El aumento del papel desempe・do por los centros de estudios en la pol・ica exterior y de seguridad nacional de Estados Unidos "ha sido una respuesta natural a la participaci・ cada vez m・ profunda de Estados Unidos en el mundo durante el ・timo medio siglo", dice el asesor principal de la Corporaci・ RAND en Washington y ex embajador de Estados Unidos en la OTAN, Robert E. Hunter. Estas instituciones han ayudado a "entrenar a los l・eres de Estados Unidos, dar forma a pol・icas futuras... hacer participar al Congreso, atraer la colaboraci・ de dirigentes de una amplia variedad de profesiones con inter・ en la pol・ica p・lica, y educar al p・lico estadounidense", expresa.

Los albores del siglo XXI encuentran a Estados Unidos profundamente involucrado en el mundo exterior, m・ que nunca antes en su historia y, en la medida del alcance de su participaci・ mundial, m・ que cualquier otro pa・. Mantiene relaciones diplom・icas con alrededor de 180 estados soberanos; sus fuerzas militares, en mayor o menor medida, est・ desplegadas en todo el mundo; su papel en la econom・ mundial es incomparable y, en alg・ grado, se manifiesta en virtualmente cada uno de los otros pa・es, y pertenece a una gama de instituciones internacionales. Otras naciones acuden a Estados Unidos en busca de liderazgo, de ayuda para atender su seguridad y prosperidad, de diplomacia para prevenir la guerra y hacer la paz, y de sabidur・ para moldear la labor de los organismos internacionales que cubren una amplia gama de la actividad humana.

Estados Unidos elabora y ejecuta su pol・ica exterior -- o m・ correctamente, sus muchas pol・icas exteriores -- a trav・ de una cantidad de entidades gubernamentales que aportan sus perspectivas diferentes y con frecuencia rivales. Abarcan desde el personal del presidente en la Casa Blanca hasta los Departamentos de Estado, de Defensa y de Hacienda, varios organismos de inteligencia y varias decenas de otros departamentos y organismos que tienen una influencia directa en la determinaci・ de lo que Estados Unidos hace en el extranjero y luego en la ejecuci・ de las decisiones del gobierno.

M・ a・, el Congreso de Estados Unidos tiene sus propias responsabilidades de pol・ica exterior, algunas de ellas dispuestas por la Constituci・, algunas por la ley y otras por la costumbre. Tampoco es el Congreso simplemente un reflejo pasivo de la voluntad del presidente estadounidense, aunque en gran parte de la pol・ica extranjera y de seguridad de Estados Unidos el presidente, por lo general, tiene preeminencia. Todas las actividades de la administraci・ requieren financiamiento del Congreso. A trav・ de una gran cantidad de comisiones, el Congreso examina las propuestas, programas y desempe・ de la pol・ica exterior estadounidense y ejerce un escrutinio estrecho sobre lo que hace cada departamento y organismo en el extranjero. Quiz・ en ning・ otro pa・ la rama legislativa del gobierno tiene una funci・ tan importante, con frecuencia en oposici・ a la voluntad de presidente, en la elaboraci・ de la pol・ica estadounidense hacia el resto del mundo.

Esta funci・ del Congreso demuestra la importancia que tiene para cualquier presidente obtener apoyo popular a las pol・icas exterior y de seguridad nacional de su administraci・. Esto es particularmente importante entre los l・eres de la opini・ de todo el pa・, a fin de asegurar que haya una base s・ida de apoyo nacional a las actividades estadounidenses en el exterior. Aunque con frecuencia se da a un presidente el beneficio de la duda en pol・ica exterior, esto no es autom・ico ni est?asegurado. Ni el papel de Estados Unidos en el mundo ha sido tan constante -- o tan determinado por una gama limitada de factores, como en el caso de muchos otros pa・es cuya atenci・ se concentra en los vecinos inmediatos o en su propia regi・ -- como para que, con el tiempo, se haya producido una amplia comprensi・ popular del curso apropiado que sigue Estados Unidos en el mundo.

