LA CREACION DE LA COOPERACION ENTRE LAS DEMOCRACIAS
Hace poco, en la ciudad de Washington, varios distinguidos miembros de un grupo de discusi�� -- el doctor Bronislaw Geremek, ministro de Relaciones Exteriores de la Rep��lica de Polonia; Carl Gershman, presidente de la Fundaci�� Nacional para la Democracia; Morton H. Halperin, director del personal de Planificaci�� de Pol��icas del Departamento de Estado; y el doctor Paul Wolfowitz, decano y profesor de relaciones internacionales en la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) -- se reunieron para discutir lo que esperan surja en la conferencia de la Comunidad de Democracias a reunirse en Varsovia en junio. Entre las propuestas que se someter�� a la conferencia figuran c��o involucrar a los gobiernos en este proceso de definir y redefinir la democracia. Lo que sigue a continuaci�� es una transcripci�� editada de la discusi�� de mesa redonda, seguida de comentarios y preguntas de varios distinguidos miembros del p��lico.
Se��r Wolfowitz: Quisiera poder resumir en una sola palabra, desde mi propia perspectiva, la enorme importancia del tema que vamos a discutir esta ma��na: la creaci�� de la cooperaci�� entre las democracias. Tenemos el privilegio de contar entre nosotros hoy al ministro de Relaciones Exteriores polaco, quien ha establecido su autoridad en este campo de una manera que no le result?f��il. Cuando yo era secretario de Estado adjunto para Asia Oriental, a mediados de la d��ada de los 80, comenzamos a percibir algunas oportunidades de reforma democr��ica en las Filipinas, y algunos de nuestros colegas dijeron: "Tengan cuidado, si consiguen un gobierno democr��ico, perder�� las bases norteamericanas en ese pa��". Y, para abreviar el cuento, creo que el presidente Ronald Reagan y el secretario de Estado George Shultz y nuestra administraci�� tomaron la decisi�� de que era mucho mejor tener un pa�� saludable sin bases, que tener bases en un pa�� enfermo. Y creo que la historia ha comprobado con creces ese juicio. De hecho, creo que una de las cosas notables cuando se observa Asia Oriental, una regi�� que ha pasado por una crisis financiera terrible en los ��timos a��s, es que son los pa��es democr��icos los que lo han hecho mejor y que son los pa��es democr��icos los que han salido mejor. Y si bien durante muchos a��s o��os decir que hab�� una relaci�� inversa de compensaci�� entre el crecimiento econ��ico y la democracia -- que hab�� que renunciar al llamado lujo de la democracia si se quer�� contar con una buena pol��ica econ��ica, creo que en lugares como Corea estamos viendo que s��o los l��eres democr��icos pueden reunir la legitimidad necesaria para tomar decisiones dif��iles en una crisis como ��ta. Doctor Geremek: Damas y caballeros, si estoy aqu? es s��o por una raz��: yo fui uno de esos so��dores que pensaban, como Paul Wolfowitz, que la libertad y la democracia eran valores universales que llegar��n hasta nuestros pa��es. Pero no pod��mos imaginar que eso ocurriera durante nuestras vidas. Estoy aqu?para presentarles a ustedes una iniciativa muy importante. Antes que nada, me gustar�� decir cu�� felices nos hace que esta conferencia tendr?lugar en Polonia. Nos enorgullece. Proponer a Polonia como sede de una conferencia sobre la democracia significa que la democracia -- el concepto de democracia -- va cambiando. De modo que la pregunta es: ��e qu?modo va cambiando? Antes de presentar la idea a la conferencia de la Comunidad de Democracias, me gustar�� primero plantear algunas preguntas concernientes a la democracia y, tambi��, decir que hemos tenido experiencia, en los pa��es postcomunistas en esta regi�� de Europa Central y Oriental, con el uso y el abuso de la palabra "democracia". Decir "antigua democracia" es una palabra incorrecta. "Socialdemocracia" es una palabra excelente. Esta era la gram��ica muy peculiar de la pol��ica, y significaba que los adjetivos mataban el sujeto. Al mismo tiempo, la democracia no deber�� considerarse siempre un ��ito definido. No se puede reducir la democracia a las t��nicas electorales y, simplemente, al gobierno de una mayor��. Uno puede decir que la democracia es un proceso en el que cada generaci�� tiene que redefinir sus propias normas. Notamos eso en la expansi�� de la agenda de derechos humanos. En ocasiones, la promoci�� de otras metas -- perm��anme