Aguas azules, claras. Ba・stas que chapotean en olas gentiles libres de contaminantes. Veleros que se deslizan sobre el horizonte. Abundancia de vida marina y un sistema ecol・ico saludable y diverso. Esta es una imagen perfecta de c・o deber・ verse la Bah・ de Chesapeake, en la costa este de Estados Unidos. Pero en los ・timos treinta a・s no siempre se vieron esas im・enes. Hace su aparici・ la Chesapeake Bay Foundation (CBF) (Fundaci・ de la Bah・ de Chesapeake), organizaci・ defensora del medio ambiente, sin fines de lucro, sobre cuyos esfuerzos por salvar la bah・ escribe el editor colaborador Stuart Gorin.
A mediados de la d・ada de 1960, parec・ que la Bah・ de Chesapeake, el estuario m・ grande de Estados Unidos, se mor・. En sus aguas crec・n algas. La contaminaci・ que produc・n las f・ricas y plantas de tratamiento de aguas cloacales hac・ estragos. Las existencias de peces y mariscos declinaban r・idamente.
Mucha gente cre・ que algo deb・ hacerse para salvar la bah・, pero aparte de expresar sus preocupaciones, eran pocos los que hac・n algo acerca de ello. Al final fue un grupo de amigos que practicaban en la bah・ actividades de recreo, como la navegaci・ a vela y la pesca, los que decidieron hacer algo. Cuando los miembros del grupo pidieron ayuda a las autoridades locales, se les dijo que deb・n encarar el problema por s?mismos. El grupo decidi?que se necesitaba una organizaci・ del sector privado -- algo que podr・ representar los intereses de la bah・, para motivar a las autoridades locales y a ciudadanos privados a que trabajaran en conjunto.
UNA ENTIDAD DE VIGILANCIA
A principios de los a・s setenta, los estados de Maryland y Virginia aprobaron leyes para proteger las tierras costeras. Si bien la legislaci・ no fue puesta mayormente a prueba, los bi・ogos de la Chesapeake Bay Foundation presionaron para que se aplicara estrictamente la ley, cosa que fortalecer・ la determinaci・ del estado. En dos a・s, la p・dida de tierras costeras baj?m・ de un noventa por ciento.
Hacia 1976, la CBF hab・ suscitado suficiente preocupaci・ p・lica en cuanto al futuro de la bah・, como para que el ex senador de Estados Unidos, Charles McC. Mathias (republicano de Maryland), miembro de la junta de fideicomisos, pudiera presentar en el Congreso un estudio de siete a・s sobre la Bah・ de Chesapeake realizado por la Agencia de Protecci・ Ambiental (EPA) de Estados Unidos. El estudio aport?en gran parte la base cient・ica en que se apoya el esfuerzo interestatal que contin・ hoy.
Mientras se realizaba el estudio, los miembros del personal de la CBF actuaron como asesores tanto de la EPA como los laboratorios universitarios que llevaron a cabo las investigaciones conforme al programa. Los cient・icos observaron el nivel de cumplimiento en cuanto a la descarga de aguas residuales de las industrias y las plantas de tratamiento de aguas cloacales en Maryland y Virginia, conforme a la Ley Federal de Aguas Puras de 1972. En su calidad de vigilantes, la CBF destac?varios problemas, los que fueron remediados por las agencias estatales responsables de la calidad de las aguas, y la fundaci・ alent?a esas agencias a abordar independientemente otros problemas.
En 1983, la EPA hizo p・lico su informe acerca del estudio sobre la Bah・ de Chesapeake y document?las declinaciones sist・icas en la bah・. M・ tarde en ese a・, los gobernadores de Maryland, Virginia y Pensilvania, as?como el alcalde de la ciudad de Washington, se reunieron en una conferencia que tambi・ incluy?a personal de la CBF, otras organizaciones medioambientales y laboratorios de investigaci・. Su tarea fue forjar lo que ser・ el primer acuerdo interestatal sobre la Bah・ de Chesapeake.
Un derivado de particular importancia del acuerdo sobre la bah・ fue la Ley de Zonas Cr・icas, del estado de Maryland, la primera legislaci・ sobre utilizacion de tierras cuyo prop・ito es reducir al m・imo los efectos que el desarrollo de las zonas costeras tiene en el sistema ecol・ico. Como resultado de esa ley, fue enorme el inter・ del p・lico en limpiar la Bah・ de Chesapeake. Los miembros de la CBF aumentaron a 10.000 en 1981. En dieciocho meses, el n・ero se duplic?a 20.000.
