Por otra parte, el ・ito de la OTAN en el despliegue nuclear era s・o un aspecto del problema. La cuesti・ nuclear acaparaba en tal grado la atenci・ no s・o de la OTAN sino, de hecho, de nuestros Departamentos de Estado y Defensa, que nadie estaba dispuesto a atender los problemas de las fuerzas no nucleares
Yo estaba convencido de que, tarde o temprano, nos dar・mos de frente con otra crsis trasatl・tica sobre la estructuraci・ de las fuerzas no nucleares de defensa, y hab・ que emprender una nueva e importante iniciativa para mejorarla. Sin embargo, se interpon・ un obst・ulo: Europa no hab・ derivado de su recesi・. Su tasa de desempleo era alta y los gobiernos de coalici・ se caracterizaban por su fragilidad. El ・ito de FNAI cre?la sensaci・ de que se hab・ hecho lo necesario para la defensa a un precio pol・ico muy alto, por lo tanto, la defensa de Europa tendr・ que depender de la capacidad nuclear y no de la convencional. Los pol・icos europeos se dieron cuenta de que las fuerzas nucleares no les costaba dinero a los europeos sumidos entonces en una depresi・ econ・ica, en tanto que las fuerzas no nucleares s?costaban y no se las ten・ en mucha estima.
En el oto・ de 1983 la ・ica ventana hacia una nueva gesti・ de defensa convencional parec・ ser la de la cooperaci・ en los armamentos; es decir, en la adopci・ de una iniciativa para una mejor utilizaci・ de la base superior --financiera, tecnol・ica e industrial-- de la Alianza para propiciar el desarrollo y producci・ de equipo militar. Redact?con la ayuda de mi personal un cablegrama de m・ de 40 p・inas, que no tard?en conocerse como el "monstruograma". Este fue enviado al secretario de Estado, al de Defensa y al asesor de Seguridad Nacional. En el cablegrama expon・ que, ya que el a・ 1983 hab・ sido el A・ de los Misiles, el 1984 deb・ ser el A・ de los Programas de Defensa No Nuclear. Las tendencias alarmantes que afectaban el equilibrio de las fuerzas no nucleares del Pacto de Varsovia y las de la OTAN se hab・n convertido en el problema m・ serio de la OTAN. Sin embargo, se asomaba tambi・ otro peligro, la creciente frustraci・ del Congreso ante la negativa de Europa a remediar esta insuficiencia. El mejorar las fuerzas no nucleares se hab・ convertido en una necesidad imperiosa. Ante la falta de recursos nuevos, el primer paso ten・ que ser una iniciativa nueva y de gran alcance para la cooperaci・ en los armamentos que resultara en una mejor utilizaci・ de los recursos existentes.
El ministro de Defensa de Alemania, Manfred Woerner, me coment?en privado que quer・ presentar lo que calific?de un Esquema Conceptual Militar. Se quejaba de que el Pent・ono hab・ emprendido una serie de iniciativas desacopladas en la OTAN con nombres tan raros como Iniciativa de Batalla Tierra-Aire, Ataque Ofensivo A・eo y Tecnolog・s Nuevas. Estas iniciativas se sumaban a la labor que ya realizaba el personal militar de la OTAN para solucionar problemas tales como acertar blancos en la retaguardia enemiga m・ distante. Hab・ que formular un acercamiento m・ coherente, arguy?Woerner, tanto para poder vender los programas a los parlamentos como para mejorar las operaciones militares. La previsi・ a largo plazo era necesaria. Woerner solicit?mi apoyo personal, lo que me complaci?mucho porque consider?que ser・ el eje de la formulaci・ de una estrategia general para la mejor utilizaci・ de los recursos de la OTAN.
No obstante, las medidas adoptadas por los ministros de defensa en su reuni・ de diciembre de 1983 no fueron lo suficientemente previsoras para evitar una crisis transatl・tica. Est・amos perdiendo la carrera contra el tiempo. El senador Sam Nunn, alentado por el reconocimiento de parte de los ministros de los problemas de las fuerzas no nucleares y al tanto de mis actividades, no confiaba plenamente en que el Pent・ono llevara a cabo las medidas, ni estaba convencido de que las aletargadas capitales europeas emprender・n una gesti・ importante en la defensa no nuclear. Discretamente procedi?a separar y seleccionar los borradores de una enmienda para la retirada de las tropas, y no de una propuesta para sacar meramente a algunos cuantos soldados, pues Nunn ten・ otra opini・. Trabajando como lo que yo calificar・ como un especialista en recursos existentes, Nunn tom?en cuenta la considerable inversi・ de Estados Unidos en la OTAN que se perd・ a causa de las faltas de los aliados. Mencion?una de las m・ evidentes: en una crisis, Estados Unidos deb・ llevar a Europa 1.500 aviones a un costo de m・ de 50.000 millones de d・ares, pero no hab・ suficientes instalaciones para protegerlos una vez que llegaran all?
