De modo comprensible, algunos padres de ni��s que consumen drogas piensan que su hijo podr�� haberse visto presionado por sus compa��ros y por los traficantes para que se entregue a ese consumo. Pero los ni��s dicen que optan por consumirlas debido a que quieren librarse del aburrimiento; sentirse bien; olvidar sus problemas y relajarse; divertirse; satisfacer su curiosidad; jugar con el peligro; aliviar sus dolores; sentirse adultos; demostrar su independencia; pertenecer a un grupo espec��ico; o mostrarse audaces y superiores.

En lugar de actuar bajo la influencia de nuevos amigos cuyos h��itos adoptan, ni��s y adolescentes a menudo cambian de compa��ros para poder reunirse con otros que han elegido sus mismos estilos de vida.

Los padres son los que mejor conocen a sus hijos y, por lo tanto, est�� en mejores condiciones para sugerirles alternativas saludables al consumo de drogas. Los deportes, los clubes, las lecciones de m��ica, los proyectos de servicio a la comunidad y las actividades para despu�� de clase no s��o mantienen activos e interesados a ni��s y adolescentes, sino que tambi�� los acercan m�� a sus padres, que pueden asistir a juegos deportivos y actuaciones art��ticas. Para desarrollar un sentido positivo de independencia, se puede alentar al joven a cuidar ni��s o servir de mentor de otro ni��. Para satisfacer el gusto de correr riesgos, sugiera trepar colinas, practicar karate o acampar.

Desafortunadamente las modas que prosperan en nuestra cultura son en ocasiones las tienen m�� capacidad de escandalizar. Hoy, los ni��s viven rodeados de mensajes sutiles y expl��itos que les dicen qu��tienen de "bueno" el alcohol, el tabaco y las drogas. Sus hijos pueden ver personajes de televisi�� que viven en la opulencia y el esplendor gracias al dinero de las drogas, pueden dar con un sitio en la web donde se urge a legalizar la marihuana, pueden a sus estrellas favoritas fumando en sus pel��ulas m�� recientes, o pueden escuchar canciones que describen lo excitante que es hacer el amor mientras se est��drogado.

Para combatir estas impresiones, ponga su televisor y su computadora en un ��ea que pueda compartir toda la familia, de modo que usted pueda vigilar lo que ven sus hijos.

Si��tese junto a ellos cuando miran televisi��. Explore la Internet con ellos para hacerse una idea de lo que les gusta. Cualquier cosa que sea perturbadora puede convertirse en un "momento de ense��nza". Usted puede querer establecer pautas para los espect��ulos televisados, pel��ulas y sitios en la web que considera apropiados para su hijo. (Puede tambi�� querer tranquilizar a sus ni��s asegur��doles que el mundo no es un lugar tan sombr�� como aparece en las noticias, que se concentran fuertemente en los problemas de la sociedad).

De la misma manera, familiar��ese usted mismo con las estaciones de radio, discos compactos y cintas magnetof��icas que prefieren sus hijos. Seg�� una encuesta reciente, la mayor�� de los adolescentes considera que escuchar m��ica es su actividad no escolar favorita, y le dedican de tres a cuatro horas diarias. Puesto que muchas de las canciones que oyen hacen que el consumo de drogas parezca incitante y libre de consecuencias, usted querr��combatir esta impresi�� oponi��dole su propia y clara posici��.

Puede parecer prematuro hablarles acerca de las drogas a ni��s de esta edad, pero las actitudes y h��itos que forman en esa ��oca de sus vidas tienen una influencia importante en las decisiones que tomar�� cuando sean mayores. En esta temprana edad, est�� ansiosos de conocer y memorizar reglas, y quieren que usted les d��su opini�� de lo que es "malo" y de lo que es "bueno". Aunque son bastante grandes como para comprender que fumar es malo para ellos, no est�� preparados para entender las complejidades del alcohol, el tabaco y otras drogas. Sin embargo, es una buena edad para que practiquen las destrezas de toma de decisiones y soluci�� de problemas que necesitar�� luego para decir que no.

He aqu��algunas maneras de ayudar a sus hijos en edad preescolar a tomar buenas decisiones acerca de lo que deben y lo que no deben ingerir:

• Discuta por qu��los ni��s necesitan alimentos sanos. Haga que su hijo cite varios de sus alimentos favoritos y explique c��o contribuyen a su salud y su fuerza.