LA CBF COLABORA CON VIRGINIA Y PENSILVANIA
En la d・ada de 1980, la Chesapeake Bay Foundation expandi?sus funciones dobles de asesoramiento y vigilancia en cuanto a la protecci・ de los recursos naturales, al trabajar con los organismos legislativos estatales de Virginia y Pensilvania. Adem・, los funcionarios de la fundaci・ frecuentemente declararon ante las comisiones legislativas de los estados y se urgi?a miembros individuales de la CBF a que hablaran con los representantes de sus estados. Esta pr・tica todav・ contin・ hoy.
Un resultado del cabildeo ante las legislaturas estatales fue la aprobaci・ de la Ley de Preservaci・ de la Bah・ de Chesapeake por la Asamblea General de Virginia. En 1987, a instancias de la CBF, la Asamblea General enmend?la ley para que incluya una reducci・ del 40 por ciento en los nutrientes de nitr・eno y f・foro que fluyen hacia la bah・, junto con la meta espec・ica de eliminar los elementos t・icos de todas las fuentes controlables.
La fundaci・ financi?asimismo una peque・ oficina en Virginia y comenz?a organizar viajes de escolares, con una flotilla de canoas, por las v・s de aguas de Virginia, con el fin de educar e incentivar a los estudiantes a participar en la causa.
Con el respaldo de la CBF y con una oficina en la capital del estado, Pensilvania enfoc?su atenci・ en las cuestiones agr・olas, en los condados de agricultura intensa, en el centro y sur del estado, a lo largo del R・ Susquehanna. Se prest? atenci・ adicional al tratamiento de aguas residuales, al aflujo de las aguas de lluvia urbanas y a la protecci・ de las tierras pantanosas.
A fines de los a・s ochenta, la bah・ encar?una nueva amenaza: la exploraci・ de petr・eo. La Texaco Oil Company perfor?un pozo de exploraci・ en Virginia, cerca del r・ Potomac, pero el mismo result?ser seco. La amenaza motiv?a la CBF a asignar importancia renovada a los peligros que presenta el petr・eo en el estuario, no solamente en lo que se refiere a la exploraci・ y la producci・, sino que tambi・ al transporte y los innumerables derrames que ocurrir・n en forma regular. Con el vigoroso respaldo de la fundaci・, Virginia aprob?legislaci・ que proh・e la producci・ de pozos petrol・eros.
LA CBF CONTINUA CON SU TRABAJO
La vertiente de la Bah・ de Chesapeake, que abarca 64.000 millas cuadradas, sostiene a una regi・ en la que al presente habitan 15 millones de personas en seis estados y en el Distrito de Columbia. Se anticipa que la poblaci・ aumentar?por lo menos en tres millones en los pr・imos 20 a・s. El crecimiento, en la forma de carreteras y edificios, significa que aumentar?la afluencia de contaminantes hacia la bah・. Por lo tanto, la CBF prosigue sus esfuerzos por salvar la bah・ y trabaja con organizaciones de ciudadanos y agencias planificadoras gubernamentales.
Desde sus humildes comienzos con 2.000 miembros y tres empleados en 1970, la fundaci・ ha crecido hoy a m・ de 80.000 miembros y 150 empleados remunerados en tres estados: Maryland, Virginia y Pensilvania. Si bien es peque・ cuando se la compara con otras organizaciones medioambientales nacionales, la Chesapeake Bay Foundation es la agrupaci・ m・ grande de Estados Unidos a nivel regional. Con un presupuesto anual de 10 millones de d・ares, las contribuciones de los miembros, las donaciones y regalos de personas y otras organizaciones de beneficencia obtenidos mediante la recaudaci・ de fondos, constituyen la mayor parte de los ingresos de la CBF.
Los principales programas de promoci・ de la fundaci・ son la educaci・ medioambiental, la renovaci・ y protecci・ de los recursos, afirma Michael Shultz, su vicepresidente encargado de asuntos p・licos. Por ejemplo, la CBF sigue actuando rec・rocamente con otras organizaciones ambientales nacionales en cuanto al cumplimiento de la Ley de Aguas Limpias. Si bien todav・ existen muchos problemas -- no solamente para la Bah・ de Chesapeake, sino que tambi・ para otras extensiones de agua -- la calidad de las aguas mejora lentamente, observa Shultz. Los cambios m・ importantes est・ en el mejoramiento de las plantas de tratamiento de aguas cloacales y en la reducci・ de la contaminaci・ con elementos qu・icos t・icos causada por las f・ricas.
