LAS NEGOCIACIONES COMERCIALES DE LA OMC: ACTIVIDADES DESPUES DE SEATTLE

Por Jeffrey J. Schott, miembro principal del Instituto de Econom・ Internacional


Nadie sali?victorioso de la fallida reuni・ de la Organizaci・ Mundial del Comercio (OMC) celebrada el pasado diciembre en Seattle, ni siquiera los cr・icos de la OMC, ha dicho Jeffrey Schott, miembro principal del Instituto de Econom・ Internacional, una instituci・ de investigaci・ de pol・icas econ・icas con sede en Washington.

Dice Schott que los mayores perdedores quiz・ lo sean los pa・es en desarrollo que dependen de un sistema comercial que funcione bien. Advierte tambi・ que mientras m・ se demoren las negociaciones de comercio internacional, m・ aumentar?el riesgo de que las pol・icas agr・olas proteccionistas de los europeos y japoneses enfrenten represalias de Estados Unidos.

"Para que las conversaciones se reanimen este a・... los pa・es miembros de la OMC tendr・ que mostrar una mayor flexibilidad en sus posturas esenciales", dijo Schott. Schott recomienda como primeros pasos previos al inicio de nuevas negociaciones comerciales, reformas institucionales en la OMC incluso mejor cumplimiento de la soluci・ de diferencias y una mayor transparencia en los procedimientos de toma de decisiones.


El fracaso de la Reuni・ Ministerial de la Organizaci・ Mundial del Comercio, celebrada en diciembre de 1999 en Seattle, es una desgracia para el sistema comercial ahora que entramos en el siglo XXI. Las nuevas negociaciones de comercio mundial se han aplazado y ser?dif・il reanudarlas antes de las pr・imas elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Este fracaso les ha dado energ・ a los cr・icos de la OMC. El que no se hayan iniciado nuevas negociaciones comerciales es para ellos un paso importante hacia su objetivo final de reestructurar el sistema comercial internacional y, con el tiempo, dar marcha atr・ a la actual liberalizaci・ del comercio. Estos grupos consideran el desastre de Seattle como su mayor victoria hasta el momento, que supera inclusive el reciente fracaso de las negociaciones del Acuerdo Multilateral sobre Inversi・ y la derrota en Estados Unidos de la autoridad de negociar acuerdos comerciales por la "v・ r・ida", que ha dificultado la participaci・ de Estados Unidos y, por ende, ha frenado el progreso de varias iniciativas bilaterales y regionales.

Los manifestantes evidentemente produjeron una pendencia en Seattle e hicieron m・ dif・iles los esfuerzos de los delegados de la OMC para negociar los t・minos de referencia de una nueva ronda de negociaciones. El tiempo perdido a causa de las protestas caus?problemas adicionales para los negociadores ya presionados por l・ites de tiempo. Pero finalmente, la reuni・ de la OMC cay?presa de los graves y significativos desacuerdos entre los principales socios comerciales en torno a una posible agenda para la nueva ronda de conversaciones. En cuanto a ese respecto, la peor herida que sufri?la OMC se la infligi?ella misma.

A pesar de las gallardas declaraciones sobre la utilidad de una nueva ronda de negociaciones comerciales, los dirigentes de la OMC, y los cuatro socios principales (Estados Unidos, la Uni・ Europea, Jap・ y Canad? exig・n la liberalizaci・ del comercio en el exterior, pero no quisieron discutir las reformas de sus propias barreras comerciales, que protegen los sectores m・ sensibles a la pol・ica en sus respectivas econom・s. Estados Unidos quer・ profundas reducciones de los subvenciones a la agricultura, pero se opuso a los esfuerzos para reducir sus propios elevados aranceles industriales o reformar las normas antidumping, e insisti?en conversaciones sobre normas laborales y no sobre servicios laborales. De igual manera, Europa y Jap・ se resistieron a hacer reformas considerables en el sector agr・ola, en tanto que buscaban la realizaci・ de nuevas negociaciones sobre pol・ica de inversi・ y de competencia; y Europa y Canad?ped・n la exenci・ especial de sus industrias culturales, a todo lo cual se opon・ Estados Unidos. En resumen, el grupo de los cuatro principales socios comerciales no pudo llegar a un acuerdo entre s? y mucho menos crear consenso entre los pa・es miembros de la OMC para iniciar la nueva ronda de negociaciones comerciales.

Para que las nuevas negociaciones comerciales se reanimen este a・, tanto los pa・es desarrollados como los pa・es en desarrollo tendr・ que estar satisfechos de que los asuntos que m・ les preocupan se pongan en la mesa de negociaciones. Para que as?sea, los pa・es miembros de la OMC tendr・ que mostrar m・ flexibilidad en sus posturas m・ esenciales y corregir las deficiencias en los procedimientos toma de decisiones y soluci・ de diferencias que dificultaron el progreso en Seattle.

