EL SECTOR SERVICIOS: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Por Harry L. Freeman
Presidente de Freeman Company, firma privada de consultoría.



(El siguiente artículo fue adaptado y actualizado de "The Service Economy", publicación de Coalition of Service Industries.)


Para poder evaluar el progreso del sector de servicios es importante considerar los objetivos iniciales del llamado "movimiento de avance" del sector de servicios. Los que tomaron parte en el origen de este movimiento -- personas, corporaciones, funcionarios de gobierno, economistas y otros --, llegaron a la conclusión de que el sector de servicios de Estados Unidos no recibía suficiente atención de parte de los gobiernos y del público en general, y decidieron que era el momento propicio para hacer que se reconociera ese sector. El objetivo, explícitamente declarado e implícitamente entendido, era poner el sector de servicios de Estados Unidos a la par del sector de manufactura (y, por ende, del sector de agricultura). El argumento que con más fuerza respaldaba este objetivo era que los servicios generaban del 60 a cerca del 80 por ciento del producto interno bruto y el empleo.

El objetivo común en Estados Unidos era establecer un régimen más liberal de comercio e inversión para la exportación de servicios estadounidenses, lo que, probablemente, se lograría por medio de las normas del GATT y otros acuerdos comerciales. En tanto que el impulso inicial para la reforma provino del sector de servicios financieros, entre los que se contaban las empresas aseguradoras, rápidamente se extendió a firmas profesionales con relaciones comerciales en todo el mundo, a compañías de transporte e información, y a firmas de ingeniería y construcción.


El movimiento de avance del sector de servicios

El movimiento de avance del sector de servicios comprende cuatro períodos importantes. El primero tuvo lugar durante las décadas del 60 y del 70, y se limitó mayormente a la publicación de libros escritos en círculos académicos y artículos de estudiosos que versaban en parte o totalmente sobre el sector de servicios de Estados Unidos.

La Ronda Tokio del GATT, que se efectuó desde mediados hasta fines de los años 70, no abordó directamente los servicios, si bien funcionarios de comercio de Estados Unidos, dirigidos por el entonces representante de Comercio Robert Strauss, hicieron algunos esfuerzos para que así fuera. De hecho, fueron precisamente esos primeros esfuerzos los que sentaron las bases de los que se emprendieron más tarde para tratar el tema del comercio de servicios. Strauss fue luego partícipe activo en la promoción de los intereses del sector de servicios.

El segundo período, que corresponde a la definición de la misión del movimiento de avance, comenzó en 1979, año en el que muchas partes interesadas empezaron a celebrar una serie de reuniones en diferentes lugares del mundo para discutir un plan de acción a largo plazo. Esas reuniones contaron con la participación de personas tanto del sector privado como del público, todas las cuales compartían la idea de promover el interés en destacar la importancia del sector de servicios. De estas reuniones surgió un consenso que incluía los siguientes elementos:

Como consecuencia del consenso que surgió de la definición de la misión del movimiento de avance, a principios de la década del 80 se produjo una explosión de actividad en los servicios en todo el mundo, encauzada hacia el comercio de servicios, aunque también incluía otros elementos. En este tercer período tuvieron lugar los siguientes acontecimientos:

Esta explosión de actividad en los años 80 y 90 rebasó las expectativas de la mayoría de los "socios fundadores" del movimiento de avance del sector de servicios. Por ende, se puede concluir que cuando se trata de cuestiones comerciales, los esfuerzos de Estados Unidos no siempre son fructíferos, pero los servicios se ponen automáticamente "sobre el tapete" cuando está Estados Unidos de por medio. Esta situación es, quizá, el logro más importante del movimiento de avance en lo que se refiere a los servicios, y ahora forma parte del temario usual y de la terminología comercial.

Era natural que surgiera algún tipo de "relajamiento emocional" después de los esfuerzos de Estados Unidos en la Ronda Uruguay y de la importante batalla librada en el Congreso para ratificar el acuerdo a finales de 1994. Muchos de los "socios fundadores" que habían participado en esa cruzada durante 10 ó 15 años, ahora se ocupan de otros temas o responsabilidades.

