LA TECNOLOGIA, EL AULA ESTADOUNIDENSE Y EL ESTUDIANTEPor John O'Neil
Desde los aparatos port・iles que nos hacen posible leer nuestros libros favoritos, seguir los movimientos de la bolsa o enviar correo electr・ico a cualquier parte del mundo, hasta toda la amplia gama de recursos, grupos de debates y programas de computadora disponibles en la World Wide Web (la Internet), es evidente que la tecnolog・ transforma a un ritmo cada vez m・ acelerado el panorama de la vida en Estados Unidos. Las tecnolog・s influyen de la misma manera en la vida de los maestros y los estudiantes de las escuelas estadounidenses. Las computadoras de uso personal, la Internet y otras innovaciones digitales contribuyen a liberar la capacidad creadora y a ampliar los programas de estudios en muchas aulas. Las computadoras en las escuelas de hoy son mucho m・ numerosas y potentes que las de hace menos de una d・ada. De acuerdo con una encuesta publicada en septiembre de 1999 en la revista Education Week, en las escuelas de Estados Unidos la proporci・ de 19 estudiantes por cada computadora registrada en 1992 se redujo a un poco menos de 6 estudiantes por cada computadora en 1999. Alrededor de un 90 por ciento de las escuelas de Estados Unidos y el 51 por ciento de las aulas est・ ahora conectadas a la Internet, seg・ la misma revista. Una encuesta m・ reciente, realizada por el Centro Nacional de Estad・ticas sobre la Educaci・, indica que las cifras son a・ m・ altas, que el 95 por ciento de los edificios que alojan escuelas p・licas y el 63 por ciento de las aulas de instrucci・ est・ ahora conectadas a la Internet. Una raz・ que explica esta efusi・ electr・ica es la reducci・ en el costo que hace que el equipo sea m・ accesible. Los precios de las computadoras han bajado de manera notable, casi la mitad cada tres a・s, seg・ los ・timos c・culos. Adem・, han surgido muchas oportunidades de financiamiento que apoyan un mayor uso de las tecnolog・s en la educaci・. Si bien las escuelas p・licas de Estados Unidos reciben financiamiento mayormente del dinero de las contribuciones (y las escuelas privadas del pago de matr・ula), hay numerosas empresas, organizaciones sin fines de lucro y organismos de gobierno que proporcionan donaciones para apoyar el uso de tecnolog・s innovadoras en las escuelas. A medida que las computadoras se hacen m・ accesibles, tienen tambi・ m・ capacidad, y su potencia y rapidez se cuadriplica ahora cada tres a・s. Con todo este equipo y capacidad en manos de los estudiantes, los expertos subrayan que la clave para liberar el poder de la tecnolog・ en las escuelas es el compromiso con una nueva visi・ de la ense・nza y el aprendizaje. Seg・ ellos, la tecnolog・ puede contribuir a cambiar la funci・ del estudiante de receptor pasivo de la informaci・ a constructor de conocimientos novedosos, siendo integrante de una comunidad m・ amplia que incluye a expertos en diferentes disciplinas, personas adultas que hacen de "telementores" y otros estudiantes de todas partes del mundo. "Las nuevas tecnolog・s han contribuido a crear una cultura de aprendizaje en la que el estudiante tiene mayor contacto o conexi・ con otros", dice Don Tappscott, presidente de Paradigm Learning Corporation. "El medio por excelencia del aprendizaje ineractivo es la propia Internet. Cada vez m・, esta tecnolog・ se hace depositaria de una amplia reserva de conocimientos humanos, acceso a las personas y una creciente galaxia de servicios que var・n desde un lugar de juego para ni・s de edad preescolar hasta laboratorios virtuales para los estudiantes de psiquiatr・ neural de la facultad de medicina". Un ejemplo de c・o la tecnolog・ apoya la educaci・ es el popular proyecto JASON. Este proyecto, ahora en su und・imo a・, es producto del ingenio del doctor Robert Ballard, el ocean・rafo que descubri?los restos del barco RMS Titanic. Este a・ participaron en JASON unos 400.000 estudiantes procedentes de Estados Unidos, Australia, Bermuda, Gran Breta・ y M・ico. JASON hace posible que los estudiantes e investigadores examinen instant・ea y conjuntamente los fen・enos. Al "practicar la ciencia" en lugar de s・o leer sobre la ciencia, los estudiantes tienen m・ probabilidad de adquirir conocimientos m・ profundos sobre los conceptos y las destrezas, dicen los partidarios del proyecto. Desde los comienzos del proyecto, y durante sus expediciones a bosques tropicales de Per?y las islas Gal・agos, entre otras, los maestros han utilizado los materiales de estudio del proyecto para