RENDICION DE CUENTAS POR
EL GOBIERNO Y OBSERVADORES EXTERNOS

Por Robert Schmuhl

blue line


 Robert Schmuhl Para cualquier sociedad que aspire a tener un gobierno que rinda cuentas, es de suma importancia la existencia de observadores externos e independientes. En este ensayo sobre los observadores norteamericanos, la prensa y los organismos no-gubernamentales (ONG), Robert Schmuhl, profesor de Estudios Americanos y director del Programa John Gallivan de Periodismo, Etica y Democracia en la universidad de Notre Dame, analiza acontecimientos pasados y recientes que permiten que los ciudadanos puedan supervisar m・ que nunca a su gobierno.


En su libro La Democracia en Am・ica, el estudio sobre el siglo XIX, considerado el an・isis m・ agudo y perdurable sobre Estados Unidos jam・ escrito, Alexis de Tocqueville afirma: "Mientras m・ observo los efectos principales de la prensa libre, m・ me convenzo de que, en el mundo moderno, la libertad de prensa es la principal y en cierto modo el elemento constitutivo de la libertad". Y m・ adelante a・de: "En Am・ica no hay l・ites en cuanto a la libertad de asociaci・ para fines pol・icos".

Por sus viajes y agudas observaciones, Tocqueville se percat?f・ilmente de la conexi・ entre "prensa libre" y "libertad de asociaci・ para fines pol・icos". Desde las d・adas de 1960 y 1970, cuando el periodismo se hizo m・ investigativo en relaci・ al gobierno, las asociaciones de ciudadanos y organizaciones no gubernamentales se han multiplicado por todo Estados Unidos para actuar como observadores y cr・icos del manejo de los negocios p・licos y de aquellas personas nombradas o elegidas para cumplir esas funciones de gobierno.

Asociaciones como Common Cause (Causa Com・), Public Citizen (Ciudadano P・lico) y el Centro para la Integridad P・lica han hecho de la actividad p・lica -o de su inactividad- el foco de su atenci・, divulgando el resultado de sus investigaciones a los asociados en sus organizaciones y por medio de la prensa a los ciudadanos en general. En este sentido los gobiernos federal, estatal y local est・ ahora sometidos a un constante escrutinio, de un modo continuo que nunca antes se hab・ dado.

Las organizaciones de escrutinio p・lico como observadoras

Common Cause, fundada en 1970, consta en la actualidad con m・ de 250.000 socios (y una plantilla de 50 personas en Washington), utiliza consignas como: "Responsabilizando al poder". Dicha organizaci・, comprometida con una pol・ica y gobierno ・ica y abierta, ha ayudado a iniciar una ley para reformar el financiamiento de las campa・s presidenciales, para establece leyes "para la luz solar" para asegurar que los negocios p・licos se hagan en p・lico --y no entre bambalinas-- para acabar con los regalos y honorarios lucrativos que miembros del Congreso reciben por participar en conferencias patrocinadas por distintos grupos de inter・, y para que se impongan requisitos de divulgaci・ para los cabilderos que buscan influir en la ley y en las agencias del gobierno.

Mientras Common Cause se dedica al tema de la reforma pol・ica y gubernamental, la organizaci・ observadora Public Citizen se plantea una agenda m・ amplia. Fundada en 1971 por el activista en favor del consumidor Ralph Nader, se concentra m・ en temas que afectan al consumidor norteamericano -en especial lo referente a la calidad de los alimentos y f・macos, el cuidado m・ico y la conservaci・ de energ・. Sin embargo, una rama de Public Citizen, conocida como Congress Watch, tambi・ supervisa que el gobierno y las empresas corporativas cumplan sus responsabilidades, el proceso de reforma del financiamiento de las campa・s electorales, la ense・nza p・lica, y la investigaci・ e impacto de los medios de comunicaci・. Nader y sus colegas desempe・ron un papel decisivo en el proceso legislativo que llev?a la creaci・ de la Oficina de la Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) y a la creaci・ de la Comisi・ sobre Seguridad de Productos de Consumo.

Un enfoque algo diferente es el del Centro de Integridad P・lica, fundado en 1990, que combina las metodolog・s de las ciencias pol・icas y las t・nicas de investigaci・ period・tica haciendo investigaciones y divulgando densos informes sobre las contribuciones dudosas en las campa・s presidenciales y para el Congreso; los peligros de no contar con reglamentaci・ adecuada para insecticidas; y la disminuci・ de la intimidad a medida que la tecnolog・ avanza. Lo que distingue al Centro de Integridad P・lica es su ・fasis en el periodismo investigativo y su asociaci・ con instituciones period・ticas. Por ejemplo, su an・isis sobre las contribuciones a las campa・s de los miembros de la asamblea general del Estado de Indiana dio como resultado una serie de art・ulos divididos en fasc・ulos que se publicaron en el Indianapolis Star en 1996 y que fueron presentado tambi・ en una serie televisada de una semana de duraci・.

