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El crimen va en disminuci�� en Estados Unidos. El a�� pasado, en ninguna parte ha sido esa disminuci�� tan espectacular como en Nueva Orle��s, Luisiana. El editor colaborador David Pitts examina c��o la reforma de la polic�� condujo directamente a la notable reducci�� del crimen en esa ciudad.
Al alcalde Marc Morial le gusta decir que Nueva Orle��s es la ciudad que vuelve por sus fueros, gracias a la ca��a vertiginosa de su tasa de delincuencia y a su econom�� en expansi��. Sin embargo, durante gran parte de los a��s ochenta y especialmente durante los primeros a��s de esta d��ada, Nueva Orle��s era una ciudad en crisis. Su tasa de homicidios era la m�� elevada de todo el pa�� y segu�� subiendo. El delito grave en general hab�� alcanzado un nivel sin precedentes. El departamento de polic�� de Nueva Orle��s (NOPD) ten�� fama en todo el pa�� por su corrupci�� e ineficacia.
La situaci�� era tan mala que el gobierno federal consider?la posibilidad de asumir el control del NOPD, medida sin precedentes en un pa�� que se precia del control local que tienen los municipios sobre sus departamentos de polic��.
"Fue un punto bajo en la historia de la aplicaci�� de la ley en esta ciudad. Nos vimos enfrentados a una ola de delincuencia que crec�� vertiginosamente fuera de control", recuerda Terry Ebbert, director ejecutivo de la Fundaci�� de la Polic�� de Nueva Orle��s (NOPF), alianza de l��eres empresariales y grupos de la comunidad que colabora con el NOPD para darle un enfoque empresarial al mantenimiento del orden y establecer estrategias m�� eficaces en la lucha contra el delito.
Morial reconoce que los fondos que suministr?la Fundaci�� eran esenciales para ayudar a cubrir los gastos de un programa de reforma radical de la polic�� que habr�� sido pol��icamente imposible de financiar s��o con las recaudaciones impositivas. Los partidarios de la reforma dicen que el ��ito se puede apreciar en las estad��ticas de delincuencia que indican una mejor�� general.
La situaci�� comenz?a cambiar en 1995, luego de a��s de intensificaci�� de la anarqu��. La tasa de delincuencia baj? lentamente ese a�� y en 1996, pero en 1997 ha ca��o verticalmente. Seg�� datos policiales, de enero a septiembre la delincuencia baj? un total de 13 por ciento en toda la ciudad, comparada con el a�� anterior. El delito grave disminuy?a�� m��. El homicidio baj?18 por ciento y el robo a mano armada 32 por ciento, en tanto que los arrestos aumentaron 26 por ciento. Tambi�� subi?en 25 por ciento la proporci�� de los delitos esclarecidos.
Todos los barrios de la ciudad experimentaron un descenso de entre el 9 y el 38 por ciento. La tasa de delincuencia es todav�� alta comparada con la mayor�� de las otras ciudades estadounidenses, pero, seg�� algunos observadores, la baja asombrosa de este a�� podr�� ser un nuevo punto de partida en la larga batalla de la ciudad contra los infractores de la ley.
VALOR POL��ICO
Seg�� Ebbert, debe darse gran parte del reconocimiento a dos personas que estaban decididas a librar a la ciudad de la llave estranguladora del delito, mediante la transformaci�� del NOPD de una burocracia inepta en un m��uina eficaz de lucha contra el delito, Morial y el jefe de la Polic��, Richard Pennington, ex jefe adjunto de la polic�� en Washington, a quien Morial nombr?en octubre de 1994, despu�� de buscar un candidato por todo el pa��.
"Creo que todo comenz?con Morial", dice Ebbert. "Fue una demostraci�� de un tremendo valor pol��ico hab��selas con las altas esferas de la polic�� y contratar al superintendente Pennington, que ven�� de fuera del cuerpo de polic�� y darle la flexibilidad necesaria para su tarea".
