DIVERSIDAD EN LA EDUCACION DE ESTADOS UNIDOS

Por Anne C. Lewis

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Tras la llegada tumultuosa de millones de inmigrantes a Estados Unidos, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aproximadamente entre 1890 y 1920, torrentes de ni・s ingresaron al sistema escolar y, junto con los que hab・n llegado antes, se vieron ante la alternativa de "nadar o hundirse". La mayor・ de ellos sali?adelante gracias a su determinaci・.

Durante las ・timas d・adas, particularmente en los ・timos 15 a・s, m・ o menos, la inmigraci・ ha tra・o a las costas estadounidenses innumerables reci・ llegados que representan naciones, idiomas, tradiciones y religiones cuya presencia hab・ sido muy escasa en este pa・ en el pasado. Al mismo tiempo, las escuelas contin・n reconociendo la necesidad de programas que abarquen a una gran variedad de estudiantes, no s・o a los inmigrantes, sino a los que tienen necesidades especiales, como ni・s con incapacidades de uno u otro tipo y j・enes de diversos niveles de aprovechamiento escolar.

Por consiguiente, las aulas estadounidenses, tanto de primaria como de secundaria, son m・ diversas hoy que en cualquier otro momento de la historia del pa・, hay m・ temas que deben explorarse, m・ problemas dif・iles que deben encararse y mayor demanda de la atenci・ que debe prestarse.

La meta de ofrecer una educaci・ s・ida para todos no ha sido f・il de alcanzar. La controversia sobre cuestiones tales como activismo por parte de los padres, formulaci・ de pol・icas estatales y federales y empleo del sistema judicial para reforzar los derechos, han tenido su funci・ en la marcha hacia un sistema universal de educaci・. El hecho importante, sin embargo, es que la meta sigue siendo v・ida y es esencial para los cambios que tienen lugar en la educaci・ estadounidense, desde el "kindergarten" hasta el doceavo grado, que es tradicionalmente el final de la escuela secundaria (per・do llamado K-12).

Una eminente investigadora estadounidense en este campo, Linda Darling-Hammond, de la Universidad de Stanford, plante?as?el tema en su libro de 1997 The Right to Learn (El derecho a aprender) :

Si la tarea dif・il del siglo veinte fue crear un sistema de escuelas que pudiera ofrecer educaci・ m・ima y socializaci・ b・ica para las masas de ciudadanos sin educaci・ previa, la tarea dif・il del siglo veintiuno es la creaci・ de escuelas que garanticen, para todos los estudiantes en todas las comunidades, el verdadero derecho a aprender. La realizaci・ de esta nueva tarea no es una empresa que se realiza gradualmente; requiere una iniciativa fundamentalmente diferente.

Un poco de historia

Para comprender la evoluci・ de la diversidad en el sistema escolar K-12, se requiere una breve introducci・ a la forma en que se administran las escuelas. Los primeros colonizadores instru・n a sus hijos en el hogar o varias familias reun・n dinero para contratar a un maestro. Cuando los pobladores comenzaron a trasladarse al Oeste, cada vez en mayor n・ero, el gobierno de Estados Unidos exigi?que las nuevas comunidades establecieran escuelas y asignaran parcelas con tal objeto. A cambio del pago de impuestos para educar a los hijos de otros, se prometi?a los ciudadanos el control local de sus escuelas. De esta manera, y hasta el d・ de hoy, lo que ocurra en las escuelas y a los estudiantes depende mucho de las decisiones locales. Esta independencia se ve moderada, un poco, por decisiones de los tribunales y por leyes federales que aplican a todas las escuelas, as?como por la creciente influencia de los gobiernos estatales. Con todo, b・icamente cada comunidad decide la forma de enfocar la diversidad en sus escuelas.

Ello quiz?explique por qu?una escuela en uno de los estados de Nueva Inglaterra puede tener pocos estudiantes que reciben educaci・ especial, en tanto que una escuela en el estado de Utah tiene un n・ero de estudiantes inscritos en educaci・ especial muy por encima del promedio nacional. Que una escuela en Connecticut incluya una cuarta parte o m・ de su poblaci・ estudiantil en programas para ni・s excepcionalmente dotados, mientras que una escuela en Colorado puede estar m・ cerca al promedio nacional de tres a cinco por ciento. California puede limitar los programas biling・s, como lo hizo de conformidad con una legislaci・ reciente, pero Texas y la Florida, igualmente afectados por la presencia de ni・s cuyo idioma materno est?en minor・, mantienen una educaci・ biling・ fuerte. El lugar donde reside el ni・ en Estados Unidos determina en gran parte la pol・ica que aplique su escuela en cuanto a la diversidad.