Tambi・ en Estados Unidos, como en otros pa・es, los l・eres pol・icos van y vienen, y la direcci・ de la pol・ica exterior puede ser profundamente afectada por el resultado de las elecciones, tanto presidenciales como de miembros del Senado y de la C・ara de Representantes. Pero quiz・ en ning・ otro pa・ democr・ico la elecci・ de un nuevo presidente y el cambio de administraci・ significa un cambio tan grande de funcionarios importantes de pol・ica exterior y de seguridad nacional as?como de pol・ica en cuestiones nacionales. Especialmente cuando la presidencia pasa de un partido pol・ico a otro, virtualmente todos los funcionarios importantes son reemplazados, hasta un nivel significativo de la burocracia, de manera que la conducci・ de la pol・ica exterior s・itamente queda en manos de personas que no tienen experiencia inmediata en los problemas y desaf・s que enfrenta la naci・. Con frecuencia pasan varios meses hasta que el nuevo equipo asume el control de manera completa, aunque el nuevo presidente designe a sus nuevos funcionarios r・idamente, a diferencia de hacerlo durante un per・do de muchas semanas o a・ m・ tiempo.

Contra estos antecedentes, puede preguntarse leg・imamente c・o es capaz Estados Unidos de concebir pol・icas exteriores y de defensa, poner en marcha los medios para ejecutarlas y crear el apoyo pol・ico que necesitan. Esta pregunta tiene varias respuestas. Pero una de las m・ importantes ha sido la creaci・ de un conjunto de instituciones que por su amplitud y naturaleza penetrante no tienen paralelo en otros pa・es: instituciones que se conocen en la jerga estadounidense t・ica como "think tanks" o centros de estudios.

Este t・mino tiene apenas unas pocas d・adas, pero la idea de crear instituciones que se concentran en el estudios de la pol・ica exterior y de crear el apoyo que ・ta necesita se remonta profundamente en el siglo XX. Por ejemplo, la Fundaci・ Carnegie para la Paz Internacional fue creada en 1910, con la misi・ de adelantar la causa de la paz. Luego se crearon Consejos de Relaciones Exteriores en Nueva York y en Chicago en 1921 y 1922 respectivamente, el primero de ellos financiado por "empresarios, banqueros y abogados dispuestos a mantener a Estados Unidos involucrado en el mundo", el segundo por un grupo de "ciudadanos de Chicago unidos por un inter・ com・ en los asuntos internacionales y la preocupaci・ por la 'ignorancia y las propuestas consideradas insuficientemente' sobre el tema". Estos esfuerzos, dirigidos a atraer, educar y vitalizar a las ・ites estadounidenses tuvieron lugar precisamente en momentos en que se comenzaba la era del aislacionismo.

Pero el gran florecimiento de las instituciones de investigaci・ y pol・ica en Estados Unidos ocurri?s・o despu・ de la Segunda Guerra Mundial, cuando se hizo evideante que, a partir de entonces, la naci・ iba a estar involucrada profunda y permanentemente en el exterior, y que tendr・ que ejercer un alto grado de liderazgo, tanto en la creaci・ como en la habilitaci・ de nuevas instituciones internacionales para que fuesen eficaces -- como las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio -- y en la agrupaci・ de las democracias para hacer frente al desaf・ creciente de la Uni・ Sovi・ica y el comunismo. Por primera vez en su historia Estados Unidos necesit?una gran estrategia plenamente desarrollada, amplia y comprensible. Los centros de estudios estadounidenses vinieron al rescate.

Quiz・ la primera de tales instituciones creada en la era de la posguerra fue lo que hoy se conoce como la Corporaci・ RAND. Surgi?del deseo de los l・eres de la Fuerza A・ea de Estados Unidos, recientemente creada, de concebir prop・itos y programas para su nuevo servicio. Para asegurar que el centro de estudios no fuese s・o un reflejo del pensamiento burocr・ico, se lo estableci?tan lejos de Washington como fue posible, en Santa M・ica, California. La primera caracter・tica de la instituci・ fueron sus estudios objetivos y de alta calidad sobre seguridad nacional. En el curso de los a・s el Pent・ono cre?varios otros centros de estudios estrat・icos dedicados exclusivamente a cuestiones de defensa (RAND posteriormente encontr?otros patrocinadores, dentro y fuera del gobierno, en muchos campos diferentes). Entre ellos se contaron el Instituto de An・isis de Defensa y el Centro de An・isis Navales. Estos institutos de investigaci・ tienen sus entidades an・ogas en el campo de las ciencias, incluso dos administrados por la Universidad de California: el Laboratorio Nacional de Los Alamos (creado originalmente en 1942 para dise・r y fabricar las primeras bombas at・icas) y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (creado una d・ada despu・, inicialmente para desarrollar armas de hidr・eno).

