"En la Ronda Uruguay, los pa・es reconocieron que la soluci・ a largo plazo para la agricultura no radicaba en precios administrados, restricciones al comercio, controles de suministros y subvenciones a las exportaciones, sino m・ bien en mercados abiertos y no distorsionados", afirma el subsecretario de Agricultura August Schumacher. "Ahora es el momento de tomar medidas audaces para el comercio agr・ola del siglo XXI acelerando la reforma de ese comercio".Schumacher opina que hay cuatro ・eas claves donde acelerar las reformas: eliminaci・ de las subvenciones a las exportaciones; aumento del acceso a los mercados mediante recortes arancelarios sustanciales y expansi・ del contingente arancelario; reducci・ a・ mayor de las subvenciones internas que distorsionan al comercio; y asegurarse que las normas t・nicas se basen en una ciencia acertada.
Los agricultores y ganaderos del mundo enfrentan dos retos dif・iles al comienzo del siglo XXI. Primero, se les pide que provean m・ productos a costos m・ bajos, mayor calidad y variedad, y en forma m・ segura que la que jam・ se hab・ exigido anteriormente. Segundo, se les pide que produzcan esta abundancia basados en recursos naturales cada vez menores y que frecuentemente est・ sujetos a reglamentaciones gubernamentales. Para satisfacer estos retos mundiales se necesitar?liberar todo el potencial de producci・ de la agricultura mundial a la vez que se practica la debida administraci・ del medio ambiente. Para enfrentar estos retos ser?esencial el ingenio y el trabajo arduo que usualmente atribuimos a los agricultores, pero esto no ser?suficiente a menos que reformemos a・ m・ el comercio agr・ola a fin de crear un entorno que recompense el riesgo y la inversi・ y aliente la eficiencia.
Los retos agricolas actuales
Los agricultores norteamericanos tienen, con raz・, grandes expectativas acerca de la pr・ima ronda de negociaciones de la Organizaci・ Mundial del Comercio (OMC), que se iniciar?en una reuni・ ministerial que empieza el 30 de noviembre de 1999 en Seattle, en el estado de Washington. Estas negociaciones nos dan la oportunidad de lograr que la agricultura mundial aumente sustancialmente su orientaci・ al mercado. El mundo necesita, precisamente, un resultado espectacular para enfrentar los retos de proveer, de manera ambientalmente sostenible, alimento y fibra a las generaciones futuras.
Los agricultores son los encargados de alimentar una poblaci・ mundial que crece r・idamente. Y a pesar del progreso logrado con el correr de los a・s, todav・ hay demasiada gente que no tiene alimento suficiente. Muchos pa・es, incluso Estados Unidos, se esfuerzan vigorosamente para promover innovaciones tecnol・icas con el fin de satisfacer la necesidad de alimento y fibra en los a・s venideros. Sin embargo, esta labor, a pesar de su importancia, solamente es una parte de la soluci・. Estas tecnolog・s y el trabajo arduo de los agricultores del mundo, necesitan un entorno comercial que estimule la inversi・ y una producci・ eficiente y que genere crecimiento econ・ico para financiar las necesidades de la producci・ y el consumo.
Al presente, los agricultores norteamericanos sufren a causa de los desastres relacionados con el clima y los precios bajos. Aun mientras nos esforzamos para atender estos problemas inmediatos, las tendencias de largo plazo en la agricultura presentan retos graves a todos los agricultores. Los mismos adelantos tecnol・icos que permiten aumentar la producci・ resultan en precios m・ bajos. El aumento de las preocupaciones sociales acerca del efecto que la producci・ agr・ola tiene sobre el medio ambiente y las condiciones de vida, resulta en nuevas restricciones a las actividades agr・olas. Al competir los habitantes urbanos y las industrias por tierras, agua y recursos energ・icos, muchos productores encuentran cada vez m・ dif・il trabajar la tierra.
