LITERATURA AFRONORTEAMERICANA EN EL A・ 2000:
UNA PRESENCIA NUEVA

Por Robert B. Stepto

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Durante los a・s sesenta, cuando el movimiento de los derechos civiles ganaba terreno, en los c・culos literarios de Estados Unidos hab・ la impresi・ de que la literatura negra del pa・ se encontraba en medio de un segundo renacimiento, luego del Renacimiento de Harlem del per・do inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Este punto de vista es perfectamente defendible. Los a・s sesenta vieron surgir la Negro Ensemble Company en la ciudad de Nueva York e innumerables troupes m・ peque・s en todo el pa・, as?como el movimiento art・tico negro m・ radical tanto en el g・ero dram・ico como en la poes・. Proliferaron las publicaciones, desde obras nuevas de importantes casas editoras y nuevos peri・icos, hasta esfuerzos generalizados por volver a publicar cientos de libros agotados, como la reedici・, en 1969, de Their Eyes Were Watching God, (1937), de Zora Neale Hurston. Adem・, en los prospectos de varias instituciones de ense・nza superior se incluyeron por primera vez cursos de literatura afronorteamericana. Por una parte los estudiantes se preparaban para su graduaci・ estudiando literatura afronorteamericana y, por la otra, s・itamente se experiment?la necesidad de profesores calificados para ense・r esa literatura.

Lo que comenzara en los sesenta era una marejada en las d・adas subsiguientes y ciertamente parece que continua como movimiento y como tradici・ literaria en la entrada al nuevo siglo. Esta expansi・ ha sido tan espectacular que uno se siente tentado de decir que el segundo renacimiento termin? no porque "el negro ya no est?de moda", (la suerte que corri?el Renacimiento de Harlem), sino porque el afronorteamericano est?de moda y forma a la vez parte de la corriente principal. Es justo decir que si la depresi・ de los a・s treinta acab?con el renacimiento de esa ・oca, la prosperidad ha permitido que el segundo renacimiento florezca. Hoy d・ la literatura afronorteamericana ya no es tan marginal, tan novedosa o tan limitada en su n・ero de lectores como para que su destino sea incierto. Pr・ticamente todo g・ero de literatura contempor・ea en Estados Unidos cuenta con una profusi・ de prominentes autores negros, al punto que no se destaca ninguna definici・ ・ica del escritor afronorteamericano

Aunque es obvio que escritores afronorteamericanos de talento laboran en todos los g・eros importantes de la literatura, quiz?es menos obvia la nueva direcci・ que toman dentro de esas disciplinas. En ficci・, por ejemplo, y aunque la narraci・ hist・ica no es reciente, s?parece intrigante un esfuerzo nuevo por escribir historias de la esclavitud. Como ilustraci・ se puede citar Beloved (1987) de Toni Morrison (que pudo ser el catalizador de su premio Nobel de Literatura), es un ejemplo sorprendente de la nueva concepci・ de la esclavitud. En lugar de ofrecer el relato familiar del esclavo cabeza de una revuelta (versiones que comenzaron en 1853 con The Heroic Slave de Frederick Douglass), es la historia de Sethe, una ex esclava que prefiri?dar muerte a su hija a verla subyugada. Tambi・ los relatos y las novelas de Charles Johnson son nuevas en su visi・ y sensibilidad. La premisa inicial de su novela The Middle Passage, ganadora del Premio Nacional del Libro de 1990, es que el h・oe negro es tan desafortunado que cuando viaja de poliz・ en un barco para evitar el matrimonio, escoge, sin saberlo, un barco negrero. Es la esencia del humor del blues, nacido de la esclavitud. No obstante, s・o hasta hace una d・ada pudo otro autor arriesgarse a encontrar ese humor en el relato de la angustiosa traves・ de Africa hasta las Am・icas, parte esencial del tr・ico de esclavos.

En otras palabras, los escritores afronorteamericanos de hoy tienen suficiente confianza en s?mismos como para abordar en forma diferente un tema ya trillado, incluso criticando cosas que antes probablemente no habr・n criticado. A ese respecto siguen a los historiadores de la experiencia africana del ・timo cuarto del siglo pasado, que abrieron el camino a nuevas perspectivas.