En una ・oca, los recursos generalmente se dedicaban a la educaci・ de una poblaci・ en su mayor・ blanca, de las clases altas. En los estados sure・s, por ejemplo, se negaba casi por completo la educaci・ a los esclavos afronorteamericanos. Incluso despu・ de que la Guerra Civil de Estados Unidos termin?con la esclavitud en la d・ada de 1860, las escuelas p・licas establecidas para los ni・s de origen africano estaban separadas y recib・n poco apoyo. A mediados del siglo XIX, oleadas de inmigrantes, mayormente de Europa Occidental, comenzaron a llenar las escuelas en las ciudades o a trasladarse a comunidades agr・olas del oeste medio, como es el caso de los alemanes en el estado de Wisconsin y los escandinavos en Minnesota.

A finales del siglo, los sistemas escolares urbanos en el noreste y el oeste medio se defin・n teniendo en cuenta a los ni・s inmigrantes. Un estudio realizado en 1908, en la ciudad de Nueva York, por ejemplo, revel?que 71 por ciento de los estudiantes ten・ padres nacidos en el extranjero. Cerca de un siglo despu・, la diversidad caracteriza una vez m・ al sistema escolar urbano, con la diferencia de que en esta oportunidad los estudiantes provienen de todas partes del mundo y se unen a una gran migraci・ del sur de familias de origen africano que comenz?durante la Segunda Guerra Mundial.

Estructura ・nica de la poblaci・ estudiantil

La nueva y amplia diversidad de idiomas que se oye en las escuelas estadounidenses contrasta apreciablemente con corrientes anteriores de inmigrantes. Por ejemplo, entre los estudiantes inscritos en el condado de Montgomery, en el estado de Maryland y el de Arlington, en el estado de Virginia, ambos lugares comprendidos dentro del ・ea metropolitana de Washington, se hablan m・ de 36 idiomas. Hoy en d・ en Long Beach, California, que en una ・oca fuera conocido como el para・o para la gente proveniente del oeste medio de Estados Unidos, m・ de un tercio de las matr・ulas en las escuelas p・licas, de los grados K-12, proviene del sudeste de Asia. Por otra parte, estas familias inmigrantes pueden mantenerse al d・ en su idioma y su cultura ya que hoy es m・ f・il conservar los v・culos con la "madre patria" y el transporte y las comunicaciones modernas permiten mantener contacto con familiares y por lo tanto con el idioma y la cultura. En una escuela media de Long Beach, California, familias camboyanas ayudaron a establecer lecciones diarias de kmer (importante idioma camboyano) para sus hijos.

La mayor parte de la diversidad actual en las escuelas de Estados Unidos se debe a la inmigraci・. Sin embargo, a・ sin ella las escuelas ser・n diversas. Alrededor del 17 por ciento de los estudiantes de los grados K-12 es afronorteamericano y aproximadamente uno por ciento es ind・ena norteamericano. Los antepasados de muchas de las familias de los que figuran como hispanos o latinos, eran los habitantes de ・eas que pasaron a formar lo que es hoy el sudoeste de Estados Unidos. Los estudiantes de origen mexicano nacidos en Estados Unidos constituyen el porcentaje m・ elevado entre los muchos subgrupos de la poblaci・ escolar hispana. Otros subgrupos grandes est・ formados por puertorrique・s y estadounidenses de origen cubano, cuya migraci・ es anterior a la de familias centroamericanas. En conjunto los hispanos constituir・ la minor・ m・ grande en las escuelas p・licas de Estados Unidos para el a・ 2005.

