LA EDUCACION EN ESTADOS UNIDOS:
LA CUESTION DE LA "SELECCION DE ESCUELA"
Por Rick Green
Gail Watson encarna en ella misma todo un movimiento de reforma de la educaci・, aunque sostiene que s・o es una madre que busca la mejor educaci・ para sus hijos.
Su hijo Jevonte va a una peque・ escuela primaria de Hartford, Connecticut, donde el desarrollo del car・ter y los valores es tan importante como la ense・nza en la clase. Otro hijo, Dashawn, viaja en ・nibus a otra ciudad para asistir a una escuela de nivel intermedio (de sexto a octavo grado) para estudiantes con necesidades especiales. Su hija Taquonda se recibir?el a・ que viene de un programa "magneto" en una de las cuatro escuelas secundarias de esta ciudad donde los estudiantes aprenden lat・ y leen las obras cl・icas griegas.
Todas ellas son escuelas p・licas. Pero en vez de enviar a sus hijos a la escuela m・ cercana del vecindario, como siempre lo ha hecho la mayor・ de los padres en esta envejecida ciudad industrial, la se・ra Watson ha escogido cuidadosamente cada una de ellas gracias a una iniciativa, peque・ pero creciente, de "selecci・ de escuela".
La se・ra Watson y sus hijos son el primer atisbo de un concepto incipiente, en el que la educaci・ se basa en una idea simple: dejar que los padres decidan.
El concepto de selecci・ de escuela --por el cual los padres pueden escoger la escuela a la que sus hijos asistir・, donde consideren que obtendr・ el mayor beneficio-- ha irrumpido en el ・bito nacional de la educaci・.
Claro, la mayor・ de los ni・s en Estados Unidos van juntos a nivel del barrio o regional conforme a la filosof・ de "escuela com・" que comenz?en ciudades de Nueva Inglaterra como Hartford cientos de a・s atr・, incluso antes de que se hubiera declarado la independencia estadounidense en 1776.
(Las escuelas comunes eran p・licas y te・icamente estaban abiertas a todos, aunque ten・n una orientaci・ religiosa y normalmente cobraban matr・ula. El sistema de escuelas p・licas de Estados Unidos se desarroll?a mediados del siglo XIX, impulsado inicialmente por el educador Horace Mann en Massachusetts y posteriormente se expandi?al resto del noreste de Estados Unidos y, finalmente, a toda la naci・).
En la actualidad, por lo general, la educaci・ en las escuelas p・licas se fortalece. El nivel de rendimiento de los estudiantes en todo el pa・ va aumentando, y los indicadores como las tasas de abandono de los estudios declinan. Las encuestas de opini・ p・lica con frecuencia muestran que los padres est・ satisfechos con la calidad de la educaci・ en la escuela p・lica de su vecindario. No obstante, hay claras brechas en el desempe・ entre los distritos escolares urbanos y suburbanos y entre los alumnos blancos y los que pertenecen a las minor・s ・nicas. Los que est・ descontentos con la calidad de la educaci・ p・lica local exploran la opci・ de selecci・ de escuela. En realidad, para las legislaturas estatales y las juntas de educaci・ locales, as?como para muchos ciudadanos, la cuesti・ de si es necesario crear m・ opciones para los padres se ha vuelto una de las cuestiones principales de la educaci・ en Estados Unidos.
"S・o quiero que mis hijos tengan la mejor (educaci・) posible. Esto realmente hace que piensen", dice Watson, quien asisti?a escuelas p・licas corrientes cuando crec・ en Hartford. Ahora cree que la competencia y la selecci・ son las ・icas maneras de revivir distritos escolares de bajo rendimiento como el suyo, ubicado en una de las ciudades m・ pobres de la naci・.
Gail Watson descubri?la selecci・ de escuela principalmente por casualidad, cuando sus hijos asist・n a una escuela del barrio en la que un maestro innovador trataba de iniciar un programa alterno que hiciera hincapi?en los valores y la educaci・ del car・ter as?como el aprendizaje.