Desafortunadamente, los funcionarios de comercio parece que no han comprendido a cabalidad los problemas que se plantearon en la reuni・ de Seattle, ni los cambios que se requieren para fomentar el consenso entre los 135 miembros de la OMC sobre la agenda de las nuevas conversaciones de comercio mundial. La agenda "incorporada" de la OMC podr?proceder con respecto a la agricultura y los servicios, pero cualquiera que haya seguido las negociaciones anteriores en Ginebra sabe que estas conversaciones se atascar・ hasta que los principales socios comerciales demuestren su compromiso pol・ico de ampliar las negociaciones y reformar sus propias barreras comerciales.

Para entender mejor lo que se necesita hacer, har?primero una breve rese・ de los "Perdedores de Seattle" y los problemas que se pusieron de relieve con el fracaso de Seattle. Luego hablar?sobre lo que es necesario hacer como requisito previo al inicio de nuevas conversaciones sobre comercio mundial.

Los perdedores de Seattle

A menudo, aunque equivocadamente, al comercio se lo considera un juego donde hay ganadores y perdedores. A pesar de la impetuosa ret・ica de las fuerzas que se oponen a la mundializaci・ despu・ de la reuni・ de la OMC, en Seattle s・o hubo perdedores (con excepci・ quiz・ de los anarquistas que no fueron enjuiciados).

Perdi?Estados Unidos. El mercado de Estados Unidos es, posiblemente, el m・ abierto del mundo. Nuestros socios comerciales, en particular los pa・es en desarrollo, habr・n tenido que comprometerse a hacer reducciones mucho m・ profundas en sus actuales barreras comerciales que las que se le habr・n exigido a Estados Unidos. En lugar de eso, esas barreras han cobrado ahora nueva vida nueva debido a la demora en iniciar las conversaciones de la OMC. Tanto Estados Unidos como sus socios comerciales sufrir・ por ello.

Perdi?la Uni・ Europea y Jap・ tambi・. Ambos estar・ bajo menos presi・ de sus socios comerciales para efectuar reformas a corto plazo en su muy protegido sector de la agricultura, pero m・ cerca de la fecha de caducidad de la "cl・sula de paz" que protege sus programas agr・olas del desaf・ de la OMC. Mientras m・ larga sea la demora en entablar negociaciones sustanciales sobre la agricultura, mayor es el riesgo de que las disputas bilaterales sobre comercio agr・ola con Estados Unidos provoquen las represalias de Estados Unidos en los casos en los que sus pr・ticas no cumplen las normas de la OMC. A ese respecto, el resultado de la reuni・ de Seattle ha frenado los esfuerzos para remediar las evidentes fallas del mecanismo de soluci・ de diferencias de la OMC, particularmente en lo que respecta al cumplimiento de los dict・enes de grupos de la OMC. La ambig・dad en las disposiciones sobre soluci・ de diferencias han sido fuente de considerable fricci・ entre Estados Unidos y la Uni・ Europea, en el caso de las bananas y la carne con hormonas, y han complicado los esfuerzos de las principales potencias comerciales del mundo para desarrollar y fomentar el consenso entre los pa・es miembros de la OMC sobre la agenda de la nueva ronda de conversaciones comerciales.

Los pa・es en desarrollo fueron quiz・ los que m・ perdieron. Estos pa・es son los socios m・ d・iles del sistema comercial y los que m・ dependen de un sistema multilateral regido por normas y que funcione bien. Los esfuerzos para fortalecer el sistema comercial y aumentar las normas de comercio de la OMC sufrieron un rev・ con el fracaso de las conversaciones de Seattle, lo que destac?algunos de los problemas m・ evidentes de la OMC como instituci・. Las preferencias especiales para los pa・es menos desarrollados que se plantearon en Seattle no se han atascado, al menos por ahora.

Perdieron los sindicatos laborales. Su mensaje sobre los derechos del trabajador no se oy?debido al ruido estrepitoso de los manifestantes m・ violentos, quienes tambi・ usurparon la cobertura de los medios de informaci・. La estridencia de sus demandas durante las conversaciones comerciales, que el presidente Clinton reforz?sin darse cuenta durante una entrevista con la prensa en Seattle, intensific?el temor entre los pa・es en desarrollo de que la iniciativa de Estados Unidos ten・ como prop・ito castigar y no ayudarlos a promover el comercio y el crecimiento econ・ico. Como consecuencia de ello, la posibilidad de que se incluyan las cuestiones laborales en el temario de la OMC es ahora m・ remota.

Perdieron los cr・icos de la OMC. El que se haya impedido el inicio de una nueva ronda de negociaciones comerciales no socava los derechos y obligaciones actuales de la OMC, ni tampoco remedia algunos de los problemas leg・imos mencionados por estos cr・icos y que se habr・n abordado en las conversaciones. Lo ir・ico es que el bloqueo de este proceso multilateral ha reanimado algunas iniciativas de liberalizaci・ de comercio regional en Am・ica Latina y Asia Oriental. Estas conversaciones regionales involucran a los mismos pa・es que fueron el blanco de las cr・icas de los grupos ambientalistas y laborales. Adem・, si bien los cr・icos temporalmente han hecho menos efectiva la participaci・ de Estados Unidos en estas conversaciones, el hecho de que los nuevos convenios regionales discriminen contra los que no son miembros de la OMC significa que las compa骰as de Estados Unidos sufrir・ p・didas debido a los proveedores de otros pa・es en los que los gobiernos y compa骰as quiz・ se sientan menos inclinados a "usar" el comercio para fomentar las reformas del mercado laboral.

