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La importancia que el público da a varias cuestiones depende en parte del grado de pesimismo o desesperanza con que ve la gravedad que tendrán en el futuro. La confianza en el sistema educativo de Estados Unidos está en el punto más bajo de los últimos veinte años, y esto hace que se dé a esta cuestión una gran importancia. En cambio, la "capacidad de Estados Unidos de mantener buenas relaciones con otros países" se ve con más optimismo que en cualquier otro momento, lo que explica por qué el público da relativamente poca importancia a la forma en que el gobierno dirige las relaciones exteriores.
Los valores básicos del público en materia de relaciones exteriores --Las opiniones de los estadounidenses en cuanto a los objetivos de política exterior del país en el período posterior a la guerra fría pertenecen, sistemáticamente, a cuatro categorías claramente definidas, a las que atribuyen una importancia que varía considerablemente de una a otra:
--"Cuestiones internas de Estados Unidos" vinculadas a la política exterior (por ejemplo, la protección de los empleos de los trabajadores estadounidenses, la lucha contra las drogas ilícitas y la inmigración ilegal) tienen la mayor importancia. Cerca del 70 por ciento de los encuestados en general consideran estas cuestiones "muy importantes".
--"Intereses mundiales" de Estados Unidos (por ejemplo, la prevención de la proliferación nuclear, la lucha contra el terrorismo internacional, la mejora del medio ambiente) tienen la mayor importancia de las tres categorías estrictamente de política exterior. Cerca del 60 por ciento de los encuestados en general consideran esas cuestiones "muy importantes".
--En cambio, todos las medidas de "altruismo mundial" (por ejemplo, la promoción de la democracia y los derechos humanos en el extranjero, la prestación de ayuda a los países en desarrollo) han experimentado un descenso en el apoyo que reciben desde el fin de la guerra fría y esta categoría se considera menos importante que las demás. Cerca del 30 por ciento de los encuestados en general la califican de "muy importante".
--Una categoría de "seguridad militar" (por ejemplo, la defensa de la seguridad de nuestros aliados, el mantenimiento del poderío militar de Estados Unidos) se clasifica a medio camino entre los "intereses mundiales" y el "altruismo mundial", y cerca del 45 por ciento de los encuestados en general la consideran "muy importante".
Un análisis detallado de varias encuestas indica que la participación de Estados Unidos en Bosnia es una cuestión de política "complicada" para muchos estadounidenses, lo que refleja valores de altruismo mundial así como el interés de Estados Unidos en la estabilidad de Europa. Los estadounidenses están casi igualmente divididos en lo que se refiere a la participación de su país en la misión actual de los cascos azules en Bosnia. En cambio, una gran mayoría (cerca del 70 por ciento) apoya el reciente ataque con misiles contra Irak, país al que se ve como una posible amenaza a los intereses vitales de Estados Unidos.
A continuación puntos sobresalientes de algunas de las recientes encuestas:
Las cuestiones más importantes al elegir presidente
Dos tipos de preguntas formuladas en las encuestas de los últimos meses coinciden, generalmente, en que los votantes estadounidenses están dando la mayor importancia a varias cuestiones sociales y relativamente poca importancia a los asuntos exteriores al elegir a su presidente:
1. Las preguntas "abiertas" (aptas de ser interpretadas o respondidas de varias formas) permiten a los encuestados mencionar cualquier otro problema que se les ocurra espontáneamente. En la más reciente de estas encuestas, realizada por Harris del 5 al 8 de septiembre, se preguntaba ¿Cuáles son las dos cuestiones más importantes para usted a la hora de decidir por quién votar en las elecciones presidenciales de noviembre? En general, 76 por ciento de los encuestados mencionaron diversas cuestiones sociales (entre ellas, la atención de salud y Medicaid/Medicare, la beneficencia, el aborto, la educación y el problema del crimen y los estupefacientes) como el criterio principal; 57 por ciento citaron cuestiones económicas (entre ellas los impuestos, el déficit presupuestario y el empleo), y 13 por ciento, varias cuestiones de política exterior y defensa.
Estos resultados son generalmente similares a los obtenidos en recientes encuestas en las que se formula la pregunta frecuente: "¿Cuál es el principal problema del país en este momento?" Una encuesta realizada por la cadena de televisión CBS y el diario New York Times los días 16 al 18 de agosto, reveló que el 46 por ciento de la población mencionó problemas sociales; el 30 por ciento, problemas económicos, y sólo el 2 por ciento, una cuestión de política exterior.
