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La Oficina de política nacional de control de narcóticos, una dependencia de la Oficina ejecutiva del presidente, ha publicado recientemente su informe anual "La estrategia nacional de control de estupefacientes: 1996". A continuación, una traducción extraoficial de la versión resumida de las 101 páginas de dicha publicación.
MOTIVO DE OPTIMISMO PRUDENTE
Pese al reciente aumento en el uso esporádico de estupefacientes por nuestros jóvenes, en los últimos diez años hemos realizado un verdadero progreso como resultado de una campaña a largo plazo basada en sólidos principios morales. Gracias a la labor bipartidista del Congreso y de tres administraciones sucesivas, junto con los esfuerzos de numerosos ciudadanos y comunidades a lo largo y a lo ancho del país, hemos hecho un progreso considerable desde los años setenta, cuando el uso de los estupefacientes alcanzó su punto culminante. Hemos pasado de la tolerancia social generalizada del abuso de drogas a la situación actual, en la que la gran mayoría de los estadounidenses está firmemente en contra del abuso de estupefacientes y no hace uso de ellos. Veamos el alcance del progreso realizado:
-- Si bien 72 millones de estadounidenses han experimentado con estupefacientes ilícitos, la abrumadora mayoría dejó de usarlos por decisión propia y se opone a su uso.
-- Como resultado de una dinámica campaña de prevención, el número de usuarios de estupefacientes ilícitos se ha reducido a la mitad desde 1985, y ha pasado de 22,3 millones a 12,2 millones de usuarios del "mes pasado".
-- El número de nuevos usuarios de cocaína cayó vertiginosamente de un millón y medio en 1980 a cerca de medio millón en 1992. En total, el uso de cocaína ha descendido el 30 por ciento sólo en los últimos tres años.
-- Entre 1975 y los primeros años de la década de 1990, el número de nuevos usuarios de heroína descendió en un 25 por ciento.
-- El número de homicidios ha disminuido en un 5 por ciento, y el de los que se consideran relacionados con los estupefacientes ha bajado en aproximadamente un 25 por ciento.
-- Los lugares de trabajo son más seguros y más productivos: el uso de estupefacientes entre los trabajadores estadounidenses descendió del 19 por ciento en 1979 al 8,1 por ciento en 1993, y tres de cada cuatro compañías de más de 250 empleados han adoptado normas y programas oficiales contra los estupefacientes.
-- Desde finales de los años ochenta, el valor de las confiscaciones de bienes de traficantes de estupefacientes efectuadas por el gobierno de Estados Unidos ha alcanzado un promedio de unos 700 millones de dólares al año.
-- Los programas de tratamiento de drogadictos han mejorado de manera espectacular y están mejor vinculados con los programas de gestión de delincuentes y con los de los tribunales de justicia, de manera que se establece una dinámica de apoyo mutuo entre las actividades de ejecución de las leyes y las de rehabilitación. Se está progresando en la prestación de ayuda a quienes la necesitan.
-- En el plano internacional, pasamos de un comienzo estático al establecimiento de una red de alianzas, asociaciones y acuerdos cooperativos cada vez más eficaces.
a) Hemos bloqueado prácticamente el libre movimiento de cocaína a través del Caribe occidental a Florida y al Sudeste del país.
b) Nuestra labor de interceptación en América del Sur ha entorpecido las normas de tráfico de los traficantes de cocaína en Perú, y les ha obligado a cambiar las rutas de vuelo y las modalidades de transporte.
c) Seis de los siete cabecillas del cártel de Cali fueron arrestados en 1995, y uno fue muerto recientemente por la policía colombiana al oponer resistencia cuando iba a ser arrestado. La continua presión sobre los magnates de la droga colombianos ha dado por resultado un gran número de arrestos y entregas de traficantes de la "generación siguiente", lo que ha perturbado aun más las operaciones del cártel.
d) Una tercera parte de la cocaína que se produce en América del Sur se intercepta antes de llegar a nuestras calles o a las de otros países.
e) Gracias a la intensificación de las actividades de ejecución de las leyes y a una mayor cooperación y concentración de la comunidad internacional en el problema, se ha dificultado el lavado de dinero a los traficantes y a las empresas que les sirven de pantalla.
f) En países asiáticos clave se ha comenzado a arrestar a los magnates de la droga involucrados en el tráfico de heroína y a extraditarlos a Estados Unidos. Estas actividades para atacar a dichas organizaciones de traficantes se están intensificando.
