El desarrollo sostenible | cuestiones mundiales |
Una maravilla naturalPor Cyril T. Zaneski Viejos enemigos se unieron para salvar los Everglades en la Florida, las tierras pantanosas m・ extensas del mundo.Los habitantes de la Florida se ocuparon durante casi todo el siglo XX en secar los Everglades, el r・ llano y herboso que abre un surco ancho a trav・ de una gran parte del sur de la pen・sula. La meta era convertir esas praderas cenagosas en terrenos altos y secos, en las tierras de cultivo m・ ricas del mundo. Con la ayuda del Cuerpo de Ingenieros del Ej・cito de Estados Unidos y de los contribuyentes norteamericanos, tuvieron un ・ito asombroso. El proyecto emprendido por el Cuerpo de Ingenieros a mitad del siglo, una maravilla de ingenier・, logr・secar una mitad de los Everglades para fines agr・olas y de desarrollo suburbano. Pero el proyecto, inadvertidamente, dej・el resto de las tierras pantanosas en un estado calamitoso. Ya no puede sostener la flora y fauna tropicales que hicieron del sur de la Florida una joya biol・ica. Se estima que un 95 por ciento o m・ de las poblaciones de aves zancudas de plumaje brillante que una vez habitaron los Everglades y sesenta y ocho tipos de plantas y animales de la regi・ figuran ahora entre las especies en peligro de extinci・ en el pa・. Algunos, como el gorri・ de las costas del Cabo Sable y el jaguar de la Florida, se encuentran al borde de la extinci・. Pero lo que atrajo la atenci・ de los agricultores y urbanizadores que forman el pilar de la econom・ de la regi・ fue esto: las praderas cenagosas de los Everglades ya no son capaces de absorber las superabundantes lluvias veraniegas para uso futuro de la creciente poblaci・ humana y los sedientos cultivos de hortalizas y ca・ de az・ar. Por lo tanto, los floridenses se dirigieron nuevamente a sus antiguos asociados federales, quienes estaban dispuestos a ayudarlos en una misi・ diferente. Trabajando codo a codo y compartiendo los costos, funcionarios federales y del estado desarrollaron planes para el rescate ecol・ico m・ extenso en el mundo, el que servir・tambi・ como un proyecto de abastecimiento de agua para consumo urbano y agr・ola. Se calcula que el costo de restaurar los Everglades ascender・a 7.800 millones de d・ares durante un per・do de m・ de 36 a・s, y de all・en adelante a unos 180 millones de d・ares anuales para fines de mantenimiento. Conforme a un arreglo hist・ico aprobado hace dos a・s por una mayor・ aplastante en el Congreso y en la asamblea legislativa de la Florida, los asociados se dividir・ los costos del proyecto en partes iguales y para siempre. Pol・icos, ec・ogos e ingenieros en todas partes del mundo est・ atentos a lo que ocurre en el sur de la Florida. Se trata, primero, de la restauraci・ m・ ambiciosa de un ecosistema en el mundo, un intento de enfrentar en forma integrada los problemas medioambientales de una regi・ de 46.800 kil・etros cuadrados. Segundo, el proyecto es una prueba de c・o las autoridades federales, estatales, tribales y locales pueden colaborar, cuando existen m・tiples intereses competidores en el sector privado. Hay m・ de dos docenas de entidades gubernamentales involucradas en el proyecto de los Everglades. Siguen un amplio plan de restauraci・ acordado por una coalici・ de intereses conflictivos en el sur de la Florida: promotores de turismo, ambientalistas, empresas mineras, l・eres empresariales, la industria azucarera, los agricultores y las compa骰as de servicios p・licos urbanos. Una fr・il canoa "El proyecto de los Everglades se asemeja a una canoa", observa Terrence "Rock" Salt, coronel retirado del Cuerpo de Ingenieros del Ej・cito que al presente es director ejecutivo del Grupo Especial para la Restauraci・ del Ecosistema en el Sur de la Florida, el grupo intergubernamental que coordina el proyecto. "Cuando alguien se pone de pie, todos se caen al agua". La canoa del sur de la Florida parece estar siempre a punto de volcar. En el correr de los a・s grupos de intereses especiales y agencias del gobierno se han demandado rec・rocamente, han luchado en feas campa・s electorales y regularmente han cambiado en p・lico palabras duras acerca de la campa・ de los Everglades. El actual