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Justamente cuando todos los indicadores económicos estadounidenses apuntaban hacia arriba, las noticias mejoraron. La Conference Board, un grupo privado dedicado a la investigación, informó el 27 de mayo que la confianza del consumidor en Estados Unidos aumentó súbitamente al nivel más alto de los últimos 28 años.
"Los consumidores no sólo se sienten optimistas en cuanto al estado actual de la actividad económica, sino que creen que la economía continuará expandiéndose durante los próximos seis meses", dijo Lynn Franco, director asociado del Centro de Investigación del Consumidor del Conference Board, refiriéndose a su encuesta mensual de 5.000 unidades familiares en todo el país.
Con un fuerte crecimiento continuado, inflación baja y una tasa de desempleo por debajo de lo que podía esperar cualquier economista hace un año, los pronosticadores no ven un descenso importante de la actividad económica en el futuro inmediato.
Entre tanto, en Estados Unidos las órdenes de fábrica de bienes de consumo duraderos (productos que se espera que duren tres años o más, desde electrodomésticos hasta aviones), aumentaron más de lo esperado en abril, 1,4 por ciento, informó el Departamento de Comercio de Estados Unidos el 28 de mayo. Este es el tercer avance en los últimos cuatro meses de este indicador de la solidez fabril del país.
Los 37 principales pronosticadores profesionales del país de la actividad empresarial esperan, según una encuesta publicada por la Asociación Nacional de Economistas Industriales (NABE) el 27 de mayo, que el producto interno bruto (PIB) disminuya su rápida tasa de crecimiento anual de 5,8 por ciento del primer trimestre de 1997, el crecimiento más rápido registrado en una década, a una tasa sostenible de 2,2 por ciento durante el período de abril a junio, lo que da un promedio para todo el año de 3,4 por ciento.
Ya han se han presentado algunas señales de debilidad. El índice de indicadores económicos anticipados, medida clave de la futura actividad económica, bajó un ligero 0,1 por ciento en abril, su primer descenso en 15 meses, informó la Conference Board el 3 de junio.
Los economistas de la NABE creen que el consumo personal en descenso, el cual representa aproximadamente dos tercios de la economía, será el motor de la atenuación que se espera en la actividad económica. El total de la deuda amortizable del consumidor, actualmente 5,2 por ciento del ingreso disponible, llega a un nivel que es aproximadamente el doble del de hace dos años, lo que significa que es probable que el consumidor pueda ampliar mucho más su endeudamiento.
Se calcula también que el crecimiento de las utilidades de las sociedades, netas de impuestos, se reducirá del 7 por ciento obtenido en 1996 a entre 5 y 6 por ciento en 1997. No obstante, el informe NABE sobre el PIB del primer trimestre de 1997, dado a conocer el 30 de mayo, revela que las utilidades subieron 4,5 por ciento, a una cantidad sin precedentes de 426.500 millones de dólares. Entre tanto, se pronostica que la producción industrial aumentará 4,1 por ciento en 1997 y 2,5 por ciento en 1998, comparada con 2,8 por ciento en 1996.
La atenuación en la actividad pronosticada por otros indicadores principales, como las ventas al por menor y la construcción de vivienda, es una buena noticia, dicen los economistas, ya que si se hubiera sostenido el fuerte crecimiento registrado durante el primer trimestre habrían aumentado las presiones inflacionarias, quizá haciendo que el banco central de Estados Unidas subiera las tasas de interés.
Según la encuesta llevada a cabo por la NABE entre pronosticadores de la actividad empresarial, la inflación subirá a un módico 2,8 por ciento tanto en 1997 como en 1998, del 2 por ciento registrado en 1996. Indica que un aspecto que es causa de preocupación son los precios cada vez más elevados en la bolsa de valores. Se espera que la tasa de desempleo, que era de 4,9 por ciento en abril, aumente ligeramente por encima del 5 por ciento para finales de año.
Una encuesta más amplia de la NABE de 274 economistas, también publicada el 27 de mayo, indica una moderada intensificación de la política monetaria restrictiva de Estados Unidos durante los próximos seis meses. Sin embargo, los economistas esperan que el aumento esperado de un cuarto o medio punto porcentual en la tasa de interés tendrá un efecto muy pequeño a corto plazo, si lo tiene.
Perspectivas
Económicas
Publicación Electrónica de USIS,
Vol. 2, No. 3, junio de 1997