En una ・oca, la meta de las escuelas era fomentar el "crisol de razas", pol・ica que reduc・ al m・imo los antecedentes culturales del individuo a fin de lograr su asimilaci・. Actualmente las escuelas todav・ hacen hincapi?en saber leer y escribir en ingl・, pero tambi・ en la necesidad de comprender culturas diferentes. En los textos escolares y dem・ material de estudio se procura ofrecer un panorama amplio de culturas diversas y gran parte de la selecci・ de los maestros tiene por objeto crear una diversidad mucho mayor entre ellos.

Los programas federales, y algunos programas estatales, suministran fondos para la educaci・ biling・. Esta estrategia (de aprender algunas disciplinas en el idioma materno, mientras se estudia ingl・) se adopt?a principios del ・timo siglo con el fin mantener en las escuelas p・licas a los estudiantes de habla alemana en las ciudades del oeste medio de Estados Unidos. El temor a los extranjeros, secuela de la Primera Guerra Mundial, produjo una reacci・ contra los programas biling・s. Una decisi・ de la Corte Suprema de Estados Unidos, en la d・ada de los 70, les garantiz?a los estudiantes de idioma materno minoritario una educaci・ apropiada, lo cual estimul?el retorno de programas biling・s o programas similares.

Sin embargo, la preocupaci・ por la oleada de inmigraci・ en California contribuy?a que los votantes aprobaran en un refer・dum l・ites dr・ticos a las clases biling・s en el estado -- dando preferencia a la transici・ r・ida al ingl・ como ・ico idioma, como la forma de cumplir con la decisi・ de la Corte Suprema. Por otra parte, el secretario de Educaci・ de Estados Unidos, Richard W. Riley, recientemente dio su apoyo a programas de inmersi・ en dos idiomas, con el objeto de ayudar a los estudiantes que hablan idiomas minoritarios a conservar la fluidez en su idioma original y al mismo tiempo aprender ingl・ y ofrecerles a los estudiantes de habla inglesa plena oportunidad de aprender otro idioma.

El impacto de la diversidad racial y ・nica en las escuelas var・ entre los estados. Cinco estados, California, Texas, la Florida, Nueva York e Illinois, registran actualmente el mayor aumento en el n・ero de estudiantes de minor・s. La diversidad entre la poblaci・ estudiantil tiende a concentrarse en escuelas del casco urbano (casi todos los grandes centros urbanos actualmente tienen m・ estudiantes de minor・s que estudiantes blancos). No obstante, a・ en las escuelas rurales en estados como Alabama y Kansas se puede encontrar un n・ero creciente de familias de idiomas minoritarios que han llegado a la comunidad atra・as por industrias que requieren mano de obra poco calificada.

Otra cosa tambi・ diferente, y m・ significativa en cuanto a la diversidad racial y ・nica en las escuelas en Estados Unidos, es la forma en que estas instituciones responden actualmente. En el pasado las autoridades escolares generalmente daban por sentado que el aprovechamiento de los estudiantes de minor・s ser・ m・ bajo que el de los estudiantes blancos, lo que condujo a que se asignara a un gran porcentaje de estudiantes de minor・s ・nicas y raciales a clases para ni・s atrasados o a programas de instrucci・ pr・tica. La tasa de deserci・ escolar entre estos estudiantes, antes de recibir el diploma de secundaria, era mucho m・ elevado que el de estudiantes blancos.

Las reformas a la educaci・, que comenzaron hace m・ de una d・ada, hacen hincapi?en normas m・ elevadas para todos los estudiantes. Estas reformas son especialmente dif・iles para las escuelas que tienen un desempe・ pobre y cuya mayor・ de matriculados la constituyen ni・s de ingresos bajos y/o que pertenecen a minor・s. "Cerrar la brecha" en el aprovechamiento ha llegado a ser una prioridad para estas escuelas y ya hay algunas se・les de progreso. La tasa de estudiantes blancos y afronorteamericanos que se grad・n es casi la misma, aunque los estudiantes hispanos todav・ est・ bastante a la zaga. Algunos estados, como Texas, requieren que las escuelas demuestren un mejor nivel de aprovechamiento entre subgrupos de estudiantes, lo que significa que las calificaciones globales no pueden ocultar problemas de los estudiantes minoritarios. Cuando las escuelas ofrecen ayuda especial a estudiantes minoritarios de bajo aprovechamiento, mediante clases m・ peque・s, estrategia para la iniciaci・ en la lectura basada en investigaci・ y motivaci・ para prepararse para estudios superiores, su aprovechamiento a menudo excede los promedios nacionales.