proyecto de limpieza fue impulsado por medio de un juicio. En 1988, un impetuoso fiscal federal llamado Dexter Lehtinen entabl・juicio contra el estado de la Florida por permitir que aguas contaminadas de las tierras de cultivo fluyeran hacia los Everglades. La batalla jur・ica les cost・a los contribuyentes federales y estatales siete millones de d・ares en gastos judiciales y produjo otros 37 juicios relacionados antes de que el estado se diera por vencido y aceptara iniciar una limpieza en 1991. Pero esto no signific・el final de la batalla. "Es dif・il que en el sur de la Florida pase una semana sin que alguien lance una granada", dice un funcionario federal involucrado en la restauraci・ de los Everglades. Los indios miccosukis, cuya reservaci・ est・dentro del Parque Nacional de los Everglades, han luchado contra el Servicio de Parques Nacionales en tribunales federales y en el Congreso en favor de los planes de la tribu de expandir su vivienda. Los miccosukis, los ambientalistas, el Cuerpo de Ingenieros del Ej・cito y el estado est・ enredados en un triple y complicado juicio en el tribunal federal sobre la administraci・ de las aguas dentro del h・itat del gorri・ de la costa del Cabo Sable. La lucha m・ ruidosa y desagradable tuvo lugar en 1996, cuando los ambientalistas y la industria azucarera libraron una batalla judicial, cuyo costo ascendi・a 38 millones de d・ares, con motivo de un refer・dum sobre un propuesto impuesto de un centavo por libra de az・ar de la Florida para ayudar a financiar la limpieza de los Everglades. El az・ar gan・el amargo juicio - el m・ costoso en la historia del estado. Era imposible en el verano y oto・ de 1996 mirar media hora de televisi・ sin ver tres o cuatro anuncios acerca de la campa・ del impuesto al az・ar. "Hay mucha amargura en derredor de este tema", dice Bob Dawson, quien anteriormente fuera un alto funcionario del Cuerpo de Ingenieros y que ahora es cabildero en Washington del proyecto de los Everglades, defendiendo los intereses agr・olas del sur de la Florida, la industria azucarera y las compa骰as de servicios p・licos urbanos. "Es muy dif・il lograr que haya confianza entre la gente". Pero, de alguna manera, el Proyecto de los Everglades se mantuvo a flote. Las partes en pugna lograron ponerse de acuerdo lo suficiente para persuadir al Congreso de que la restauraci・ no terminar・ en una serie de demandas judiciales. "Hay que reconocer el m・ito de todos aquellos que han abandonado sus machetes y tendieron sus manos a trav・ de la mesa para estrechar las de sus enemigos", dice J. Allison DeFoor, ex asesor de pol・ica medioambiental del gobernador de la Florida Jeb Bush. "Cuando llegamos a Washington, los tuvimos a todos, desde los grandes intereses del az・ar hasta los ambientalistas, tomados de las manos y cantando "Kumbaya", si bien algunas veces entre dientes". En el sur de la Florida, el verdadero trabajo diario de planear la restauraci・ ha procedido mejor que lo que muchos hab・n esperado, porque las dos instituciones principales, el Cuerpo de Ingenieros y el Distrito del Manejo H・rico del Sur de la Florida, han trabajado juntos durante medio siglo. El Distrito es una enorme instituci・ de ingenier・ con m・ de 1.700 empleados, que administra el abastecimiento de agua y opera un sistema de control de inundaciones que el Cuerpo de Ingenieros construyera para dieciseis condados, desde Orlando, en la Florida Central, hasta Cayo Hueso. Aunque el Cuerpo de Ingenieros ha trabajado en el pasado en estrecha colaboraci・ con el Distrito, el proyecto de los Everglades representa la primera vez que esa instituci・ ha abierto su planificaci・ al p・lico. Tradicionalmente, el Cuerpo de Ingenieros proyecta sus obras mayores a puertas cerradas y sostiene audiencias p・licas simb・icas una vez completado el trabajo. El proyecto de los Everglades, en cambio, fue planeado a plena vista del p・lico en la Internet. Entre 1996 y 1999, el Cuerpo de Ingenieros public・los planes propuestos en una p・ina web dedicada a la restauraci・, acept・comentarios del p・lico y de grupos de cient・icos e ingenieros colaboradores, y despu・ reconsider・sus planes en base a los comentarios. "Estamos viendo en el sur