• Reserve periodos regulares en los que usted prestarle a su hijo o hija toda su atenci��. Juegue con ��; aprenda lo que a ella le gusta y le disgusta; h��ale saber a su hijo que usted lo ama; d��ale a su ni�� que es demasiado maravillosa y ��ica como para entregarse a las drogas. Usted establecer��con sus hijos fuertes v��culos de confianza y afecto que har�� que, en a��s futuros, sea m�� f��il apartarlos de las drogas.

• Fije pautas como jugar limpio, compartir juguetes y decir la verdad, de modo que los ni��s sepan qu��clase de comportamiento usted espera de ellos.

• Aliente a su ni�� a seguir instrucciones y hacer preguntas si no las comprende.

• Cuando su ni�� se sienta frustrado mientras juega, aproveche la oportunidad para fortalecer las destrezas de soluci�� de problemas. Por ejemplo, si una torre de bloques se cae una y otra vez, colabore con �� para encontrar posibles soluciones. Convertir una mala situaci�� en un ��ito refuerza la confianza que tiene el ni�� en s��mismo.

• Siempre que sea posible, deje que su hijo escoja sus vestidos. Aun si sus ropas se ven un tanto dispares, usted habr��reforzado la capacidad de su hijo de tomar decisiones.

• Ind��uele las substancias t��icas y da��nas que se encuentran com��mente en una casa, tales como blanqueadores de ropa, l��uido limpiador de cocina y l��uido para lustrar muebles, y l��les las etiquetas en voz alta. Expl��ueles a sus hijos que no todas las drogas "malas" tienen etiquetas, de modo que s��o deben comer u oler alimentos o una medicina que les han dado usted, uno de los abuelos o una ni��ra.

• Expl��ueles que las recetas m��icas son drogas que pueden ayudar a la persona para la cual han sido recetadas, pero que pueden hacerle da�� a cualquier otro, especialmente a los ni��s, que deben mantenerse apartados de ellas.

A esta edad, un ni�� demuestra por lo com�� inter�� creciente en el mundo que est��por fuera de su familia y su casa. Ahora es el momento de comenzar a explicarle lo que son el alcohol, el tabaco y las drogas, que algunos las usan aun cuando sean da��nas, y las consecuencias de usarlas. Discuta c��o cualquier cosa que se ingiere y no sea alimento puede ser extremadamente da��no. C��o interfieren las drogas con la manera en que funcionan nuestros cuerpos y pueden enfermar a una persona y hasta causarle la muerte. (A esta edad la mayor�� de los ni��s tienen experiencias reales de la muerte de un pariente o de la muerte de un pariente de alg�� compa��ro de escuela). Expl��uele la idea de la adicci�� -- que el consumo de drogas puede convertirse en un h��ito muy malo que es dif��il de abandonar. Elogie a sus hijos por cuidar de sus cuerpos y evitar cosas que pueden hacerles da��.

Para cuando sus hijos est�� en tercer grado, deben comprender:

• c��o difieren entre s��los alimentos, venenos, medicinas y drogas ilegales;

• c��o las medicinas recetadas por un m��ico y administradas por un adulto responsable pueden ayudar durante las enfermedadaes, pero pueden ser da��nas si se las usa incorrectamente, de modo tal que es necesario que los ni��s se mantengan apartados de cualquier substancia o envase desconocido;

• por qu��los adultos pueden beber alcohol, pero no los ni��s, incluso en peque��s cantidades: es perjudicial para los cerebros y cuerpos de los ni��s, que se est�� desarrollando.

Grados cuarto a sexto (de 9 a 11 a��s de edad)

Contin�� asumiendo una posici�� firme en relaci�� con las drogas. En esta edad, los ni��s pueden participar en una discusi�� de nivel m�� elevada acerca de por qu��la gente se siente atra��a por las drogas. Usted puede utilizar la curiosidad del ni�� acerca de acontecimientos traum��icos importantes en la vida de la gente (como un accidente de tr��sito o un divorcio), para discutir c��o las drogas pueden ser causa de estos acontecimientos. A esta edad, a los ni��s les gusta tambi�� enterarse de hechos, especialmente cuando son extra��s, y quieren saber c��o funcionan las cosas. Este grupo de edades puede sentirse fascinado por la manera como las drogas afectan el cerebro o el cuerpo del que las consume. Explique c��o cualquier cosa que se toma en exceso -- ya sea jarabe para la tos o aspirina -- puede ser peligrosa.