・timamente estos escritores parecen confirmar el adagio de que las experiencias nuevas producen historias nuevas, puesto que utilizan en sus obras lugares y ambientes nuevos, nuevas escuelas, amistades y circunstancias de trabajo. Esta puede ser, en parte, la raz・ de que hayan ganado nuevos lectores. Por consiguiente, autores como Terry McMillan, en libros como Waiting to Exhale (1992) y How Stella Got Her Groove Back (1998), pueden narrar con ・ito la vida de mujeres negras que encuentran amor en una variedad de ambientes y lograr con ellos tambi・ un amplio n・ero de lectores. Darryl Pinchney, en High Cotton (1992), puede atraer y divertir a sus lectores con su perspectiva ・ica de los comedores de grandes compa骰as. Obras como Sarah Phillips (1984) de Andrea Lee; Home Repairs (1993) y Rigt Here, Right Now (1999) de Trey Ellis y All-Bright Court (1991) de Connie Porter, son trabajos de tres escritores j・enes que, en su representaci・ de un ambiente de clase media, describen con agudeza la situaci・ relativamente nueva en que se encuentra un sector de la poblaci・ negra.

Igualmente fascinante es el avance de escritores afronorteamericanos en los llamados subg・eros, tales como la ciencia ficci・ y la novela polic・ca. Octavia Butler, con libros como Kindred (1988), en el que, retorciendo el tiempo, mezcla la sensibilidad negra del siglo XX con la historia del siglo XIX, ha dado una nueva perspectiva a la literatura afronorteamericana. Walter Mosley ha hecho avanzar la posici・ de la novela de misterio de escritores negros m・ all?de la obra de autores anteriores como George Schuyler, Chester Himes e Ishmael Reed, combinando esa forma literaria con el relato de la migraci・ negra. Con Easy Rawlings como protagonista, i. e. Devil in a Blue Dress (1990), las novelas de Mosley son relatos v・idos por la confrontaci・ de migrantes negros de Texas y Louisiana con Los Angeles de hoy. Es sorprendente dentro del g・ero de la novela de misterio la presencia de varias escritoras. En libros como Blanche Among the Talented Tenth (1994), Barbara Neely h・ilmente transforma un personaje negro familiar en la cultura popular, la criada, en el sabueso astuto y observador que a menudo son o pueden ser las amas de llaves.

Las novelas de Valerie Wilson Wesley, incluso Where Evil Sleeps (1996), tienen como personaje principal Tamara Hayle, investigadora privada que, gracias a sus circunstancias particulares de negra y madre soltera, posee perspicacia y motivaci・ personal. Y Pamela Thomas-Graham, en A Darker Shade of Crimson (1998) y otras novelas, ha llevado la novela de misterio y la hero・a negra al terreno sacrosanto de las universidades, acad・ica y socialmente prestigiosas, del noreste de Estados Unidos.

Tradicionalmente los negros estadounidenses han hecho aportes importantes a la poes・ y el g・ero dram・ico, y hoy lo hacen tambi・. Rita Dove, a quien se le rindi?homenaje nombr・dola poeta laureada de Estados Unidos, por un per・do, a principios de los noventa y adjudic・dole el premio Pulitzer, ciertamente se encuentra entre los poetas m・ distinguidos de la actual generaci・. Su ・tima antolog・, la s・tima, titulada On the Bus With Rose Parks (1999), es una excursi・ de gran amplitud por las relaciones de familia, partiendo del mismo motivo y afecto que fundamentan su obra anterior, Mother Love (1995). Recientemente Dove se ha destacado como autora dram・ica con The Darker Face of the Earth, su versi・ del Edipo rey de S・ocles, que se desarrolla en una plantaci・ del sur estadounidense en la ・oca de la esclavitud en el siglo XIX. Actualmente se presenta en varios teatros en Estados Unidos.