programar una serie de actividades en el aula a fin de que los estudiantes se preparen para la expedici・ y hagan seguimiento de la misma. Las herramientas de la tecnolog・ avanzada como tableros de mensajes, talleres y simulaciones electr・icas hacen posible que los estudiantes est・ "presentes" durante cada expedici・ y facilita la interacci・ entre estudiantes y cient・icos a lo largo del a・. Un momento emocionante de la expedici・ es una transmisi・ en vivo, por sat・ite, durante la cual los investigadores describen sus experimentos y hallazgos, y responden a las preguntas de los estudiantes. JASON es s・o un ejemplo de c・o los estudiantes participan en la pr・tica en actividades cient・icas mediante la tecnolog・. En el condado de Orange, en California, los educadores transforman la t・ica clase de educaci・ f・ica al integrar ampliamente las nuevas herramientas electr・icas. Los estudiantes de una clase utilizan la v・eotecnolog・ para grabar y luego estudiar sus movimientos en tenis y golf. En otra clase, los estudiantes utilizan los monitores electr・icos para seguir la actividad del coraz・ durante el ejercicio y luego transfieren los datos a las computadoras en forma de gr・icas. Los recursos disponibles en la Internet y en CD-ROM contienen material que trata sobre cualquier tema del programa de estudios. Con s・o pulsar el rat・, los estudiantes pueden observar las obras de arte de una galer・, examinar documentos originales para un proyecto de historia o recibir informaci・ muy especializada que nunca habr・n podido encontrar hace ocho o diez a・s. En el campo de las matem・icas, la Internet ha establecido bases de datos disponibles a los estudiantes, y cada vez m・ se les pide utilicen esos datos para resolver problemas. El contenido de un sitio de la red del Centro Nacional de Datos Geof・icos, por ejemplo, est?a disposici・ de los estudiantes para que hagan pron・ticos sobre las temperaturas o mareas. Otro sitio en la red proporciona a los estudiante la oportunidad de simular la actividad burs・il, sin arriesgar dinero real. Otro aspecto emocionante es que los estudiantes cada vez m・ desempe・n el papel de productores y no s・o consumidores del contenido ・il a su disposici・, particularmente en la Internet. Florence McGinn, maestra de escuela superior de Flemington, Nueva Jersey, cree firmemente en que cuando sus estudiantes producen y publican su trabajo "se intensifica el proceso de aprendizaje". En la clase de estudiantes de honor de und・imo y duod・imo grado, los estudiantes graban en v・eo sus presentaciones y las ponen en la Internet para los estudiantes que estuvieron ausentes ese d・. A pesar de todo este progreso, los interesados en aprovechar el potencial de las nuevas tecnolog・s para transformar la ense・nza y el aprendizaje deben asimismo superar obst・ulos. El ・ito que puedan lograr los educadores y otros profesionales al abordar algunos de los temas que se discuten a continuaci・ nos dir?mucho sobre la influencia que ejercer?la tecnolog・ al llevar la educaci・ por nuevos senderos. Por ejemplo, el crecimiento vertiginoso de recursos en la Internet ha generado cuestiones m・ complejas: ・・o seleccionar qu?contenido que se usar?como recurso en el programa de estudios? ・・o orientar a los estudiantes para que utilicen los sitios que proporcionan los mejores recursos y c・o apartarlos de los de contenido perjudicial? Algunos expertos comparan el tratar de explotar los recursos de la Internet a "beber agua de una manguera de incendios". Afortunadamente, varios de los principales educadores han puesto a disposici・ del p・lico una lista cuidadosamente seleccionada de direcciones de la Internet para que los estudiantes puedan navegar por la red y obtener informaci・ de sitios fidedignos comprobados. Una maestra alienta a sus estudiantes a plantearse varias preguntas: ・ui・ cre?el sitio?, ・u?informaci・ proporciona este sitio?, ・u・do fue se estableci?el sitio?, ・e d・de es el sitio? El segundo reto que se presenta es seguir ampliando la disponibilidad de las nuevas tecnolog・s en tanto que se atienden las disparidades en el acceso. Los expertos han acu・do la frase "l・ea divisoria digital" para describir a los que tienen y los que no tienen acceso a la Internet. Un estudio estim?que en las escuelas con estudiantes m・ pobres (en t・minos de recursos econ・icos de la familia), la proporci・ entre estudiantes por computadora era de 16 a 1, mucho m・ alta que el promedio nacional. En los hogares, las disparidades son mayores. En