Global Issues Troubled Waters

HACIA UNA REVOLUCION AZUL
Por Don Hinrichsen, Bryant Robey y Ushma D. Upaghyay

Fragmentos tomados de Population Reports
-- Informes sobre Poblaci�� -- de septiembre de 1998

El mundo necesita una Revoluci�� Azul en la administraci�� del agua, de la misma manera en que necesitamos otra Revoluci�� Verde en la agricultura. Hay urgencia. Los menguantes abastecimientos de agua potable per c��ita amenazan la salud y condiciones de vida de millones de personas en una cantidad creciente de pa��es, al tiempo que debilitan la productividad agr��ola y el desarrollo industrial. El logro de una Revoluci�� Azul requerir��pol��icas y respuestas coordinadas a los problemas a nivel local, nacional e internacional.

Respuestas Internacionales

Los pa��es han acordado numerosas recomendaciones en conferencias internacionales sobre el agua durante los ��timos 20 a��s. En su mayor parte, sin embargo, los gobiernos nacionales y la comunidad de desarrollo internacional todav�� tienen que traducir esas palabras en acci��.

La primera conferencia internacional que atrajo la atenci�� sobre la crisis del agua que se avecina fue en 1977: La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua efectuada en Mar del Plata, Argentina. La han seguido varias m��, incluso la Consulta Mundial sobre Agua Segura y Servicios Sanitarios para la D��ada de 1990, celebrada en Nueva Delhi en 1990, y la Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente, efectuada en Dubl�� en 1992.

Los Principios de Dubl�� sobre el Agua, acordados en la conferencia de 1992, resumen los principios de la administraci�� sostenible del agua.

    Principio No. 1: El agua potable es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente.

    Principio No. 2: El desarrollo y la administraci�� del agua deber�� basarse en un m��odo de participaci��, que involucre a los usuarios, planificadores y funcionarios en todos los niveles.

    Principio No. 3: Las mujeres desempe��n una parte central en la provisi��, administraci�� y salvaguardia del agua.

    Principio No. 4: El agua tiene un valor econ��ico en todos sus usos y deber�� ser reconocida como un bien econ��ico.

M�� recientemente, en 1997 se prepar��una evaluaci�� general sobre los recursos mundiales de agua potable, basada en una serie de an��isis de antecedentes por expertos, para la quinta sesi�� de la Comisi�� de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible.

Como declara un informe del secretario general en 1998, "La evaluaci�� llega a la conclusi�� de que la escasez y la contaminaci�� del agua est�� causando extensos problemas de salud p��lica, limitan el desarrollo econ��ico y agr��ola, y perjudican una amplia gama de ecosistemas. Estos problemas podr��n amenazar los abastecimientos mundiales de alimentos y conducir al estancamiento econ��ico en muchas ��eas del mundo. El resultado podr�� ser una serie de crisis del agua locales y regionales, con graves implicaciones mundiales".

Hacer las inversiones necesarias Traducir los principios en acciones pr��ticas ser��dif��il. La mayor�� de los pa��es necesitan inversiones masivas en infraestructura de servicios sanitarios y abastecimiento de agua. En el mundo desarrollado, por ejemplo, el Reino Unido debe gastar cerca de 60.000 millones de d��ares durante la pr��ima d��ada en la construcci�� de plantas de tratamiento de aguas servidas a fin de satisfacer las nuevas normas europeas sobre calidad del agua. Esto representa alrededor de 1.000 d��ares por persona en el pa��. Hungr�� enfrenta problemas similares. Una quinta parte de la poblaci�� del pa�� carece de conexiones con un servicio de cloacas en funcionamiento. Hungr�� necesitar��invertir alrededor de 3.500 millones de d��ares durante las pr��imas dos d��adas para conectar las residencias de todos sus ciudadanos con plantas de tratamiento de aguas servidas.