Tambi・ importante en la concepci・ y elaboraci・ de la pol・ica exterior fue la creaci・ de una pl・ora de otros institutos de investigaci・ establecidos a trav・ del pa・, algunos de ellos dentro de corporaciones privadas o de sindicatos laborales, algunos independientes y otros vinculados a las principales universidades, desde la Universidad de California en Los Angeles y la Universidad de Stanford en la costa occidental hasta Harvard y el Instituto de Tecnolog・ de Massachusetts en la costa oriental.

Hasta se ha dicho, un poco caprichosamente, que por cada permutaci・ y combinaci・ de las palabras "extranjero", "internacional", "estrat・ico", "mundial", "investigaci・", "pol・ica", "centro", "instituto", y "consejo" hay un centro de estudios estadounidense que las usa como t・ulo.

Estas diversas instituciones sirven muchos prop・itos, desde la investigaci・ de problemas regionales y cuestiones funcionales, como los asuntos econ・icos y militares, hasta la labor dise・da espec・icamente para crear comprensi・ popular y apoyo pol・ico a la intervenci・ de Estados Unidos en el mundo exterior e ideas y pol・icas espec・icas. Por ejemplo, la Asociaci・ de las Naciones Unidas, encargada de aumentar la comprensi・ popular de esa instituci・, as?como el Consejo del Atl・tico (Atlantic Council), el Consejo de Desarrollo de Ultramar (Overseas Development Council), la Asociaci・ de Control de Armas (Arms Control Association) y muchos consejos sobre asuntos mundiales, que son grupos de ciudadanos locales interesados en pol・ica exterior y se hallan dispersos por todo el pa・.

Se han creado tambi・ varios otros centros de estudios especializados, como el Instituto Estadounidense de la Paz (U.S. Institute of Peace) financiado con fondos del gobierno y que se concentra en los estudios, y el Fondo Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy o NED), que trabaja primordialmente en otros pa・es para promover el desarrollo democr・ico. El NED tiene cuatro filiales, dos de ellas aliadas con los partidos Republicano y Dem・rata, otra con los sindicatos y una con los empresarios. Y hay una gama de otros cuerpos, dirigidos a promover una causa u otra en pol・ica exterior, con frecuencia combinando una unidad de estudios con la educaci・ p・lica y esfuerzos para afectar la opini・ dentro del Congreso.

Durante muchos a・s, los centros de estudios que han ejercido la mayor influencia pol・ica para dar forma a la pol・ica exterior estadounidense han tenido sede en Washington. Cada uno de ellos tiene un inter・ profundo en la investigaci・ y tambi・ tiene una presencia p・lica. Varios de ellos se destacan en la actualidad, incluso el Fondo Carnegie (Carnegie Endowment), RAND, y el Consejo sobre Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations) con sede en Nueva York, aunque los dos ・timos han establecido oficinas en Washington; la Instituci・ Brookings, el Centro de Estudios Estrat・icos e Internacionales (Center for Strategic and International Studies), el Instituto Norteamericano de la Empresa (American Enterprise Institute) con importantes v・culos con el mundo empresarial; el Instituto de Estudios Pol・icos (Institute for Policy Studies), conocido por sus opiniones liberales, y la Fundaci・ Heritage, conocida por sus opiniones conservadoras.

Cada una de estas instituciones y sus derivados tienen sus propios enfoques o ・eas exclusivas, algunos de los cuales se identifican con una parte u otra del espectro pol・ico en tanto que otras tratan escrupulosamente de ser bipartidistas o simplemente independientes. Algunas de ellas se concentran en publicaciones y en conseguir reconocimiento para su personal de estudios en la prensa, algunas se dedican a brindar asesoramiento a los miembros del Congreso, otras tratan de influir en el gobierno que en ejercicio, y algunas hacen todas esas cosas a la vez. Todas est・ interesadas en ideas y, dada la naturaleza de la pol・ica exterior, en tener influencia en el poder, directa o indirectamente; y todas tienen alg・ papel en la educaci・, ya sea del p・lico en general o s・o de las ・ites: dirigentes de diferentes profesiones, tanto en el sector privado como en el p・lico.