Los amigos -- ya se trate del mejor amigo o de un grupo de amigos -- son extremadamente importantes en esta edad, como lo es el armonizar con el grupo y ser considerado "normal". Cuando los ni��s entran en los primeros a��s o los a��s intermedios de la escuela secundaria, dejan su ambiente m�� reducido y protector y se unen a un grupo mucho m�� grande y menos ��timo de preadolescentes. Estos ni��s un poco mayores pueden exponer su hijo al alcohol, el tabaco o las drogas. Las investigaciones demuestran que cuanto m�� temprano empiezan los ni��s a consumir estas substancias, m�� probable es que experimenten problemas graves. Es esencial que las actitudes antidrogas de su hijo sean vigorosas antes de que entre en los primeros a��s o los a��s intermedios de la escuela secundaria.

Antes de salir de la escuela primaria, su ni�� debe conocer:

• los efectos inmediatos del alcohol, el tabaco y las drogas en diferentes partes del cuerpo, inclusive el peligro de entrar en coma o ingerir una sobredosis mortal;

• las consecuencias de largo plazo -- c��o y por qu��las drogas pueden ser adictivas y hacer que quienes las consumen pierdan el control de sus vidas;

• las razones por las que las drogas son especialmente peligrosas para los organismos en crecimiento;

• los problemas que el alcohol y las otras drogas ilegales pueden causarle no s��o a quien las consume, sino tambi�� a su familia y al resto del mundo.

Ensaye situaciones potenciales en las que algunos amigos ofrecen drogas. Haga que sus hijos practiquen responder con un firme "��so es realmente malo para ti!". Deles permiso para que lo usen a usted como excusa: "��i madre me matar�� si bebo una cerveza!". "No inquietar a mis padres" es una de las principales razones que aducen los preadolescentes para explicar por qu��no consumir�� marihuana.

Ens��eles a sus hijos a estar al tanto de c��o se promueven las drogas y el alcohol. Discuta c��o la publicidad, las letras de las canciones, las pel��ulas y los programas de televisi�� los bombardean con mensajes que dicen que consumir alcohol, tabaco y otras drogas tiene sus encantos. Aseg��ese de que son capaces de separar los mitos de la realidad en lo que se refiere al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas y al��elos por saber pensar por s��mismos.

Averig�� qui��es son los amigos de sus hijos, qu��lugares frecuentan y qu��les gusta hacer. Entable amistad con los padres de los amigos de sus hijos, de modo de poder apoyar los esfuerzos de los otros. Usted se sentir��en contacto m�� estrecho con la vida diaria de su hijo y estar��en mejores condiciones para reconocer los puntos problem��icos. (Un ni�� cuyos padres consumen drogas, muy probablemente las consumir��tambi��). Los ni��s de esta edad agradecen esta atenci�� y participaci��. De hecho, dos tercios de los alumnos de cuarto grado dijeron que desear��n que sus padres hablaran m�� con ellos acerca de las drogas.

Un estereotipo com�� sostiene que los adolescentes son rebeldes, se dejan llevar por la presi�� de sus compa��ros y juegan con el peligro hasta destruirse a s��mismos. Aunque a menudo los adolescentes parecen no mostrarse receptivos a los consejos de los padres mientras se esfuerzan por llegar a ser independientes, necesitan m�� que nunca el apoyo, la participaci�� y la gu�� paternales.

Los adolescentes m�� j��enes pueden experimentar cambios extremados y r��idos en sus cuerpos, sus vidas emocionales y sus relaciones. La adolescencia es a menudo una ��oca de confusi�� y tensiones, caracterizada por cambios de ��imo y una profunda inseguridad, a medida que los adolescentes luchan por establecer sus propias identidades. No es sorprendente que esta sea la ��oca en que muchos j��enes prueban por primera vez el alcohol, el tabaco y otras drogas.

Los padres pueden no comprender que sus j��enes hijos se sienten rodeados por las drogas. Cerca de nueve de cada diez adolescentes concuerdan en que "en estos d��s, parece que la marihuana est��en todas partes". Los adolescentes tienen el doble de probabilidades de consumir marihuana que lo que creen sus padres, y se drogan en lugares que para sus padres est�� libres de riesgos, como la escuela, el hogar y las casas de los amigos.

