J. Brian Atwood Administrador Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional tiene a su disposición una amplia variedad de medios y recursos para mejorar los servicios de salud pública en todo el mundo y combatir la propagación mundial de las enfermedades contagiosas.
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Al igual que los personajes de una novela de espías, los agentes de las enfermedades contagiosas a menudo cruzan fronteras nacionales de incógnito, ponen en peligro subrepticiamente a todo el que entra en contacto con ellos y amenazan la estabilidad de las naciones. La atención pública se concentra en ahuyentar a los nuevos organismos patógenos, como Ebola y la "enfermedad de las vacas locas", pero las antiguas enfermedades contagiosas, que se solían controlar con antibióticos o programas de fumigación contra insectos, vuelven a ser novedad. En un momento en que las personas y las mercancías que pueden albergar enfermedades cruzan océanos y continentes en cuestión de horas, la aparición de nuevas enfermedades mortíferas y la reaparición de los antiguos azotes son motivo de preocupación en todo el mundo.
La Agencia para el Desarrollo Internacional ha combatido durante mucho tiempo las enfermedades contagiosas en el mundo en desarrollo, mediante el apoyo a la investigación y la prestación de servicios de atención de salud en más de 40 países en desarrollo. La USAID es la principal agencia de Estados Unidos en cuanto a la prestación de apoyo de salud en el ámbito internacional y desempeña una función decisiva de respuesta a las enfermedades emergentes. La partida presupuestaria del gobierno de Estados Unidos destinada a combatir las enfermedades emergentes correspondiente a la USAID fue de 295 millones de dólares en el ejercicio fiscal 1996.
En junio de 1996, una directiva presidencial sobre enfermedades contagiosas emergentes reconocía la función primordial de la USAID en las actividades a largo plazo para atacar las causas de las enfermedades emergentes y de los nuevos brotes de otras casi olvidadas que están resurgiendo en los países en desarrollo. El documento pedía que se intensifiquen la vigilancia, la respuesta y las actividades de investigación que se realizan en Estados Unidos y en cooperación con otros países para atacar esas enfermedades.
¿COMO SE PROPAGAN LAS ENFERMEDADES CONTAGIOSAS?
Las epidemias no siempre las causan nuevos organismos. Las enfermedades conocidas se pueden propagar a nuevos lugares o personas que no son inmunes. El cambio de las condiciones ecológicas y climáticas o del aprovechamiento del suelo puede aumentar la exposición de los seres humanos a "vectores", es decir, insectos, roedores u otros animales portadores de enfermedades. Con los grandes movimientos de población de las zonas rurales a las metrópolis superpobladas de los países en desarrollo, donde las condiciones de vivienda, saneamiento ambiental o los servicios de salud son inadecuados, surgen las condiciones ideales para el desarrollo y la propagación de enfermedades emergentes.
El paludismo, la tuberculosis, la gonorrea y la pulmonía están volviendo a ser graves problemas sanitarios, debido a la resistencia que desarrollan los organismos patógenos a los medicamentos y los insectos vectores a los pesticidas. Los servicios de salud tienen que estar en condiciones de reconocer "acontecimientos insólitos" que pueden señalar la presencia de enfermedades nuevas o de nuevos brotes de enfermedades antiguas, y de reaccionar de manera rápida y apropiada.
LOS PROGRAMAS PREVENTIVOS DE LA USAID
En los países en desarrollo, las enfermedades contagiosas constituyen el mayor riesgo de incapacitación grave (morbilidad). Las enfermedades crónicas incapacitantes impiden la autosuficiencia y el progreso económico. Las enfermedades nuevas y los nuevos brotes de enfermedades antiguas que tienen el mayor efecto económico en los países en desarrollo son el VIH del SIDA, el paludismo y la tuberculosis.
En vez de establecer programas para combatir enfermedades específicas, objetivo en constante movimiento, la USAID refuerza la capacidad de los servicios de salud de reconocer, prevenir y tratar enfermedades contagiosas mediante el perfeccionamiento de la capacitación, la gestión del presupuesto, los productos farmacéuticos, la logística y las comunicaciones. También contribuye a perfeccionar los conocimientos epidemiológicos y el control de enfermedades, así como a fomentar la inmunización, la educación de salud y la modificación del comportamiento de riesgo.
Los mecanismos eficaces de vigilancia epidemiológica en el país son vitales, pero muy difíciles de establecer y mantener. Los mecanismos especiales de vigilancia de enfermedades exóticas pueden no ser prácticos a largo plazo. La USAID ayuda a los países en desarrollo a establecer mecanismos que puedan detectar acontecimientos insólitos y les facilita información para adoptar las medidas apropiadas contra los brotes de enfermedades contagiosas.