Ha tenido la buena suerte de ser madre en un momento en que los distritos escolares y los estados han estado desesperados por mejorar el desempe・ de los alumnos y han comenzado a experimentar con una serie de ideas dr・ticas, como la selecci・ de escuela.
Esta estrategia les da a los padres un verdadero men?de opciones, al ofrecerles diferentes tipos de escuelas que antes estaban abiertas solamente para los que eran suficientemente ricos para permitirse la educaci・ en escuelas privadas. Con frecuencia, esto significa escoger una escuela o programa especializado creado en torno a un tema particular, como las artes, la ciencia y la tecnolog・, y la educaci・ del car・ter (aun cuando la educaci・ del car・ter --que consiste en inculcar los valores a los alumnos como parte del programa escolar-- se ha convertido en algo que en la actualidad se da por supuesto en las escuelas en toda la naci・).
Al mismo tiempo, los que son partidarios de a・ m・ libertad abogan por dar "certificados", que valen dinero en efectivo, a los padres que opten por enviar a sus hijos a la escuela privada de su elecci・, para que los usen para pagar la matr・ula. Un pu・do de ciudades, como Cleveland (Ohio) y Milwaukee (Wisconsin), han estado acariciando esta idea. Hasta ahora, los tribunales estadounidenses han mantenido en general que el uso de fondos p・licos para pagar por escuelas privadas no es legal. Tan pronto como en 2001, la Corte Suprema de Estados Unidos -- el m・ alto tribunal de la naci・ --podr・ considerar esta cuesti・.
Mientras tanto, un porcentaje min・culo de estudiantes -- un mill・ de los 53 millones de alumnos de escuelas p・licas y privadas -- optan por dejar completamente las escuelas tradicionales. A estos alumnos, a quienes se les conoce como "estudiantes en el hogar", los padres les ense・n en la casa. Su n・ero, aunque peque・, ha aumentado sustancialmente en los ・timos 10 a・s y es un reflejo m・ del deseo creciente de opciones educativas en Estados Unidos.
"Los padres deber・n tener la facultad de elegir", sostiene Stephen C. Tracy, ex superintendente de un distrito de escuela p・lica y ahora ejecutivo de Edison Schools, Inc., una importante organizaci・ con fin de lucro que administra escuelas p・licas por contrato. "Incluso dentro de los c・culos que gobiernan los sistemas educativos en la actualidad se reconoce que esta demanda de selecci・ es casi innegable". Edison Schools, que todav・ no ha tenido ganancias, estar?administrando alrededor de 100 escuelas con m・ de 50.000 alumnos cuando comience el primer per・do lectivo del a・ 2000.
"Vivimos en una sociedad de consumo, estamos tan acostumbrados a tener opciones", agrega Tracy al puntualizar que la gente ya no acepta "la noci・ de que uno no tiene donde escoger cuando de escuelas se trata. Hay dos argumentos esenciales en favor de la selecci・. El primero es que las cosas mejorar・... que la competencia conduce a un desempe・ mejor. El otro es que la cuesti・ de la selecci・ se trata de libertad".
Tracy y otros sostienen que "un cambio tremendo" ha comenzado a infiltrarse en las aulas de Estados Unidos en los ・timos cinco a・s. Tanto como el tres por ciento de los estudiantes estadounidenses ahora tienen alg・ tipo de elecci・ en su educaci・ p・lica, una cifra de la que ni se hab・ o・o hablar hace apenas 10 a・s.
El panorama es variado. En algunos estados, como California, puede haber una variedad de opciones para los padres que viven en ciudades o en los suburbios. En otros estados, como el de Connecticut donde vive la familia Watson, el movimiento de selecci・ de escuela est?confinado en gran parte a las ciudades, donde el rendimiento de los alumnos ha sido el m・ bajo y donde las tasas de pobreza son las m・ altas. Sin embargo, la idea de que las escuelas deber・n ofrecer opciones --de una manera parecida a las selecciones de alimentos en los supermercados o de pel・ulas en los cines m・tiples-- se est?afianzando lentamente en un pa・ donde la educaci・ libre y p・lica es uno de los valores m・ preciados.