Perspectivas para el a・ 2000

Ser?dif・il reanudar la ronda de la OMC sin un compromiso m・ firme de Estados Unidos y la Uni・ Europea de reformar sus propias barreras comerciales, y aceptar una agenda que abarque menos cuestiones nuevas, particularmente sobre temas laborales. Las repercusiones de la reuni・ de Seattle, el pr・imo debate en el Congreso de Estados Unidos sobre el ingreso de China en la OMC y las inminentes elecciones en Estados Unidos son factores cr・icos que pueden dificultar m・ a la administraci・ Clinton la negociaci・ de reducciones de las barreras comerciales, y hacer m・ probable que la administraci・ promueva iniciativas que reflejen las preocupaciones de los votantes de los grupos laborales y ambientales. Por lo tanto, puede ser que a Estados Unidos le resulte dif・il reafirmar su papel de l・er del sistema comercial hasta pasadas las elecciones de noviembre de 2000.

Si bien tomar?tiempo y requerir?voluntad pol・ica llegar a un acuerdo sobre la agenda de la pr・ima ronda de negociaciones de la OMC, la tarea se podr・ facilitar si los gobiernos emprenden iniciativas que fortalezcan la estructura institucional de la OMC y su capacidad de apoyar las reformas en los pa・es en desarrollo. Tres cuestiones muy amplias deber・n ocupar un lugar prioritario en la agenda de la OMC para el a・ 2000: la reforma del acuerdo sobre resoluci・ de diferencias, la reforma del proceso de toma de decisiones y la cooperaci・ con otras organizaciones internacionales para apoyar iniciativas creadoras de una mayor capacidad en los pa・es en desarrollo.

La primera tarea deber・ ser mejorar los procedimientos de soluci・ de diferencias en la OMC. La confianza en un sistema regido por normas depende en gran medida de la voluntad de las principales potencias comerciales de vivir de conformidad con las normas de la OMC y cumplir sus dict・enes. Tal como se ha demostrado en el caso de las bananas y la carne con hormonas, hay que corregir las normas sobre cumplimiento para asegurar que los pa・es que se determine que no cumplen con sus obligaciones conformen sus pr・ticas m・ r・idamente a las normas de la OMC. Esta no es una cuesti・ para el regateo astuto tradicional de las negociaciones de la OMC, sino que deber・ ser una cuesti・ en la que todos los pa・es miembros participen, antes del inicio de una nueva ronda de conversaciones, para asegurar que el sistema de la OMC funciones de forma equitativa y eficiente, y por lo tanto asegure que los derechos y obligaciones que surjan de las nuevas conversaciones se lleven a la pr・tica fielmente.

En segundo lugar, la toma de decisiones en la OMC necesita ser m・ inclusiva y eficiente. Parte del problema en Seattle fue que demasiados pa・es con intereses considerables en el sistema de comercio y las negociaciones en perspectiva fueron excluidos de las deliberaciones sobre la declaraci・ ministerial. Es necesario que la OMC desarrolle un sistema mejor para dirigir el proceso de toma de decisiones entre sus miembros cada vez m・ numerosos y activos, que sea m・ representativo y eficiente que el actual proceso del "sal・ verde". Ese proceso, de seleccionar un peque・ grupo de ministros que toman decisiones por todos a puerta cerrada, ha sido criticado por ser detr・ de los bastidores.

Por ・timo, es necesario que la OMC fortalezca sus v・culos con otras organizaciones internacionales, en particular con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, para apoyar los esfuerzos en los pa・es en desarrollo para mejorar su infraestructura econ・ica y su capacidad administrativa, con el fin de que puedan poner en pr・tica las reformas econ・icas. La ayuda t・nica es necesaria en particular en ・eas tales como la propiedad intelectual y control de aduanas, donde ya se han emprendido las obligaciones de la OMC y donde los pa・es enfrentan problemas para cumplir los compromisos contra・os en Ginebra.

La promoci・ de las reformas institucionales y el fortalecimiento de los v・culos con otras organizaciones internacionales ser・n iniciativas ・iles que la OMC puede emprender en el 2000. Estados Unidos y otros pa・es miembros de la OMC deber・n dedicarse inmediatamente a realizar estas tareas para facilitar el inicio de una nueva ronda multilateral de negociaciones comerciales para principios del a・ pr・imo.

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Nota: Las opiniones que se expresan en este art・ulo no reflejan necesariamente las opiniones o pol・icas del gobierno de Estados Unidos.

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