Los servicios de salud no son la única arma en la lucha contra las enfermedades contagiosas emergentes. Existen numerosas pruebas de la influencia del comportamiento humano, el desarrollo económico y el medio ambiente en la aparición y propagación de enfermedades. Los programas de la USAID en estos sectores se ocupan de problemas tales como presión demográfica; deficiente aprovechamiento del suelo, agua y plantas; y mala nutrición.
EL VIH DEL SIDA
Desde 1986, la USAID ha llevado la iniciativa mundial en la lucha contra la epidemia del VIH del SIDA, y ha concentrado sus actividades en contener la propagación del virus y mitigar sus efectos socioeconómicos. Esta estrategia impide la aparición y los nuevos brotes de otras enfermedades, como la tuberculosis. La USAID gasta alrededor de 120 millones de dólares al año en programas de prevención del VIH del SIDA y en programas de mitigación destinados a establecer medios locales de combatir la enfermedad y sus secuelas.
En muchos países en desarrollo, las mujeres tienen las mismas probabilidades que los hombres de contraer el VIH del SIDA. Por tanto, en esencial incluirlas en el diseño y la puesta en práctica de actividades destinadas a reducir la incidencia de la enfermedad. Otros programas básicos incluyen aumentar la disponibilidad de condones, promover los cambios de comportamiento, y mejorar los servicios de control de otras enfermedades que propician las oportunidades de contraer el VIH del SIDA.
LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIOTICOS
Con el tiempo, todas las bacterias desarrollan cierto grado de resistencia a los antibióticos. Esto garantiza la reaparición en el futuro de determinados problemas graves causados por bacterias resistentes a los medicamentos.
La USAID se preocupa especialmente por las enfermedades resistentes a los antibióticos que amenazan a los niños de los países en desarrollo y plantean riesgos cada vez mayores a los países desarrollados. En este aspecto, la USAID concede la mayor importancia a las enfermedades infantiles causadas por bacteria neumocócica (neumonía), así como la neumonía y la meningitis causadas por bacteria hemófila, y la disentería causada por la bacteria del género Shigella.
La incidencia de la tuberculosis está aumentando, y cadasons más frecuentes las infecciones causadas por cepas de bacterias resistentes a varios antibióticos que solían ser eficaces, especialmente en poblaciones con altos niveles de infección por VIH.
LOS TRABAJOS DE INVESTIGACION
Los trabajos de investigación de la USAID sobre enfermedades contagiosas en los países en desarrollo tienen tres objetivos principales:
--reducir las enfermedades infantiles comunes, tales como diarrea, paludismo, neumonía y las que responden a la vacunoterapia, mediante mejores medios de prevención, atención complementaria y el uso racional de medicamentos antimicrobianos;
--reducir la morbo-mortalidad reproductiva mediante el tratamiento y la prevención apropiados de las enfermedades transmisibles por contacto sexual;
--reducir la transmisión del VIH del SIDA.
LA COORDINACION CON LOS SOCIOS
La USAID colabora con otros socios de Estados Unidos a través de acuerdos oficiales y arreglos de coordinación. Las actividades multilaterales incluyen considerables contribuciones financieras y técnicas a los programas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para controlar el VIH del SIDA, la tuberculosis, y la resistencia a los antibióticos. La USAID también fomenta el apoyo internacional a las actividades de vigilancia de las enfermedades contagiosas del Centro para la investigación de las enfermedades diarreicas, de Dhaka, Bangladesh.
Aunque el mandato histórico de la USAID gira en torno a cuestiones de desarrollo a largo plazo, la agencia también destina recursos a cuestiones internacionales de emergencia. Nuestra oficina de asistencia en casos de catástrofes en el extranjero responde a catástrofes naturales y causadas por el hombre, y hemos contraído importantes compromisos para controlar epidemias de cólera y difteria, entre otras, y apoyar las operaciones de Estados Unidos y de los organismos internacionales que se ocupan de los brotes de nuevas infecciones víricas tales como el Ebola.
Las operaciones de USAID en los países en desarrollo seguirán perfeccionando la capacidad local de vigilar y controlar las enfermedades contagiosas. Nuestra principal contribución seguirá siendo atacar la causas y las condiciones que propician la aparición de enfermedades contagiosas.
Cuestiones
Mundiales
Publicaciones Electrónicas del USIS,
Vol. 1, No. 17, Noviembre de 1996.