Escuelas especialmente constituidas (escuelas "charter")
Dos de los hijos de Gail Watson asisten a escuelas especialmente constituidas conocidas como escuelas "charter", las que reciben fondos de los impuestos p・licos pero funcionan en gran medida independientes de las burocracias educativas locales. Estas escuelas especialmente constituidas, iniciadas en Minnesota hace apenas ocho a・s, se han convertido en el foco del movimiento de selecci・ en Estados Unidos.
Se espera que para fines de 2000, estar・ funcionando m・ de 2000 de estas escuelas especialmente constituidas en m・ de 36 de los 50 estados de la naci・. En algunos estados, las escuelas est・ libres de mandatos establecidos hace mucho tiempo, como el requisito de contratar maestros licenciados. Esto, en s?mismo, es un asunto sujeto a controversia y debate.
Sus partidarios dicen que las escuelas especialmente constituidas permiten que los maestros innovadores traten ideas nuevas, dado que los padres seleccionan el tipo de escuela que desean para sus hijos. Estas instituciones tienden a ser peque・s, con frecuencia dirigidas por el cuerpo docente y organizadas en torno a un tema. Los cr・icos dicen que estas escuelas est・ repletas de mala administraci・, con poca supervisi・, e incluso menos evidencia de que pueden mejorar el rendimiento de los estudiantes a largo plazo.
"M・ distritos escolares van a iniciar escuelas `charter'", dice Joe Nathan del Centro para el Cambio Escolar de la Universidad de Minnesota. "El p・lico exige opciones. El movimiento hacia las escuelas `charter' dice que podemos tener expectativas m・ altas de la educaci・ p・lica".
El movimiento a favor de las escuelas especialmente constituidas es tan amplio que cuenta con el apoyo tanto del poder ejecutivo como del poder legislativo del gobierno de Estados Unidos (la administraci・ Clinton y el Congreso), de los defensores de las escuelas con fines lucro, los fundamentalistas cristianos, la Asociaci・ y la Federaci・ de Maestros de Estados Unidos, las dos organizaciones sindicales m・ grandes que representan a los maestros de las escuelas p・licas.
"El movimiento se ha extendido de un estado a 37", puntualiza Nathan. "Se est?expandiendo y lo hace muy r・ido. Hay cientos de miles de ni・s a los que les va mejor en la escuela que antes", dice Nathan, quien trabaja con escuelas especialmente constituidas en todo el pa・.
El estado de Michigan, en el oeste medio del pa・, bien podr・ ser el punto focal de los movimientos a favor de la selecci・ de escuela y de las escuelas especialmente constituidas. Aunque algunos estados s・o han hecho incursiones tentativas en el movimiento de selecci・ de escuela, y tienen unas pocas escuelas especialmente constituidas en funcionamiento, Michigan ha otorgado autorizaciones a docenas de las escuelas que funcionan independientemente, en gran parte debido al bajo rendimiento cr・ico de sus escuelas urbanas y a las antiguas inequidades del financiamiento escolar entre ciudades y pueblos. Casi el cuatro por ciento de los estudiantes del estado est・ inscritos en escuelas especialmente constituidas, muchas de ellas administradas por firmas con fines de lucro como Edison Schools Inc.
"Hay muchas razones por las cuales la gente hace esto", dice David Arsen, quien es profesor en la Universidad Estatal de Michigan. "Hay algunas escuelas registradas que son muy innovadoras, pero esa no es una descripci・ apropiada del conjunto de escuelas como un todo. Todav・ es un conjunto heterog・eo de escuelas".