El razonamiento de Nunn para la retirada de tropas se basaba en que la falta de inversi・ europea en la defensa nos condenaba a una estrategia accidentada y riesgosa, en la cual un gran n・ero de soldados estadounidenses no significar・n mucho. Su propuesta retiraba 90.000 soldados a lo largo de tres a・s. Sin embargo, su enmienda proporcionaba a los aliados una manera de evitar la retirada al requerirles que pagaran un aumento de un 3 por ciento incluido en el mandato de 1977, o bien que cumplieran varias exigencias de producci・. De esta manera se contribuir・ a resolver problemas tales como el bajo n・ero de instalaciones esenciales y de hangares para aviones de las tropas de refuerzo, as?como el de la seria escasez de municiones.
Cuando la enmienda propuesta por Nunn se puso sobre la mesa de conferencia del bloque democr・ico del Senado, gan?partidarios inmediatamente. La oficina legislativa de la Casa Blanca consider?que pod・ contar con m・ de 75 votos del Senado, ya que los republicanos se alineaban con la figura respetada del senador Nunn. La Casa Blanca comenz?a hacer declaraciones de que no se opondr・ a la enmienda. As?de amplia parec・ ser la mayor・ que la apoyaba. Yo, por mi parte, estaba un poco desesperado.
Hice todo lo posible para comunicarme por tel・ono con los senadores que conoc・. Les dije que ser・ desastroso que se aprobara la enmienda despu・ del despliegue de FNAI o de las negociaciones para la Reducci・ Mutua y Equilibrada de Fuerzas. Desanimado recurr?a la cordura y buen juicio del senador John Warner, al que localic?en su finca de Virginia. (・xito! Se unir・ a nosotros y se comunicar・ con el senador John Tower, quien dirigir・ el debate en la c・ara alta. En el consecuente debate senatorial, Tower, presidente de la Comisi・ del Senado para las Fuerzas Armadas, tom?la palabra y demostr?ser un pilar de fortaleza. Sostuvo que la aprobaci・ de la enmienda era equivalente a dar una bofetada a nuestros amigos. Se・l?que "nadie la interpretar・ como una buena se・l, sino como una intimidaci・". Nunn contest? ・s demasiado pedir a nuestro amigos y aliados que hagan lo que se compretieron a hacer? Seg・ ・ no se pod・ enviar a soldados estadounidenses a Europa, mirarles a la cara y decirles: "Muchachos, ustedes van para all? pero cuando lleguen a los aliados se les habr・ acabado las municiones".
En ese momento, el senador Bill Cohen tom?la palabra y dijo que "cuando se trata de agitar, el senador de Georgia es el que mejor lo hace", y ya "ha hecho saber su opini・ a la alianza europea". Cohen propuso una alternativa como soluci・, una enmienda que incluyera la presentaci・ de informes de progreso de la OTAN, en lugar del mecanismo de Nunn para la retirada autom・ica de soldados. Seg・ se fue estrechando el margen de la votaci・, el propio presidente Reagan hizo unas ・timas llamadas telef・icas y se aprob?la enmienda de Cohen.
Para estas fechas, Lord Peter Carrington hab・ reemplazado a Joseph Luns como secretario general. A pesar de su t・ulo nobiliario como el sexto de un linaje de barones, de su prestigio como ex Primer Lord del Almirantazgo, ministro de Defensa y ministro de relaciones exteriores, Peter Carrington no estaba interesado en la pompa y la ceremonia, no las necesitaba, y su primera disposici・ fue poner en venta el Rolls-Royce antes utilizado por Luns. Poco despu・ de su llegada me llam?a su oficina para que le ayudara a interpretar la advertencia lanzada por el Senado de Estados Unidos a la OTAN.
Cuando lo llev?a visitar por primera vez a Nunn en su oficina del Senado, Carrington le dijo: "Senador, estoy de acuerdo con usted, ciertamente que no con sus m・odos, pero s?con sus fines y objetivos". La informalidad del lord ingl・ y la determinaci・ del senador de Georgia propici?entre ellos una afinidad inmediata.