Dos caracter・ticas de los centros de estudios estadounidenses son particularmente importantes. Primero, muchos de ellos est・ interesados en agrupar a las personas para discutir ideas y opciones pol・icas, con frecuencia de disciplinas distintas: c・culos universitarios e intelectuales, empresas, gobierno y, dentro del gobierno, gente de la administraci・ y del Congreso. Estas actividades no est・ dise・das ・icamente para compartir informaci・ o desarrollar las mejores ideas. Tambi・ est・ dirigidas a crear apoyo para las pol・icas y, a・ en un sentido m・ amplio, crear consenso, hasta el grado en que ello sea posible, sobre cu・es son las cuestiones m・ importantes, cu・es son las grandes diferencias de opini・, y qu?enfoque deber・ seguir Estados Unidos.

Este es el centro de estudios sobre asuntos internacionales tipo "arma secreta". Congrega a personas con diferentes perspectivas y funciones en el proceso pol・ico general estadounidense, dentro y fuera del gobierno y del Congreso as?como de la administraci・. Donde esta mezcla de personas y de ideas pol・icas da resultado, ayuda a fomentar un elemento importante de la elaboraci・ de pol・ica exterior estadounidense: la creaci・ de un consenso bipartidista. Como han aprendido cada administraci・ y cada Congreso, s・o cuando se puede lograr un enfoque bipartidista de una pol・ica tiene ・ta la mejor posibilidad de obtener ・ito tanto interno (al conseguir apoyo) como en el extranjero (al tener el respaldo de la autoridad y el compromiso de la naci・).

Segundo, los centros de estudios de asuntos exteriores son una fuente importante de personas j・enes que despu・ prestan servicios en el gobierno o como ayudantes en el Congreso. Y son un refugio para funcionarios del gobierno que salen de sus puestos y desean seguir participando en pol・ica exterior, para obtener nuevas ideas e inspiraci・, al tiempo que enriquecen los proyectos de investigaci・ y los simposios de los centros de estudios con las perspectivas adquiridas durante su servicio con el gobierno. Este movimiento de "entrada y salida" de funcionarios, virtualmente ・ico de Estados Unidos, que con frecuencia intercambian puestos con sus colegas de los centros de estudios, es un elemento cr・ico para llevar ideas nuevas al gobierno, y desempe・ una funci・ muy importante en la creaci・ de apoyo entre los l・eres de las diversas profesiones relacionadas con la pol・ica p・lica con respecto a las principales direcciones que debe seguir la naci・ en el extranjero.

En efecto, pocas personas llegan a los cargos m・ elevados de pol・ica exterior y de seguridad nacional en el gobierno de Estados Unidos sin haber pasado primero por uno u otro centro de estudios, ya sea como miembros del personal, colaboradores de las publicaciones o simplemente como participantes en grupos de estudios u otro tipo de reuniones. La actual secretaria de Estado, Madeleine Albright, encabez?uno de esos institutos, el Centro de Pol・ica Nacional. Al mismo tiempo, el valor de estos centros de esatudio para los prop・itos amplios de Estados Unidos se refleja en el hecho de que casi todos ellos est・ exentos de impuestos, ya sea sobre los ingresos generados por sus actividades o sobre las contribuciones hechas por ciudadanos particulares o por entidades filantr・icas patrocinantes. Es decir, que el gobierno subsidia los centros de estudios.

Resumiendo, el aumento del papel desempe・do por los centros de estudios estadounidenses en la pol・ica exterior y de seguridad nacional ha sido una respuesta natural a la participaci・ cada vez m・ profunda de Estados Unidos en el mundo durante el ・timo medio siglo. Ha ayudado a entrenar a los l・eres de Estados Unidos, dar forma a pol・icas futuras (m・ all?de las que se desarrollan en el gobierno en el momento, donde las personas de afuera pueden participar s・o muy limitadamente), ganarse el apoyo del Congreso, conseguir el respaldo de l・eres de una amplia variedad de profesiones interesadas en la pol・ica p・lica, y educar al p・lico de Estados Unidos. En efecto, el centro de estudios se ha convertido en un factor indispensable de la pol・ica exterior y del papel de Estados Unidos en el resto del mundo.

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