
Aunque muchas instituciones ofrecen subespecialización y especialización relacionadas con el medio ambiente, no requieren ni siquiera enseñanza básica sobre el medio ambiente. Por tanto, la gran mayoría de los estudiantes no participan en programas que se concentran en el medio ambiente; la mayoría, incluso, no toman nunca cursos generales sobre la materia. Este artículo tiene como tema la instrucción de estos estudiantes sobre el medio ambiente.
Se ha urgido a las instituciones de estudios superiores a que asuman una función mayor en la preparación de una ciudadanía educada en materia ambiental. La Agenda 21, el plan maestro de acción aprobado por los líderes del mundo en la Cumbre de la Tierra, de las Naciones Unidas, celebrada en 1992, insta a que se tomen medidas enérgicas para dar solidez a la educación ambiental que se ofrece a la ciudadanía del mundo. (Ver Prospecto de los cursos al final de este artículo). Pide concretamente que las universidades desempeñen un papel prominente en la preparación del ciudadano para que pueda analizar y solucionar problemas del medio ambiente.
De la misma manera, el libro sobre Sugerencias de Legislaciones Estatales, publicado por el Consejo de Gobiernos Estatales en 1994, contiene un modelo de legislación sobre educación ambiental que se recomienda que las legislaturas estatales promulguen. La legislación modelo dice: "Las universidades, colegios universitarios y centros de enseñanza secundaria técnica han de aprobar programas que estimulen el conocimiento del medio ambiente y ofrezcan a la población estudiantil oportunidades de practicar la administración ambiental". Para lograrlo, se ordena a las universidades que establezcan "el requisito de un curso de estudios ambientales para todos los estudiantes de estudios avanzados o la preparación de un programa de educación general integrado que imparta conocimiento del medio ambiente mediante su integración en varios cursos".
Se ha escrito extensamente en los últimos 25 años sobre el conocimiento del medio ambiente y las estrategias para lograrlo. A principios de la década de 1980, Harold Hungerford, de la Universidad de Southern Illinois, Ben Peyton, de Michigan State University y yo colaboramos en la preparación de una serie de metas pedagógicas de educación ambiental. Nuestras metas han sido utilizadas en todo el mundo para elaborar programas de estudios e investigación. Creemos que la enseñanza que tenga como fin acrecentar el conocimiento del medio ambiente debe ayudar a formar ciudadanos familiarizados con el tema y, sobre todo, capacitados y dedicados a trabajar, individual y colectivamente, por el logro de un equilibrio dinámico entre la calidad de la vida y la calidad del medio ambiente. En otras palabras, el conocimiento del medio ambiente tiene que concentrarse en el desarrollo de una conducta ambiental responsable.
Harold Hungerford y Trudi Volk, de la Universidad de Southern Illinois, analizaron el material pertinente y llegaron a la conclusión de que se puede aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen los estudios universitarios para fomentar una conducta ambiental responsable si se procede según las siguientes directrices:
Las universidades desarrollan una variedad de estrategias para robustecer su enseñanza sobre el medio ambiente.
En la Universidad Tufts, se estableció en 1990 el Instituto de Conocimientos Ambientales (TELI), en el que se enseña a los profesores la forma de integrar los conceptos y problemas ambientales en los cursos universitarios. Los profesores participan en seminarios de verano que les ayudan a generar ideas para incorporar el conocimiento del medio ambiente en sus cursos. La revisión de los cursos ha producido, por ejemplo, estos resultados: en un curso de literatura inglesa se utilizó obras, como la novela "Viñas de ira", para discutir la relación entre el medio ambiente y la cultura; un profesor de artes dramáticas hizo que los estudiantes actuaran en piezas que tenían como tema el medio ambiente; y en un curso de ingeniería mecánica los estudiantes se concentraron en hacer que una máquina utilizara la energía con mayor eficiencia, con lo cual se consumen menos recursos. El sexto curso práctico de TELI para la capacitación del profesorado tuvo lugar del 31 de mayo al 9 de junio de 1995.
En junio de 1992, la Universidad de Harvard emuló a la Universidad Tufts al crear la Cátedra Heinz para estimular a los profesores, que no se especializan en el medio ambiente, a que integren elementos ambientales en sus cursos. Se han creado posiciones similares en otras universidades.
Aunque el enfoque de Tufts y Harvard ofrecen la oportunidad, a los estudiantes que no se especializan en la materia, de tomar cursos relacionados con el medio ambiente, ésta oportunidad no llega a la mayoría de los universitarios. Esto sólo puede lograrse exigiendo instrucción sobre el medio ambiente en el programa de estudios general de educación.
George Dennison, presidente de la Universidad de Montana describió la importancia de abordar el tema de la educación ambiental en el programa de estudios general. Dennison afirmó: "Todas las instituciones deben proponerse incluir el tema ambiental en el programa de estudios, incluso en los programas de educación general. La gran mayoría de los estudiantes no optarán por los cursos puramente ambientales o no se especializarán en la materia, pero estarán en condiciones de comprender las cuestiones y problemas ambientales gracias a los cursos de educación general y los cursos electivos. Si nuestra meta es influir en el conocimiento ecológico, debemos hacerlo mediante su difusión en los programas de estudios y la educación general".
