Aun cuando las encuestas recientes indican que los padres de familia estadounidenses creen que las autoridades escolares y la comunidad docente gastan el tiempo, esfuerzos y fondos necesarios para proteger a los estudiantes, en a・s recientes se perpetraron en un n・ero de escuelas, inquietantes incidentes violentos aislados. En este art・ulo, el director de una escuela primaria de Butte, Montana, que inesperadamente se vio ante tal violencia, reflexiona sobre c・o, despu・ de ese acontecimiento inesperado, Butte comenz?a recuperarse, dando lugar a que de ese hecho inesperado surgiera una determinaci・ a nivel local, regional y nacional.

Era yo el director de la Escuela Primaria Margaret Leary, cuando, el 11 de abril de 1994, un alumno de 10 a・s trajo a la escuela un arma de fuego semiautom・ica y mat?a Jeremy Bullock, alumno de quinto grado. En ese tiempo, Jeremy era alumno m・ joven que fuera asesinado en una escuela norteamericana.

La tragedia fue una terrible llamada a la realidad, no solamente para nuestro pueblo de Butte, en Montana, sino que tambi・ para el resto del pa・. Luego de los subsiguientes tiroteos fatales ocurridos en estos seis a・s pasados, las respectivas comunidades respondieron con un refr・ com・: "No cre・os que eso pudiera ocurrir aqu?.

En Butte, nos pregunt・amos c・o se podr・ sanar una comunidad luego de haber ocurrido en el patio de recreo de una de sus escuelas una calamidad tan s・ita y violenta como ・ta. Tambi・ tuvimos que aprender c・o dar a las v・timas secundarias el sost・, la solicitud y la rehabilitaci・ a largo plazo para ayudarlas a enfrentar la tensi・ postraum・ica.

Buscamos soluciones que abordaran los problemas multifac・icos causados por el homicidio y que permitieran que los alumnos, los maestros y la comunidad escolar entera pudieran seguir adelante con sus vidas.

Un equipo de seguridad

El paso inicial de nuestro distrito escolar fue crear un equipo de seguridad basado en la escuela. Este equipo, integrado por maestros, consejeros, padres de familia, funcionarios de ejecuci・ de la ley, representantes de la oficina del fiscal del condado y de agencias de servicios para menores, adem・ de cl・igos locales, se concentr?en interrogatorios luego de la crisis, observaci・ de ni・s con se・les de comportamiento perturbado, y en restaurar en la escuela cierto grado de normalidad. Este grupo interinstitucional sigue reuni・dose todas las semanas para discutir procedimientos en casos de crisis y seguridad operativa.

Descubrimos la absoluta necesidad de un interrogatorio en las horas inmediatamente despu・ de haber ocurrido un acto de violencia grave. Idealmente, este interrogatorio debe ser efectuado por alguien capacitado para trabajar en casos de incidentes cr・icos. En Butte, yo desempe驩 esta funci・, ya que hab・ recibido entrenamiento de Community Intervention, una organizaci・ de capacitaci・ con sede en Minnesota que se ocupa de cuestiones de manejo de crisis.

De inmediato inform?a mis compa・ros del equipo que necesitaba ayuda. M・ de cuarenta consejeros, funcionarios de ejecuci・ de la ley y miembros de juntas escolares respondieron de todas partes de Montana. Los maestros y otro personal de las escuelas necesitaban informaci・ directa sobre c・o tratar a ni・s traumatizados y, lo m・ importante, c・o restaurar la normalidad en el sal・ de clase tan r・idamente como fuera posible.

La tragedia impuls?a nuestra comunidad a la acci・. Por ・timo, estos esfuerzos atrajeron la atenci・ nacional sobre nuestro distrito. En abril de 1998 fui designado para integrar un grupo presidencial encargado de estudiar las causas de violencia juvenil y examinar medidas preventivas que podr・n compartirse con educadores y otros en todo el pa・.

An・isis de causas

La primera reuni・ del Grupo Especial Presidencial sobre Violencia Juvenil, auspiciada por la secretaria de Justicia Janet Reno, se concentr?en analizar las causas de violencia en las escuelas. Planteamos tres cuestiones claves:

• ・xiste una tendencia en los recientes tiroteos en escuelas?

• ・u?puede hacer el gobierno federal para ayudar a las escuelas a abordar la violencia perpetrada con armas de fuego?

• ・u?factores comunes estuvieron presentes en los incidentes recientes?

Apoyo federal

En la primera Conferencia sobre Seguridad en las Escuelas celebrada en la Casa Blanca en octubre de 1998, el presidente Clinton anunci?su intenci・ de agregar, durante los pr・imos siete a・s, 100.000 maestros a los salones de clase de kindergarten al tercer grado, y asignar 600 millones de d・ares para volver a dise・r y financiar el Proyecto de Escuelas y Comunidades Seguras y Libres de Drogas del Departamento de Educaci・ de Estados Unidos. Los maestros saben que para que exista un entorno de ense・nza seguro para los ni・s de esta edad, es esencial que las clases sean m・ peque・s.

Las iniciativas federales incluyen un n・ero de directivas de pol・ica y programas financiados que las autoridades de las escuelas locales pueden aplicar en sus propios planes de prevenci・ de violencia:

• No tolerar en absoluto las armas de fuego en las escuelas mediante la promulgaci・ de leyes estatales, a la vez que se promueve la sentencia de infractores juveniles juzgados como personas mayores. Esto lo apoyan educadores y agencias de ejecuci・ de la ley.

• Proveer apoyo a organizaciones c・icas, comunitarias y religiosas para lanzar una iniciativa de prevenci・ de violencia basada en valores.

• Proveer anualmente a 500.000 ni・s oportunidades seguras despu・ de las horas de escuela.

• Alentar a las escuelas a que aborden en forma directa la ausencia injustificada de la escuela y adoptar pol・icas de uniformes escolares.

• Apoyar las quedas locales.

• Desarrollar un programa extenso contra las pandillas.

• Apoyar la aplicaci・ m・ estricta de las leyes relacionadas con la posesi・ de armas por menores y la legislaci・ que pondr・ mecanismos de seguro en las armas.

• Asignar m・ de 140 millones de d・ares para ayudar a las coaliciones comunitarias a eliminar las drogas y a combatir el consumo de alcohol y tabaco entre los j・enes.

Una experiencia compartida

Como director de escuela que presenci?el horror de la violencia y comparti?la terrible experiencia de la p・dida de la vida de un ni・, tengo el honor, sin embargo, de poder aplicar esta experiencia para ayudar a otros l・eres docentes a aumentar la seguridad en las escuelas para todos los ni・s del pa・.

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Este art・ulo se publica nuevamente con permiso, de la edici・ de junio de 1999 de The School Administrator, una publicaci・ de la American Association of School Administrators (AASA).

Las opiniones expresadas en este art・ulo no reflejan necesariamente las opiniones o pol・icas del Gobierno de Estados Unidos.

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