2. Las preguntas "cerradas" piden a los encuestados que clasifiquen separadamente una serie de cuestiones concretas enumeradas en el cuestionario utilizando unas categorías de respuestas fijas (por ejemplo, "extremadamente importante", "muy importante", "algo importante" y "nada importante". Los resultados de varias encuestas que formulaban preguntas cerradas coincidieron en que dos cuestiones sociales: educación y crimen, son más importantes que cualquiera de las tres cuestiones económicas principales (déficit presupuestario, impuestos y empleo) como criterios para votar por presidente. La más reciente de estas encuestas (Gallup/USA Today, del 18 al 21 de julio) reveló que cerca de dos quintas partes de la población cree que la educación y el crimen son criterios "sumamente importantes" frente a cerca de una tercera parte que considera los impuestos y el déficit presupuestario federal como criterios "extremadamente importantes". Cerca de una quinta parte de la población considera los "asuntos exteriores" como factor "extremadamente importante" al elegir presidente.
Estos resultados son similares a los obtenidos en las encuestas del Washington Post, de junio y julio, en las que se preguntaba a los encuestados cuánto les preocupaban (de "mucho" a "nada") 84 cuestiones distintas. Los motivos principales de inquietud, que unas tres quintas partes del público asegura que les preocupan "mucho", son que "el sistema educativo de Estados Unidos va a empeorar en vez de mejorar", "el crimen va a aumentar", y "el SIDA se va a propagar más". Una segunda clase de cuestiones que preocupa "mucho" a un grupo que representa entre el 40 y el 50 por ciento del público, se refieren a que el fondo fiduciario de la Seguridad Social y Medicare "se va a quedar sin dinero", "van a aumentar los impuestos federales" "cada vez un mayor número de buenos empleos se va a ir al extranjero", el ingreso familiar "no se mantendrá al mismo ritmo que los precios", y "el déficit presupuestario federal aumentará".
Con respecto a la intervención de Estados Unidos en Bosnia, al 36 por ciento de los estadounidenses le preocupa "mucho" que la situación en Bosnia empeore y "nuestras tropas se queden atascadas allí y aumente el número de bajas". A una proporción menor, el 24 por ciento del público, le preocupa "mucho" que "las facciones (en Bosnia) vuelvan a matarse unas a otras" una vez que nuestras tropas se retiren de Bosnia. Relativamente pocos estadounidenses expresan inquietud por la magnitud de los gastos de Estados Unidos en defensa: sólo el 20 por ciento afirma que le preocupa "mucho" porque "Estados Unidos no gasta bastante en sus fuerzas armadas", y el 13 por ciento informa que le preocupa "mucho" porque "Estados Unidos gasta demasiado en sus fuerzas armadas".
Candidato más apto para abordar las diversas cuestiones de interésCerca de una docena de encuestas recientes han preguntado cuál de los dos candidatos a la presidencia, el demócrata Bill Clinton o el republicano Dob Dole, "haría un mejor trabajo" para resolver las diversas cuestiones de interés. Estas encuestas han demostrado sistemáticamente que el público da a Clinton una clara ventaja frente a Dole en cuanto a la protección del medio ambiente y la forma de abordar determinadas cuestiones sociales (educación, atención de salud, Medicare y "mejora de las condiciones de los grupos minoritarios). Al mismo tiempo, le da más crédito a Dole que a Clinton en lo que se refiere al mantenimiento de la fuerza militar de Estados Unidos y a resolver determinadas cuestiones económicas (el control de los impuestos y del gasto público). Las opiniones están equitativamente divididas en cuestiones referentes al crimen y las drogas, el déficit presupuestario federal y la política exterior.
Perspectiva del público respecto a varias cuestiones de interés La importancia que el público da a diversas cuestiones depende en parte del grado de pesimismo o desesperanza con que ve la gravedad que tendrán en el futuro. La cuestiones que el público ve con mucho pesimismo, o con poco optimismo, comparadas con años anteriores, obtuvieron puntuaciones relativamente altas como criterios que se consideran a la hora de votar para elegir presidente. Una encuesta Gallup realizada en marzo reveló que el optimismo había llegado a su punto más bajo desde 1974 (cuando se presentó por primera vez esta serie de cuestiones) respecto a las cuestiones siguientes: "las normas morales y éticas en nuestro país" (24 por ciento de los encuestados eran optimistas frente a 53 por ciento pesimistas), "nuestro sistema educativo (41 por ciento optimistas frente a 39 por ciento pesimistas) y "nuestro sistema de gobierno y su funcionamiento" (43 por ciento optimistas frente a 28 por ciento pesimistas). En cambio, "nuestra capacidad de mantener buenas relaciones con otros países" se ve con más confianza que en cualquier otro momento (61 por ciento optimistas frente a 18 por ciento pesimistas), lo mismo que nuestras "perspectivas económicas para los próximos uno o dos años" (50 por ciento optimistas frente a 18 por ciento pesimistas).
