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SEATTLE NO SIGNIFICA EL FINAL DEL PROGRESOPor Max Baucus, senador estadounidense de Montana
Si bien la conferencia ministerial de la OMC en Seattle fracas?en cuanto a iniciar una nueva ronda de negociaciones de liberalizaci・ del comercio, la misma no marc?el retorno a las barreras comerciales, afirma el senador del estado de Montana Max Baucus. Mientras la OMC se reagrupa, Estados Unidos debe adoptar medidas espec・icas para promover la liberalizaci・ del comercio, dice. Estas medidas incluyen respaldar el ingreso de China en la OMC, encabezar los esfuerzos tendientes a hacer m・ abiertas las operaciones de la OMC y proseguir vigorosamente con un libre comercio bilateral, afirma.
Ahora que ha pasado la conmoci・ de Seattle, es hora de examinar a fondo la pol・ica del comercio internacional y trazar el curso para el futuro. El punto de partida debe ser una evaluaci・ de lo que la fracasada conferencia ministerial de la Organizaci・ Mundial del Comercio ha revelado y lo que no ha revel? Lo que Seattle revelo... y no revelo El fracaso en llegar a un acuerdo en Seattle demostr?que los miembros de la OMC, tal como lo se・l?la representante de comercio estadounidense Charlene Barshefsky, simplemente no est・ preparados para avanzar en cuestiones claves. La Uni・ Europea no est?preparada para desmantelar su sistema de subvenciones agr・olas, econ・ica y ambientalmente desastroso. Los pa・es en desarrollo no est・ preparados para abordar las cuestiones ambientales y de normas laborales. Estados Unidos no est?preparado para discutir leyes comerciales correctivas. Seattle demostr?tambi・ que ya no se puede mantener al p・lico al margen de las discusiones que afectan el bienestar general. En las calles de Seattle, lejos de los salones de reuni・ de la convenci・, fui testigo de una expresi・ de gran preocupaci・ por el r・ido ritmo de los cambios. Los r・idos adelantos tecnol・icos producen progreso material para muchos de nosotros, pero no para todos. Estos adelantos pueden socavar tambi・ importantes valores sociales que definen el car・ter nacional norteamericano, valores como el respeto a la dignidad humana, un medio ambiente seguro y oportunidades econ・icas iguales. Nuestras acciones en el plano internacional deben reflejar estos valores. El hecho de que no se haya logrado iniciar nuevas conversaciones comerciales en Seattle no significa que los miembros de la OMC cambiar・ ahora de direcci・. Algunos observadores han considerado la falta de progreso equivale a descuidar compromisos anteriores. Eso no ha sucedido. La fracasada reuni・ de Seattle no se・la el principio del fin del libre comercio mundial. Si bien no se logr?llegar a un acuerdo sobre nuevas conversaciones, los gobiernos no erigieron nuevas barreras. En cambio, las reglas actuales, imperfectas y aplicadas obtusamente, siguen gobernando la mayor parte del comercio mundial. Seattle no se・l?el comienzo de una nueva era en la que personas que protestan y no han sido elegidas dictan la pol・ica internacional. La minor・ irresponsable que recurri?a la violencia no descarril?la reuni・. La mayor・ responsable, al aceptar a grupos diversos con objetivos ocasionalmente contrarios, no fren?el progreso. Los funcionarios de comercio, con o sin manifestaciones en las calles, no habr・n acordado iniciar una nueva ronda de conversaciones. Los temas que enfrentaban eran demasiado nuevos (el comercio electr・ico), demasiado dif・iles (la innocuidad de los alimentos), o demasiado controvertibles (el trabajo). Pero los manifestantes destacaron que la OMC ya no puede operar tras puertas cerradas. Sus m・odos de realizar arreglos en grupos peque・s ya no dan resultado en la actual organizaci・ de 138 miembros. Proximos pasos de Estados Unidos Seattle no debe significar el final del esfuerzo de aumentar la libertad de comerciar internacionalmente. La incapacidad de avanzar de la OMC no debe causar que Estados Unidos se detenga. Debemos seguir adelante. Hay cuatro cosas espec・icas que Estados Unidos