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A menos que los líderes de la CEAP muestren liderazgo en su reunión de 1996, como lo hicieron en 1993 y 1994, la credibilidad de su iniciativa de comercio libre podría verse adversamente afectada, dice C. Fred Bergsten, el director del Instituto de Economía Internacional, de Washington quien fue presidente del grupo de personalidades eminentes de la CEAP durante toda le existencia de dicho grupo, de 1993 a 1995.
En su reunión inicial en Seattle, en 1993, los líderes de la Cooperación económica de Asia y el Pacífico (CEAP) decidieron establecer "una comunidad de economías de Asia y el Pacífico" e impulsaron la conclusión exitosa del acuerdo multilateral de comercio de la Ronda Uruguay. En 1994, en Indonesia, los líderes de la CEAP se comprometieron mediante su Declaración de Bogor "a lograr la inversión y el comercio libres y abiertos en la región" para fechas determinadas: 2010 para las economías industriales responsables del 85 por ciento del comercio de la CEAP, y 2020 para las demás. Este es posiblemente el acuerdo comercial más amplio de la historia, con arreglo al cual la mitad de las economías del mundo se comprometen eliminar todas las barreras al comercio entre ellas. Además, la CEAP ha prometido intensificar la promoción de la liberalización del sistema mundial de comercio con arreglo a su doctrina de "regionalismo abierto".
Las dificultades a las que se efrenta la CEAP
Estas iniciativas audaces le dan a la CEAP una visión y un objetivo de política bien definidos. El paso siguiente es su ejecución. La reunión celebrada en Osaka, en 1995, inició el proceso con la aprobación de un programa de acción que establece los principios, temas, y fechas en las que los compromisos políticos de la CEAP se traducirán en resultados tangibles. Los participantes en la reunión de Osaka se comprometieron a comenzar la liberalización de la CEAP en enero de 1997.
La reunión de líderes de la CEAP que tendrá lugar este mes (noviembre) en Subic, Filipinas, marcará un hito en la evolución de la CEAP. Será la primera prueba auténtica de la sinceridad de lo que han dicho las economías miembros de la CEAP. Los líderes en Osaka encomendaron a sus ministros y funcionarios elaborar planes de acción individual (PAI) mediante los cuales cada economía indique en Subic cómo intenta avanzar hacia el comercio libre para 2010 ó 2020. Los funcionarios han de elaborar también planes de acción colectiva, (PAC) con arreglo a los cuales el grupo actuará conjuntamente para facilitar el comercio y la inversión en la región. Un objetivo principal de la reunión de Subic es aprobar y ejecutar ambos planes.
La CEAP tendrá que salvar otro importante escollo fines de 1996. Poco después de la reunión de Subic, la nueva Organización Mundial del Comercio (OMC) celebrará su primera conferencia ministerial en Singapur para trazar el curso del sistema mundial de comercio hasta principios del siglo XXI. El compromiso de la CEAP de seguir ejerciendo una función dirigente en el sistema multilateral, y de llevar a cabo su propio programa regional, se pondrá a prueba casi inmediatamente.
Los resultados hasta la fecha
Bajo la presidencia de Filipinas, los miembros de la CEAP han pasado la mayor parte de 1996 preparando sus planes de acción individual y colectiva. Las tareas, además de prolijas, son complicadas tanto intelectual como políticamente. Sería demasiado esperar que en un solo año surgieran programas de liberalización completa.
Sin embargo, los resultados hasta la fecha han sido desalentadores. Estados Unidos y Japón, las dos economías principales de la CEAP (y del mundo) se vieron ante elecciones nacionales y por tanto se han resistido a adoptar nuevas medidas importantes de liberalización. Indonesia, cuyo liderazgo fue decisivo para forjar la Declaración de Bogor en 1994, adoptó políticas iliberales en varios sectores básicos. Algunas de las economías más pequeñas han empezado a dar los primeros pasos constructivos. Pero parece poco probable que los PAI sean suficientes para convencer del progreso de la CEAP, y, en cambio, podrían provocar un escepticismo generalizado sobre la seriedad de la operación.
Los PAC también avanzan a un ritmo lento. Se lograrán adelantos provechosos en la armonización y modernización de los trámites aduaneros en la región. Algunos miembros de la CEAP pudieran adoptar una "visa de negocios" para agilizar los viajes de negocios, y ya se han dado los primeros pasos para elaborar acuerdos de reconocimiento mutuo (ARM) destinados a reducir el efecto comercial adverso de la disparidad de normas nacionales para los distintos productos. Pero no se puede decir que haya habido mucho progreso.
La CEAP tampoco han adoptado aún una postura que le permita presentar un frente común en la reunión ministerial de la OMC en Singapur. Sus ministros de Comercio se reunieron en julio, pero sólo produjeron generalizaciones vagas. La Unión Europea y otros siguen preguntándose si la CEAP hará en realidad lo que dice que proyecta hacer.