La principal tarea que se presenta ahora es concluir la Ronda Uruguay en aquellas áreas donde no se lograron acuerdos. En el área de servicios, prosiguen las negociaciones en cuestiones marítimas, telecomunicaciones básicas y movimiento de personal. Las negociaciones sobre servicios financieros se reanudarán en 1997. En cada una de estas áreas, no se divisa un panorama claro. Si bien gran parte de la comunidad mercantil ha comenzado a pensar en áreas nuevas, tales como política de competencia, medio ambiente y derechos de los trabajadores, los del sector de servicios todavía se mantienen ocupados con la Ronda Uruguay.

La actual fase de "relajamiento emocional" se ubica en un panorama diferente. Las asociaciones mercantiles que se establecieron para fomentar los intereses del sector de servicios ya han madurado, y algunas hasta se muestran menos activas. Muchas organizaciones y grupos del sector de servicios han entrado en un período de reflexión sobre su relevancia presente y futura, sobre sus estrategias, al igual que su apoyo financiero y sus programas de valor añadido.


Retos del presente

Todo ello nos trae a considerar el reto del presente -- la necesidad de revigorizar el movimiento de servicios. En primer lugar, se debe reconocer un cambio. Según cambia el sector de servicios y se fusiona cada vez más con los sectores de agricultura y manufactura, van surgiendo nuevos vínculos con personas, compañías e industrias. La organización y descripción del sector de servicios y sus subsectores, tal como existen hoy, se harán obsoletas. La distinción entre bienes y servicios, y entre los distintos sectores, va desapareciendo rápidamente. Desaparecen los empleos que históricamente creó la manufactura y muchos trabajadores de ese sector hoy producen servicios. Estos cambios tienen consecuencias enormes para la política social y económica, así como para la política educativa.

Una cuestión que aflora, según estas áreas se funden, es si es útil o no sostener negociaciones comerciales por separado en los distintos terrenos. Vale la pena considerar, por ejemplo, la unión de los servicios financieros y los servicios de telecomunicaciones en la misma negociación pautada por la OMC para el futuro, en lugar de hacerlo por separado. Una razón para ello es el argumento que suele proponerse: que podría haber "más sobre el tapete" en la negociación de concesiones recíprocas. La conclusión de la negociación sobre telecomunicaciones está programada en la OMC para el 30 de abril de 1996. Se ha reprogramado la de los servicios financieros para el final de 1997. Ambas prometen ser negociaciones difíciles. ¿Se deben celebrar simultáneamente?

Si bien los bienes y servicios son temas que, cada vez más, se discuten a la par, y si bien la importancia del sector de servicios ya ha quedado establecida firmemente, es necesario trabajar más para continuar la tarea difícil y costosa de recolectar y presentar datos sobre los servicios, así como hacer un estudio de conceptos tales como la medida de la productividad. Es necesaria la uniformidad en los informes sobre estadísticas comerciales de los diferentes países. Tanto la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos como la nueva OMC tratan estos problemas, pero parece ser una tarea que llevará tiempo. Se debe subrayar, siempre que se presente la oportunidad, la importancia de fijar un calendario para estas iniciativas.


Temario futuro del comercio

Como se mencionó anteriormente, se debe fijar la atención en la conclusión de áreas no acordadas en la Ronda Uruguay. Aparte de ello, tanto en el Hemisferio Occidental como en la región del Asia del Pacífico, el objetivo debe ser la máxima liberalización de las normas de comercio e inversión para los servicios, las cuales entrarán en efecto progresivamente, pero esto debe hacerse lo antes posible. No sólo son esenciales estas áreas para las compañías de servicios, sino que los servicios son esenciales para el desarrollo económico de los países de esas regiones.

Para poder hacer frente a problemas futuros, la OMC debe contar con personal profesional calificado y adecuado que pueda trabajar con los servicios y darles máxima prioridad. Queda por verse cómo se efectuará la aportación de las políticas del sector privado a la nueva organización. Cualquiera que sea el proceso consultor, existe la necesidad imperiosa de que los que militan en el movimiento de servicios identifiquen a los nuevos líderes en el terreno político mundial, que asegurarán que los gobiernos no se retracten de pasados logros.


Conclusión

Queda mucho por hacer, pero he concluido que la tarea fue mucho más dura para los pioneros que lograron convencer de que los servicios eran importantes. Es una idea ya planteada y aceptada. Sus sucesores tienen ante ellos una enorme tarea y un difícil programa, pero la batalla más importante ya se ha ganado: los servicios se tienen en cuenta.