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El producto interno bruto ajustado a la inflación (PIB real) aumentó a una tasa anual del 4,2 por ciento en el segundo trimestre, pero los primeros indicadores para julio reflejan una retracción de ese ritmo acelerado.
La producción industrial subió apenas el 0,1 por ciento en julio, su avance más pequeño en cinco meses. La producción de las fábricas aumentó a la mitad de su tasa en junio, mientras que la producción de electricidad declinó, reflejando las temperaturas veraniegas más bajas que lo normal en la región oriental del país.
I 94 II 94 III 94 IV 94 I 95 II 95 III 95 IV 95 I 96 II 962,5 4,8 3,6 3,2 0,6 0,7 3,8 0,3 2,0 4,2
Las ventas al por menor en junio y julio declinaron considerablemente de los niveles que habían alcanzado en abril y mayo.
La tasa de desempleo aumentó al 5,4 por ciento en julio en comparación con el 5,3 por ciento en junio, que había constituido un récord de tasa baja en casi 30 años. El aumento de empleos en julio, 193.000, estuvo muy por debajo del promedio mensual de 237.000 registrado en los primeros seis meses de 1996.
El estudio de la actividad económica efectuado por la Reserva Federal, llamado "el libro beige", también sugiere una disminución. El informe expresa que "la economía siguió expandiéndose en junio y julio, aunque en algunas áreas el ritmo del crecimiento ha sido moderado".
El economista principal del Departamento de Comercio Lewis Alexander, dijo el 14 de agosto en una entrevista con USIA que "la economía ha declinado en relación con la tasa del 4,2 por ciento que vimos en el segundo trimestre".
Los gastos del consumidor desempeñaron el papel más importante en el aumento del PIB en el segundo trimestre, junto con un aumento de los gastos del gobierno federal tras la suspensión parcial de labores ocurrida en el invierno. Los índices de sentimiento y expectativas del consumidor para los meses por venir subieron rápidamente en julio.
"No veo una razón por la cual los consumidores no sigan consumiendo, y si los consumidores siguen consumiendo continuaremos viendo un crecimiento moderado", dijo Alexander.
Las tasas más altas de interés han contribuido a la declinación de la economía, especialmente en las ventas de viviendas y ventas al por menor de bienes durables, como artefactos para el hogar grandes, que son sensibles al nivel de los intereses. Las órdenes fabriles de bienes durables bajaron el 0,8 por ciento en junio.
Alexander prevé pocos cambios inmediatos en la tendencia de inflación moderada.
Excepto en los alimentos, los precios de los productos básicos han cambiado poco en los meses recientes; los precios de bienes en las etapas cruda e intermedia de producción han bajado con respecto al mismo período del año pasado.
El índice de precios al consumidor aumentó el 0,3 por ciento en julio, lo cual es algo más alto que en los meses anteriores. Alexander atribuyó el aumento a los precios de las viviendas, que reflejan tasas de interés más altas. "Pero dado que las ventas son más lentas, no veo una razón para esperar que las ventas de casas empujen la inflación".
Los costos laborales siguen siendo una fuente posible de inflación. Los sueldos y salarios aumentaron el 1 por ciento en el primer trimestre de 1996 y el 0,9 por ciento en el segundo trimestre, después de haber subido solamente el 0,7 por ciento en cada uno de los cinco trimestres precedentes.
Los costos de mano de obra por unidad de producción aumentaron el 3,8 por ciento en el segundo trimestre, después de haber subido sólo el 1,5 por ciento en el primero, según un informe preliminar del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. El informe dice también que la productividad de la actividad económica no agrícola bajó el 0,1 por ciento durante el segundo trimestre.
Perspectivas
Económicas
Publicaciones Electrónicas de USIS,
Vol. 1, No. 11, agosto de 1996.