuantos distritos en grandes zonas urbanas, tales como Chicago, los han imitado. El alcalde de Chicago tiene incluso la autoridad de clausurar las escuelas que fracasan.
En 1999, el gobernador de Pensilvania, Tom Ridge, defendi?en la legislatura estatal, y logr?que fuera aprobada, la Ley de Recuperaci・ Acad・ica, que exime a las ocho escuelas de peor desempe・ de los requisitos estatales de contrataci・ de personal. Si las escuelas siguen fracasando incluso luego de mitigarse los requisitos, se las colocar?bajo la direcci・ de una junta de control nombrada por el estado.
Cuando se reconstituye una escuela o el estado se hace cargo de ella, un equipo de expertos va hasta all?y hace lo necesario para corregirla. Una vez que se establecen las normas y es evidente lo que los estudiantes deben saber, entran en juego los ex・enes y la rendici・ de cuentas. Este es el reto real para muchos legisladores. Con frecuencia encuentran dif・il mantener las pol・icas que echaron a andar, porque prohibir la promoci・ social o negarles la graduaci・ a los estudiantes de ・timo a・ de secundaria puede echar las semillas de la indignaci・ p・lica.
En Virginia, por ejemplo, donde el nuevo examen estatal Normas de Aprendizaje (SOL) ha resultado en tasas de aprobaci・ muy bajas en sus primeros dos a・s, los que se oponen a los ex・enes les urgieron a los legisladores que consideraran seis piezas legislativas que habr・n diluido el conjunto de normas. Ninguna fue aprobada. Y en Wisconsin, se forz?a los legisladores a derogar el examen de graduaci・ que hab・n establecido.
El debate en torno a las evaluaciones golpea la piedra angular del movimiento de reforma de las normas. Para los pol・icos, los ex・enes son una herramienta atrayente porque son relativamente baratos, pueden establecerse con rapidez, muestran r・idamente resultados -- malos o buenos -- y permiten emprender acci・ inmediata. Y se los puede aplicar sin interferir con la instrucci・ en el aula, que normalmente est?bajo el control local. Sin embargo, en la tercera cumbre educativa, celebrada en 1999, varios gobernadores, educadores y funcionarios expresaron preocupaci・ en cuanto a mantener el rumbo de la reforma, debido a las crecientes repercusiones. Algunos padres, estudiantes y maestros se han opuesto a las normas desde el comienzo, por considerarlas demasiado rigurosas y rutinarias. Otros de los que se oponen no tienen problemas con las normas, sino m・ bien con lo mucho que est?en juego en los ex・enes.
A medida que m・ estados vinculan el desempe・ de escuelas y maestros con las notas que reciben los estudiantes en los ex・enes -- y, a menudo, premian y castigan de acuerdo con tales notas -- muchos padres y educadores temen que el aprendizaje en el aula consista en ense・nza rutinaria. Entre los motivos de su preocupaci・ figuran los ex・enes de graduaci・ de escuela secundaria que, en 24 estados, los estudiantes tienen que aprobar para poder graduarse. En Massachusetts, durante la primavera pasada, los estudiantes entregaron peticiones con 7.000 firmas que piden que el estado derogue la ley que vincula sus diplomas de secundaria a la aprobaci・ del Examen de Evaluaci・ General de Massachusetts. Los grupos de padres a nivel popular que se oponen a los ex・enes en los que los estudiantes arriesgan mucho, han aparecido en por lo menos 12 estados.
En algunos casos, la carrera hacia la rendici・ de cuentas ha sobrepasado la capacidad de pol・icos y educadores de proveerles a las escuelas y maestros las herramientas que necesitan para ayudar a los estudiantes a satisfacer las normas. En los estados donde las reformas educativas y los ex・enes de graduaci・ se introdujeron lenta y gradualmente -- Texas, Kentucky y Maryland -- la resistencia de los padres, estudiantes y maestros ha sido m・ima. Tanto Texas como Carolina del Norte han recibido elogios de expertos en pol・icas por sus normas y evaluaciones, que han sido m・ generales y han estado en vigor m・ tiempo que en otros estados. Estos estados clasifican las escuelas por orden de m・ito, emiten boletines de calificaciones para ellas, requieren ex・enes de graduaci・ y proveen asistencia a las escuelas que luchan por superarse y premian a aquellas que lo hacen bien.
Seg・ David Grissmer, investigador de Rand Corporation la empresa que ha analizado las reformas de los dos estados, el elemento central de ambos modelos es muy similar. Ambos estados han alineado las normas con los libros de texto y los programas de estudio de las escuelas; los ex・enes est・ estrechamente vinculados con el material de las normas; a los distritos escolares locales se les ha concedido flexibilidad en lo que se refiere al trazado de pol・icas y el financiamiento, y en ambos estados se observan los datos de las calificaciones obtenidas en los ex・enes para mejorar continuamente las pol・icas de reforma. Como resultado, Texas y Carolina del Norte han hecho avances estad・ticamente significativos en el desempe・ estudiantil en los ex・enes estatales, al igual que en la Evaluaci・ Nacional del Progreso Educativo, que es un examen nacional voluntario. En Texas, incluso los estudiantes que pertenecen a una minor・ ・nica (para quienes el reto de un examen estatal riguroso puede ser mayor) han mejorado sus notas.
