ENTREVISTA CON EL VICESECRETARIO DE COMERCIO ADJUNTO JUDE KEARNEY

Jude Kearney dirige la Iniciativa de la Estrategia Nacional para la Exportación de Servicios de la administración Clinton



Los proveedores norteamericanos de servicios están haciendo importantes adelantos en varios mercados latinoamericanos, sobre todo en Argentina y México, según el vicesecretario de Comercio adjunto para servicios e inversiones, Jude Kearney.

Ahora bien, Kearney, encargado de la Iniciativa de los servicios de la estrategia nacional de exportación de la administración Clinton, afirma que los proveedores norteamericanos de servicios todavía se enfrentan a barreras formidables en una serie de países de Asia, entre los que se cuentan China, India y Malasia.

Kearney prevé que la Organización Mundial del Comercio desempeñará una función activa en la reducción de barreras y en la resolución de controversias en el sector de servicios.

Esta entrevista fue realizada por Jon Schaffer, corresponsal de la USIS para asuntos económicos.


Pregunta: En 1995, Estados Unidos terminó el año con un excedente de 63 mil millones de dólares en su cuenta de servicios, y un aumento de 10 mil millones de dólares en las exportaciones de servicios ¿Cuáles son las perspectivas para el futuro?

Kearney: Los servicios son, posiblemente, el "producto" por excelencia para ampliar el ámbito del comercio internacional en el futuro. Evidentemente, en algún momento, los enormes aumentos adicionales de crecimiento del comercio de servicios sobre los años anteriores serán menos probables. Pero el comercio de servicios es el sector comercial más rentable de Estados Unidos y seguirá siendo un aspecto clave de la labor de ampliación del comercio de nuestro gobierno en el futuro previsible.

Nuestros productos manufacturados compiten bien en los mercados extranjeros. Pero en esos mercados existe incluso mayor demanda de la tecnología de los servicios que está detrás de esos productos. Las empresas norteamericanas han perfeccionado la tecnología de los servicios en todos los aspectos fabriles y en algunos sectores, como los de seguros, ventas al por menor, atención de salud, telecomunicaciones y finanzas, hasta un punto que no ha alcanzado la mayoría de nuestros socios comerciales.

¿Cuáles serán en el futuro los sectores principales de servicios que experimenten un mayor aumento de exportación? probablemente, las telecomunicaciones, las finanzas, la energía y, tal vez, la agroindustria.

P: Usted está a cargo de una nueva Iniciativa de servicios de la administración Clinton. ¿Qué supone esta iniciativa, y cuáles son los mercados principales a los que se dirige?

Kearney: La Iniciativa de servicios se puso en marcha en la primavera de 1995 con la idea de reunir todos los recursos del gobierno para impulsar este sector clave de las exportaciones. Nos valdremos de una serie de instrumentos de que disponen el Departamento de Comercio y otros organismos estatales, incluidas las misiones comerciales, los seminarios y las consultas bilaterales.

Nuestra labor va dirigida a los Grandes mercados incipientes: Brasil, México y Argentina en este hemisferio; Africa del Sur, Turquía y Polonia; y, en Asia, India, Corea del Sur, los siete países miembros de ASEAN (Brunei, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Indonesia y Vietnam), y la Zona económica china, que comprende China, Hong Kong y Taiwan. En el año transcurrido desde que se lanzó la Iniciativa, hemos llevado a cabo misiones comerciales en China, India, Europa oriental, Africa del Sur y Argentina.

Tampoco olvidamos otros mercados desarrollados más maduros, pero las misiones destinadas a promover los servicios norteamericanos se orientarán, en gran parte, a los países dónde nuestras empresas crean que la labor del gobierno de Estados Unidos pueda ayudarlas a ampliar sus oportunidades de exportación.

P: ¿A qué obstáculos se enfrentan las industrias de servicios de Estados Unidos en los Grandes mercados incipientes?

Kearney: Los grandes mercados incipientes son mercados muy prometedores, pero todos presentan, también, considerables obstáculos sistémicos y de infraestructura a la capacidad de las empresas norteamericanos de hacer allí negocios, sobre todo, en el sector de servicios.