debe hacer. Primero, debemos asegurar las concesiones comerciales que nos ha ofrecido China como parte de sus esfuerzos para ganar su ingreso en la OMC. Estas concesionaes abrir・ el mercado chino a nuestras exportaciones y, al mismo tiempo, inclinar・ a China hacia una sociedad m・ abierta. Tal vez China nunca comparta nuestros valores. Su historia de miles de a・s la ha llevado en otra direcci・. Pero al abrirse a los productos y servicios norteamericanos, se abre a la influencia norteamericana. Los que se oponen al comercio de Estados Unidos con China creen que Estados Unidos puede utilizar el ingreso de China en la OMC para extraerle a・ m・ concesiones. Est・ equivocados. Despu・ de 13 a・s de negociaciones, China no har?concesiones nuevas en cuestiones que son importantes para nosotros, como los derechos humanos, las normas laborales y el medio ambiente. En lugar de ello, simplemente ir・ con sus negocios a otra parte. Seremos derrotados por Europa, Jap・ y otros pa・es. Segundo, debemos abrir la OMC. Hoy, el comercio internacional afecta dr・ticamente la vida diaria de la gente en formas que antes eran inimaginables. No se puede tomar decisiones secretas sobre el comercio. Debemos permitir que los ciudadanos y organizaciones no gubernamentales interesados participen en el proceso. En Estados Unidos, tenemos procedimientos para adoptar reglamentaciones federales que exigen al gobierno informar al p・lico y tomar en cuenta los comentarios del p・lico. La OMC debe operar con un nivel de transparencia equivalente. En este sentido Estados Unidos puede ser l・er con el ejemplo. Debemos dar el primer paso al adoptar procedimientos para que las delegaciones norteamericanas a la OMC tomen en cuenta las opiniones del p・lico. Nuestros actos en la OMC deben tener el mismo nivel de transparencia que el que exigimos en nuestras reglamentaciones internas. Seguidamente deber・mos invitar a otros pa・es que piensan de igual manera a que hagan lo mismo, lo que llevar?a un proceso que quitar?los velos de la OMC. Tercero, debemos seguir adelante. En organizaciones grandes, que como la OMC operan por consenso, muchas veces el miembro menos progresista establece el ritmo del cambio. No podemos permitir que el socio m・ renuente dicte los t・minos del comercio. Estados Unidos debe identificar los pa・es de ideas similares y trabajar con ellos para seguir avanzando cuandoquiera que la OMC est?inm・il. Estados Unidos deber・ embarcarse en un programa vigoroso para negociar acuerdos bilaterales de libre comercio hasta que la OMC est?preparada para reiniciar el proceso multilateral. Los candidatos probables para una primera ronda son Chile, Singapur y Corea del Sur. Estas conversaciones bilaterales deber・ abordar temas de inter・ social, como los trabajadores y el medio ambiente. Por ・timo, debemos seguir utilizando a la OMC para promover nuestros intereses. Desde que se form?la OMC hace menos de cinco a・s, Estados Unidos ha concluido acuerdos importantes sobre temas que abarcan desde los servicios financieros hasta los aranceles de productos de tecnolog・ avanzada. Debemos actuar dentro de la OMC para eliminar impuestos destructivos al comercio en sectores como los productos qu・icos, productos de madera, art・ulos medioambientales y productos energ・icos. El comercio y el medio ambiente Debemos utilizar este per・do pr・imo para hallar una posici・ media en uno de los temas m・ contenciosos que se abordaron en Seattle: la relaci・ entre el comercio y el medio ambiente. El esfuerzo norteamericano en esta cuesti・ se vio debilitado por la falta de consenso en el pa・ sobre c・o deb・ procederse. Debemos crear ese consenso identificando el punto de inter・ com・ entre la comunidad empresarial y los grupos ambientales y despu・ expandir ese punto de inter・ com・. Un buen lugar donde empezar es en la incompatibilidad real o potencial que existe entre la OMC y ciertos acuerdos ambientales multilaterales (AAM). En el plano nacional, debemos empezar por abrir el proceso utilizado para negociar los acuerdos