"Dutch" Morial, padre del alcalde, y el primer negro elegido para ocupar la alcald�� de la ciudad en las elecciones de 1977, hab�� tratado de reformar el NOPD, con poco ��ito aparente, durante sus per��dos en ese cargo. De manera que Morial, hijo, sab�� lo refractarias al cambio que pod��n ser la burocracia de la ciudad y, en especial, la burocracia policial. Hab�� decidido nombrar un jefe de fuera del cuerpo de polic��, seg�� fuentes del NOPD.
"Creo que los cambios han demorado mucho tiempo", dice Beverly Gianna, de la Oficina de Congresos y Visitantes de Nueva Orle��s. "Las reformas han galvanizado la comunidad y han dado nueva esperanza a la gente de que podemos superar el problema del delito".
RESPONSABILIDAD ANTE LA COMUNIDAD
Morial y Pennington pensaron que la clave de la reforma del NOPD no estaba en ampliar los poderes de la polic��, no estaba en permitirle una conducta despiadada, sino en hacerla m�� responsable ante la comunidad y m�� sensible a sus necesidades.
New Orleans Police Chief
Richard Pennington
"Un problema importante consist�� en que la polic�� era totalmente reactiva", dice Ebbert. "No se hab�� pensado en tratar de prevenir el crimen antes de que ocurriera o en concentrarse en zonas donde ��te ten�� niveles particularmente elevados. Adem��, la corrupci�� era generalizada". Pennington sab�� "que tendr�� que traer mucha gente de fuera, gente que conoc�� y en la que ten�� confianza, para ayudar a cambiar las cosas, y ha tra��o gente nueva", dice Gianna.
Para realizar la reorganizaci�� m�� grande en la historia del NOPD, Pennington sigui?un plan importante de descentralizaci�� que puso toda la responsabilidad de la lucha contra el crimen bajo el control de ocho comandantes distritales. La idea era hacer el NOPD m�� profesional, eficiente y flexible. Entre los cambios realizados est��:
COMSTAT
COMSTAT, b��icamente un instrumento para sensibilizar m�� a la polic�� en la represi�� del delito en sus comunidades, fue idea de Jack Maple, legendario agente de polic�� de la ciudad de Nueva York que, seg�� todos los relatos, forj?una revoluci�� en el Departamento de Polic�� de la Ciudad de Nueva York en cuanto a rendici�� de cuentas. Se cree que su sistema ayud?a producir una ca��a de 50 por ciento en la tasa de homicidio all? desde 1993.
Se atrajo a Maple a Nueva Orle��s con la esperanza de que pudiera repetir el ��ito que logr?en Nueva York introduciendo una versi�� de COMSTAT en esta ciudad. El sistema incluye la proyecci�� de modalidades y niveles de delito, distrito por distrito, en un enorme mapa computadorizado con el fin de precisar los focos de disturbio. En reuniones programadas regularmente se somete a los comandantes distritales a interrogatorios severos sobre incidentes ocurridos en sus jurisdicciones y se les pide que tomen medidas para contrarrestarlos. Se asignan agentes adicionales a las zonas problem��icas m�� grandes.
"COMSTAT es exactamente la clase de herramienta que necesit��amos en Nueva Orle��s, donde la rendici�� de cuentas ten�� un nivel muy bajo", dice John Linder, socio de Maple, quien fue contratado como consultor en julio pasado y se le trajo a Nueva Orle��s, junto con Maple y COMSTAT, en el oto�� de 1996. Los dos hab��n trabajado juntos en Nueva York. "Jack se concentra en COMSTAT, en tanto que yo vigilo el panorama en general, lo que incluye cuestiones como el sistema de compensaciones, la disciplina, la estructura y la capacitaci��" en el NOPD, comenta.
"Lo que Jack hizo con COMSTAT fue, esencialmente, combinar la tecnolog�� de la computarizaci�� con los tradicionales mapas marcados con tachuelas", agrega Linder. "El resultado es informaci�� en tiempo real que permite detectar inmediatamente la presencia de concentraciones de delito. Es responsabilidad en tiempo real. Luego viene el despliegue r��ido de personal especializado y un seguimiento sin tregua".