de la Florida un esfuerzo que realmente emana del p・lico", dice Salt. "El gobierno - en este caso, el Cuerpo de Ingenieros - realmente se basa en un proceso impulsado por el p・lico". Agua, agua en todas partes El p・lico deber・seguir involucrado. Si bien la restauraci・ ha sido autorizada, la misma proceder・durante un per・do de casi cuatro d・adas, con una serie de sesenta y ocho proyectos de ingenier・. La meta final es restaurar aproximadamente un mill・ de hect・eas de humedales, pero tambi・ se propone abastecer de agua a las granjas y a la poblaci・ humana. El Cuerpo de Ingenieros y el Distrito H・rico tendr・ cada uno unos 150 empleados que trabajar・ en la restauraci・. Se llevar・ a cabo de 15 a 20 proyectos simult・eos, y un grupo interinstitucional de supervisi・ intentar・asegurar que el trabajo de cada equipo individual del proyecto corresponda con las metas totales de la restauraci・, dice Stuart Applebaum, jefe de restauraci・ de ecosistemas del Cuerpo de Ingenieros en el Distrito de Jacksonville. "Esto es como ir a la luna en los a・s sesenta", dice Applebaum. "Aunque este proyecto no es tan complejo como lo fue el programa espacial cuando estuvo en su apogeo, t・nicamente la restauraci・ presenta un reto igualmente grande. Nadie ha hecho jam・ algo como esto". Si la idea de gastar 7.800 millones de d・ares para la restauraci・ parece imponente, consid・ese esto: El proyecto autorizado en el oto・ de 2000 solamente es una parte de un proyecto de restauraci・ y descontaminaci・ ecol・icas m・ extenso a・, el que se extender・m・ all・de los mismos Everglades. En total, se anticipa que el esfuerzo de restauraci・ medioambiental en el sur de la Florida costar・14.800 millones de d・ares, suma para la que el gobierno federal aportar・6.500 millones de d・ares, con el resto proveniendo de fuentes estatales y locales. Adem・ de los Everglades, la restauraci・ en el sur de la Florida incluir・muchos otros proyectos. Entre los principales figuran un plan del estado para purificar las aguas que fluyen hacia los Everglades desde las tierras de cultivo, el que probablemente costar・m・ de 1.000 millones de d・ares, y la restauraci・ del r・ Kissimmee, que serpentea a lo largo de 64 kil・etros entre Orlando y el Lago Okeechobee, a un costo de 414 millones de d・ares. La restauraci・ del Kissimmee realmente significa deshacer un proyecto que el Cuerpo de Ingenieros llev・a cabo entre 1962 y 1971, que convirti・al r・ en una zanja recta, lo que caus・graves problemas de contaminaci・ del agua y destruy・unas 14.000 hect・eas de tierras pantanosas. Las metas de la restauraci・ de los Everglades provienen del trabajo de los l・eres empresariales, promotores de turismo, ambientalistas y agricultores que integran la comisi・ del gobernador sobre la sustentabilidad del sur de la Florida, compuesta de 49 miembros. Los miembros de la comisi・, establecida por el fallecido gobernador dem・rata Lawton Chiles, se dedicaron desde 1995 hasta 1999 a lograr consenso sobre catorce informes mayores que esbozaron las metas de la restauraci・. Este consenso no se obtuvo f・ilmente. Richard Pettigrew, ex senador y presidente de la C・ara de Representantes del estado, que presidi・la comisi・, record・que un ambientalista calific・a uno de los representantes de la industria azucarera de "delincuente corporativo". "Al principio, muchos de estos enemigos de larga data tem・n crear comit・ para identificar los temas que deb・mos abordar", dice Pettigrew. "Nadie quer・ ceder en nada. El representante de las empresas de servicios p・licos del condado de Palm Beach, por ejemplo, no deseaba hablar acerca de ninguna soluci・ que no le garantizara un acceso libre e ilimitado al agua". Pettigrew permiti・que los miembros de la comisi・ en desacuerdo, eligieran sus comit・. Se asegur・tambi・ de que cada sesi・ incluyera una reuni・ social por la noche en la que los miembros podr・n vincularse entre trago y trago. "Con el tiempo, empezamos a comprender los problemas reales de la gente, en lugar de o・ solamente la ret・ica", dice Pettigrew. "Nos mantuvimos al margen de esa lucha sobre el impuesto al az・ar, aun cuando algunos se opon・n duramente al asunto". La comisi・ logr・completar en el oto・ de 1996 un