A menudo he pensado que Peter Carrington ten・ caracter・ticas similares a las del ex comandante de las Fuerzas Aliadas, Dwight Eisenhower. Ninguno de los dos era un gran pensador o conceptualista, el genio de ambos se aplicaba m・ bien al presente, y a facilitar la colaboraci・ entre gente diferente y aliados dif・iles. Las estrategias grandiosas casi siempre requieren una estrategia de coalici・, y ning・ plan grandioso tiene probabilidad de ・ito sin el liderazgo de un Eisenhower o de un Carrington. De hecho, el genio de Peter Carrington hizo que en lugar de que se llevara a cabo la amenaza de la retirada de soldados se redoblaran los esfuerzos de la Alianza en la defensa no nuclear. Se trataba, quiz? del momento m・ delicado de la historia de la OTAN desde la retirada de Francia del comando militar, en lo que se refiere a relaciones dentro de la Alianza. El problema de Carrington era ahora c・o producir resultados concretos y mejoras suficientes para evitar se aprobara otra enmienda al a・ siguiente.
El oto・ de ese mismo a・, un a・ despu・ del monstruograma de 1983, Washington comenz?a tomar en serio una nueva iniciativa de defensa no nuclear. Como suele pasar, el Pent・ono y el Departamento de Estado no estaban de acuerdo y tem?que Washington propusiera un acercamiento fragmentario. Carrington me hab・ comentado antes que cre・ que la OTAN deb・ concentrar su atenci・ en uno o dos esfuerzos claves, y hacerlos bien. El segundo problema, que era de car・ter pol・ico, era seleccionar al auspiciador de una nueva gesti・. Las autoridades de Washington y Carrington reconocieron sabiamente que no se deb・ "norteamericanizar" la gesti・ y que hab・ que persuadir a los alemanes de que la encabezaran. Por consiguiente, en la reuni・ de oto・ en Washington entre el presidente Reagan y el canciller Kohl se lleg?a un acuerdo sobre una iniciativa alemana apoyada por Estados Unidos que se pondr・ sobre la mesa en la reuni・ de los ministros de defensa de la OTAN en diciembre de 1984 en Bruselas.
Woerner levant?el documento, lo ley? asinti?con la cabeza y en un santiam・ introdujo una iniciativa que llev?al examen m・ abarcador de las fuerzas de defensa no nuclear en la historia de la OTAN.
M・ adelante en la primavera, Nunn fue nuevamente mi hu・ped en Truman Hall. Luego de unas sesiones informativas en nuestra misi・ de la OTAN, se impresion?con la coherencia del programa para obtener un mejor rendimiento de la inversi・ total en la defensa y cuestion?que el Pent・ono no tuviera un esquema similar. Expres?sentirse complacido con el programa positivo durante un almuerzo con Carrington, quien en tono meditativo expres?la posibilidad de otra enmienda para seguir ejerciendo presi・, pero que esta vez ser・ una positiva. M・ tarde ese mismo d・, Nunn confes?que har・ a un lado su enmienda para la retirada de soldados ese a・, pero no quer・ que se supiera. Quer・ trabajar en secreto con el personal de su oficina y de la m・ en una enmienda con incentivos positivos, en tanto que todos los dem・ pensaban que retomar・ la de la retirada de soldados.
Con el consentimiento de Nunn, iniciamos conversariones con el secretario adjunto de Defensa William Taft, que fue un aliado esencial como presidente de la nueva Comisi・ de la OTAN para la Cooperaci・ en Armamentos, establecida a ra・ de nuestro monstruograma enviado desde Bruselas. Seg・ fue finalmente redactada, la enmienda de Nunn asignaba 200 millones de d・ares que se pod・n gastar s・o si nuestros servicios cooperaban con nuestros aliados. Los aliados ten・n que contribuir su propio dinero, aunque no en proporci・ de un d・ar por cada d・ar. Una segunda parte de la enmienda era apartar 50 millones de d・ares para pruebas conjuntas de armas de Estados Unidos y los pa・es de la OTAN previas a la compra de tales armas. Dos senadores de mucha determinaci・, John Warner y Bill Roth, se unieron a Nunn para auspiciar este monumental paso hacia una mejor utilizaci・ de los recursos de la OTAN. El senador Ted Stevens, que se convirti?en un defensor influyente en la Comisi・ de Asignaciones del Senado, tambi・ visit?la OTAN y concluy?que la sede "se estaba organizando".
La enmienda Nunn-Roth-Warner, presentada durante un discurso que felicitaba a la OTAN por su progreso en tanto que criticaba al Departamento de Defensa en otras ・eas, le dej?saber a Europa que ten・ que poner la casa en orden y hacer frente al reto lanzado por Estados Unidos. La enmienda tambi・ indicaba a nuestra Marina, Ej・cito y Fuerza A・ea que deb・n pensar un poco m・ en una estrategia general al utilizar sus recursos. La Alianza hab・ recorrido un largo camino ese a・ desde que Estados Unidos estuvo a punto de retirar a sus soldados. Se estaba creando una actitud favorable.
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