En esos y otros casos, un grupo observador independiente est?ofreciendo ayuda especializada en materia de investigaci・ a los medios de comunicaci・, para que la utilicen en su trabajo. Cuando algunas instituciones alegan que no pueden afrontar el costo de las investigaciones en casos complejos, el Centro para la Integridad P・lica ayuda con los gastos de la investigaci・, y la informaci・ generada sale en ・tima instancia en los principales medios de comunicaci・. En suma, las instituciones period・ticas y el Centro logran objetivos comunes, y el p・lico se beneficia de este esfuerzo conjunto.

La prensa como observadora

Poco antes de su muerte en 1836 James Madison escribi?una carta en la que dec・: "Un pueblo que pretenda gobernarse a s?mismo ha de armarse con el poder que el conocimiento le brinda". Lo que el cuarto presidente y padre de la Constituci・ de Estados Unidos no pudo prever era la existencia de un mundo con la variedad de fuentes de informaci・ que hace que hoy llegar al conocimiento que conduzca al poder requiere mucho m・ esfuerzo que antes.

Aunque el acceso a las noticias gubernamentales y pol・icas es relativamente f・il, el volumen de informaci・ que diariamente hay para escoger, presenta un problema grave y potencialmente un debilitante problema para el ciudadano com・. Los medios de comunicaci・ transmiten tantos mensajes para elegir que la mayor・ de la gente necesita buscar informaci・ c・ica de manera razonada y activa. Y teniendo en cuenta la constante transmisi・ de informaci・ por los canales de televisi・, prensa y ciber espacio, ya no se puede esperar que cualquiera comparta una fuente de informaci・ com・ sobre la vida c・ica.

La utilizaci・ de los medios de comunicaci・ de ninguna manera ha deca・o en los ・timos a・s. Lo que sucede es que la variedad de los medios de comunicaci・ ha resultado en una menor atenci・ a otro medios noticiosos tradicionales, obligando a los norteamericanos que quieren informarse sobre asuntos p・licos a asumir una mayor iniciativa para enterarse de lo que pasa. Hoy los ciudadanos involucrados est・ obligados a acudir a las fuentes period・ticas que brindan la informaci・ pol・ica y estatal que se necesita para la toma de decisiones, por ejemplo, para una votaci・ o para influir o cambiar la pol・ica publica. Y la multiplicidad de medios disponibles requiere un dominio previo de numerosos datos. De otro modo, el resultado puede ser una sensaci・ de sobrecarga de informaci・ o un dilema personal sobre el rumbo apropiado a tomar.

Pero tal labor requiere un sentido de perspectiva y un reconocimiento de las limitaciones que existen si uno se apoya solamente en los medios de comunicaci・ para que le gu・n. Tal como dijo el famoso periodista norteamericano Walter Lippman "la prensa no es un substituto de las instituciones. Es como el haz de luz de una linterna que se mueve lado a lado, alumbrando primero un episodio y luego otro de entre la oscuridad. Las personas no pueden llevar a cabo la labor del mundo s・o con esta luz. No pueden gobernar a la sociedad por episodios, incidentes y erupciones. S・o cuando la prensa trabaja con una luz constante y propia, la luz se vuelve hacia ella y revela una situaci・ suficientemente inteligible para que pueda tomarse una decisi・ popular".

Mantener "una luz constante" con la que se pueda ver los puntos fuertes y d・iles de los diversos niveles del gobierno es el primer paso para que exista una ciudadan・ responsable. De ah?surge la acci・ particular y colectiva que busca corregir o mejorar ciertos aspectos de la pol・ica y la gobernabilidad.

Sobretodo, desde las d・adas de los sesenta y setenta, la cobertura noticiosa norteamericana del gobierno ha adquirido un car・ter m・ confrontacional. La guerra de Vietnam y el esc・dalo de Watergate no s・o disminuyeron la confianza y la fe del ciudadano en la labor del gobierno. Aquellos dos hechos forzaron a los medios de comunicaci・ y al p・lico en general a poner en entredicho la fiabilidad del gobierno y de sus funcionarios, lo que hizo a los periodistas m・ agresivos en sus reportajes sobre los asuntos p・licos y las autoridades gubernamentales de cualquier nivel. En particular, los reportajes sobre Watergate y el gobierno de Nixon, de los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, del Washington Post, cambiaron el car・ter del periodismo, dando lugar a la indagaci・, a la cobertura investigativa y al an・isis.

Lo que hoy es diferente, aparte del estilo period・tico agresivo de Woodward y Bernstein, es el nuevo ambiente noticioso, con mayores canales de difusi・ y fuentes de Internet. Todas estos portales de informaci・ requieren un constante suministro de informaci・, que hace que los medios de comunicaci・ tengan mayores oportunidades para desempe・r el papel de observadores. C・o se desempe・n las diferentes instituciones es un asunto que se debate ampliamente tanto fuera como dentro del ・bito period・tico, pero los hechos de la nueva ・ica y ambiente son cr・icos para comprender la relaci・ contempor・ea entre el gobierno y los medios de comunicaci・.