informe que esbozaba las metas de la restauraci・. Estas metas fueron incluidas en la ley federal de Desarrollo de Recursos H・ricos de 1996 y establecieron las bases para la restauraci・. El informe, igual que todos aquellos aprobados por la comisi・ entre 1994 y 1999, se aprob・por unanimidad. La clave del ・ito de la comisi・ y para calmar a los antagonistas preocupados por el acceso al agua fue ・ta: La restauraci・ de los Everglades ser・ algo m・ que un proyecto medioambiental, aumentar・ tambi・ el abastecimiento de agua para todos. El agua es el tema principal en el sur de la Florida, a pesar de ser ・te uno de los lugares m・ h・edos en el pa・. La regi・ recibe alrededor de 152 cm de lluvia por a・. Pero, las lluvias se deben mayormente a tormentas veraniegas y el agua se vac・ r・idamente en los estuarios costaneros, a trav・ de una red de m・ de 1.600 kil・etros de canales que el Cuerpo de Ingenieros y el estado construyeron durante los ・timos 100 a・s. La meta principal del proyecto de restauraci・ es detener esa p・dida r・ida del agua, al capturar la mayor parte de la misma en cientos de pozos profundos y una nueva red de embalses a ser construidos en tierras de cultivo y en minas de piedra caliza abandonadas en las zonas linderas de los Everglades. El Cuerpo de Ingenieros llama este concepto "agrandar el pastel". "Hemos creado una situaci・ de doble ganancia", dice Pettigrew. La industria azucarera acept・con renuencia venderle al gobierno por lo menos 20.000 hect・eas de tierras de cultivo para la construcci・ de embalses, a cambio de una seguridad de que los agricultores tendr・n agua a plazo largo. Los agricultores tem・n que sin ese arreglo, las crecientes zonas urbanas y su creciente poder en las urnas electorales empezar・n, con el tiempo, a derrotar a los agricultores en las batallas pol・icas y a agotar los actuales abastecimientos de agua. Mientras tanto, los ambientalistas aceptaron compartir el agua porque, a la larga, los Everglades ser・n los que acabar・n por perder una futura guerra por el agua. En resumidas cuentas, dice Pettigrew, "nunca vacilamos en lo que respecta a nuestra meta principal: Asegurar que se restaure los Everglades - y restaurarlos hasta el nivel m・ alto posible". Volver a estudiar para despu・ restaurar El plan de restauraci・ se basa en gran medida en un plan que el estado esboz・a principios de la d・ada de 1980, bajo el entonces gobernador dem・rata y actual senador estadounidense de la Florida Bob Graham. El viejo programa del estado "s・vense nuestros Everglades" recibi・un nuevo impulso en 1993 cuando el secretario del Interior Bruce Babbitt se interes・en lograr la intervenci・ de la administraci・ Clinton. En junio de ese a・, un grupo especial federal - integrado por funcionarios de media docena de agencias participantes - sostuvo su primera reuni・. El proyecto de restauraci・, que llegar・ a convertirse en una empresa trascendental, se conoc・ al principio simplemente por el nombre de "nuevo estudio". El mismo reflej・el hecho de que el proyecto fue realmente un nuevo concepto del Proyecto del Centro y Sur de la Florida, una obra masiva de desag・ que el Cuerpo de Ingenieros hab・ proyectado en 1947 y comenzado a construir despu・ que el Congreso lo autorizara en 1948. El proyecto fue expandido y mejor・una red de canales de desag・ que el estado hab・ empezado a construir a principios del siglo y a la que agreg・muchos canales m・. El Cuerpo de Ingenieros construy・en el sur de la Florida unos 1.600 kil・etros de canales y cort・el coraz・ de los Everglades con diques que tornaron el lecho herboso del r・ en tres embalses principales y en una zona agr・ola de 280.000 hect・eas. La obra del Cuerpo de Ingenieros es una maravilla de ingenier・ que alcanz・sus metas de abrir vastas extensiones de tierra para la agricultura y la urbanizaci・. Pero el proyect・caus・graves da・s al medio ambiente. El n・ero de aves zancudas se redujo dr・ticamente. El Parque Nacional de los Everglades, dedicado en 1947 para la preservaci・ de la riqueza biol・ica de las plantas y animales de la regi・, fue degradado cuando los proyectos de desague m・ all・de los l・ites del parque secaron sus pantanos, poniendo en peligro su flora y