Hacia una inclusi・ real

La historia de la educaci・ de estudiantes minusv・idos comienza con su vida en instituciones segregadas, luego en clases segregadas en escuelas p・licas y termina en la inclusi・ en clases normales. La mayor parte del ・ito de lograr la aceptaci・ de estos estudiantes en clases normales se obtuvo a partir de los a・s cincuenta, cuando padres y dem・ partidarios, alentados por las decisiones de la Corte que invalidaron la segregaci・ racial en las escuelas, comenzaron a organizarse en beneficio de los estudiantes con incapacidades f・icas o mentales.

Varias decisiones de la Corte y la ley federal finalmente llevaron a una modificaci・ significativa de la pol・ica. Es una legislaci・ importante por la cual se requiere a las escuelas ofrecer "educaci・ p・lica libre y apropiada" a todos los ni・s minusv・idos. Actualmente conocida como la Ley de Educaci・ de Individuos Minusv・idos, garantiza que todo ni・ minusv・ido reciba un programa de educaci・ individualizado convenido por los padres y los pedagogos. El progreso en el conocimiento de la educaci・ de estudiantes con incapacidades ha hecho que se enmiende la ley para hacer hincapi?en su "plena integraci・" en clases normales, su acceso al mismo plan de estudios y aplicaci・ de las mismas normas que rigen para otros estudiantes.

La naturaleza de las incapacidades de los estudiantes cambia con el tiempo. Originalmente, cuando se promulg?la entonces Ley de Educaci・ de Todos los Ni・s Minusv・idos, a mediados de los a・s setenta, los trastornos del habla afectaban el mayor porcentaje de estos estudiantes (35 por ciento), luego segu・ el retraso mental (26 por ciento). Veinte a・s m・ tarde, en la d・ada de 1990, las incapacidades en el aprendizaje constituyen la categor・ m・ grande (46 por ciento), en tanto que las del habla han bajado a 18 por ciento y el retraso mental a 10 por ciento. Durante dicho per・do investigaciones m・icas y pedag・icas revelaron que hab・ una nueva categor・ entre los minusv・idos, el trastorno de deficiencia de atenci・, que actualmente toman en cuenta los programas del gobierno federal.

Los programas para diagnosticar el retraso en el desarrollo durante los primeros a・s del ni・ y suminitrarle pronta ayuda impiden que a muchos se los catalogue como minusv・idos. La inversi・ federal en la educaci・ de ni・s minusv・idos incluye la capacitaci・ de maestros y la investigaci・ de nuevas tecnolog・s. Esto ・timo ha producido las llamadas tecnolog・s de apoyo, como el uso de computadoras que permiten al ni・ f・icamente incapacitado mantenerse al nivel del curso normal que sigue. Otras leyes de Estados Unidos requieren que las instalaciones escolares sean f・icamente accesibles para estos estudiantes, i.e que tengan rampas en lugar de escaleras y elevadores en edificios de varios pisos.

Aproximadamente 12 por ciento de los ni・s matriculados en los grados K-12 recibe servicios en virtud de la Ley de Educaci・ para los Minusv・idos. Aproximadamente el 75 por ciento de ・tos recibe instrucci・ en clases normales. Con frecuencia, maestros especialmente capacitados ayudan a los maestros permanentes, bien sea en el aula o en salones especiales donde los estudiantes reciben ayuda adicional. Cerca del 25 por ciento de los estudiantes con incapacidades asiste a clases separadas en edificios escolares corrientes; un porcentaje peque・ se matricula en escuelas especiales o ingresa a establecimientos hospitalarios.

Diversidad en el aprovechamiento

Aunque las escuelas avanzan hacia normas m・ elevadas para todos los estudiantes, existe una tradici・ consagrada en la educaci・ de los grados K-12 de servir tambi・ a los excepcionalmente dotados. En los comienzos del pa・, cuando no hab・n leyes que garantizaran la educaci・ p・lica para todos, las familias reun・n sus recursos para educar a sus hijos en la sala de su casa o en otros sitios. (Hoy todav・ existe la educaci・ en el hogar en todas partes en Estados Unidos, en escala comparativamente peque・). Familias adineradas han mantenido esta educaci・ separada mediante escuelas privadas exclusivas que preparan a los ni・s para pasar a la educaci・ superior. Sin embargo, las expectativas y la orden legislativo del ・timo siglo de que todos los estudiantes asistan a la escuela hasta los 16 a・s, sirvieron de incentivo para que el sistema educacional ofreciera una gama de programas para todos los niveles de capacidad.