En los pa��es en desarrollo, uno de los problemas m�� apremiantes es la necesidad abrumadora de invertir fuertemente en instalaciones de aguas servidas y la provisi�� de agua limpia. El Banco Mundial ha estimado que durante la pr��ima d��ada se necesitar�� entre 600.000 millones y 800.000 millones de d��ares para satisfacer la demanda total de agua potable, incluso servicios sanitarios, irrigaci�� y generaci�� de energ�� el��trica. De esta gran cantidad, el Banco Mundial s��o podr��prestar a lo sumo entre 35.000 millones y 40.000 millones de d��ares. El resto tendr��que provenir de una combinaci�� de financiamiento p��lico e inversiones privadas. Sin embargo, para la mayor�� de los pa��es en desarrollo ser��dif��il, si no imposible, financiar el resto. Por ejemplo, solamente en Am��ica Latina se estima que las inversiones en la administraci�� e infraestructura de recursos del agua requerir��100.000 millones de d��ares en el curso de las pr��imas dos d��adas.

Evitar conflictos internacionales Una parte importante de toda estrategia internacional de administraci�� del agua es ayudar a los pa��es que comparten cuencas fluviales a elaborar pol��icas pr��ticas para administrar m�� equitativamente los recursos h��ricos. Un mundo con escasez de agua es inherentemente un mundo inestable. Casi 100 pa��es comparten solamente 13 r��s y lagos principales. M�� de 200 sistemas fluviales cruzan las fronteras internacionales. Los conflictos podr��n plantearse, especialmente donde los pa��es con poblaciones de crecimiento r��ido y tierra arable limitada chocan por el acceso a recursos de agua potable compartidos.

El caso de la India y Bangladesh demuestra c��o las cuencas fluviales internacionales pueden ser administradas para satisfacer la demanda ante la escasez de recursos h��ricos. El r�� Ganges, el m�� largo e importante del subcontinente, nace en Nepal y fluye 2.240 kil��etros a trav�� de tres estados indios densamente poblados -- Uttar Pradesh, Bihar y Bengala Occidental -- antes de entrar en Bangladesh y fluir hacia la bah�� de Bengala. El r�� afecta las vidas de 500 millones de personas, muchas de las cuales dependen del r�� para subsistir con la agricultura y la pesca. Al cabo de medio siglo de amarga rivalidad sobre el acceso a las aguas del Ganges, la India y Bangladesh firmaron en diciembre de 1996 un acuerdo de 30 a��s sobre la manera de compartir el agua. Ambos pa��es han proclamado una nueva era de administraci�� del agua.

El acuerdo, si se aplica plenamente, proveer��a Bangladesh con una cantidad m��ima garantizada de agua durante la temporada seca, especialmente los meses m�� secos de marzo, abril y mayo. El nuevo tratado establece per��dos de 10 d��s durante estos tres meses cuando la India y Bangladesh tendr�� acceso alternadamente a una cantidad convenida del agua que llega a la represa de Farakka, un gran dique construido por India en 1974 en un esfuerzo por reclamar tanta agua para su propio uso como fuera posible antes de que el Ganges entre en Bangladesh. A fin de asegurar la puesta en pr��tica del acuerdo, un equipo de inspectores de los dos pa��es controlar��la velocidad de flujo en la represa de Farakka durante los meses de sequ��.

Los cr��icos sostienen que para que el acuerdo funcione a largo plazo, la India debe comenzar a administrar el flujo del Ganges mucho mejor de lo que lo hace ahora. La deforestaci�� en Nepal y en el norte de la India han aumentado grandemente la cantidad de sedimento arrastrado desde las monta��s hacia el r�� durante la temporada de lluvias, lo que obstruye los cursos de agua y aumenta la incidencia de inundaciones perjudiciales. A menos que se encuentren maneras de capturar flujos de agua m�� estables durante la temporada de lluvias para usarla durante la temporada seca, los agricultores indios podr��n tener la tentaci�� de tomar toda el agua que puedan del r�� durante los meses m�� secos, poniendo en peligro al acuerdo.

A pesar de esas salvedades, el hecho de que dos pa��es vecinos hayan negociado con ��ito y llegado a un acuerdo amplio sobre una cuesti�� tan contenciosa es un signo positivo. Promete permitirle a Bangladesh, pa�� que se encuentra r�� abajo, un abastecimiento m�� equitativo de las aguas del Ganges y alentar pr��ticas mejores de administraci�� del agua en la India, pa�� que se encuentra r�� arriba.