fauna. La Bah・ de la Florida sufri・un brote devastador de algas que asfixi・su vida marina. Y la poblaci・ humana de la regi・ - que ha aumentado dr・ticamente de los 500.000 habitantes que ten・ cuando el Cuerpo de Ingenieros proyect・el sistema, a m・ de seis millones actuales, tambi・ empez・a sufrir. Los residentes sufren frecuentes escaseces de agua y la intrusi・ de agua salada del mar en los acu・eros mermados de agua dulce, fuente ・ica de agua potable en la regi・. Incendios forestales han devastado la regi・ con fuegos m・ intensos y perdurables en las zonas linderas resecas de los Everglades, contaminando el aire en las ciudades y los suburbios cercanos a la costa. El Cuerpo de Ingenieros, al encarar la restauraci・ como un reestudio, pudo hacer uso de los amplios fondos federales para fines de construcci・ en general. De haberla empezado como un estudio de restauraci・, se hubiera visto obligado a sacar el dinero de su propia cuenta para "investigaciones en general". Salt, jefe del Distrito de Jacksonville del Cuerpo de Ingenieros desde 1991 hasta 1994, y su sucesor, el ahora retirado coronel Terry Rice, "presionaron" para que se pusiera en marcha el proyecto de restauraci・. Fue Salt quien supervis・el comienzo del proyecto de Kissimmee y quien produjo un plan amplio para extender el proyecto de restauraci・ hacia la regi・ m・ grande de los Everglades. Rice, quien estuvo encargado desde 1994 hasta 1997, ret・a la Comisi・ del Gobernador para un Sur de la Florida Sostenible, cuando pidi・una restauraci・ total. "D・me un plan y nosotros lo pondremos en pr・tica", recuerda haberles dicho. A los miembros de la comisi・, acostumbrados a trabajar con la acostumbrada lentitud de la burocracia del Cuerpo de Ingenieros, les cost・creer eso. Rice comprendi・la raz・ por la que al principio los miembros de la comisi・ se sent・n esc・ticos. Estaban acostumbrados a que se les dijera lo que no pod・ hacerse, y lo mismo ocurr・ con el Cuerpo de Ingenieros. "Muchas veces pienso que permitimos que los abogados manejaran nuestras agencias, y eso es un error", dice Rice, quien al presente es catedr・ico de la Universidad Internacional de la Florida y consultor de la tribu Miccosukee. "Yo le dir・ a mi abogado: esto es lo que deseo hacer. D・ame si es ilegal o no". La comisi・ acept・el reto de Rice. Le fijaron una serie de metas, que luego fueron incorporadas en la Ley de Desarrollo de Recursos H・ricos de 1996 para que sirvieran de gu・ en la planificaci・ de la restauraci・. El proyecto de ley expandi・el Grupo especial para la Restauraci・ del Ecosistema en el Sur de la Florida de modo que incluyera representantes de las autoridades estatales, locales y tribales y lo autoriz・a coordinar el proyecto. Voces conflictivas El grupo especial, creado en 1993 por orden ejecutiva, solamente incluy・originalmente a representantes de cinco agencias federales. Los gobiernos estatales y locales fueron excluidos inicialmente porque la Ley Federal sobre Comit・ de Asesoramiento de 1972 prohib・ tal cooperaci・. Esa barrera fue levantada en 1995, cuando el Congreso elimin・algunas de las restricciones de la ley como parte de la Ley de Reforma de Mandatos no Financiados. El grupo especial de catorce miembros coordina ahora las actividades de trece agencias federales y siete agencias de la Florida, dos tribus ind・enas, dieciseis condados y docenas de ciudades y pueblos. Sin embargo, en la pr・tica el grupo especial tiene poco control sobre las agencias cuyas actividades se supone que coordine. Las agencias reciben su autoridad - y su financiamiento - de los organismos legislativos que las supervisan, observa Salt. Por lo tanto, el grupo especial debe tratar de obtener consenso mientras deja sin tocar las responsabilidades individuales de sus miembros. "Si bien fue concebido como una asociaci・, cada lado tiene su propia manera de trabajar", dice Salt. "El estado nunca contempl・abandonar ning・ derecho soberano en este proceso.... No lo est・ haciendo como lo hacen las autoridades federales, pero esto es bueno, no es algo malo". Pero los funcionarios del estado se quejaron abiertamente de la supervisi・ federal del proyecto. Un punto delicado es que la Oficina de