ambientales multilaterales. El sector empresarial y los ambientalistas concuerdan en que este proceso carece de transparencia. En el plano internacional, debemos encontrar un procedimiento para emitir fallos sobre la compatibilidad de los AAM con las reglamentaciones del comercio. Las medidas adoptadas conforme a un acuerdo ambiental multilateral leg・imo no deben estar sujetas a recusaci・ por la OMC. Hay dos maneras de hacer esto. Una es "eximir" a ciertos acuerdos ambientales espec・icos, como hicimos en el Acuerdo de Libre Comercio de Am・ica del Norte. Podr・mos empezar por dar "protecci・" al Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono y a la Convenci・ de Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Silvestre en Peligro de Extinci・ (CCIEPE). La "protecci・" resguardar・ al Protocolo de Montreal y la CCIEPE contra procesos comerciales de la OMC en los que los pa・es entablen demandas por violaci・ de reglamentos comerciales. La otra manera es describir las caracter・ticas de un acuerdo ambiental multilateral que estar・ autom・icamente protegidas. Adem・ de ocuparnos de los AAM, deber・mos eliminar todos los aranceles sobre art・ulos medioambientales. El sector empresarial y los ambientalistas concuerdan en esto. Esto reducir・ el costo de la tecnolog・ ambiental -- desde el tratamiento de aguas cloacales hasta los convertidores catal・icos y la limpieza de aguas subterr・eas. Las compa骰as norteamericanas son l・eres en este terreno, por lo tanto la reducci・ de los aranceles ayudar?a aumentar las exportaciones estadounidenses. He presentado legislaci・ que le dar・ al presidente la autoridad de reducir los aranceles medioambientales, y conf・ en que la misma ser?promulgada cuando el Congreso reanude sus sesiones. Los l・eres empresariales y los ambientalistas concuerdan tambi・ en que es necesario eliminar las subvenciones perjudiciales al medio ambiente. En casos como la pesca y la agricultura, las subvenciones alientan a pr・ticas que son econ・ica y ambientalmente perjudiciales. Limitar estas subvenciones tiene sentido, tanto econ・icamente como en lo que respecta al medio ambiente. Yo desear・ ver la eliminaci・ total de las subvenciones a la pesca. Tambi・ deber・n eliminarse en el mundo entero las subvenciones a la agricultura, pese a la oposici・ de la Uni・ Europea. Deber・mos tambi・ examinar seriamente la reducci・ de las subvenciones agr・olas internas en todo el mundo. Por ・timo, debemos abordar la llamada subvenci・ a la contaminaci・. Me refiero a mantener d・iles, intencionalmente, las normas ambientales, de manera tal que distorsionan el comercio al reducir los costos de producci・ del contaminador y al hacer que los contribuyentes paguen la diferencia mediante costos m・ altos de salud y limpieza ambiental. Este es un problema dif・il. Un problema que es parte del problema mayor es el de los procesos y m・odos de producci・. La manera como se produce un producto afecta al medio ambiente. Entre los ejemplos figuran la manera en que la pesca de camarones afecta a las tortugas de mar y c・o la explotaci・ maderera afecta a las especies, la contaminaci・ de las aguas y la demanda de materiales reciclables. Las reglamentaciones del comercio ya permiten tomar en cuenta la manera en que se manufactura un producto. Los reglamentos sobre derechos de propiedad intelectual esencialmente se refieren a los procesos y m・odos de producci・. Los derechos de propiedad intelectual fueron un tema dif・il y controvertido durante la Ronda Uruguay, pero lo hemos resuelto. Debemos hacer lo mismo con los procesos y m・odos de producci・ ambiental. En mi opini・, la emoci・ que predomin?en Seattle fue la ira. Debemos ir m・ all?ahora y continuar con el trabajo importante de definir las fuerzas de la mundializaci・ de modo que mejoren la vida de toda la gente del mundo. No podemos definir esas fuerzas si nos quedamos parados. Debemos seguir adelante en cuanto al comercio internacional, especialmente en lo que se refiere al medio ambiente.
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