Ello llev?al dise・ de programas para ni・s extraordinariamente dotados. Debido a la diferencia en las leyes estatales y pr・ticas locales, el n・ero de estudiantes matriculados en estos programas var・ enormemente, de cinco por ciento en algunos estados a m・ de 10 por ciento en otros. Sin embargo, todos los estados, salvo un pu・do de ellos, financian o exigen educaci・ para estos estudiantes. Aunque los partidarios siempre dicen que se requieren m・ esfuerzos y mejor financiamiento, las escuelas emplean varios m・odos para estimular al estudiante talentoso. Por ejemplo, hay programas en los que se "saca" a los alumnos de las aulas, es decir programas por los cuales el estudiante deja su clase normal varias veces durante la semana para participar en actividades de refuerzo. Esto es m・ com・ en la escuela primaria. Las llamadas escuelas "magneto", de secundaria, que se concentran en las artes, las matem・icas y las ciencias, ofrecen estudios m・ intensos en estas materias.

Establecimientos como la Escuela Secundaria de Ciencias, en el Bronx, en la ciudad de Nueva York, y la Escuela Duke Ellington de las Artes en Washington, abundan en todo el pa・. Once estados han creado internados de ense・nza avanzada en matem・icas, ciencias y artes. Las "Escuelas de los Gobernadores", que funcionan durante la ・oca calurosa de las vacaciones, est・ dedicadas a ni・s especialmente dotados. Algunos estados, como Minnesota, permiten a estudiantes de escuela secundaria inferior y de ・timo a・ de secundaria, que tienen la debida competencia, tomar cursos de educaci・ postsecundaria en colegios universitarios, a expensas del estado.

Las escuelas secundarias tambi・ ofrecen numerosas oportunidades para estimular a los estudiantes que poseen aptitudes especiales. Pueden tomar parte en programas nacionales como "Future Problem Solving, "Odyssey of the Mind" o la serie de material de lectura "Great Books". M・ del 60 por ciento de las escuelas secundarias p・licas y 46 por ciento de las privadas participan en el programa de colocaci・ avanzada de la Junta de Colegios Universitarios. Maestros altamente calificados se ofrecen voluntariamente para ense・r en este tipo de cursos que ofrecen estudios m・ intensos y avanzados en materias cl・icas que las escuelas secundarias corrientes. En 1999, m・ de 700.000 estudiantes de secundaria se matricularon en clases de colocaci・ avanzada y presentaron los ex・enes correspondientes. Una buena calificaci・ en el examen, un punteo tres o m・, otorga cr・itos al estudiante y/o matr・ula en cursos avanzados, pr・ticamente en cualquier instituci・ de ense・nza superior.

En 1999, alrededor del 30 por ciento de los estudiantes de cursos de colocaci・ avanzada proven・n de minor・s. Actualmente se hace un esfuerzo por alentar a las escuelas secundarias que no tienen estos cursos -- la mayor・ de ellas situadas en zonas de alta pobreza pobladas por minor・s -- para que preparen maestros y estudiantes para que participar en tales cursos.

El prejuicio por raz・ de sexo

Como parte de la demanda general de mayor equidad en las escuelas, estimulada por el movimiento de los derechos civiles, se atrajo atenci・ a la exclusi・ de las ni・s de ciertos programas. Aunque la mayor・ de los juicios giran alrededor de la discriminaci・ por raz・ de sexo en la educaci・ superior, el Cap・ulo IX, una enmienda de 1972 a la Ley de Educaci・ Superior, proh・e la discriminaci・ "en todo programa o actividad de educaci・ que reciba ayuda financiera federal". Puesto que la mayor・ de las escuelas de grados K-12 se benefician de la ayuda del gobierno federal en alguna forma, el Cap・ulo IX se ha aplicado tambi・ a ・tas. Por consiguiente, las escuelas comenzaron a ofrecer m・ programas atl・icos para ni・s, libros de texto seleccionados y otros elementos para promover equidad entre los sexos, y permitieron adem・ la matr・ula de ni・s en programas profesionales tradicionalmente dedicados a los ni・s.