Respuestas Nacionales

En los pa��es con poca agua, los gobiernos nacionales tienen que asignarle su m�� alta prioridad a la administraci�� de los recursos h��ricos. La elaboraci�� y aplicaci�� de una estrategia h��rica nacional es esencial para el desarrollo sostenible. Semejante estrategia deber�� incluir cuatro elementos:

  • Adopci�� de una perspectiva de administraci�� de vertientes o cuencas fluviales, especialmente en regiones con poca agua (lo cual es tambi�� apropiado como respuesta internacional, puesto que las vertientes frecuentemente cruzan fronteras nacionales);

  • Instituci�� de una estructura h��rica pr��tica, para que las necesidades locales, nacionales y regionales de agua puedan satisfacerse dentro del contexto de una pol��ica h��rica nacional;

  • Decreto y aplicaci�� de leyes y reglamentos sobre el agua que la conserven y valoren el recurso apropiadamente conforme al tipo de uso; y

  • Conexi�� de la administraci�� del agua con las necesidades de la agricultura, la industria y las municipalidades, y satisfacci�� de los requisitos de salud p��lica para servicios sanitarios apropiados y prevenci�� de enfermedades.

Perspectiva de administraci�� de vertientes La administraci�� de vertientes se refiere a la administraci�� de toda el ��ea de tierra servida por todos los r��s y todos los acu��eros que drenan en un cuerpo de agua particular (como una bah�� medio cerrada). La administraci�� de cuencas fluviales es esencialmente el mismo concepto, aplicado a un sistema fluvial, aunque los dos t��minos se usan indistintamente.

Estados Unidos define una vertiente como toda el ��ea drenada por un sistema fluvial o uno de sus tributarios principales. El Reino Unido la define como la divisoria entre cuencas fluviales, un ��ea potencialmente mucho m�� grande. No importa c��o se la defina, "necesitamos ver un r�� o un lago, junto con toda su divisoria de aguas y todos sus elementos f��icos, qu��icos y biol��icos, como parte de un sistema complejo, integrado", seg�� Janet Abramovitz, del Instituto Worldwatch.

Todo el mundo tiene un domicilio de vertientes: Todos vivimos en cuencas que drenan el agua de lluvia en arroyos y r��s que eventualmente env��n el agua de vuelta al mar o a los lagos mediterr��eos. La gente que vive en la mayor�� de estos domicilios ha alterado radicalmente los sistemas naturales de drenaje en torno a ella. La manipulaci�� de vertientes ha resultado ruinosa para muchos pa��es en desarrollo, donde las laderas desnudas de vegetaci�� vac��n toneladas de suelo en los cursos de agua cada a��, causando inundaciones durante las temporadas de lluvias y sofocando la vida acu��ica durante las temporadas secas.

La deforestaci�� ha arruinado la tierra y alterado los climas, al hacer que caiga menos lluvia en algunas ��eas. En otras, el agua de lluvia corre tan r��ido que poca se puede juntar para el uso. En el Africa al sur del Sahara, por ejemplo, el efecto albedo --el resecamiento de un lugar como resultado de la eliminaci�� en gran escala de las selvas tropicales y pobres pr��ticas agr��olas-- ha resultado en lluvias por debajo del promedio durante los ��timos 40 a��s en comparaci�� con la totalidad del siglo.

La administraci�� de vertientes o cuencas fluviales deja muchos beneficios. El valor econ��ico del mantenimiento de un ecosistema es alto. El valor de la tierras sedimentada que se inunda junto a un r��, por ejemplo -- incluyendo su pesca, vida silvestre, recreaci�� y efectos naturales de control de inundaciones-- ha sido calculado en cerca de 5.000 d��ares por hect��ea. Otro estimado calcula el valor de una hect��ea de tierra pantanosa en 15.000 d��ares.