En colecciones como Thieves of Paradise (1998) y, anteriormente, en Neon Vernacular (1993), entre otras, Yusef Komunyakaa, otro poeta americano negro ganador del premio Pulitzer, se ha distinguido con narraciones violentas de guerra y raza, aunque llenas de im・enes de arte y m・ica, con un estilo en el que hacen eco el blues y el jazz. En un volumen reciente, The Fields of Praise: New and Selected Poems, (1997), Marilyn Nelson, cuya poes・ invariablemente se inspira en recuerdos profundos de su ni・z para enfocar las relaciones de familia y la condici・ de la mujer en la sociedad, explora la libertad, la posici・ y el hero・mo entre los negros. En las artes dram・icas frecuentemente la cuesti・ no es s・o lo que es nuevo e importante, sino lo que es accesible en el texto escrito. Afortunadamente las editoras mantienen impresas muchas de las imperecederas piezas de teatro de hace a・s de Langston Hughes y contin・n publicando la serie en curso de obras de August Wilson, ganador del premio Pulitzer de teatro. Esta ・tima es un ciclo de piezas dram・icas del siglo XX, cada una de las cuales tiene lugar en una d・ada diferente reflejando su esencia, e incluye The Piano Lesson, Seven Guitars y Fences. Estas piezas rebosan de recuerdos e historia, personajes s・idos y lecciones intergeracionales. Su ・tima obra, King Hedley II, tuvo su estreno mundial hace poco con el elenco profesional permanente de un teatro en Pittsburgh, Pensilvania, en tanto que su ・tima pieza, Jitney, va de camino a Broadway.

Por primera vez, desde las d・adas de 1960 y 1970, cuando se publicaban las obras de James Baldwin, Charles Gordone, Joseph Walker, Amiri Baraka, Ron Milner y otros, las casas editoras est・ dispuestas a imprimir textos teatrales. De tal manera que los lectores pueden disfrutar, adem・ de la obra de Wilson, de antolog・s de Pearl Cleage (Flyin' West and Other Plays, 1999) y Suzan-Lori Parks (The American Play and Other Works, 1995) y de las fascinantes obras de arte dramatizas de Anna Deavere Smith. Durante la secuela que dejaran las tensiones raciales en 1991, Smith trabaj?primero en Brooklyn, Nueva York, y luego en Los Angeles, California, en 1992, para producir dos piezas de teatro documental, mezclando periodismo, historia oral y drama, que ha llevado a varios teatros en Estados Unidos. La artista public?en dos vol・enes estas dramatizaciones, en las que figuran un solo personaje: Fires in the Mirror: Crown Heights, Brooklyn and Other Identities (1993) y Twilight Los Angeles, 1992: "On the Road: A Search for American Character (1994).

Algunos autores teatrales, cuya reputaci・ favorable se extiende de boca en boca, todav・ no han visto sus obras impresas dirigidas a grandes audiencias. Entre ・tos se encuentra una de las escritoras de mayor talento, Cheril L. West, ex trabajadora social, a cuya primera obra sobre un paciente de SIDA, Before It Hits Home, sigui?Jar the Floor, una pieza substanciosa, divertida y desgarradora sobre cuatro generaciones de mujeres afroestadounidenses que se re・en para el nonag・imo cumplea・s de la m・ anciana de ellas. West indudablemente se coloca dentro de la tradici・ de Lorraine Hansberry y August Wilson por su inter・ en la familia y por la contemporaneidad de su obra.

Ning・ an・isis de la literatura afronorteamericana puede pasar por alto la literatura del foro p・lico: tanto los logros de los escritores negros fuera de la novel・tica como la ascendencia del intelectual p・lico negro y los libros que van con ・ta. En este aspecto la academia ha tenido su funci・, ya que muchos intelectuales y autores han ocupado posiciones acad・icas y se encuentran a la vanguardia de la creaci・ de cursos de estudios afroestadounidenses. Con todo, estos individuos no tendr・n tal presencia p・lica sin las nuevas oportunidades actualmente disponibles para nuestra generaci・, la prensa, los medios de informaci・ electr・icos y dem・. El conocimiento del jazz y los comentarios sociales de Stanley Crough (Always In Pursuit, 1999); las complejidades del feminismo y el amor en los escritos de Bell Hooks (All About Love, 2000); las historias personales sobre la familia personales, como el legado mixto del periodista James McBride (The Color of Water, 1996) y la erudici・ de Henry Louis Gates, Jr. en diversos componentes de la historia y la experiencia afroestadounidenses (Colored People: A Memoir, de 1994 y Ten Ways of Looking at a Black Man, de 1998), son elementos todos de la literatura negra en su florecimiento actual.