La meta de equidad entre los sexos dio como resultado el examen continuo la participaci・ de las ni・s en la vida escolar. La atenci・ a la falta de equidad probablemente explica el aumento actual en la matr・ula de ni・s en cursos avanzados de matem・icas y ciencias, como quiz?lo explica tambi・ los esfuerzos que se realizan para lograr que las ni・s tengan el mismo acceso que los ni・s a las computadoras. Los estudios sobre la diferencia de trato por raz・ de sexo tambi・ han tenido influencia en la formaci・ de los maestros y en la preparaci・ de programas de desarrollo profesional, ya que, seg・ ・tos, algunas veces los maestros inconscientemente prestaban menos atenci・ a la ense・nza de las ni・s. Los estudios revelaron por ejemplo que en las clases los maestros solicitan m・ respuestas y mayor participaci・ de los ni・s y al mismo tiempo aceptan respuestas menos complejas de las ni・s.

Diversidad religiosa

A diferencia de los sistemas de educaci・ en muchos otros pa・es, Estados Unidos mantiene una estricta separaci・ entre la iglesia y las escuelas estatales. Los fondos p・licos son para las escuelas p・licas ・icamente, aunque algunos estados y ciudades actualmente experimentan con programas de certificados (para los padres de familia) que valen dinero en efectivo y permiten invertir fondos p・licos en escuelas fuera del sistema p・lico, incluso escuelas parroquiales. La mayor・ de estos programas son motivo de disputa ante los tribunales.

Como consecuencia de esta separaci・ existe un sector escolar privado y parroquial vigoroso en Estados Unidos. Aproximadamente cinco millones de estudiantes, o el diez por ciento de los estudiantes de grados K-12, asisten a escuelas privadas primarias y secundarias. Las escuelas cat・icas comprenden la mitad de la poblaci・ escolar en escuelas privadas, otras denominaciones religiosas constituyen el 35 por ciento. La mayor expansi・ en cuanto a escuelas parroquiales se registra en la comunidad musulmana, que actualmente tiene cerca de 200 escuelas en todo Estados Unidos.

Conclusi・

La cuesti・ de responder a las necesidades de diversos estudiantes en las escuelas p・licas nunca deja de estar viva en Estados Unidos. Las autoridades encargadas de formular la pol・ica, los pedagogos, los tribunales y los padres est・ constantemente en busca de la mejor manera de educar a todos los estudiantes. La abolici・ de la segregaci・ y los programas de acci・ afirmativa, ordenados por la Corte, por ejemplo, dan paso actualmente a iniciativas que mejoran la calidad de la educaci・ en todas las escuelas y, especialmente, la preparaci・ y el apoyo a los maestros para que ense・n en aulas con alto grado de diversidad. Los programas de evaluaci・ se han ampliado para incluir ex・enes apropiados para estudiantes de idiomas minoritarias y estudiantes con incapacidades. En lugar de excluirlos de los ex・enes, los formuladores de pol・icas que dise・n los sistemas de rendici・ de cuentas dicen que el progreso real en las escuelas puede medirse solamente si todos los estudiantes est・ incluidos en la rendici・ de cuentas. La educaci・ biling・ sigue causando controversia, pero tambi・ est?fuertemente arraigada en la mayor・ de las comunidades y los padres en general exigen mejor instrucci・ en idiomas extranjeros para todos los estudiantes.

Este compromiso persistente de satisfacer las necesidades de los alumnos, no importa cual sea su diferencia, ser?indispensable para preparar las escuelas estadounidenses para un futuro en el que, seg・ se calcula, para finales de este nuevo siglo las minor・s representar・ el 60 por ciento de la poblaci・ de Estados Unidos.

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Anne C. Lewis escribe sobre pol・ica de la educaci・ y es columnista nacional de Phi Delta Kappa, importante publicaci・ sobre temas de educaci・ en Estados Unidos.

Las opiniones expresadas en este art・ulo no reflejan necesariamente los puntos de vista o pol・icas del gobierno de Estados Unidos.

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