Idealmente, un plan general de administraci�� de vertientes moviliza comunidades e individuos y obtiene amplia aceptaci�� del p��lico a nivel nacional. La administraci�� de vertientes, sin embargo, no es f��il de lograr. Es un proceso complejo y contencioso que involucra a muchas partes interesadas con opiniones rivales sobre el uso del agua. No muchos pa��es han sido capaces de iniciar estrategias pr��ticas de administraci�� de vertientes. La bah�� de Chesapeake, el estuario m�� grande de agua salobre en Am��ica del Norte, tiene uno de los pocos planes generales de administraci�� de vertientes en funcionamiento en todo el mundo.

Varios otros pa��es tambi�� han instituido planes de administraci�� de cuencas fluviales o est�� en proceso de hacerlo. La Comisi�� de la Cuenca del R�� Murray-Darling en Australia, por ejemplo, es una organizaci�� intergubernamental cuyo prop��ito principal es coordinar la administraci�� de recursos h��ricos a trav�� de las fronteras estatales dentro de la cuenca del r�� Murray-Darling, que constituye el sistema fluvial m�� grande del pa��. Las capacidades t��nicas de la comisi�� son amplias, y cubren administraci�� y ecolog�� del r��, impacto ambiental, finanzas y administraci��, y comunicaciones. Todas las actividades de desarrollo dentro de la cuenca del r�� caen bajo la jurisdicci�� de la comisi��, y todos los organismos del gobierno conectados con la administraci�� y usos del agua deben colaborar.

En la India, como resultado de la Ley Nacional de Pol��ica del Agua de 1987, los estados de Rajasth�� y Gujarat establecen una comisi�� para reglamentar y controlar el uso del agua en la cuenca del r�� Sabarmati, que abarca partes de ambos estados. La cantidad promedio de agua disponible en la cuenca del r�� Sabarmati representa no m�� de 360 metros c��icos por persona por a��, lo cual la hace una de las regiones con m�� escasez de agua en el pa��. El agua no es s��o un recurso muy limitado, sino que tambi�� est��cada vez m�� contaminada por la irrigaci�� en la agricultura.

Para tratar estos problemas, la comisi�� reglamentar��y administrar��los recursos h��ricos en toda la cuenca del r��, con una estructura que da voz a representantes de cada grupo importante de usuarios del agua. La comisi�� espera establecer un amplio apoyo popular e institucional y una estructura capaz de asegurar que los contaminadores sean multados y los usuarios principales paguen un precio justo por el agua. Si el sistema funciona, podr�� extenderse a otras ��eas de la India con escasez de agua y alta densidad de poblaci��.

Los abastecimientos de agua potable que se originan en las ��eas monta��sas tambi�� pueden protegerse y administrarse mejor en su origen, seg�� observa Mountain Agenda, una organizaci�� no gubernamental interesada en el desarrollo sostenible de monta��. Seg�� la organizaci��, en las ��eas h��edas la proporci�� de agua generada en las monta��s puede representar hasta 60 por ciento del total de agua potable disponible en las ��eas de vertientes y hasta el 95 por ciento en las ��eas ��idas.

Construir capacidad institucional La administraci�� de vertientes y de cuencas fluviales de manera sostenible significa crear capacidad institucional, incluso sistemas de control y recolecci�� de datos entre sectores. La creaci�� de capacidad es un tema clave de las organizaciones internacionales que promueven el cambio, incluso el Banco Mundial, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, y la Asociaci�� Mundial del Agua. Para crear capacidad institucional, se requieren las siguientes medidas:

    Evaluar los requisitos de creaci�� de capacidad nacionales. Es vital que los gobiernos conozcan la capacidad de sus organismos del sector h��rico como primer paso para lograr mejoras.

    Crear estructuras administrativas y legales competentes. La competencia t��nica y administrativa de los organismos locales, nacionales y regionales responsables de la administraci�� del agua debe fortalecerse a fin de poder hacer progresos en la administraci�� de los recursos h��ricos.

    Hacer a las instituciones m�� responsables y eficaces. Los organismos de administraci�� del agua, tanto p��licos como privados, tambi�� deben ser capaces de responder a situaciones cambiantes (pol��icas y sociales, as��como ambientales). Las organizaciones est��icas y los procedimientos anticuados deben ser revisados, especialmente a medida que los pa��es entran a las categor��s de limitaci�� o escasez de agua.

