"El final de la Guerra Fría," dijo el secretario, "nos ha dado una oportunidad sin precedentes para forjar un mundo más seguro de sociedades y mercados libres -- un mundo en el que los intereses e ideales norteamericanos pueden prosperar. Pero también nos enfrentamos a graves amenazas de las que no puede protegernos ninguna frontera -- terrorismo, proliferación, crimen y deterioro del medio ambiente".

"Si ejercemos liderazgo, podemos sostener el ímpetu que venció al comunismo, nos liberó de los peligros de una guerra nuclear y desplegó la bandera de la libertad por el mundo."

Para forjar el mundo más seguro que ahora es posible, Christopher reafirmó los cuatro principios que había esbozado en el mismo foro el año anterior:

"Nuestro compromiso de proporcionar liderazgo es el primero de los principios centrales que guían nuestra política exterior".

"El segundo principio es la necesidad de reforzar las instituciones que proporcionan una base duradera para la paz y prosperidad mundial. Estas instituciones, como las Naciones Unidas, la OTAN y el Banco Mundial, nos ayudan a compartir la responsabilidad y los costos del liderazgo. Este año, una prioridad importante será colaborar con el Congreso para cumplir con nuestras obligaciones económicas con la ONU cuando emprenda un programa esencial de reforma".

"Un tercer principio es que el apoyo de la democracia y los derechos humanos reflejan nuestros ideales y refuerzan nuestros intereses. Nuestra dedicación a los valores universales es una fuente vital de la autoridad y credibilidad norteamericanas. Sin ella simplemente no podemos ejercer liderazgo. Nuestros intereses están más seguros en un mundo en el que el gobierno responsable refuerza la estabilidad y en el que el imperio de la ley protege tanto a los derechos políticos como a las economías de mercado libre".

"Un cuarto principio es la importancia crítica de las relaciones constructivas con las grandes potencias. Estas naciones -- nuestros aliados de Europa y Japón, y también Rusia y China -- tienen la mayor capacidad para afectar nuestra seguridad y prosperidad".

A esos principios continuos, Christopher agregó tres nuevos objetivos para 1996, incluso el de hacer frente a las nuevas amenazas citadas.

"Durante el año próximo", dijo, "le daremos especial atención a los tres objetivos principales: primero, dedicándonos a buscar la paz en las regiones de interés vital para los Estados Unidos; segundo, haciéndole frente a nuevas amenazas transnacionales de seguridad; y tercero, promoviendo nuevos mercados y nueva prosperidad".

En esta primera edición de la Agenda de la Política Exterior de los Estados Unidos de América, un grupo de líderes en política exterior de la administración explica cómo se están poniendo en práctica los principios y los objetivos en todo el mundo; dos observadores expertos describen el contexto, internacional e interno, en el que opera la política; y un experto en asuntos internacionales evalúa sus resultados. Esperamos que esta edición resulte útil e informativa.