Contadur・ General ha criticado repetidamente al grupo especial por no actuar en forma m・ parecida a una agencia federal y por no desarrollar planes estrat・icos para la compra de tierras. Los proponentes del grupo especial afirman que esa cr・ica solamente tendr・ sentido si la organizaci・ tuviera control sobre los presupuestos de sus agencias miembros. "Existe la percepci・ de que el grupo especial es un organismo de gobierno, un gobierno fantasma", dice Ernie Barnett, director de planificaci・ y coordinaci・ de ecosistemas de la Florida y presidente del grupo de trabajo intergubernamental del grupo especial. "De alguna manera, a la gente en Washington se les ocurri・que el grupo especial tiene alguna supervisi・ en el proceso de adquisici・ de tierras en la Florida". El grupo especial tambi・ fue incapaz de resolver disputas entre las agencias federales. "Con demasiada frecuencia, las agencias federales tienen voces e ideas conflictivas", dice Barnett. "Cuando se tiene una asociaci・ estado-federal, se debe hablar con la voz del estado y reflejar una sola idea. Para nosotros es f・il, porque el gobernador resuelve las disputas. Pero cuando hay disputas federales, entonces es cuando ocurren los trastornos". El proyecto de salvar al gorri・ de la costa del Cabo Sable es un ejemplo. El Servicio de Parques Nacionales y el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre han estado involucrados por a・s en una disputa con el Cuerpo de Ingenieros del Ej・cito sobre pr・ticas del manejo h・rico, las que seg・ bi・ogos federales han empujado al gorri・ hasta el borde de extinci・. Se entablaron tres juicios sobre el asunto, el que se encuentra ahora ante un juez federal en Miami. "El gorri・ saldr・bien solamente con la ayuda de Dios", dice Barnett. "El clima ha cooperado. No as・las agencias". El grupo especial trabaja mejor cuando hay funciones estatales y federales bien definidas, dice Barnett. Ha actuado mejor al llevar a cabo mandatos estatales y federales. Por ejemplo, dice Barnett, actu・bien cuando estableci・prioridades para gastar los 275 millones de d・ares que el Congreso asign・en 1996 para los trabajos de restauraci・. Ocasionalmente, las relaciones de trabajo formadas por los miembros del grupo especial les permiten sortear el papeleo. Por ejemplo, dice Salt, el grupo especial hizo que la Agencia de Protecci・ Ambiental de Estados Unidos y el Departamento de Protecci・ Ambiental de la Florida llegaran a un acuerdo sobre reglamentaciones que ahorrar・ a los contribuyentes cientos de millones de d・ares en pruebas a realizarse sobre el uso de pozos profundos para almacenar agua para el proyecto de restauraci・. "Normalmente, la tarea de trabajar dentro de los marcos regulatorios estatales y federales es gigantesca", dice Salt. "Pero gracias a que tuvimos este grupo especial, pudimos trabajar en conjunto y encontrar una manera de ayudar". A pesar de todas sus complicaciones, el proyecto de restauraci・ probablemente ha colocado a la Florida en una posici・ mejor que la de la mayor・ de los estados en lo que respecta a enfrentar problemas gigantescos, dice Dawson, anteriormente administrador principal en el Cuerpo de Ingenieros que ahora cabildea en Washington en favor de compa骰as de servicios p・licos y empresas agr・olas del sur de la Florida. "La raz・ es que han desarrollado un acto de equilibrio y ser・una verdadera medida de seguridad para el sur de la Florida", dice Dawson. "El mecanismo que han creado para compartir el agua es el tipo de mecanismo que podr・ haber ayudado a la gente en California en lo que respecta a su crisis energ・ica. Pero all・simplemente confiaron en el azar en cuanto a una (posible) escasez de energ・, y el medio ambiente saldr・perjudicado". Dice Dawson que el modelo del sur de la Florida para obtener consenso ser・copiado en otras partes. "Creo que es el precursor de lo que ocurrir・en otras partes del pa・. El ・fasis est・en una restauraci・ de ecosistemas que est・ligada a los intereses vitales de todos", dice. "Si la gente no aprende a cooperar, no va a dar resultados". Publicado con el permiso de National Journal Group, Inc. Copyright © abril de 2001.
Cuestiones Mundiales, abril 2002 -- Contenido |