Apoyo a la intervenci*oacute;n de Estados Unidos en asuntos internacionales
Varias tendencias muestran un ligero descenso con respecto a los últimos uno o dos años del apoyo público a una función activa de Estados Unidos en el mundo. No obstante, cerca del 60 por ciento de los estadounidenses todavía se muestra favorable a una función generalmente activa de Estados Unidos en los asuntos mundiales, incluida una estrecha cooperación con las Naciones Unidas, mientras que entre 35 y 40 por ciento se opone a una intervención activa en el exterior.
1) Intervención activa de Estados Unidos en los asuntos mundiales Por primera vez desde que terminó la Guerra Fría, el apoyo a una "función activa de Estados Unidos en los asuntos mundiales" ha descendido con respecto a la década de 1980 y primeros años de la actual. En dos encuestas recientes, la proporción de encuestados en general que indicó su apoyo a una función activa de Estados Unidos fue del 58 por ciento frente al 64-65 por ciento en los períodos anteriores. Al mismo tiempo, el número de los que quieren que Estados Unidos "se mantenga apartado de los asuntos mundiales" ha aumentado desde los años ochenta y principios de los noventa, con el 36 por ciento en general favorable ahora a una postura aislacionista frente al 29-30 por ciento en los períodos anteriores.
2) "Ocuparnos de nuestros propios asuntos en el exterior": Una encuesta realizada en junio por el Program on International Policy Attitudes --PIPA-- (Programa para el estudio de las actitudes en política internacional) de la Universidad de Maryland, reveló que el número de personas en contra de que Estados Unidos "se ocupe de sus propios asuntos internacionalmente y deje a otros países salir adelante por sus propios medios como mejor puedan" es del 54 por ciento (frente al 43 por ciento que dijeron estar a favor). Esto representa un descenso de cinco puntos con respecto al porcentaje medio de encuestados que rechazaron esta postura aislacionista en tres encuestas realizadas en los años ochenta.
3) Cooperar en estrecha relación con las Naciones Unidas: Según una encuesta de PIPA realizada en junio, el 60 por ciento cree que Estados Unidos debe "cooperar plenamente con las Naciones Unidas" (frente al 37 por ciento que no está de acuerdo). Esto representa un descenso del nivel máximo del 77 por ciento de apoyo a la cooperación entre Estados Unidos y las Naciones Unidas registrado en octubre de 1991, pero se acerca al obtenido en los años setenta y ochenta, cuando el 58 por ciento del público en general se mostraba favorable al establecimiento de lazos más estrechos entre ambos.
Los valores básicos del público en pol7iacute;tica exterior
Las cuatro categorías de actitudes a las que pertenecen sistemáticamente las preferencias de los estadounidenses en política exterior: altruismo mundial, intereses mundiales, cuestiones internas, y seguridad militar, se identificaron por medio de un análisis minucioso de dos importantes encuestas posteriores a la Guerra Fría realizadas por el Chicago Council on Foreign Relations (octubre de 1994) y el Times Mirror Center (septiembre de 1993). Estas cuatro categorías de actitudes básicas difieren considerablemente en el grado de importancia que les atribuye el público.
Altruismo mundial: las cinco medidas de esta categoría registraron el nivel más bajo de los últimos 20 años, incluidas tres (la promoción de los derechos humanos, la ayuda a los países en desarrollo y la protección de los países más débiles contra la agresión extranjera) que estaban muy por debajo de los niveles anteriores. Con una excepción (la lucha contra el hambre en el mundo, a la que el 56 por ciento consideraba un objetivo "muy importante"), esta categoría tuvo las puntuaciones más bajas de las 16 preguntas sobre objetivos de la encuesta en cuanto a importancia para Estados Unidos.
Intereses mundiales de Estados Unidos: Esta categoría comprende uno de los objetivos de política exterior más importantes para el público: la prevención de la proliferación nuclear, al que el 82 por ciento calificó de "muy importante", y varios otros del segundo nivel de importancia: la garantía de un suministro de energía adecuado, "muy importante para el 62 por ciento"; la mejora del medio ambiente mundial, "muy importante" para el 58 por ciento; y el fortalecimiento de las Naciones Unidas, "muy importante" para el 51 por ciento.