llamarlas liberales -- puede ser puesta en peligro. Tiene que ver con la relaci�� entre el desarrollo econ��ico y la democracia pol��ica. Involucra tambi�� la relaci�� entre la democracia pol��ica y los derechos humanos. El polit��ogo Isaiah Berlin dijo una vez que las democracias pol��icas pueden encastillar mayor��s asesinas de todas clases -- y, lo que es m�� peligroso, dec�� Berlin -- mayor��s ��nicas. Sabemos esto por nuestra experiencia de fines del siglo XX. La pregunta es: ��e qu?manera puede crearse un consenso en pro de la democracia, en una sociedad, en una naci�� y, tambi��, en la ��bita internacional? Podr�� decirse que podr�� proponerse una sacra trinidad de democracia pol��ica, derechos humanos y buen gobierno como un buen programa de estabilidad pol��ica, lo cual es tambi�� una lecci�� para las democracias j��enes. En la d��ada de los 70, esta sacra trinidad era comprensible. Pero, en la d��ada de los 80, se siente que este est��dar ha sido puesto en tela de juicio. En la declaraci�� de las Naciones Unidas, en la carta de las Naciones Unidas, pueden encontrarse referencias a los derechos democr��icos. Pero, en las condiciones de la Guerra Fr��, era imposible incluir la democracia pol��ica como parte de los est��dares de derechos humanos. Cuando se observan las discusiones de la Conferencia de Helsinki, se puede ver cu�� dif��il era aplicar los est��dares de derechos humanos a las diferentes realidades pol��icas sin hablar de libertad pol��ica y democracia. Sabemos que las democracias que respetan los derechos de sus ciudadanos son m�� pac��icas, y deber��mos promover tambi��, en la pol��ica internacional, un respeto a la democracia. Y deber��mos interesarnos en el desarrollo de la democracia, porque significa tambi�� una buena base para la paz y la estabilidad. En 1998 yo era presidente de la Organizaci�� para la Seguridad y la Cooperaci�� en Europa. En ese car��ter, hice una serie de visitas a pa��es de Asia Central. En uno de esos pa��es, me reun?con un l��er de un movimiento integrista, un joven que me dijo que se sent�� muy contento con mi visita y que se sent�� muy contento de escucharme, porque yo consideraba que la democracia y los derechos humanos eran un asunto tan importante. Y �� me dijo: "Ese es mi ideal. Quiero que haya democracia en mi pa��. Quiero poner en vigor los derechos humanos. Porque usted tiene que saber que en mi pa�� la mayor�� de la gente cree en Dios; piensan como yo. De modo que somos mayor��. Cuando lleguemos al poder, estableceremos un buen orden y la verdad. No habr?lugar para otros". Esa es la democracia, me dijo. S��o lo que yo quiero. �� los derechos humanos? "El principal de los derechos humanos es creer en Dios y tener la posibilidad de creer en ��. De modo que gracias por su visita". Cont?ese episodio hace una semana, al hablar con el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika. Y �� me cont?otra an��dota de la misma clase. Hablaba �� con uno de los l��eres del movimiento integrista de Argelia, y le pregunt?si aceptar�� una alternativa pol��ica. "Ustedes estar�� en el poder", le dijo al integrista, "pero ustedes... ��e qu?manera pueden imaginar ustedes que pueda formarse un gobierno diferente?" Y la respuesta fue: "No habr?m�� gobierno que el nuestro; somos los due��s de la verdad. Ustedes aplican algunas leyes inventadas por los seres humanos. Nosotros aplicamos la ley de Dios, de modo que nunca tenemos que cambiarlas y nunca habr?necesidad de cambiar nuestro gobierno". El problema de la democracia es tambi�� el problema del monopolio de la verdad. Es imposible que se desarrollen los derechos humanos, las instituciones pol��icas y el imperio del derecho en un sistema que reconoce una sola verdad, donde hay un monopolio de la verdad. En un sistema tal no hay lugar para la democracia. Al hablar del desarrollo de la democracia debemos considerar tambi�� la cuesti�� de la erosi�� de la confianza en la pol��ica y los pol��icos. Tal situaci�� puede crear peligros para la democracia de la manera m�� violenta y perturbadora. Cuando se piensa en los or��enes de la revoluci�� bolchevique y en el ��ito que tuvo, se puede decir que la erosi�� de la cultura pol��ica tradicional fue un elemento central de ese ��ito. Y cuando uno piensa en Hitler... lleg?al poder mediante elecciones democr��icas pero en la misma