Aunque los adolescentes pueden no demostrar que lo sienten as�� los padres afectan profundamente las opciones de sus hijos acerca de las drogas. Saque partido de la intensidad con que muchos j��enes se preocupan por su imagen social y su apariencia para ponerles de manifiesto las consecuencias inmediatas y desagradables del consumo del tabaco y la marihuana -- por ejemplo, que el tabaco es causa del mal aliento y mancha los dientes y hace que las ropas y el pelo huelan mal. Al mismo tiempo, usted deber�� discutir los efectos a largo plazo de las drogas:

• la carencia de destrezas sociales y emocionales decisivas, que de ordinario se aprenden durante la adolescencia;

• el peligro de sufrir de c��cer pulmonar y enfisema debido al h��ito de fumar;

• accidentes de tr��ico fatales o invalidantes y lesiones hep��icas derivadas del alcoholismo;

• adicci��, coma cerebral y muerte.

Del d��imo al duod��imo grado (15 a 17 a��s de edad)

Los adolescentes ya mayores han tomado ya en muchas ocasiones decisiones acerca de probar o no drogas. Los adolescentes de hoy conocen lo que es el consumo de drogas, distinguen no s��o entre las diferentes drogas y sus efectos sino tambi�� entre probarlas, consumirlas ocasionalmente y ser adicto a ellas. Presencian c��o muchos de sus compa��ros consumen drogas, algunos sin sufrir consecuencias obvias o inmediatas, mientras otros pierden el control al hacerlo.

Para resistir la presi�� de sus compa��ros, los adolescentes necesitan algo m�� que un mensaje general en el sentido de no consumir drogas. Es tambi�� apropiado mencionar c��o el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas durante el embarazo ha sido vinculado con defectos de nacimiento en los beb��. A los adolescentes hay que advertirles de los efectos potencialmente mortales de combinar drogas. Necesitan o�� que sus padres afirmen que cualquiera puede convertirse en un consumidor cr��ico o un adicto y que incluso el consumo no adictivo puede tener consecuencias graves y permanentes.

Los adolescentes tienden a ser idealistas y disfrutan de o�� c��o pueden ayudar a hacer que el mundo sea un lugar mejor donde vivir. D��ales a sus hijos adolescentes que el consumo de drogas no es un crimen sin v��timas, y aseg��ese de que comprendan el efecto que tiene en nuestra sociedad el consumo de drogas. Llame la atenci�� de su hijo adolescente se��l��dole que evitar las drogas puede ayudarlo a hacer de su ciudad un lugar mejor y menos peligroso, y que estar libre de drogas hace que, despu�� de clase, se disponga de m�� energ�� y voluntad para servir de mentor de ni��s m�� peque��s -- actividades que la comunidad espera de ��.

Su hijo adolescente puede estar al tanto del debate en torno a la legalizaci�� de la marihuana y sobre si los m��icos podr��n recetarla con prop��itos curativos. La idea que una droga ilegal puede ofrecer ventajas desde el punto de vista de la salud, induce a confusi��. Ahora que su hijo adolescente es lo bastante grande como para comprender la complejidad de la cuesti��, es importante discutir en alguna ocasi��, quiz�� durante un momento propicio a la ense��nza inspirada por un informe noticioso. Usted puede querer que su hijo adolescente sepa que el ingrediente de la marihuana que tiene alg�� valor medicina -- delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) -- ya lo pueden recetar los m��icos en forma de una p��dora que no contiene las substancias carcin��enas del humo de la marihuana. Otros analg��icos m��icos son la code��a y la morfina, que luego de rigurosas pruebas y ex��enes efectuados por organizaciones m��icas cient��icas, se ha determinado que no hay peligro en recetarlas.

Es importante que los padres encomien y alienten a los adolescentes por todo lo que hacen bien y por las decisiones positivas que toman. Cuando usted se siente orgulloso de su hijo, d��aselo. Saber que los adultos lo perciben y aprecian, lo motiva en alto grado y puede reafirmar su compromiso de evitar el consumo de drogas. Su hijo adolescente puede tambi�� sentirse impresionado por la importancia que tiene servir de ejemplo para un hermano o hermana menor.

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