Para hacer frente a estos retos, dos planteamientos para organizar la econom・ agr・ola presentan un fuerte contraste. Uno de los modelos, popular en Europa y en Asia, es mantener un sistema agr・ola orientado hacia las necesidades internas, que se concentra en el control de abastecimientos y en las reglamentaciones gubernamentales para mantener los precios agr・olas altos y, puesto que los precios altos garantizados agotan las arcas fiscales, en controlar la producci・. De conformidad con este planteamiento, los bur・ratas tratan de evaluar el nivel ・timo de la producci・ nacional -- no tan bajo que se necesite importar productos ni tan alto que se deba comprar el excedente de la producci・ a precios altos para luego inundar los mercados mundiales.
Esta estructura de "mando y control" ahoga la eficiencia e ingenio del agricultor y distorsiona los mercados mundiales, especialmente cuando se exportan con regularidad los excedentes subvencionados; y no aborda el reto que enfrentan los agricultores de producir alimento para el pr・imo siglo. Pasa por alto tambi・ los intereses de los consumidores internos (quienes tienen que pagar precios internos altos) y los productores de otros pa・es (que tienen que competir con los productos subvencionados). Lo que causa mayor preocupaci・ es que las pol・icas contrarias al mercado que implica este planteamiento impiden que el sector agr・ola logre los adelantos tecnol・icos necesarios para hacer frente a sus retos futuros.
Otro planteamiento consiste en poner la agricultura sobre una base m・ orientada hacia el mercado, particularmente mediante la eliminaci・ de las barreras comerciales y la reducci・ de las pol・icas que distorsionan el comercio. En la ・tima serie de negociaciones comerciales multilaterales, las naciones aprobaron el principio de una mayor orientaci・ al mercado. En la Ronda Uruguay, los pa・es reconocieron que para la agricultura la soluci・ a largo plazo no radica en precios administrados, restricciones comerciales, controles del suministro y subvenciones a las exportaciones, sino m・ bien en los mercados abiertos y no distorsionados. Ahora es el momento de tomar medidas audaces para el comercio agr・ola del siglo XXI, al acelerar la reforma del comercio agr・ola.
Los beneficios del comercio
Los beneficios del comercio libre y justo de los productos agropecuarios tienen efectos inmediatos sobre los ciudadanos. La eliminaci・ de las barreras al comercio y la reducci・ de la competencia desleal ayudar・ a asegurar que los agricultores tengan incentivos para producir y que los consumidores tengan acceso a los productos que desean. La liberalizaci・ del comercio agr・ola contribuye a una mejor distribuci・ de los recursos del agricultor, lo que redunda en beneficios para la conservaci・, premia a los que producen a costo bajo, incita a la eficiencia y elimina la resistencia al crecimiento econ・ico.
La apertura de oportunidades comerciales aumenta tambi・ la seguridad alimentaria de los pa・es que importan alimentos, al darles a los pa・es abastecedores la confianza necesaria para poner m・ tierras en producci・ y establecer relaciones de comercializaci・. El comercio provee a los consumidores, durante todo el a・, acceso a una mayor variedad de productos menos costosos, a la vez que recompensa a los productores capaces de determinar y satisfacer las demandas de consumidores espec・icos de productos de mayor valor. En un contexto m・ amplio, al permitir la importaci・ de productos que se producen en forma m・ eficiente en otras partes, el comercio estimula la especializaci・ en la producci・ eficiente, tanto agr・ola como no agr・ola.
En t・minos m・ profundos el comercio literalmente salva vidas. Sin el movimiento internacional de productos alimentarios desde las zonas de producci・ abundante a aquellas donde escasean los alimentos, mucha gente en el mundo comer・ menos o no comer・ en absoluto.
El comercio tiene tambi・ efectos din・icos que impulsan el crecimiento a largo plazo de la productividad. Por ejemplo, el acceso a los clientes en mercados del exterior crea un incentivo para las innovaciones tecnol・icas que resultan en adelantos interesantes en variedades de semillas y t・nicas de producci・ mejoradas. Los mercados internacionales tambi・ expanden la distribuci・, al aumentar los precios y dar a los productores una mayor confianza para producir m・ que lo que meramente se requiere para satisfacer las necesidades internas, y permitir que los agricultores productivos no solamente alimenten a sus vecinos sino que, tambi・, literalmente, alimenten al mundo.