situaci�� en que la confianza de los gobernados en los gobernantes hab�� desaparecido. Si se tiene esto presente, deber��mos considerar el progreso de la democracia en el mundo no s��o como un ��ito, sino tambi�� como un reto: ����o preservamos el legado de democracia y c��o escapamos de los peligros que enfrentamos? Y, finalmente, mi ��timo comentario general: si yo creo que la conferencia de la Comunidad de Democracias en Varsovia puede convertirse en un foro de discusi�� importante, es porque, desde mi punto de vista, al terminar el siglo XX el tema de la democracia est?conectado con el concepto de la sociedad civil. Ser�� imposible ahora entender la arquitectura misma de la democracia -- respeto al imperio del derecho, a los derechos de los ciudadanos y a las minor��s -- sin esta base creativa de la sociedad civil. Esa fue nuestra experiencia, nuestra experiencia de la disidencia en la Uni�� Sovi��ica al igual que en Polonia, en Hungr��, en la Rep��lica Checa, en toda la regi�� de Europa Central. Nuestra experiencia fue la de que pod��mos construir una sociedad civil contra un r��imen totalitario. En ese momento era m�� f��il construir una sociedad y unas instituciones civiles en el contexto de las "universidades volantes". Ahora Polonia -- en las circunstancias m�� f��iles de una sociedad democr��ica normal, orientada por el mercado -- que est?todav�� en proceso de transformaci��, contin�� encarando el reto de construir una sociedad civil fuerte. Pero nuestra lecci�� puede tambi�� considerarse una buena experiencia en la medida en que se relaciona con el orden internacional. Si una sociedad civil saludable es una condici�� tan necesaria para la vida normal de una sociedad democr��ica, ��or qu?limitarla con las fronteras nacionales? Esta pregunta deber�� interesar tambi�� a la comunidad internacional. La comunidad internacional deber�� construir algunas instituciones de la sociedad civil. Decidimos preparar esta conferencia junto con otros seis pa��es -- Estados Unidos; Polonia y la Rep��lica Checa en Europa; Mali en Africa; la democracia m�� populosa del mundo, la India; la Rep��lica de Corea en el este de Asia; y Chile en Am��ica Latina. Vimos que ser�� tambi�� conveniente involucrar a los gobiernos en este proceso de definir y redefinir la democracia regionalmente. Esperamos que esta reuni�� de delegaciones gubernamentales encabezadas por los ministros de Relaciones Exteriores sea un reto tremendo para los pol��icos. Nosotros los pol��icos pensamos frecuentemente en cosas, pero muy a menudo se nos har�� preguntas -- buenas preguntas -- y trataremos de plantear algunas cuestiones fundamentales. Si decimos que la democracia es un proceso, si decimos que la democracia deber�� definirse y redefinirse, ��e qu?manera puede hacerse esto? La respuesta f��il ser��: en primer lugar, y por encima de todo, le corresponde hacerlo a cada pa��. Tienen que aplicar est��dares de democracia. Pero, ��u��es son los est��dares de democracia? Creemos que es conveniente hacer esta pregunta, que es una pregunta fundamental, y considerar las posibles respuestas en conexi�� con la econom��, el estado y los seres humanos. Creo que podemos acordar un punto de partida de nuestras reflexiones; a saber, la funci�� de la dignidad del ser humano. Pero, ��e qu?manera puede el concepto de la dignidad del ser humano explicarse en t��minos pol��icos y, tambi��, en t��minos pragm��icos? Estamos concientes de que cuando est�� involucradas delegaciones gubernamentales, encaran l��ites en relaci�� con el debate intelectual libre. Los pol��icos no han sido creados para el debate intelectual. Pero creemos que nos puede apoyar, en un cierto sentido, un foro muy importante, el Foro Mundial sobre la Democracia, que esta vez ha sido preparado por organizaciones no gubernamentales. Y dos grandes organizaciones estar�� a cargo de de este foro mundial de organizaciones no gubernamentales, Freedom House y la Fundaci�� Polaca George Soros, llamada la Fundaci�� Batory. Esperamos que estas dos reuniones, la reuni�� de los gobiernos y la reuni�� de las organizaciones no gubernamentales, pueden completarse una con otra y competir entre s? Esperamos tratar... esperamos explotar la posibilidad de una discusi�� concreta entre estos dos grupso, y esperamos que la Conferencia de Democracias en Varsovia sea el comienzo de