    Adiestrar administradores principales del agua. Pocos hidr��ogos han sido adiestrados para considerar ampliamente los recursos h��ricos. Cada vez se necesita m�� un m��odo orientado hacia la demanda, as��como un m��odo de ingenier�� para la administraci�� de recursos h��ricos que considere las necesidades del abastecimiento y la manera de satisfacerlas.

    Establecer v��culos m�� estrechos con universidades e institutos de investigaci��. Puesto que las cuestiones del agua abarcan intereses sociales y valores culturales, los organismos h��ricos deber��n ir m�� all��de los canales usuales del gobierno y atraer un amplio espectro de opini�� y experiencia a fin de evaluar las cuestiones del abastecimiento de agua potable y encontrar soluciones.

Valoraci�� de los recursos h��ricos El agua potable debe ser valorada a fin de que refleje su condici�� como un recurso escaso, en vez de ser tratada como un recurso gratuito o casi gratuito. Como puntualiza la Organizaci�� para la Cooperaci�� y el Desarrollo Econ��icos, pol��icas apropiadas de precios pueden fomentar un comportamiento responsable del uso del agua en relaci�� con el medio ambiente, as��como ayudar a asegurar el abastecimiento adecuado de agua. Para lograr esto, el agua deber�� valorarse adecuadamente en cada uno de sus usos diversos. La introducci�� de mercados del agua y mecanismos de precios puede tener un impacto inmediato y duradero en el uso del agua.

Hay varios ejemplos buenos de c��o se puede valorar el agua de manera m�� apropiada que la usual. Chile estableci��un mercado del agua a mediados de la d��ada de 1980 que no solamente ahorr��agua sino que tambi�� permiti��a los agricultores satisfacer sus necesidades mediante el trueque de derechos de agua entre establecimientos agr��olas vecinos. Un estudio del Banco Mundial sobre el sistema de mercado del agua lleg��a la conclusi�� de que ha contribuido grandemente a la mejor administraci�� y precio m�� justo.

De manera similar, en el sur de California, que es cr��icamente una de las regiones con mayor escasez de agua en un estado de Estados Unidos donde no hay abundancia de agua, la Direcci�� del Agua del Condado de San Diego ha llegado a un acuerdo con los agricultores del ��ea del valle Imperial, al este de la ciudad de San Diego. El acuerdo alienta a los agricultores a conservar hasta 200.000 acres-pies de agua al a�� y venderlos al condado, el que financiar�� las medidas de conservaci�� y pagar�� a los agricultores incentivos en efectivo para que participen. El Condado de San Diego se beneficiar�� con la garant�� de agua m�� barata y en efecto se pagar�� a los agricultores para que conserven el recurso. Este m��odo de administraci�� del agua podr�� cambiar la din��ica del uso del agua en toda California.

En Sao Paulo, el estado m�� populoso del Brasil, donde los recursos h��ricos ya son apenas suficientes, el aumento de la demanda de las municipalidades, las industrias y la agricultura amenaza con paralizar la capacidad del estado para administrar abastecimientos escasos. En 1997 se envi��a la legislatura del estado un proyecto de Ley de Precio del Agua que podr�� ser la base de una pol��ica enteramente nueva de administraci�� del agua. De conformidad con esta propuesta, el precio del agua se determinar��por la fuente de abastecimiento, el tipo de uso (ya sea municipal, industrial o agr��ola), y la disponibilidad del agua. Las tarifas de consumo cobradas conforme a esta pol��ica se reinvertir�� en la infraestructura de administraci�� del agua.

Administraci�� del agua para necesidades sectoriales Un sistema pr��tico de administraci�� del agua requiere la capacidad institucional de equilibrar las necesidades sectoriales para el bien de la sociedad como un todo y considerar tambi�� las necesidades de los ecosistemas. La adjudicaci�� del agua, en vez de la escasez absoluta de agua, es encuentra con frecuencia el centro de los problemas h��ricos nacionales. Sin pol��icas que vinculen el abastecimiento de agua potable a usos sectoriales rivales, escaseces locales y regionales ocurren con frecuencia y la competencia se hace cada vez m�� agria.

