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Las dos organizaciones políticas han reclutado especialistas en asuntos internacionales, unos remunerados y otros voluntarios, para que las asesoren sobre la mejor forma de promover las posturas de política exterior de sus candidatos.
El mensaje sobre asuntos exteriores de la campaña del candidato demócrata a la presidencia, Bill Clinton, está dirigido, sobre todo, por James P. Rubin, que hasta fecha reciente era asesor principal y portavoz jefe para la prensa de la embajadora Madeleine Albright, representante permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Rubin es director de política exterior de la campaña para la reelección del equipo Clinton-Gore, así como su enlace con la prensa en cuestiones de política exterior.
Rubin, licenciado en asuntos internacionales por la Universidad de Columbia, ha trabajado en la comisión de relaciones exteriores del Senado y ha sido asesor del senador Joseph Biden en política exterior. Actualmente trabaja en la sede de la campaña de Clinton-Gore en Washington y se mantiene en estrecho contacto con Samuel "Sandy" Berger y Nancy Soderber, ambos vicesecretarios adjuntos del presidente para asuntos de seguridad nacional.
En la campaña republicana, el candidato Bob Dole depende de un grupo de especialistas en asuntos mundiales, algunos de los cuales desempeñaron cargos de máxima responsabilidad en política exterior y seguridad en los gobiernos de Reagan y Bush. Entre ellos están Jeane Kirkpatrick, ex representante permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, y el ex secretario de defensa Don Rumsfeld. Rumsfeld es presidente de la campaña nacional de Dole-Kemp de 1996 y Kirkpatrick, una de 12 copresidentes de la campaña, es también asesora principal en política exterior.
¿Cómo ven los asesores de política exterior su función en el proceso electoral de 1996 y cómo definen las cuestiones de política exterior de más urgencia y las contribuciones de los candidatos? En entrevistas recientes, los representantes de ambos partidos se han referido a estas cuestiones y han ofrecido algunas impresiones sobre la función de la política exterior en la campaña actual.
Rubin subrayó la importancia de que el personal de la campaña y la Casa Blanca "hablen con la misma voz" en cuestiones de política exterior. No ve grandes diferencias entre el presidente Clinton y el senador Dole en cuestiones fundamentales de política exterior, que incluyen el compromiso mundial de Estados Unidos y su función como líder y única superpotencia mundial de la actualidad.
"Las diferencias estriban en un criterio general para solucionar las nuevas y complicadas amenazas que han surgido en el mundo", afirmó. "El presidente Clinton está procurando combinar un criterio práctico mediante el uso de una diplomacia ingeniosa, sanciones económicas y, en caso necesario, la fuerza, para hacer frente a las nuevas amenazas del terrorismo, a los estados que no respetan las leyes y a los carteles internacionales de la droga.
Según Rubin, "Se nota un criterio más rígido de parte del senador Dole, un criterio reflexivo. Por ejemplo, se opuso a la Convención sobre las armas químicas con el argumento, ya familiar en los días de la Guerra Fría, de que no se puede verificar lo suficiente su cumplimentación. Pero nosotros consideramos ese tratado como un instrumento más en la lucha contra el terrorismo".
De todos modos, el debate crítico que tiene lugar en la política de Estados Unidos, dijo Rubin "es menos entre los candidatos que entre un candidato y los medios de información. Los medios de información son el vehículo a través del cual se hacen las difíciles preguntas a los candidatos y se abordan y se tienen que explicar temas complicados" a los votantes.
Para Rubin, la tarea primordial de su nuevo trabajo es "procurar que el público de Estados Unidos comprenda la política exterior". El público "no ve amenazas tangibles" a su seguridad ahora que la Guerra Fría ha terminado, afirmó. Es muy importante conseguir que comprenda que "el terrorismo, las drogas, el crimen internacional y el medio ambiente, son cuestiones interconexas, que afectan al país de una u otra forma".
Declaró que le ayudan en su tarea varios miembros demócratas del Congreso, que expresan su opinión públicamente y escriben artículos de fondo en la prensa en los que se refieren a las cuestiones de interés. Algunos de ellos son los senadores Joseph Lieberman, Joseph Biden y Christopher Dodd y los representantes Lee Hamilton y John Spratt.
Rubin dio la descripción siguiente de una jornada típica de trabajo:
"Durante las últimas semanas de la campaña, los periodistas y muchos de los principales servicios de información preparan artículos para comparar y contrastar las posiciones del presidente Clinton y del senador Dole en asuntos exteriores. Por tanto, yo trabajo en estrecho contacto con ellos.
"Estoy en condiciones de determinar si hay necesidad de responder rápidamente a las posiciones del senador Dole. Cuando hundió el tratado de armas químicas, había que dar una respuesta rápida.
"Y finalmente, reunir el material para preparar los debates. Ese es un día típico". Dijo Rubin que anticipa que los moderadores de los debates harán algunas preguntas sobre política exterior a Dole y a Clinton.
Cuando Rubin se unió inicialmente a la campaña para la reelección de Clinton, no creía que la política exterior sería una cuestión de intenso interés para el electorado. De hecho, no esperaba estar muy ocupado, dijo en tono de broma. Pero con el giro de los acontecimientos en Irak la situación cambió completamente.
"Las crecientes críticas de los republicanos a la forma en que el presidente ha abordado la crisis de Irak ... podría ser un intento por su parte de convertir a la política exterior en una cuestión de fondo", dijo Rubin en una charla en el Club nacional demócrata de la mujer, en Washington.
Rubin elogió el liderazgo del presidente en política exterior y dijo: "El público está justificadamente muy satisfecho de los éxitos del presidente Clinton y la forma en que ha mantenido un equilibrio entre los intereses de Estados Unidos al intervenir en el mundo, sin hacer compromisos que el pueblo de Estados Unidos no está dispuesto a apoyar".