Al evaluar la forma en que la literatura afronorteamericana ha adquirido la importancia de que goza actualmente, debemos observar que su prominencia y generalizaci・ se deben a que tiene una vida llena y propia fuera de la academia. Es obvio que Toni Morrison no depende de una audiencia acad・ica. August Wilson ya no necesita el ambiente de una escuela de arte dram・ico para poner en escena sus piezas la primera vez. Un buena cantidad de escritores, entre ellos Barbara Neely, Walter Mosley, Terry McMillan, es muy popular, aunque permanece fuera del "canon" de la literatura afronorteamericana. Un factor para ello es la proliferaci・ en Estados Unidos de los clubes del libro durante la ・tima d・ada; la participaci・ en ・tos es tan generalizada en las comunidades afroestadounidenses como en otras partes y los afroestadounidenses tienden a leer las obras de sus compatriotas afroestadounidenses. Es claro que muchos clubes del libro buscan obras que pueden considerarse capaces de influir en forma decisiva en la vida de una persona o de inspirar, en lugar de obras para el esquema de un curso universitario.

Gracias a un club del libro en particular, patrocinado por la actriz y personaje de la televisi・ Oprah Winfrey, libros nuevos de los novelistas afroestadounidenses Breena Clarke y Cleage recibieron una publicidad sin precedentes. En River, Cross My Heart (1999), un relato que gira alrededor de la pol・ica y el poder de las comunidades religiosas, Clarke, una joven washingtoniana, describe la din・ica de su ciudad natal durante los a・s veinte, en medio del ajetreo de la segregaci・. What Looks Like Crazy on an Ordinary Day (1998) de Cleage, es un examen exc・trico, sorpresivamente humor・tico de algunas de las crisis y tragedias de la vida, salpicado de las im・enes intr・secamente c・sticas de esta autora. Lo mismo puede decirse de Breath, Eyes, Memory, un relato sobre las consecuencias del traslado de una familia de Hait?a Estados Unidos. Esta primera novela de Edwidge Danticat, escritor estadounidense de origen haitiano, quien, en el espacio de menos de media d・ada, ha llegado a ser conocido por un amplio n・ero de lectores como retratista luminoso de la historia reciente de su pa・ natal, tambi・ fue escogido por el club del libro de Oprah. Esta obra, sin embargo, est?destinada a una segunda vida entre estudiantes por su valor cr・ico y art・tico.

De una forma tentativa, ciertamente, los escritos de Danticat son prueba de que aunque la literatura afronorteamericana hoy en d・ tiene una vida vigorosa m・ all?de la academia, tambi・ tiene un lugar de evoluci・ continua dentro de ella. Aqu?hay que pensar menos en los cursos actuales, algunos de los cuales datan de los a・s sesenta, y m・ en la convicci・ cierta de que esta literatura es vital como materia de estudio para todo el que quiera conocer la literatura de Estados Unidos. El n・ero de estudiantes posgraduados que incluyen la literatura afronorteamericana como materia de examen oral va en aumento; tambi・ crece el n・ero de tesis sobre autores afronorteamericanos y, lo que es intrigante, especialmente cuando incluyen escritores que pertenecen a otros grupos. Y la lista de universidades en otros pa・es que otorgan grados en estudios de literatura afronorteamericana tambi・ se alarga.

・u・ es el futuro? Dos cuestiones se hacen presentes inmediatamente. Primero, ・ontinuar・a literatura afronorteamericana formando parte de la corriente principal? ・asta qu?punto las obras prometedoras continuar・ siendo objeto de conversaci・ en el mundo de la ideas? Segundo, ・u・ "nacional" seguir?siendo esta literatura en un mundo que es cada vez m・ universal en su enfoque y transnacional en su perspectiva? En parte depender?de la forma en que evolucione o si evoluciona la definici・ del escritor afronorteamericano ・er?este escritor un habitante de las Am・icas en su totalidad, del mundo alrededor del Atl・tico o s・o de Estados Unidos?

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Robert B. Stepto es profesor de Estudios Afronorteamericanos, de Estudios Regionales de Estados Unidos y de Literatura Inglesa en la Universidad de Yale. Es autor de Blue As The Lake: A Personal Geography (1998, Beacon Press) y From Behind the Veil: A Study of Afro-American Narrative (1991, Imprenta de la Universidad de Illinois).


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