Con todo, el enfoque basado en las normas representa un cambio en relaci・ con el compromiso tradicional de Estados Unidos con el control local de la educaci・ p・lica. Durante m・ de un siglo, los j・enes de la naci・ -- y sus familias -- han disfrutado del beneficio de la escuela gratuita, bajo la tutela de los gobiernos locales. El cambio de la responsabilidad, de los distritos escolares locales y las juntas escolares elegidas a las legislaturas y los ejecutivos estatales, es un cambio profundo en la educaci・ estadounidense. A decir verdad, las juntas escolares locales y los jefes de distritos escolares pueden todav・ establecer pol・icas. Pero el hincapi?que se hace en los resultados ha acicateado a los funcionarios estatales para que act・n.
Una cuesti・ que se plantea es si el proceso pol・ico -- el cambio frecuente en el control de las ramas legislativa y ejecutiva de los estados luego de una elecci・ -- entorpece la reforma de la educaci・ p・lica. Sin embargo, adem・ de designar a los administradores de la educaci・ estatal, muchos gobernadores nombran tambi・ miembros de juntas escolares que se desempe・n de manera rotativa. Esto significa que aun cuando termina el per・do de un gobernador, la gente que ha nombrado para desempe・rse en las juntas escolares sigue en su puesto para llevar a cabo las reformas que dispuso aqu・.
El cambio del ejercicio del gobierno escolar ha tenido lugar en las ・timas dos d・adas, alimentado por gobernadores como Lamar Alexander, de Tennessee; Richard Riley (ahora secretario de Educaci・ de Estados Unidos), de Carolina del Sur; Roy Romer, de Colorado; Thomas H. Kean, de Nueva Jersey, y Bill Clinton, de Arkansas, que llevaron adelante la reforma basada en las normas. James Hunt, de Carolina del Norte, es el ・timo de esta camada, y dejar?el cargo a fines de a・, cuando termine su per・do.
・parecer?una nueva generaci・ de l・eres que impulsen hacia adelante Metas 2000? Si surge, lo m・ probable es que la pr・ima ola de reformas basadas en las normas se ocupe directamente de las aulas. La cumbre educativa de 1999 se concentr?en la calidad de la ense・nza, en un momento en que se avecinaba una escasez de maestros. Los l・eres pol・icos y empresariales y los funcionarios educativos buscan ahora maneras de mejorar la preparaci・ de los maestros y de alinear con las normas estatales el entrenamiento y el desarrollo profesional. Trabajan con las escuelas graduadas de pedagog・ para desarrollar cursos que les permitir・ a los futuros maestros contar con los recursos para satisfacer las normas.
A medida que se cierne la escasez de maestros, a medida que se expande la poblaci・ estudiantil, los estados compiten para contratar a los mejores y m・ brillantes, especialmente en matem・icas, ciencias y ciencias de la computaci・. Las escuelas urbanas y rurales sienten especialmente el apret・. Los legisladores estatales est・ metidos en una competencia, y tientan a los candidatos con becas, condonaci・ de pr・tamos, vivienda y bonos. Recientemente, el gobernador de California Gray Davis propuso que a los nuevos maestros se los eximiera de pagar el impuesto estatal sobre ingresos -- una postura revolucionaria. Con todo, aun cuando tratan de reclutar nuevos maestros, los funcionarios estatales procuran elevar la calidad de la ense・nza present・doles a los candidatos ex・enes para poner a prueba su capacitaci・ y ordenando que los maestros veteranos contin・n con su desarrollo profesional.
En ・timo t・mino, la ense・nza de calidad es vital para el ・ito de la reforma basada en las normas. La esperanza de los pol・icos a niveles estatal y local -- y tambi・ de los de Washington -- junto con la comunidad empresarial y el p・lico en general radica en que las reformas basadas en las normas crear・ una fuerza laboral diestra, educada, un nuevo pionero norteamearicano, capaz de encarar con vigor los retos de este nuevo siglo.
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Tiffany Danitz observa la educaci・ como redactora de plantilla de stateline.org, un servicio de noticias en l・ea que cubre temas de pol・ica y de otra ・dole en los 50 estados norteamericanos. Se puede encontrar a http://www.stateline.org, en la Internet. El sitio se financia mediante un subsidio del Pew Charitable Trust y se ofrece gratuitamente al p・lico.
Las opiniones expresadas en este art・ulo no reflejan necesariamente los puntos de vista o pol・icas del gobierno de Estados Unidos.
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