De igual importancia, el comercio de productos agropecuarios es cada vez m・ decisivo para los ingresos de agricultores y ganaderos. La mayor productividad y la demanda interna, frecuentemente baja, aumentan la importancia de los mercados internacionales seguros. Los mercados extranjeros no son ・icamente lugares donde deshacerse de los productos excedentes; los consumidores en el exterior aprecian la variedad y la calidad, especialmente cuando los productores en su propio pa・ no pueden satisfacer sus demandas o cuando se les cobra precios inflados. Por consiguiente, los mercados extranjeros son el ・ea de crecimiento m・ grande para la mayor・ de los productores de bienes agr・olas primarios y de valor a・dido, al aumentar los precios a nivel de la explotaci・ agr・ola y ayudar a sostener la gama de industrias relacionadas con la agricultura.
La realidad pol・ica tambi・ alienta a concentrarse en los mercados internacionales: las pol・icas que se basan en precios altos garantizados por el gobierno finalmente resultan pol・icamente indefendibles, por ser inmensamente costosas, insensibles a las necesidades de clientes y productores, indiferentes a las realidades del medio ambiente y agron・icas, y un desperdicio vergonzoso de los recursos econ・icos. En lugar de programas agr・olas gubernamentales, nuestros productores buscan clientes en todo el mundo.
Aun cuando el comercio agr・ola beneficia tanto a los consumidores como a los productores, se trata de un terreno en el que los arraigados intereses internos se oponen fervorosamente a toda reforma progresiva. En algunos pa・es, los productores, mimados por los precios altos garantizados y aranceles protectores, se oponen a cualquier avance hacia una mayor orientaci・ al mercado. La intervenci・ en la econom・ agr・ola -- seg・ la mide la Organizaci・ de Cooperaci・ y Desarrollo Econ・icos mediante la suma del sost・ de precios, los pagos directos y otros apoyos como un porcentaje de la producci・ agr・ola total -- en efecto ha aumentado en algunos pa・es en comparaci・ con los niveles que exist・n al comenzar la Ronda Uruguay.
En la ・tima serie de negociaciones comerciales multilaterales, los pa・es iniciaron el proceso de desmantelar la protecci・ y desvincular los sostenes agr・olas de las decisiones sobre producci・. Por lo tanto, algunos pa・es han emprendido reformas. Por ejemplo, en Estados Unidos hemos modificado la mayor・ de nuestros programas agr・olas de manera que se dependa de las fuerzas del mercado para determinar los precios agr・olas. Para ayudar a nuestros productores en la transici・ hacia este nuevo sistema, hemos complementado los ingresos agr・olas mediante pagos directos desvinculados del volumen o tipo de producci・ del agricultor, para no distorsionar los incentivos a la producci・. Tambi・ nos esforzamos para apuntalar nuestra ayuda agr・ola mediante la gesti・ de riesgos, ayuda en caso de desastres y pol・icas de desarrollo rural que complementan el funcionamiento del mercado, en lugar de interferir con ・.
La oportunidad de la OMC
El objetivo de Estados Unidos en las pr・imas conversaciones sobre agricultura es acelerar el proceso de reforma iniciado en la Ronda Uruguay. Esto significa nuevas negociaciones sustanciales sobre aranceles, subvenciones y otras medidas que distorsionan el comercio, de manera que el nivel y la direcci・ del comercio sean determinados por las fuerzas del mercado, y no por la intervenci・ de los gobiernos. A continuaci・ se esbozan cuatro ・eas claves.
Competencia en las exportaciones. Las subvenciones a las exportaciones son la herramienta que m・ distorsiona al comercio, dado que las subvenciones gubernamentales determinan directamente el nivel y la direcci・ del comercio. Hoy, la Uni・ Europea (UE) es la ・ica que subvenciona sustancialmente las exportaciones -- casi todos los dem・ pa・es acordaron en la ・tima ronda de negociaciones no subsidiarlas, o solamente tienen recursos limitados para hacerlo. Los agricultores de la Uni・ Europea, al responder a precios internos que frecuentemente son el doble de los precios mundiales, producen m・ que lo que se puede consumir en Europa, pero a precios tan altos que solamente se lo puede vender en el exterior con generosas subvenciones. Estas subvenciones fuerzan a otros abastecedores competidores a salir del mercado (lo que es costoso e injusto) y desalientan la producci・ en aquellos pa・es que tienen una ventaja comparativa en la producci・ agr・ola (lo que es un desperdicio y representa una amenaza tanto para el medio ambiente como para las necesidades futuras de la producci・ agr・ola).