Cuestiones internas de Estados Unidos. La mayoría de las puntuaciones relativas a esa categoría, a diferencia de las correspondientes a altruismo mundial, han aumentado con respecto a los niveles de los años ochenta. Dos cuestiones de esta categoría obtuvieron las dos clasificaciones más altas: detener el flujo de drogas ilícitas a Estados Unidos era un objetivo "muy importante" para el 85 por ciento del público, y proteger los empleos de los trabajadores estadounidenses, "muy importante" para el 83 por ciento, el nivel más alto registrado para este objetivo de los últimos veinte años. Al mismo tiempo, el apoyo a la imposición de "aranceles y restricciones a los artículos de importación" ha disminuido al nivel más bajo de los últimos veinte años, con el 48 por ciento de los encuestados favorables a esta política en la encuesta del Chicago Council, de octubre de 1994. Estos resultados son compatibles con otros que muestran que los estadounidenses cada vez vinculan más la seguridad económica a la ampliación de las exportaciones, y no a la reducción de las importaciones.
Seguridad militar: Las preguntas sobre tendencias relativas a esta categoría del Chicago Council revelan un marcado contraste: el apoyo para el mantenimiento del compromiso actual de Estados Unidos a la OTAN y al empleo de tropas de Estados Unidos para defender Europa Occidental contra un invasión rusa ha descendido cerca de 10 puntos porcentuales de los altos niveles alcanzados en los años ochenta (cerca del 60 por ciento del público a fines de 1994 frente al 70 por ciento en 1986). Pero el apoyo para emplear tropas de Estados Unidos para defender dos países fuera de Europa ha aumentado cerca de diez o más puntos porcentuales desde los años ochenta. En 1994, el 39 por ciento era favorable a defender a Corea del Sur contra una invasión de Corea del Norte frente a 24 por ciento en 1986; y 42 por ciento se mostraban partidarios de defender a Israel contra una invasión de "fuerzas árabes" frente a 32 por ciento en 1986. Estos resultados indican menos una disminución general del deseo del público de proteger intereses de seguridad militar al terminar la guerra fría que un cambio hacia una serie de intereses más equilibrados, menos centrados en Europa. Estos intereses comprenden amenazas regionales en el Oriente Medio y Asia y amenazas mundiales de seguridad, tales como el terrorismo y la proliferación nuclear.
La intervención de Estados Unidos en Bosnia.
Varias encuestas realizadas este año muestran que el público estadounidense está casi igualmente dividido respecto a la participación de sus tropas en la misión actual de mantenimiento de la paz en Bosnia (cerca del 45 por ciento a favor frente al 45 por ciento en contra). El apoyo a la misión de Bosnia se realza por el hecho de que se considera en cierto modo como una defensa de los intereses de seguridad militar de Estados Unidos (es decir, los intereses de Estados Unidos en una Europa estable) más que una expresión enteramente de altruismo mundial. En cambio, el apoyo a la intervención en Bosnia no es tan alto como el apoyo a la intervención en determinadas situaciones consideradas predominantemente como intereses vitales de seguridad para Estados Unidos. Por ejemplo, más de la mitad del público es partidario de emplear tropas estadounidenses de combate para defender Europa occidental o Arabia Saudita contra un ataque exterior.
Los ataques militares de Estados Unidos contra Irak
Cuatro encuestas realizadas poco después de los ataques estadounidenses con misiles contra Irak coinciden en que cerca del 70 por ciento del público aprueba, y sólo el 20 por ciento desaprueba, "la decisión del presidente Clinton de lanzar misiles" contra Irak. La encuesta del diario Los Angeles Times (del 7 al 10 de septiembre) formulaba una pregunta separada que comprendía tres categorías de respuestas y permitió comprobar que sólo nueve por ciento del público pensaba que el lanzamiento de misiles contra Irak era un acto "demasiado duro". En contraste, el 30 por ciento dijo que los ataques "no eran lo suficientemente duros", mientras que 46 por ciento dijo que "estaban bien" como respuesta a las actividades militares iraquíes. Irak es uno de los países que cuentan con menos simpatías entre el público, y se lo considera una amenaza a los intereses de Estados Unidos en el Golfo Pérsico. Según una encuesta Gallup de marzo pasado, el 86 por ciento de los estadounidenses tiene una "opinión desfavorable" de Irak, incluido un 52 por ciento que tiene una "opinión muy desfavorable", de ese país, mientras que sólo el 6 por ciento lo ve favorablemente. Los estadounidenses tienen una impresión más negativa de Irak que de cualquier otro de los 14 países mencionados en la encuesta, incluidos Irán y Cuba, de los que tienen una opinión desfavorable el 84 por ciento y el 81 por ciento los encuestados, respectivamente.
Agenda de la
política exterior de los Estados Unidos de
América
Publicaciones Electrónicas del
USIS, Vol. 1, No. 14, Octubre de 1996.