Por ejemplo, China es el mayor de los grandes mercados incipientes. Pero, salvo por dos casos en los que ha establecido "experimentos" en inversiones extranjeras, las autoridades no dan licencias a los aseguradores extranjeros para suscribir pólizas de seguros. La única ley de seguros de China se ha promulgado no hace más que unos pocos meses, y todavía no se han publicado reglamentaciones. Por consiguiente, en este momento, conseguir una licencia para hacer negocios en China es, para una compañía de seguros, una tarea que pone a prueba su capacidad de resistencia. Por fortuna, la industria de seguros de Estados Unidos es muy tenaz. No ha perdido la esperanza, ni nosotros tampoco.

La situación es similar en India, donde el gobierno había emprendido algunas reformas económicas, pero la aparición de otras cuestiones más apremiantes, electorales y de política, las relegó a segundo plano. De este modo, su campaña por liberalizar sus servicios financieros y, sobre todo, los seguros, está en compás de espera. En la actualidad, ninguna compañía norteamericana de seguros dispone de licencia para hacer negocios en India. Malasia es, también, uno de los países a los que les es más difícil comprometerse a la liberalización integral de los servicios financieros, igual que Corea. En el caso de Malasia, existe una enorme disparidad entre el trato otorgado a los inversionistas nacionales y extranjeros. En muchos casos es parte de su ordenamiento jurídico.

Hemos conseguido reducir algunas de estas barreras. En China, el gobierno ha mostrado interés en ampliar el nivel de servicios que pueden prestar los abogados extranjeros, según cómo se asocien con empresas locales chinas. Pero la restricciones vigentes demuestran el largo camino que queda por recorrer.

P: ¿Cuál es la experiencia de los proveedores norteamericanos de servicios en Latinoamérica?

Kearney: Pese a sus numerosas barreras, Brasil tiene menos prohibiciones radicales del tipo de las que existen en muchos de los otros grandes mercados incipientes. Como resultado de ello, las empresas norteamericanas de servicios financieros son la principal fuente de inversiones extranjeras en el sector de servicios financieros de Brasil.

Argentina es, sin duda, un éxito desde el punto de vista de Estados Unidos. En el curso de una misión comercial a dicho país, hablamos de algunos de los obstáculos a los seguros y a la gestión de los fondos de jubilación. Desde entonces se ha producido un enorme incremento de las inversiones. Incluso en los sectores de telecomunicaciones y adquisiciones, las compañías norteamericanas de servicios han hecho buenos negocios en Argentina. En los países que hemos visitado personalmente, creo que hemos podido realizar un verdadero progreso. Abrir mercados a los proveedores norteamericanos de servicios requiere, evidentemente, ese tipo de atención.

En México creo que también estamos presenciando un cierto progreso de los proveedores norteamericanos de servicios, pese a las recientes dificultades por las que han atravesado el peso y la economía en ese país.

Pero todavía muchos países de la región mantienen límites sobre la propiedad del capital en servicios. También existen requisitos de capitalización, algunos de los cuales son onerosos. A menudo, los aseguradores extranjeros, incluso cuando puedan obtener una licencia, no reciben el mismo trato que las empresas locales.

P: Cuando las consultas bilaterales y las misiones comerciales no bastan para ayudar, ¿es la Sección 301 de la ley de comercio desleal un instrumento viable para abrir mercados extranjeros a los proveedores norteamericanos de servicios?

Kearney: Una vez que dispongamos de un Acuerdo General sobre Comercio de Servicios verdaderamente integral, la Organización Mundial de Comercio será el órgano inicial de arreglo de diferencias. Yo siempre he creído que no se pierde la capacidad de negociar bilateralmente y promover mercados abiertos en virtud del GATS. La Sección 301 no puede suplantar a la Organización Mundial de Comercio, pero todavía es importante asegurarse de que las líneas bilaterales de comunicación permanecen abiertas. Es de esperar que las actuaciones comerciales al amparo de la Sección 301 sean menos necesarias a medida que vayan imponiéndose las nuevas normas y disciplinas del GATS y de la Organización Mundial de Comercio.

P: ¿Qué viable es GATS considerando que, a diferencia de otros acuerdos de la Ronda del Uruguay, los países pueden optar por no contraer determinados compromisos en sectores individuales de servicios?

Kearney: El GATS es un documento muy valioso y viable porque impone a nuestros socios comerciales internacionales algunas normas comunes de trato nacional, acceso al mercado y equidad. De hecho, el proceso mismo de entrar al GATS ha expuesto a todos a una serie de objetivos comunes y a una serie de normas comunes para el comercio de servicios.