En el ・ea de la defensa del medio ambiente, la fundaci・ lucha para que se apliquen programas mejorados para reducir la contaminaci・ de la bah・ causada por las descargas que producen las industrias, el flujo de aguas de lluvia y las alcantarillas municipales. Tambi・ existe preocupaci・ acerca de los contaminantes t・icos de pesticidas y fertilizantes que fluyen hacia la bah・ desde granjas y c・pedes, y de los elementos qu・icos de limpieza y los gases del escape de los autom・iles.
La CBF asimismo colabora con empresas comerciales "que toman en serio sus responsabilidades medioambientales y est・ interesadas en colaborar con nosotros", dice Shultz. Cita como ejemplos a la Chesapeake Corporation, una compa骰a papelera de nombre apropiado, y a Toyota, quienes han ayudado a respaldar algunos de los programas educativos de la fundaci・. "Sin embargo, somos circunspectos en cuanto a involucrarnos cuando las compa骰as presentan conflictos", a・de Shultz. Cuando se trata de negocios y del gobierno, recalca, "no queremos disminuir nuestra habilidad de realizar nuestro trabajo. No podemos ser financieramente obligados por gratitud".
NUEVAS METAS Y NUEVOS PELIGROS
En 1993, la Chesapeake Bay Foundation inici?un proceso de planificaci・ a largo plazo con el prop・ito de darle nuevo enfoque a sus metas y estructurarlas para el siglo XXI. Para alcanzar sus objetivos, la CBF asign?nueva importancia a ganar simpatizantes, a expandir en forma significativa el n・ero de personas que participan activamente en la limpieza de la bah・, y a los programas de renovaci・, especialmente de las ostras, las tierras pantanosas, las corrientes arboladas y las hierbas subacu・icas. En estas cuatro ・eas, la tecnolog・ de la renovaci・ se ha perfeccionado hasta el punto en que una parte de lo que se hab・ perdido puede ser ahora reconstruido.
Por ejemplo, durante la primera parte de los a・s noventa la bah・ empez?a mostrar mejoras modestas. Las plantas subacu・icas retornaron a muchas ・eas de donde hab・n desaparecido. El r・alo listado (escorpina) se recuper? fuertemente gracias a la moratoria en la pesca a fines de la d・ada de 1980. Sin embargo, al mismo tiempo, las ostras declinaron en Maryland y Virginia a niveles sin precedentes, lo que caus?gran escasez en la industria de los mariscos e hizo que aumentara peligrosamente la presi・ contra la pesca del cangrejo azul, producto principal de los pescadores de la bah・.
En 1997, surgi?una nueva amenaza en la forma del microorganismo Pfiesteria piscicida, que causa la muerte de los peces. Se hab・ vinculado la Pfiesteria con la extensa destrucci・ de peces en los r・s Neuse y Tar del Canal de Pamlico, en Carolina del Norte, en aguas altamente enriquecidas por la afluencia de residuos de criaderos de cerdos.
Los brotes ocurridos en la Bah・ de Chesapeake empezaron tambi・ a ocurrir ese verano en el r・ Pocomoke, en Maryland, en cuya vertiente se cr・n decenas de millones de gallinas. A fines del verano, los peces mor・n en el Kings Creek, tributario de los r・s Manokin y Chicamacomico.
La CBF inici?un esfuerzo intensivo de observaci・, e instal?en los r・s miembros de su personal de campo. Estos encontraron que la p・dida de los peces y la subsiguiente enfermedad humana de que sufr・n los barqueros y los trabajadores del estado que investigaban el brote, hab・n alcanzado niveles altos. Las observaciones realizadas por personal de campo adicional en Virginia revelaron que all?tambi・ la Pfiesteria estaba activa, pero a un nivel mucho m・ bajo.
UN TRABAJO QUE CONTINUA
Para despertar una atenci・ m・ amplia en cuestiones como la Pfiesteria, los miembros del personal de la CBF, como Thomas Grasso, director ejecutivo de la fundaci・ en Maryland, escriben a los redactores de los peri・icos con el fin de exponerles sus posturas acerca de las cuestiones y para urgir al p・lico y al gobierno a que se involucren. "Como lo han demostrado las limpiezas medioambientales en otras industrias, es posible tener un medioambiente saludable y un resultado final saludable -- para toda la comunidad", afirma Grasso.
Los peligros nuevos, como la epidemia de Pfiesteria, son una advertencia apremiante, recalca Grasso, de que la Bah・ de Chesapeake todav・ no est?a salvo, y que la limpieza es un trabajo que contin・.
Temas de la
Democracia
Publicación Electrónica de USIS, Vol.
3 No. 2, junio de 1998