OBJETIVOS ESTRATEGICOS DE LA ESTRATEGIA NACIONAL DE CONTROL DE ESTUPEFACIENTES DE 1996
Objetivo 1: Alentar a la juventud estadounidense a rechazar los narcóticos ilícitos y el abuso de sustancias controladas.
Objetivo 2: Intensificar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses mediante una reducción considerable de los delitos y la violencia vinculados a los estupefacientes.
Objetivo 3: Reducir los costos de salud, beneficencia y otros causados por el uso indebido de drogas y las actividades delictivas afines.
Objetivo 4: Proteger el espacio aéreo, y las fronteras marítimas y terrestres de la amenaza de los estupefacientes.
Objetivo 5: Destruir las fuentes nacionales y extranjeras de suministro de estupefacientes.
RECURSOS PARA CUMPLIR LOS OBJETIVOS ESTRATEGICOS
El presupuesto solicitado por el presidente para el control de estupefacientes en el ejercicio fiscal 1997 asciende a 15.100 millones de dólares. Estos fondos se asignarían a cuatro categorías principales de actividades: aplicación de las leyes en el ámbito nacional, reducción de la demanda, interceptación de estupefacientes, y programas internacionales. En cada uno de estos aspectos generales del programa se ha solicitado un aumento del nivel de financiación para el ejercicio fiscal 1997:
1. Los fondos para las actividades de ejecución de las leyes en el ámbito nacional aumentan el 9,3 por ciento en el ejercicio fiscal 1997, al pasar de 7.600 millones de dólares en el ejercicio fiscal anterior a 8.300 millones de dólares. Estos fondos apoyan actividades tales como investigaciones, enjuiciamientos, labor correccional, ayuda en el sector de ejecución de las leyes en los ámbitos estatal y local, programas reguladores y de cumplimentación, y otras tareas de ejecución de las leyes. Algunos ejemplos de los programas que financiará el gobierno en el ejercicio fiscal 1997 son los siguientes:
-- 644 millones de dólares en fondos relacionados con el control de estupefacientes para subvencionar actividades policiales orientadas hacia la comunidad.
-- 535 millones de dólares para el Edward Byme Memorial State and Local Enforcement Assistance Program (programa Edward Byme de asistencia a los gobiernos estatal y local para el cumplimiento de las leyes), con objeto de prestar asistencia a los gobiernos estatales y locales que participan en actividades destinadas a reducir el uso de estupefacientes y los delitos de violencia.
-- 103 millones para el programa HIDTA, que se concentra en las siete zonas más críticas de tráfico de estupefacientes del país.
Estos fondos están destinados a cumplir el objetivo de la Estrategia de intensificar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses mediante una reducción considerable de los delitos y la violencia vinculados a los estupefacientes.
2. Los fondos para la reducción de la demanda aumentan el 8,7 por ciento, al pasar de 4.600 millones de dólares en el ejercicio fiscal 1996 a 5.000 millones en el de 1997. La demanda para la reducción incluye recursos para tratamiento, prevención, educación e investigación. Algunas de las principales iniciativas de financiación en este sector incluyen:
-- 540 millones de dólares para el Programa de escuelas seguras y libres de estupefacientes, que presta servicio a 40 millones de estudiantes en 97 por ciento de los distritos escolares del país.
-- 371 millones para actividades de prevención del uso de estupefacientes dentro de SAMHSA. Además, se solicitan 904 millones de dólares a través del Substance Abuse Performance Partnership Grant de SAMHSA.