Recordó que en los primeros tiempos de la presidencia de Clinton, el gobierno tuvo que hacer frente a algunos problemas de política exterior "muy graves" que habían dejado pendientes gobiernos anteriores, tales como la situación en Bosnia y Haití. En ambos casos, Clinton decidió enviar tropas estadounidenses para ayudar a esos países a ponerse en el camino a la democracia porque creía que ése era el curso de acción apropiado, aunque el Congreso y el pueblo en general se mostraban reacios a dicha intervención. Esas acciones, añadió, demuestran que las decisiones de política exterior de Clinton no están dictadas por consideraciones de política nacional.
"Estamos muy orgullosos de lo que ha logrado el presidente Clinton y creemos que, a diferencia de muchas elecciones pasadas, los demócratas tienen una ventaja neta en lo que respecta a política exterior por primera vez en mucho tiempo. Y eso es realmente un gran éxito para nosotros", afirmó Rubin.
Sin embargo, el comité encargado de la campaña de Dole-Kemp tiene, por supuesto, una opinión distinta, y está practicando su propia estrategia meticulosamente diseñada para exaltar las contribuciones de Dole en política exterior como senador y la función de líder internacional que desempeñaría si fuera elegido presidente.
Dole "quiere dejar bien claros los sectores de política exterior en los que difiere de la administración Clinton", explicó Paula Dobriansky, que dirige el grupo de política exterior de la campaña electoral de Dole-Kemp. "El discurso de Dole ante la Convención republicana refleja claramente las cuestiones de política exterior a las que él concede especial importancia: el terrorismo, la defensa contra proyectiles balísticos, las Naciones Unidas y la sumisión de tropas militares estadounidenses bajo cualquier tipo de mando de las Naciones Unidas".
Dobriansky señaló los puntos en los que Dole difiere de Clinton en política exterior: "Dole es un firme partidario de la defensa contra proyectiles balísticos. La administración Clinton se ha opuesto a ella. Segundo, el senador Dole lleva mucho tiempo abogando incansablemente por levantar el embargo de armas a los musulmanes de Bosnia; la administración Clinton sólo accedió (a levantarlo) cuando se firmó el acuerdo de Dayton; de hecho, ésa era una de las condiciones que puso el senador Dole para (apoyar) el acuerdo de Dayton".
Añadió que otro punto de desacuerdo entre Dole y Clinton se refiere a "Rusia y la forma de abordar la cuestión de Chechenia". El senador Dole se manifestó decididamente en contra de la brutalidad de Rusia en Chechenia y no habría permitido que se concediera a Rusia un importante préstamo del Fondo Monetario Internacional cuando se estaban cometiendo esas atrocidades. Así lo ha declarado. Y no hubiera comparado Chechenia con la Guerra de Secesión de Estados Unidos", como lo hizo Clinton, dijo Dobriansky.
Según Dobriansky, entre los asesores de Dole en política exterior no sólo están Kirkpatrick y Rumsfeld sino también algunos de sus antiguos colegas del Congreso, entre ellos el senador republicano John McCain de Arizona. McCain, antiguo piloto de la Marina que fue prisionero de guerra en Vietnam, asesora a Dole en política de defensa. Dobriansky también mencionó a Robert Ellsworth, de Kansas, ex miembro republicano de la Cámara de Representantes, como otro de los asesores de Dole en política exterior.
Dobriansky indicó que el grupo de expertos en política exterior de la campaña que ella dirige agrupa a unos 200 voluntarios de distinta procedencia, algunos de los cuales ocuparon altos cargos en el gobierno.
Ella misma ha desempeñado una serie de importantes cargos diplomáticos en gobiernos republicanos. Ha sido directora adjunta del Servicio Informativo y Cultural de Estados Unidos, vicesecretaria adjunta de Estado para derechos humanos y asuntos humanitarios, y directora de asuntos europeos y soviéticos del Consejo de Seguridad Nacional. Tiene un título superior de la Escuela Diplomática de la Universidad de Georgetown y es licenciada y doctora en asuntos políticos y militares soviéticos por la Universidad de Harvard.
En asuntos de seguridad, la campaña de Dole también recibe la asesoría de un grupo de expertos en cuestiones de defensa dirigido por el embajador David Smith, ex enviado a las conversaciones sobre asuntos nucleares y espaciales de Ginebra durante la administración Bush.
Smith coordina un grupo de voluntarios que ayudan a la campaña de manera similar al grupo de política exterior, afirmó Dobriansky. Integran este grupo, entre otros, el ex subsecretario de defensa Paul Wolfowitz, el ex secretario adjunto de defensa Richard Perle, el ex vicesecretario adjunto de defensa Douglas Feith, y el ex consejero del secretario de estado Bob Zoellick. Otros asesores de Dole son el ex asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft y el ex presidente del Estado Mayor Conjunto Colin Powell.
Dobriansky manifestó que los grupos de política exterior y defensa trabajan en equipo, "Nos prestamos ayuda mutuamente en una gran variedad de cuestiones".
Un día típico de los asesores de política exterior de Dole puede incluir la redacción de temas sobre los que Dole pueda hablar en los lugares que visite en su campaña, redactar documentos en los que se expone la posición del candidato frente a determinadas cuestiones, hacer declaraciones a los medios de información y a otros grupos, y participar en reuniones donde se discuten temas de política exterior.
Rumsfeld, como director de la campaña, actúa de intermediario con Dole durante los desplazamientos de éste por motivo de la campaña y se mantiene en contacto diario con el senador aunque no siempre viaje con él.
Agenda de la
política exterior de los Estados Unidos de
América
Publicaciones Electrónicas del
USIS, Vol. 1, No. 14, Octubre de 1996.