En los pa��es en desarrollo, la satisfacci�� de las demandas sectoriales es dif��il debido a que la mayor�� de esos pa��es carecen de sistemas eficientes de administraci�� del agua y pol��icas de precio equitativas que se basen en la manera en que se usan los recursos h��ricos. Por ejemplo, aun cuando China aprob��una ley nacional del agua en 1998, hay poca coordinaci�� del uso sectorial del agua entre el Ministerio de Recursos H��ricos, las comisiones de las cuencas fluviales, y las diversas autoridades provinciales y locales.

Respuestas Locales

Las iniciativas locales muestran que el agua se puede usar de manera mucho m�� eficientemente incluso en ��eas de escasez, tanto urbanas como rurales. M�� a��, cuando las comunidades administran mejor los recursos de agua potable, tambi�� administran mejor los suelos y los bosques, aumentan la producci�� de cultivos y reducen la incidencia de enfermedades y plagas. Incluso donde los gobiernos municipales no han podido financiar el abastecimiento de agua potable o la provisi�� de servicios sanitarios adecuados, los esfuerzos locales algunas veces han tenido ��ito. Consideremos los siguientes ejemplos:

  • En la principal ��ea agr��ola de Burkina Faso, la meseta de Mossi, un grupo llamado "Las Seis Eses" por su nombre en franc�� (Se Servir de la Saison Seche en Savanne et au Sahel) ha venido promoviendo un m��odo integrado para la administraci�� del agua desde fines de la d��ada de 1970. El grupo promueve sistemas de irrigaci�� en peque�� escala junto con reforestaci�� y control de la erosi��. Ense�� a los dirigentes de las aldeas nuevas t��nicas para ahorrar agua y cultivar tierras; provee educaci�� b��ica sobre higiene y ayuda a financiar la conservaci�� del agua.

  • Los arroceros de Bali han usado t��nicas de irrigaci�� en peque�� escala desde hace 500 a��s. Su sistema no es t��nicamente avanzado, pero en cambio consta de represas de piedras sueltas y estanques para recolectar el agua, la que se distribuye entonces a los campos cultivados en terrazas mediante ca��r��s de troncos ahuecados de cocoteros. Junto con este sistema tradicional de distribuci�� del agua existe estructura social que regula el agua entre las diferentes comunidades, adjudic��dola seg�� el tama�� de cada arrozal. El sistema funciona en parte porque las mujeres, que constituyen la principal fuente de mano de obra de los arrozales, participan en su administraci��.

  • En Pakist��, el Proyecto Piloto Orangi, ejecutado en uno de los barrios m�� pobres de Karachi, pudo proveer a 600.000 personas con un sistema de cloacas y letrinas cubiertas. El proyecto, que se realiz��con una peque�� cantidad de financiamiento externo, dio resultados debido al liderazgo local progresista y al fuerte apoyo de la comunidad. Pero los beneficios no terminaron con las ca��r��s de agua. El proyecto tambi�� aument��el acceso a una mejor salud reproductiva y a servicios de planificaci�� de la familia, que ayudar�� a reducir las demandas futuras de agua.

  • En Honduras, seis comunidades pobres de la ciudad capital del pa��, Tegucigalpa, combinaron sus recursos limitados para hacer un trato con la compa��a proveedora de agua para que les suministrara agua por ca��r��. Este m��odo es notable porque el precio que las familias pagan por el agua en la pr��tica se redujo gracias a las conexiones de ca��r�� puesto que los residentes ya no tuvieron que comprar agua de los vendedores callejeros; la tasa promedio de conexi�� domiciliaria en cada una de las seis comunidades fue del 85 por ciento, y los propios consumidores pagaron las conexiones.