los hogares con un ingreso anual mayor de $75.000, la probabilidad de tener una computadora en casa era nueve veces mayor, y 20 veces m・ probable el acceso a la Internet, que los hogares de bajos ingresos, seg・ informa la Oficina del Censo de Estados Unidos. Una iniciativa que tiene como objetivo cerrar esta brecha es el programa E-rate que lleva tres a・s en curso. El programa, administrado por la Comisi・ Federal de Comunicaciones, proporciona descuentos de 20 a 90 por ciento en los servicios de telecomunicaciones y tecnolog・ a escuelas y bibliotecas. En 1999, el 82 por ciento de las escuelas p・licas de la naci・ y m・ del 50 por ciento de las bibliotecas p・licas recibieron descuentos en servicios en virtud de este programa. El Congreso de Estados Unidos aprob?$2.250 millones en financiamiento para el per・do de 12 meses que termina en junio de 2000. "Debido en parte a E-rate, estamos ahora en camino de estrechar la l・ea divisoria digital en nuestras escuelas", dijo a principios de a・ Richard W. Riley, secretario de Educaci・ de Estados Unidos. Si bien hasta aqu?se ha destacado al estudiante, los educadores tambi・ necesitan apoyo, capacitaci・ pr・tica y alivio de los problemas que dificultan la educaci・. La sabidur・ popular -- lo que en general se presume -- es que los maestros est・ renuentes a probar las nuevas tecnolog・s. Larry Cuban, profesor de educaci・ de la Universidad de Stanford en California, no est?de acuerdo con esta suposici・. Su investigaci・ sobre c・o los maestros utilizan la tecnolog・ revela que ・tos utilizan las computadoras con frecuencia, pero m・ en sus hogares que en la escuela. A veces se resisten a impartir las lecciones utilizando la computadora porque cuando ocurren fallas t・nicas (el servidor deja de operar, la p・ina de la Internet se congela, la contrase・ no da acceso, etc.) los estudiantes se pueden distraer y se interrumpe la clase. "No se puede ambicionar que el maestro tenga una lecci・ B preparada en caso de imprevistos si la lecci・ A que depende de una computadora falla", dice Cuban. "Es por ello que los maestros siguen fi・dose del libro de texto, del proyector con espejo y de la tiza. Son fiables. Son adaptables". La capacitaci・ de los maestros en materia de tecnolog・s educativas comenz?con los conceptos b・icos hace dos d・adas. A partir de entonces s・o se han conseguido adelantos modestos. La mayor・ de las maestros que participaron en la reciente encuesta de Education Week informaron que hab・ recibido capacitaci・ en destrezas tecnol・icas b・icas y en la integraci・ de la tecnolog・ al programa de estudios. Entre los maestros que recibieron este tipo de capacitaci・, el 54 por ciento considera que se siente "algo mejor preparado" y el 37 por ciento dijo estar "mucho mejor preparado" que el a・ anterior. En comparaci・ con hace una o dos d・adas, los distritos escolares y los departamentos de educaci・ de los estados dan ahora m・ importancia a la provisi・ de capacitaci・ y asistencia a los maestros sobre c・o integrar la tecnolog・ al programa de estudios. Y casi todos los principales programas de la Internet incluyen un buen elemento de capacitaci・ para el maestro. ・u・do sabremos qu?influencia han tenido estas tecnolog・s en crear nuevas maneras de aprender y de ense・r? Quiz・ el mejor indicador sea cuando estas tecnolog・s est・ en todas partes y tan integradas que pasen por desapercibidas, cuando los estudiantes y maestros las utilicen como cuesti・ de rutina para realizar un mejor trabajo. Despu・ de todo, desde la pizarra hasta los autobuses escolares color amarillo eran considerados "tecnolog・" en su inicio, pero gradualmente se integraron a la estructura de la educaci・. Los propios estudiantes ser・ los que con m・ probabilidad instiguen el cambio. Como ha dicho Don Tapscott, "son diferentes a cualquier otra generaci・ anterior. Son los primeros en crecer rodeados de los medios digitales. Las computadoras est・ en todas partes -- en el hogar, la escuela, la f・rica, la oficina -- como lo est?tambi・ la tecnolog・ digital -- las c・aras, los juegos de v・eo y los CD-ROM. Los estudiantes de hoy est・ tan empapados de bitios que piensan que la tecnolog・ es parte del paisaje natural". ----------
John O'Neil es redactor colaborador de la revista Educational Leadership, con sede en Alexandria, Virginia.
Las opiniones expresadas en este art・ulo no reflejan necesariamente los puntos de vista o pol・icas del gobierno de Estados Unidos.
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