En la Universidad de Wisconsin - Stevens Point (UW-SP), el programa de estudios de educación general se utiliza para acrecentar el conocimiento de nuestros estudiantes sobre el medio ambiente. En 1990 el rector Keith Sanders nombró un Grupo Especial, de base amplia, para determinar si los requisitos existentes de educación general preparaban debidamente a los estudiantes para abordar las necesidades y expectativas de la sociedad. El grupo especial examinó el material didáctico para identificar la orientación que tenían los requisitos universitarios en cuanto a la educación general. Examinó también los requisitos de una multitud de otras universidades y celebró varias audiencias para solicitar la opinión de los profesores.
Después de casi dos años de estudio, el grupo reconoció 14 competencias o "Habilidades y conocimientos de los estudiantes de la UW-SP para la década de los noventa y más allá". El conocimiento del medio ambiente es una de las competencias que se espera de todos los graduados de la UW-SP.
El paso siguiente fue solicitar a la comisión de profesores encargada de los requisitos generales de graduación, que determinara si los requisitos en vigencia satisfacían cada una de las 14 competencias. En cuanto al medio ambiente, la comisión concluyó que no lo hacían. Por consiguiente, la comisión diseñó, y el senado de profesores de la UW-SP y el rector Sanders aprobaron, el nuevo requisito de conocimiento ambiental para todos los estudiantes. Ello significa que la materia se incluye, junto con el razonamiento crítico, la escritura, la actividad discursiva, y la educación cívica y científica, como parte de la educación básica que se ofrece a los estudiantes de la UW-SP para ayudarlos a funcionar en el siglo XXI.
Para graduarse de la UW-SP, los estudiantes deben completar un curso de tres unidades sobre el medio ambiente (conocido como EL). El criterio para este curso es como sigue: Pueden ser propuesto por cualquiera de las facultades, no debe exigir requisitos previos, es obligatorio el trato interdisciplinario de los temas, se estimula la enseñanza en equipo y multidisciplinaria y, las propuestas para los cursos deben indicar claramente la forma en que se estructuran éstos para lograr sus objetivos.
Se utilizaron las metas propuestas en el informe de Pensilvania, "Achieving Undergraduate Environmental Literacy", como punto de partida para establecer los objetivos de estos cursos en la UW-SP. Para que un curso EL tenga valor académico en la UW-SP, debe capacitar a los estudiantes para:
¿El requisito de conocimiento del medio ambiente de la UW-SP elevará el conocimiento de los graduados sobre la materia? Creo que lo hará. Los futuros graduados deberán estar mejor informados sobre el medio ambiente y, más que todo, capacitados y dispuestos a trabajar individual y colectivamente para lograr un "equilibrio dinámico entre la calidad de la vida y la calidad del medio ambiente. Para garantizar que ello suceda, se harán esfuerzos para ayudar a los profesores a entender y aplicar las estrategias recomendadas por Hungerford y Volk para acrecentar al máximo una conducta responsable en cuanto al medio ambiente. La aplicación de tales estrategias, junto con la enseñanza concentrada en los objetivos del conocimiento ambiental, debe dar como resultado graduados educados en la materia y con sentido de responsabilidad por el medio ambiente.
Se tiene la esperanza de que un número creciente de instituciones de enseñanza superior sigan los ejemplos aquí descritos y tomen medidas para incorporar el medio ambiente en su programa de estudios de educación general. No existe otra enseñanza más básica que la que se dedica a perpetuar tanto la calidad del medio ambiente como la calidad de la vida.
Los estudiantes de la historia ambiental de Estados Unidos analizan la forma en que una generación de decisiones sobre la naturaleza limita decisiones futuras o precipita reacciones que orientan la interacción entre el ser humano y la naturaleza en una dirección diferente.
Los estudiantes de historia ambiental urbana evalúan los efectos sobre los recursos debidos a la actividad humana dentro de las ciudades estadounidenses. Examinan también el cambio que el desarrollo urbano ha producido en la actitud del público en cuanto a los lugares en estado virgen, la naturaleza y la sociedad humana y la influencia de esa actitud en la limpieza urbana, la conservación, preservación, desarrollo industrial y asignación de recursos.
Los estudiantes del Medio ambiente físico bajo tensión, aplican principios y procesos de geografía física para comprender determinadas influencias humanas sobre la atmósfera, las aguas, la tierra y la flora y fauna. Participan en análisis detallados e interdisciplinarios de varios problemas ambientales, incluso sus causas, consecuencias y soluciones. Los estudiantes de Etica ambiental, examinan y evalúan conceptos y valores filosóficos, religiosos y científicos que han formado la actitud humana con respecto al medio ambiente. Se exploran una gran variedad de problemas ambientales y los estudiantes precisan, describen y evalúan el efecto individual de estos problemas sobre el medio ambiente. Es obligatoria la lectura de obras como The Sand County Almanac (El almanaque del Condado Sand).
Los estudiantes del curso de Introducción a los estudios ecológicos y la educación ambiental, analizan los factores naturales, sociales y económicos que influyen en la calidad del medio ambiente. Estudian los vínculos y principios ecológicos y su relación con el crecimiento demográfico, la contaminación, la asignación y agotamiento de los recursos, la conservación, la tecnología y la planificación urbana y rural. Se incluye un esbozo de los métodos y contenido de la educación ambiental en la escuela primaria y secundaria.
Los estudiantes de Política y el medio ambiente, aprenden la relación que existe entre ambas cosas. Leen la obra Tragedy of the Commons (La tragedia de los comunes) y consideran la función del gobierno en cuanto a las normas ambientales. Se examina la ley de Política Ambiental Nacional y otras legislaciones ambientales. Los estudiantes también analizan las organizaciones que tratan de influir en la política ambiental y evalúan sus propias actitudes en cuanto a dicha política.