Los estudios de Arsen apoyan la noci・ de que los padres en las peores escuelas desean una opci・, incluso si eso significa agotar los recursos en las escuelas p・licas tradicionales de la comunidad que m・ los necesitan. Los cr・icos de las escuelas especialmente constituidas han denunciado desde hace mucho tiempo que estas escuelas simplemente drenan recursos vitales de escuelas que con frecuencia est・ tratando de educar a las personas m・ pobres de Estados Unidos y que provienen de familias con la menor educaci・.
Las nuevas escuelas especialmente constituidas "tienden a ubicarse donde se encuentran las escuelas p・licas tradicionales m・ atribuladas", dice Arsen. "Est・ drenando los fondos de las escuelas p・licas que encaran la mayor parte de las dificultades".
Y no obstante, en estados como Michigan y Arizona, donde las escuelas estas escuelas son comunes, Arsen y otros creen que las mismas tambi・ han comenzado a forzar a las escuelas regulares a hacer algunos cambios, por miedo de que se vayan demasiadas familias".
"Uno presta atenci・ si pierde el tres o cuatro por ciento de sus estudiantes en beneficio de la selecci・ de escuela", dice Arsen al citar campa・s crecientes de mercadeo como las dirigidas a instituir jardines de infantes que funcionen todo el d・ y hacer publicidad en carteles p・licos y en la radio. "Hay un nuevo esp・itu de ser m・ sol・itos con los padres", agrega.
Seg・ Arsen y sus colegas, lo que es diferente en la mayor parte de los casos es la manera en que se administran las escuelas, no lo que se ense・.
"Hay muy poco cambio en el programa b・ico de estudios", dice. "La innovaci・ est?en el gobierno y la organizaci・ de la escuela".
Certificados del sector privado
Aunque las cortes han bloqueado la mayor・ de los programas limitados de certificados con valor en efectivo para pagar la matr・ula, los partidarios de la idea han inventado otro m・odo para mantenerla viva: las becas gratuitas.
Los inversionistas ricos que desean ver en el futuro un programa de certificados del sector p・lico, han comenzado iniciativas de certificados financiados por el sector privado en docenas de ciudades en todo Estados Unidos. El experimento m・ grande hasta la fecha ha sido en San Antonio, Texas, donde un grupo de empresarios conservadores recaud?50 millones de d・ares y ofreci?a cada uno de los ni・s de uno de los distritos escolares de la ciudad un certificado para usarlo para el pago de una escuela privada. No obstante, para casi todos los 47 millones de ni・s que asisten a escuelas p・licas primarias y secundarias en Estados Unidos, las becas para asistir a escuelas privadas no son una opci・.
Nina Shokrai Rees, analista de educaci・ de la Fundaci・ Heritage, un grupo de estudios pol・icos que apoya el mercado libre, dice que entre los defensores m・ en・gicos de la selecci・ de escuela est・ los partidarios de la educaci・ escolar parroquial y minor・s de los barrios urbanos pobres que buscan mejores escuelas. Los opositores a los certificados incluyen a ciudadanos que consideran el uso de fondos p・licos para sufragar escuelas privadas como una violaci・ de la provisi・ constitucional nacional que separa la iglesia del estado. Otros argumentan contra los certificados diciendo que les quitan el dinero a las escuelas que m・ lo necesitan, drenando por lo tanto los fondos de las partes m・ ruinosas de las grandes ciudades de la naci・.
A comienzos de este a・, en una variaci・ del tema de los "certificados", un juez federal en el estado de la Florida detuvo uno de los experimentos de selecci・ de escuela m・ dram・icos. El mismo habr・ permitido que los alumnos que concurr・n a escuelas p・licas defectuosas pasaran a otra escuela, p・lica o privada, a costa del estado. La corte dijo que el dinero p・lico de los impuestos deb・ ir a escuelas p・licas, no privadas.
M・ padres desean una opci・
En la d・ada de 1990, los estadounidenses en porcentajes cada vez mayores han dicho que est・ a favor de darles a los padres el derecho de elegir la escuela a la cual asistir・ sus hijos. Algunos distritos y unos pocos estados incluso ofrecen a los padres el derecho de seleccionar virtualmente cualquier escuela p・lica que ellos quieran, siempre que haya espacio en las aulas.