En las ・timas tres d・adas, los medios de comunicaci・ han proliferado y se han vuelto m・ agresivos, las instituciones y los organismos estatales a cualquier nivel est・ m・ sensibles a la percepci・ que el p・lico tiene de su labor. Circulan hoy tantos mensajes competitivos en los reportajes sobre temas importantes que formarse una opini・ razonada basada en los hechos y en una justa interpretaci・ de ・tos, es cada vez m・ dif・il. El conocido periodista de la cadena de televisi・ ABC, Ted Koppel, se・l?en una reciente conferencia: "Hay por lo menos dos tipos de ignorancia extrema. Durante siglos hemos conocido el primer tipo: una ignorancia que cubr・ casi todo el mundo como una nube negra; una ignorancia que exist・ en un vac・, en el que no hab・ ninguna informaci・. El segundo tipo es un fen・eno m・ reciente, uno que se presenta como una paradoja. Este segundo tipo de ignorancia existe en el mundo de la anarqu・ electr・ica, en el que abunda tanta informaci・ que la mente no sabe qu?ha de creer. La informaci・ no siempre conduce al conocimiento; y el conocimiento rara vez basta para alcanzar la sabidur・."

En este nuevo ambiente informativo, en el que las autoridades intentan asegurarse que se le preste atenci・ a la l・ica de su pol・ica y su labor, la tensi・ entre el gobierno, en todos los niveles, y los medios de comunicaci・ es inevitable. La primera enmienda a la Constituci・ que asegura la libertad de religi・, expresi・, prensa, asamblea y pide al Estado reparaci・ por los agravios sufridos, es tanto un escudo como una espada para los periodistas que informan sobre asuntos p・licos.

Un enfrentamiento mayor entre el gobierno y la prensa ocurri?en 1971, cuando el gobierno del presidente Richard Nixon intent?impedir la publicaci・ de documentos sobre la intervenci・ de Estados Unidos en la guerra de Vietnam. El proceso conocido como "Los documentos del Pent・ono" (oficialmente la querella del New York Times contra el gobierno federal de los Estados Unidos (403 U.S. 713), fue el primero en que el gobierno federal intent?imponer censura previa a los medios importantes de prensa, el New York Times y el Washington Post, alegando que pon・n en peligro la seguridad nacional.

Sin embargo, la votaci・ de 6 a 3 del Tribunal Supremo, no permiti?el intento del gobierno para reprimir a la prensa, y se procedi?con la publicaci・ de los Documentos del Pent・ono. Este importante pleito decidido en plena guerra del Vietnam y en el que estaba involucrado el presidente de Estados Unidos y dos importantes medios period・ticos, result?en una victoria que influy?favorablemente a la prensa en su relaci・ con el gobierno. La afirmaci・ de la Primera Enmienda por el Tribunal Supremo hace tres d・adas sigue repercutiendo en la prensa hoy.

El observador perpetuo

En su segundo discurso inaugural, Thomas Jefferson se・l?que "la artiller・ de la prensa apunta contra nosotros, cargada con cualquier cosa que su desenfreno pueda ingeniar u osar". Aunque a・s antes cuando empezaba, Jefferson hab・ proclamado que si hubiera tenido que escoger entre "un gobierno sin prensa o una prensa sin gobierno, no hubiera dudado ni por un momento escoger lo segundo".

De los diferentes puntos de vista que Jefferson ten・ sobre la prensa se pueden sacar varias lecciones que siguen siendo relevantes para cualquiera que quiera entender la relaci・ entre el gobierno y el periodismo o, en general, entre el gobierno y observadores externos que exijan que ・te rinda cuenta en los quehaceres de los asuntos p・licos.

Desde el principio Jefferson se dio cuenta de la importancia de la prensa para el autogobierno y la libertad ciudadana, pero m・ tarde, al ser presidente se encontr?con que el reportaje y las cr・icas perjudicaban sus propios esfuerzos de gobernar. Jefferson no ha sido ni el primero ni el ・timo de los ocupantes de la Casa Blanca en quejarse abiertamente del maltrato que su gobierno recibi?de la prensa.

Pero las quejas de Jefferson, junto con las de las dem・ autoridades de gobierno a trav・ de los tiempos, es lo que aviva el fuego para mantener al p・lico bien informado. La mera sospecha de que el poder del gobierno se entrometa en la libertad personal siempre ha sido una caracter・tica netamente norteamericana. De hecho, los Padres Fundadores crearon tres ramas de gobierno --la ejecutiva, la legislativa y la judicial- que proliferaron a nivel nacional, estatal y local permitiendo los "frenos y contrapesos" sobre los ・ganos y autoridades p・licos. De modo extraoficial, pero importante, los medios de comunicaci・, los grupos p・licos de inter・ y los ciudadanos --ya sea actuando solos o colectivamente-- observan lo que sucede en el gobierno y tratan de que haya cambios cuando consideran que son necesarios. Al comprometerse en su labor diaria y multifac・ica, el trabajo de estos observadores --en obligar al gobierno a que cumpla sus responsabilidades y sea fiel a los ideales de la naci・-- ayuda a que Estados Unidos se mantenga en una interminable senda hacia una democracia m・ representativa y de firmes prop・itos.

Principio de p・ina       

Peri・icos electr・icos de IIP | Contenido, Temas de la Democracia -- Agosto 2000 | P・ina principal de IIP en espa・l