Por consiguiente, existe un grave peligro de fracaso en Subic. Si la situación no cambia, los miembros tendrán muy poco que poner en práctica en enero de 1997. Como se ha señalado, los resultados de la reunión del año pasado en Osaka se limitaron, prácticamente, a cuestiones de procedimiento; su intención de producir "entregas iniciales" de una liberalización tangible para complementar el programa de acción no tuvo mucho eco. Un segundo año de inactividad suscitaría graves dudas tanto en los países de la CEAP como en todo el mundo.
Próximos pasos
La solución obvia es que los líderes de la CEAP tomen una vez más la iniciativa como lo hicieron en Seattle y en Bogor. Tienen que ir más allá del programa limitado que les han presentado sus ministros y funcionarios, como lo hicieron en esas dos ocasiones, para dar nuevo impulso y credibilidad al proceso de la CEAP.
Ya se han propuesto varias formas de lograrlo. Los miembros de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ANAS) podrían impulsar la liberalización de la CEAP al extender a todos los miembros de la CEAP la iniciativa de comercio libre para el año 2003 que ya se ha solucionado en su propio acuerdo subregional (el Acuerdo de libre comercio de la ANAS -AFTA-). Filipinas e Indonesia ya han dado importantes pasos en esa dirección y deberían poder obtener el asentimiento de sus socios en vista del deseo de la ANAS de mantener su posición central en la CEAP. Este reto de las economías en desarrollo de la CEAP estimularía a sus miembros más industrializados a cumplir también sus promesas de liberalización.
LA CEAP también podría aprobar un Acuerdo de Tecnología de la Información (ATI) con objeto de eliminar para el año 2000 todos los aranceles sobre los productos de ese sector crítico, desde los semiconductores hasta los componentes físicos y programas de computadoras. Esta ha sido la principal iniciativa de comercio de la administración Clinton en 1996, en la que se ha utilizado casi toda la autorización que confiere el Congreso. Ese acuerdo sería sumamente beneficioso para todos los miembros de la CEAP, la mayoría de los cuales exportan esos productos, y todos los cuales se beneficiarían de las reducciones del costo de esos insumos básicos a sus propias economías.
Sin embargo, debido a que todo ATI que dé resultados fructíferos tiene que incluir a la Unión Europea y a otros países, la CEAP debería condicionar su aprobación a la plena participación de éstos. La CEAP podría acordar esta estrategia en Subic y someter la propuesta ante la OMC en Singapur, e indicar simultáneamente, que está dispuesta a implantar la liberalización con fuerza de ley en un sector considerable y de mundializar sus iniciativas.
Con su credibilidad establecida mediante esta propuesta concreta, la CEAP podría extender un desafío a la comunidad de comercio mundial al invitar a la OMC en general a emular su compromiso de lograr el libre comercio para los años 2010 y 2020. Más del 60 por ciento del comercio mundial ya está liberalizado o en vías de liberalización total gracias a acuerdos regionales de comercio que van desde la Unión Europea, pasando por el NAFTA y AFTA, al Area de Libre Comercio de las Américas y la misma CEAP. Existe un sólido argumento para empezar ahora a mundializar el planteamiento del libre comercio, a fin de evitar las incompatibilidades que, de otro modo ocurrirían cada vez más en los acuerdos regionales y evitar el riesgo de conflicto entre éstos. La CEAP también podría proponer la celebración en fecha próxima de una nueva negociación completa de la OMC, que inevitablemente se llamaría la "Ronda CEAP", para emprender el camino hacia este objetivo final. El presidente Clinton podría indicar claramente el retorno al liderazgo activo de Estados Unidos al anunciar su intención de solicitar al Congreso a principios de 1997 nueva autoridad de negociar "por la vía rápida". La combinación de estas propuestas de comercio libre y un acuerdo ATI tendría un efecto drástico sobre la CEAP y la OMC. La CEAP demostraría decisivamente su fidelidad al "regionalismo abierto" y reafirmaría su liderazgo en el sistema mundial de comercio. Pero lo que es más importante, acabaría con las dudas de los escépticos sobre su intención de actuar decisivamente y establecer objetivos ambiciosos.
El programa de la CEAP se extiende, por supuesto, más allá de la liberalización del comercio y la inversión. Persigue también facilitar el comercio. Procura una mayor cooperación económica entre sus miembros en un intento de establecer una verdadera comunidad en la región. En 1996 ha celebrado nueve conferencias ministeriales en las que se trató una gran variedad de temas, y otras nueve están previstas para 1997.
La CEAP ha captado la imaginación de sus propios miembros y del resto del mundo con sus audaces iniciativas de liberalización. El juicio que merezca la reunión de Subic dependerá, inevitablemente, de su capacidad de mantener y reforzar el impulso de estos triunfos iniciales. Las iniciativas propuestas están al alcance de los líderes de la CEAP. Su aprobación garantizará la función de la CEAP como bastión permanente de la cooperación regional y fuerza decisiva para la prosperidad y la estabilidad mundiales.
Perspectivas
Económicas
Publicaciones Electrónicas de USIS,
Vol. 1, No. 16, noviembre de 1996.