Como demuestra este ejemplo, incluso en las ��eas urbanas pobres el agua limpia suministrada por ca��r�� puede proveerse a un precio que los miembros de la comunidad pueden pagar y que las compa��as proveedoras de agua pueden aceptar. Estudios recientes en una cantidad de pa��es dejan bien sentado que las personas pobres est�� dispuestas a pagar por agua suministrada por ca��r�� y servicios sanitarios apropiados si se les da la oportunidad. Por ejemplo, en Onitsha, Nigeria, las familias pobres gastaban hasta el 18 por ciento de su magro ingreso mensual en agua comprada a los vendedores callejeros, porcentaje que baj��a menos del 5 por ciento cuando se los provey��de agua suministrada por ca��r��.

Actuar Las comunidades locales deber��n tomar parte activa en la planificaci�� y aplicaci�� de los programas de administraci�� del agua para que puedan ser sostenibles. Las comunidades pobres, en particular, han tenido un ��ito notable en introducir la distribuci�� local aut��oma de agua, ya sea mediante arreglos especiales con las autoridades p��licas del servicio de suministro de agua o con los vendedores privados. Las comunidades tambi�� han establecido quioscos de venta administrados por la comunidad u operan sistemas aut��omos peque��s de suministro de agua.

El acceso al agua potable, como se ha observado, promueve mejor higiene familiar y mejora la salud y el bienestar. El acceso al agua deber�� estar lo m�� cerca posible de las viviendas y deber�� ser confiable. Los planes para llevar agua por ca��r�� a domicilios pobres deber��n considerar la cantidad de agua necesaria, escoger el nivel apropiado de tecnolog��, y fijar el precio del agua de acuerdo con la capacidad para pagar. Los programas de suministro de agua y de salud p��lica deber��n hacer hincapi��en la educaci�� para el cuidado preventivo de la salud y fomentar el uso de agua limpia para la higiene personal y familiar.

Tiempo de Cambiar de Direccion

El mundo necesita administraci�� sostenible del agua, pero no vamos en la direcci�� correcta con velocidad suficiente. Un proverbio chino dice que "si no cambiamos el curso, podr��mos terminar adonde vamos". Sin cambiar a una nueva direcci��, muchas m�� ��eas enfrentar�� escasez de agua, sufrir�� muchas m�� personas, ocurrir�� muchos m�� conflictos por el agua, y se destruir�� muchos m�� ecosistemas preciosos de tierras pantanosas.

Aunque una crisis del agua potable parece inevitable en muchas regiones donde hay escasez de agua, en otras el problema podr�� manejarse si se formulan, acuerdan y se ponen pronto en pr��tica pol��icas y estrategias apropiadas. La comunidad internacional presta cada vez m�� atenci�� a los problemas de agua del mundo, y varias organizaciones proveen financiamiento y asistencia para ayudar a administrar el suministro y la demanda de agua. Cada vez m�� se instituyen mecanismos que permiten una administraci�� m�� equitativa del agua. Los pa��es en las regiones donde hay escasez de agua introducen mejores mecanismos de precio, fomentan programas de administraci�� del agua basados en las comunidades, y avanzan hacia reg��enes de administraci�� de vertientes y de cuencas fluviales. Es necesario aumentar sustancialmente la cantidad y la escala de estas actividades.

Asimismo, el crecimiento de la poblaci�� ha disminuido, reflejando la atenci�� internacional y nacional a los programas de planificaci�� familiar, junto con la creciente demanda popular de m��odos de anticonceptivos. Para satisfacer las necesidades de la gente, es necesario que los gobiernos nacionales y los donantes internacionales aumenten su compromiso a la planificaci�� familiar, a la mejora de las condiciones sanitarias, a frenar la contaminaci��, y a reducir el azote de las enfermedades relacionadas con el agua.

Una parte vital de una soluci�� a largo plazo es el reconocimiento mundial de los v��culos entre las poblaciones de crecimiento r��ido y la disminuci�� del abastecimiento de agua potable. El reconocimiento, el conocimiento y el inter�� pueden ayudar a crear la voluntad pol��ica para impedir una crisis y el compromiso necesario para asegurar que la sed aparentemente insaciable de la humanidad por agua potable no agota el abastecimiento limitado de agua del mundo.


Population Reports es emitido trimestralmente y publicado por el Programa de Informaci�� sobre Poblaci��, Centro de Programas de Comunicaci��, Facultad de Salud P��lica de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Maryland.