En las negociaciones de la Ronda Uruguay, los pa・es reconocieron la naturaleza corrosiva de las subvenciones a las exportaciones y acordaron limitar y reducir su utilizaci・. Las negociaciones pr・imas deber・n eliminarlas y examinar de cerca las reglamentaciones que las definen, para asegurar que los pa・es no recurran a otras herramientas pol・icas que autoricen gastos gubernamentales con el fin de determinar qui・es ser・ los ganadores en el mercado. Espec・icamente, los miembros de la OMC deber・n considerar seriamente reducir los monopolios estatales de exportaciones agr・olas, que pueden enmascarar subvenciones y ejercer un poder de distorsi・ en el mercado, as?como otras pol・icas que se utilizan para deshacerse de los productos excedentes en formas que no son de mercado.
Acceso a mercados. Las medidas que se aplican en la frontera para parar el comercio representan actualmente la principal barrera a un entorno comercial m・ libre y abierto para la agricultura. Las barreras al acceso a los mercados les niegan a los productores eficientes la oportunidad de competir en otros mercados y limitan la variedad y calidad de los productos que est・ a disposici・ de los consumidores. Abrir los mercados y aumentar al m・imo las oportunidades comerciales, son principios fundamentales de la OMC, y todav・ tenemos en la agricultura mucho camino por recorrer para abrir los mercados a la competencia.
El Acuerdo de la Ronda Uruguay coloc?al comercio agr・ola sobre una base m・ previsible al requerir que se conviertan a aranceles simples todas las medidas no arancelarias, como las cuotas y la prohibici・ de importaciones. Si bien ・te fue un primer paso necesario para eliminar las barreras, muchos de los aranceles todav・ son prohibitivamente altos. Por ejemplo, mientras que el arancel medio que Estados Unidos impone a los productos agropecuarios es menor de un cinco por ciento (y casi cero para productos industriales), el arancel agr・ola medio que imponen los miembros de la OMC excede el 40 por ciento. Adem・, en algunos casos, el acceso al mercado est?limitado a una cuota de derechos arancelarios, donde solamente cantidades espec・icas de importaciones gozan de derechos bajos. Muchos otros productos b・icos tambi・ est・ sujetos a aranceles altos.
Al comenzar el siglo pr・imo, los aranceles elevados no deber・n impedir el movimiento de productos agropecuarios importados. All?donde el contingente arancelario siga siendo un paso de transici・ antes de lograrse un comercio m・ abierto, esperamos disciplinas m・ espec・icas sobre c・o se lo administra. De igual manera, necesitamos examinar de cerca los monopolios estatales de importaciones agr・olas; el uso de estas empresas comerciales estatales quiz・ se justificaba cuando se permit・n m・ restricciones en el comercio agr・ola, pero en el r・imen de s・o aranceles, es dif・il comprender por qu?el gobierno necesita inmiscuirse entre el exportador y el consumidor.
Subvenciones internas. Los programas de subvenciones internas muchas veces son la causa de otras pol・icas que distorsionan el comercio. Las pol・icas de subvenci・ que aumentan los precios internos por encima del nivel de los precios mundiales solamente pueden mantenerse si se restringe las importaciones que compiten en el precio. Adem・, el exceso de producci・ generado por precios internos altos s・o puede venderse en los mercados mundiales si se subvencionan las exportaciones de modo que los precios bajen al nivel de los precios mundiales. Si bien refrenar los programas de subvenciones internas tiene alg・ valor para racionalizar la producci・ agr・ola, las negociaciones en la OMC se concentrar・ en sus elementos que distorsionan el comercio.