Ted Carroll, un padre de familia partidario de la escuela p・lica y ex miembro elegido de la junta de educaci・ de Hartford, dice que cree que darles a los padres el derecho de elegir de un men?de escuelas peque・s es cr・ico para el futuro de la educaci・ p・lica.
Carroll es ahora miembro de la junta de directores de la Escuela Breakthrough Autorizada, una peque・ escuela primaria financiada p・licamente que atrae estudiantes de toda el ・ea de Hartford, incluso el hijo de Gail Watson, Jevonte. Es una de las pocas escuelas especialmente constituidas en la ciudad.
"No tengo la menor duda de que los padres que tienen a sus hijos en Breakthrough est・ encantados", dice Carroll. "Se sienten muy involucrados en el proceso de educaci・ de los ni・s. El personal y la junta directiva de Breakthrough claramente esperan esto. Cada uno de los miembros del personal comprende la misi・. Y el tama・ [de la poblaci・ de alumnos] es muy importante. Hay un punto despu・ del cual las escuelas pueden perder la intimidad requerida para que los grupos se sientan como una comunidad genuina".
Los 150 estudiantes de Breakthrough caben f・ilmente en el auditorio de la escuela. Los viernes por la ma・na la directora de la escuela, Norma Neumann-Johnson, los dirige mientras cantan unas pocas canciones o discuten un tema. Es la clase de evento de escuela peque・ com・ en Breakthrough.
Inspirada por el ・ito de las escuelas peque・s en el distrito escolar de East Harlem en la ciudad de Nueva York, Neumann-Johnson ha creado una escuela alterna en base a programas que ense・n a resolver problemas del mundo real, desarrollan el car・ter y educan a los padres.
"Si todos los padres tiene que escoger, se suben al caballo y comienzan a investigar", dice.
Su escuela no solamente atrae a padres motivados, sino tambi・ a maestros que buscan algo diferente.
"Los estudios muestran que se obtienen resultados cuando los maestros son dedicados", dice Neumann-Johnson. "Hubo 98 postulantes para siete cargos de maestros (cuando abri?la escuela). Todos aqu?son apasionados. Si tuvi・amos s・o escuelas por selecci・, no habr・ malos maestros".
Esa es la clase de l・ica que sus partidarios esperan ayudar?a impulsar a las escuelas especialmente constituidas y la selecci・ de escuela incluso dentro de las comunidades m・ conservadoras de Estados Unidos.
"El movimiento a favor de las escuelas `charter' dice que podemos tener expectativas m・ altas de la educaci・ p・lica", dice Nathan, de la Universidad de Minnesota. "Es una visi・ muy positiva de lo que las escuelas pueden lograr".
Quiz・ el cambio m・ impresionante es que ahora se considera que estar meramente en oposici・ a la selecci・ de escuela es estar en oposici・ a la reforma escolar, seg・ Jeanne Allen, directora del Centro para la Reforma de la Educaci・, con sede en la ciudad de Washington.
"El concepto de la selecci・ ya est?bien incorporado en la pol・ica p・lica. Si uno no est?a favor de ella, definitivamente est?en contra", explica. "Se ha despertado el apetito del p・lico"
Para Gail Watson y sus tres hijos, la opci・ sigue siendo simple: c・o encontrar las mejores escuelas p・licas.
"Las escuelas `charter' y las escuelas "magnetos" son algo de lo mejor que ha ocurrido", dice. "Estas escuelas tienen tantas maneras de ayudarles a los ni・s a aprender. Simplemente no exist・n cuando yo iba a la escuela".
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Rick Green es un veterano periodista que informa sobre temas de educaci・ en el diario Hartford Courant de Connecticut y ha ganado el gran premio de la Asociaci・ de Escritores de Educaci・ por su cobertura de esos temas.
Las opiniones expresadas en este art・ulo no reflejan necesariamente los puntos de vista o pol・icas del gobierno de Estados Unidos.
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