"Las reformas han tenido un efecto directo seg�� las estad��ticas que indican una ca��a precipitada de la delincuencia en 1997", observa Ebbert, quien cree que COMSTAT es "el coraz�� y el esp��itu" de la revoluci�� en la responsabilidad de la polic��. "Cada viernes se hace responder a todos esos comandantes distritales por lo que ocurre bajo su comando", agrega. El NOPD de Ebbert pag?medio mill�� de d��ares que se requer��n para traer a Linder y a Maple a Nueva Orle��s.
A finales de octubre, en su discurso anual ante la Comisi�� Metropolitana sobre Delincuencia, Pennington tambi�� reconoci?la contribuci�� de COMSTAT. "Promueve el esp��itu de competencia entre los distritos, que hace que los agentes y los comandantes contiendan semanalmente por la reducci�� m�� significativa de la delincuencia", comenta.
REACTIVACI�� DE LA ECONOM��
Morial y Pennington admiten que la reforma del cuerpo de polic�� no explica totalmente el descenso vertiginoso de los delitos graves, los cuales disminuyeron en general en todo el pa�� el a�� pasado. Al igual que otras muchas ciudades en Estados Unidos, Nueva Orle��s se encuentra en medio de una reactivaci�� econ��ica, lo que tambi�� ayuda a reducir la delincuencia.
El recuerdo de los a��s ochenta, cuando la ciudad sufri?una crisis petrolera, la desaparici�� de muchos trabajos tradicionales en el sector industrial y una epidemia vertiginosa de drogas, especialmente de crack, se va desvaneciendo, aunque los residentes en zonas pobres dicen que el problema de las drogas all?sigue siendo grave.
Actualmente los nuevos trabajos en el sector de servicios, particularmente en el turismo, crean oportunidades adicionales de empleo. El turismo aument?seis por ciento en 1996 y el n��ero de congresos celebrados en la ciudad ascendi?nueve por ciento. Morial se enorgullece tambi�� de que Nueva Orle��s haya sobrepasado a Houston y sea superada ��icamente por Miami en cuanto al comercio con Am��ica Latina. Aunque muchos de los nuevos empleos pagan salarios bajos, en relaci�� con los usuales en Estados Unidos, los observadores indican que el mejoramiento de la econom�� ciertamente ayuda a reducir la delincuencia.
Otra medida importante fue la imposici�� de un toque de queda para los j��enes, uno de los m�� severos en el pa��. Seg�� ��te los menores de 17 a��s no pueden estar en las calles despu�� de las 9 p.m. En a��s recientes los j��enes han cometido un n��ero desproporcionado de los delitos en Nueva Orle��s, como es el caso en otras ciudades.
El toque de queda para los j��enes "ha tenido un efecto directo en la reducci�� del delito", dice Ebbert, "especialmente en las zonas donde se ha hecho cumplir con firmeza". Ha sido un "factor importante", dice Gianna. "La delincuencia juvenil ha bajado entre 20 y 30 por ciento en los ��timos a��s".
OTRAS INICIATIVAS
Otra iniciativa importante fue la Misi�� Especial sobre la Violencia en el Hogar, grupo que incorpora no s��o a las autoridades encargadas de aplicar la ley y el sistema judicial penal, sino a organismos sin fines lucrativos y dem�� organizaciones, con el objeto de trabajar juntos para impedir que las disputas familiares se intensifiquen hasta crear situaciones que puedan llevar a la comisi�� de delitos graves.
El Programa de Esparcimiento de Nueva Orle��s es una asociaci�� entre el NOPD y el Consejo de Liderazgo Juvenil. Suministra oportunidades de esparcimiento y orientaci�� para los ni��s de los barrios pobres de la ciudad y, seg�� Morial, es un modelo de lo que el voluntariado puede hacer para ayudar a prevenir el delito.