En las negociaciones de la Ronda Uruguay, los pa・es acordaron distinguir las subvenciones que distorsionan el comercio (generalmente aqu・las vinculadas con la producci・ de un cultivo espec・ico o relacionadas con un sost・ de precios) de las subvenciones que no distorsionan el comercio (como la investigaci・ y el desarrollo, la capacitaci・, y la protecci・ del medio ambiente). Se puso un l・ite a las subvenciones que distorsionan el comercio y se inici?el proceso de reducir los niveles de subvenci・ permisibles. Esta es una distinci・ acertada: se debe eliminar el tipo de subvenci・ detestable que distorsiona los mercados y paraliza a los productores, pero no se deben reducir los programas que aumentan la capacidad de un pa・ de producir, en el siglo pr・imo, productos agropecuarios sin incentivos que distorsionan a la producci・.
Normas. A medida que los miembros de la OMC progresan en eliminar aranceles y subvenciones, aumenta la tentaci・ de enmascarar las barreras al comercio con medidas de salud y seguridad u otras "normas t・nicas" aparentemente innocuas. Adem・, cuando las reglamentaciones supuestamente concebidas para proteger la salud se convierten en veh・ulos de proteccionismo interno, se pone en duda la credibilidad de todo el aparato de seguridad de un pa・. Cuando se reemplaza una ciencia acertada con pol・icas, se socava la base de una pol・ica de salud acertada. Por lo tanto, si se aumenta la rendici・ de cuentas de un gobierno, haciendo hincapi?en una ciencia acertada para las normas de salud, se corrigen las barreras comerciales enmascaradas y se fortalece la pol・ica de salud.
En la Ronda Uruguay, los pa・es acordaron una serie de principios acertados: cada pa・ tiene el derecho de mantener medidas de salud y seguridad, pero ・tas deben basarse en una ciencia acertada, estar respaldadas por pruebas cient・icas y una evaluaci・ de los riesgos, y no deben restringir al comercio m・ de lo necesario para alcanzar las metas de salud. En la pr・tica, los pa・es se han dado cuenta de que estos principios dan resultados buenos -- las medidas falsas adoptadas sin base cient・ica fueron impugnadas exitosamente en la OMC sin que se sacrificaran los intereses de la salud. Para satisfacer las necesidades del siglo pr・imo, es de importancia cr・ica crear un entorno favorable a la diseminaci・ de productos biot・nicos que aumenten la producci・.
La agricultura es diferente
La agricultura ocupa un lugar especial en la econom・ nacional de la mayor・ de los pa・es. Los agricultores son los encargados de alimentar y vestir a la gente. La agricultura tambi・ ejerce una influencia poderosa sobre nuestra cultura nacional, al exigir la preservaci・ de los estilos de vida y valores rurales. La producci・ agr・ola est?sujeta a los caprichos crueles del clima y a la implacable declinaci・ de precios y aumento de costos. Algunos destacan estos factores como justificaci・ de un trato diferencial de la agricultura en la econom・ internacional, e incluso justifican pol・icas agr・olas que distorsionan el comercio. Esta es una idea obstinada: las sociedades pueden sostener la agricultura y preservar las comunidades rurales en forma tal que se fomente la variedad, se proteja los recursos naturales, y se expanda el comercio.
En el siglo pr・imo la producci・ agr・ola no podr?darse el lujo de quedar atrapada en un sistema est・ico en el que los precios los determina una orden gubernamental, las decisiones acerca de la producci・ las controlan planificadores centrales, y se obliga a los agricultores a producir solamente para los consumidores locales. Este sistema miope no puede sostenerse en ninguna sociedad productora agr・ola importante. Es m・, este tipo de sistema no podr?satisfacer las necesidades del siglo venidero, cuando enfrentaremos demandas de consumo y limitaciones de recursos naturales sin precedentes.
Espero, en cambio, un mundo din・ico para el comercio agr・ola, en el que los productores, exportadores y comerciantes minoristas apliquen la facultad creadora de la mente humana a la riqueza natural de la tierra. En este mundo "nuevo", produciremos alimentos en cantidades y variedades mayores que nunca, alimentaremos a los miles de millones que vendr・, mantendremos nuestro medio ambiente, y liberaremos recursos econ・icos que de otra manera sofocar・ el proteccionismo moribundo; en conclusi・, elevaremos los niveles de vida en todo el mundo.
Perspectivas
Econ・icas
Publicaci・ Electr・ica de
USIS, Vol. 4, No. 2, mayo de 1999