-- 100 millones para los tribunales DRUG a fin de que puedan facilitar el tratamiento y los servicios afines decretados por mandato judicial a los condenados por delitos sin violencia.
Estos recursos apoyan dos objetivos de la Estrategia: alentar a la juventud estadounidenses a rechazar los estupefacientes ilícitos y el abuso de sustancias controladas y reducir los costos de salud, beneficencia y otros causados por el uso indebido de drogas y las actividades delictivas afines.
3. Los recursos para la interceptación aumentan el 7,3 por ciento, al pasar de 1.300 millones dólares del nivel estimado aprobado para el ejercicio fiscal 1996 a 1.400 millones en el ejercicio fiscal 1997. Estos fondos están destinados a mejorar las actividades para detener el flujo de estupefacientes en los países de origen y tránsito y a lo largo de las fronteras de Estados Unidos.
-- 504 millones de dólares para las actividades de interceptación del Servicio de Aduanas de Estados Unidos, que incluyen la Iniciativa de la frontera del sudoeste.
-- 307 millones para el Servicio de Inmigración y Naturalización en apoyo de sus actividades de control de estupefacientes, incluidos 107 millones para la Patrulla de fronteras, lo que supone un aumento del 23 por ciento sobre el nivel calculado par el ejercicio fiscal 1996.
-- 432 millones para las actividades de interceptación del Departamento de Defensa en apoyo del objetivo contra los estupefacientes del Plan internacional de acción del presidente destinado a "reducir la entrada de estupefacientes ilícitos en Estados Unidos mediante la reducción de la producción extranjera, la lucha contra los traficantes internacionales y la reducción de la demanda en el país".
-- Estos recursos están destinados a cumplir el objetivo de la Estrategia de proteger el espacio aéreo, y las fronteras marítimas y terrestres de la amenaza de los estupefacientes.
4. Los recursos para los programas internacionales aumentan el 25,4 por ciento, al pasar de 320 millones de dólares en el ejercicio fiscal 1996 a 401 millones en el ejercicio fiscal 1997.
La mayoría de los fondos destinados a programas internacionales prestan apoyo a dos organismos: la Oficina de asuntos internacionales sobre estupefacientes y cumplimentación de las leyes (INL) del Departamento de Estado y la Administración para el cumplimiento de las leyes en materia de estupefacientes del Departamento de Justicia.
-- 193 millones de dólares para el control internacional de estupefacientes de la INL, lo que supone un aumento de 78 millones sobre el nivel de 115 millones aprobado para el ejercicio fiscal de 1996. Durante el ejercicio fiscal 1997, este programa continuará poniendo en práctica la directiva del presidente de prestar mayor atención a los países de origen, concentrarse en programas que promuevan otras posibilidades de desarrollo, desmantelar las organizaciones del tráfico de estupefacientes e interceptar los estupefacientes. También reforzará las instituciones democráticas de los países de origen para que puedan combatir a las organizaciones de traficantes de manera más eficaz. Además, hará mayor hincapié en las campañas multilaterales que puedan complementar nuestros programas.
-- 175 millones de dólares para las actividades internacionales de control de estupefacientes de la DEA (Agencia de Estados Unidos para el Control de la Droga), en apoyo de programas tales como el de Investigaciones cooperativas extranjeras, mediante el cual se establecen enlaces diplomáticos, se recopilan datos de inteligencia y se presta ayuda en materia de investigación y capacitación a funcionarios del país anfitrión. Además, la DEA coopera con organizaciones internacionales en asuntos relativos a la oferta y el tráfico mundiales y reducción de la demanda.
Estos fondos están destinados a cumplir el objetivo de la Estrategia de destruir las fuentes nacionales y extranjeras de suministro de estupefacientes.
La Sección III de este documento presenta en forma más detallada las principales iniciativas financiadas a través de la solicitud del ejercicio fiscal 1997 para alcanzar las metas y los objetivos de la Estrategia nacional de control de estupefacientes.
Cuestiones
Mundiales
Publicaciones Electrónicas de USIS, Vol. 1,
No. 7, julio de 1996.