No obstante, los consultores de Nueva York, Linder y Maple, insisten en que las reformas de la polic�� es lo que ha cambiado las cosas en Nueva Orle��s. "Aqu?la reducci�� del delito tiene lugar a un ritmo dos veces m�� r��ido de lo que fue el caso en Nueva York", dice Linder. "Y lo hicimos con la mitad de polic��s per c��ita" que tiene Nueva York, recalca Morial. "Todav�� tenemos mucho por hacer, pero nuestra fuerza ha pasado de ser un equipo perdedor a otro ganador, y vamos camino de ganar campeonatos".
LA CIUDAD QUE VUELVE POR SUS FUEROS
El progreso en cuanto a la delincuencia ha sido especialmente perceptible en el Barrio Franc��, sector de la ciudad que sabe que depende del turismo, donde el n��ero de delitos denunciables descendi?cerca de 25 por ciento en lo que va de este a��, en parte debido al aumento de patrullas de polic�� a pie y en bicicleta, una de las medidas de vigilancia comunitaria que, seg�� dicen todos, ha demostrado ser especialmente eficaz. Los propietarios de negocios en la zona dicen que el progreso es visible, a pesar del n��ero de incidentes de resonancia ocurridos este a��.
Aunque la tasa de criminalidad tambi�� ha descendido en los barrios pobres, es posible que reducciones adicionales importantes all? dependan del mejoramiento de las condiciones de vida. La tasa de pobreza es la tercera m�� alta del pa��, punto en el que hacen ��fasis los te��icos de las ciencias sociales que aducen la existencia de una conexi�� directa entre bajos niveles de vida y el delito. Alrededor del un tercio de los homicidios en la ciudad tienen lugar en barrios pobres.
Los residentes en los bloques de vivienda p��lica dicen que notaron la baja en la delincuencia desde que Morial y Pennington tomaron posesi�� de sus cargos y que ya no son tan c��icos con respecto al NOPD como lo eran en a��s anteriores. Si embargo, dicen tambi�� que es necesario hacer m��. El comentario de Willie Dixon, ex empleado de mantenimiento de la compa��a de autobuses Trailways, es t��ico de los residentes de zonas menos pr��peras. Dixon actualmente vende peri��icos en una esquina en la zona central de comercio.
Dixon, que vive en "Desire," uno de los bloques de vivienda p��lica m�� grandes, dice: "Ha ido mejorando desde que tienen m�� polic��. Pero no mejorar?mucho m�� a menos que logren que regresen los empleos de salarios m�� altos".
"Antes de que eso se pueda hacer, debe haber seguridad p��lica; debe haber en las calles lo que yo llamo realidad de consecuencias, es decir saber que si uno comete un delito la probabilidad de que lo capturen es elevada", dice Linder. "Entonces se podr?comenzar a mejorar las escuelas y atraer m�� empresas".
Linder tambi�� se��la que el grueso de los delitos tienen lugar en los barrios pobres y que la mayor�� de las v��timas son negros, de manera que la lucha contra el delito ayuda a los pobres y a los negros en particular.
Morial y Pennington, ambos de origen africano, est�� de acuerdo en que la reducci�� de la delincuencia es condici�� previa para poder mejorar la vida de los afroestadounidenses y de todos los dem? residentes de la ciudad. Saben que para que se reconozca ampliamente a Nueva Orle��s como la ciudad que retorna, tal como ellos quisieran, ser?preciso que hayan reducciones a�� mayores en delitos graves durante un per��do de tiempo continuo.
Pennington conf�� en que as?ocurrir? "Estamos bien encaminados hacia el ��ito en la batalla contra el delito", dice. Ebbert est? de acuerdo: "Si ponemos 1.700 agentes de polic�� en las calles creo que Nueva Orle��s tendr?la mayor reducci�� del delito de todas las ciudades de Estados Unidos". La ciudad "no ha llegado al punto donde quisi��amos que estuviera, no todav��. Sin embargo, estamos avanzando r��idamente en la direcci�� que se debe. Creo que Nueva Orle��s llegar?a ser un modelo de una forma imaginativa de luchar contra el delito", dice Gianna.
Temas de la
Democracia
Publicación Electrónica de USIS, Vol.
2, No. 4, noviembre de 1997