un reflexi�� y de una actividad en la que los estados, los gobiernos y las sociedades civiles se involucrar�� juntos. Se��r Halperin: Yo tambi�� soy un intelectual convertido en funcionrio, de modo que suprimir?tambi�� mis dudas y presentar?muy brevemente algunas observaciones en torno a la democracia. A Estados Unidos le encanta unirse a los otros seis pa��es que convocaron a la conferencia, en el proceso de instalar esta Conferencia de Democracias en Varsovia. Y ha sido, creo, una experiencia importante para nosotros en reunir realmente pa��es democr��icos en diferentes etapas de desarrollo de diferentes partes del mundo y hablar de los temas y de c��o organizarlos. Me encanta que los pa��es que trabajan en este proyecto est�� representados aqu? incluso cuatro de los embajadores de los pa��es que han convocado a la reuni��, y creo que se trata de un reflejo de la creciente cooperaci�� entre este grupo de pa��es en la creaci�� de esta conferencia. Quiero concentrarme muy brevemente en uno de los temas con el que creo que tiene que bregar la Comunidad de Democracias, y es la cuesti�� del derecho -- algunos dir��n la obligaci�� -- que tienen las democracias de hacer lo que se conoc�� como intervenir en los asuntos internos de otros pa��es cuando hay amenazas al adelanto de la democracia u oportunidades de hacerla avanzar. Todos sabemos que la democracia no es un punto final; es m�� bien un proceso o una ruta de viaje que un destino, y que todas las democracias atraviesan transiciones diferentes y dif��iles. Pero, en ocasiones, hay democracias que est�� en puntos cr��icos de esa transici��, algunos buenos y algunos amenazantes. Encaramos hoy en el mundo una cantidad de situaciones donde hay amenazas, y donde hay posibilidades de avances muy grandes hacia la democracia. Indonesia es un ejemplo obvio. Otro es Nigeria. Y esos son dos pa��es en los cuales hemos tratado de concentrar nuestra energ�� y atenci�� porque pensamos que la conclusi�� exitosa de esta etapa de transici�� democr��ica en esos dos pa��es tendr?implicaciones enormes no s��o para la gente que vive all?y constituye una porci�� muy significativa de la poblaci�� del mundo, sino tambi�� para las regiones en las cuales act��n, para la comunidad mundial en conjunto. Por ejemplo, como resultado del cambio en Indonesia, una mayor�� de los musulmanes del mundo vive ahora en pa��es democr��icos, al igual, me parece, que todos los de las otras principales religiones. Pero pensamos que el ��ito de estos dos pa��es es tambi�� cr��ico para el ��ito mundial del mejoramiento del proceso democr��ico. Desafortunadamente, en los ��timos meses han aparecido varios ejemplos de amenazas a la democracia. Hemos aprendido otra vez lo que se nos ha recordado, que el ��ito de las transiciones democr��icas no est?asegurado. Y en Pakist��, y en Costa de Marfil y en Ecuador hemos visto movimientos contra los gobiernos elegidos democr��icamente y un proceso dif��il dentro de la comunidad internacional en torno a c��o responder a esas amenazas, a c��o echarlas atr�� o llevar de vuelta esos pa��es, tan r��idamente como se pueda, al proceso democr��ico. Una de las cosas que espero se discutir�� en Varsovia es c��o los pa��es democr��icos pueden trabajar mejor para coordinarse entre s?en esta clase de situaciones. Encaramos ahora en Austria una clase muy diferente de amenaza a la democracia. La llegada al poder de un gobierno que incluye gente que parece no estar comprometida con el proceso democr��ico, que se adhiere a valores que creemos son una amenaza a la democracia. Y aqu? nuevamente, los pa��es democr��icos, tanto en Europa como en todo el mundo, tienen que abordar el problema de c��o bregar con esta situci�� de un modo que apoye a aquellos que, dentro de las sociedades, trabajan para promover y adelantar el proceso democr��ico. Creo que todos teemos que comprender que el pueblo tiene que construir su propia democracia. Tenemos, en el caso de Polonia, un ejemplo heroico de la lucha del pueblo. Y esa es la raz�� por la que creemos que Polonia se ha ganado el derecho de ser anfitriona de esta conferencia y nos encanta que Polonia est?dispuesta a serlo. Hay otros pa��es que esperamos que, cuando les llegue el turno, ser�� tambi�� anfitriones de esta conferencia y tienen un t��ulo igual por haber participado en esta lucha por la democracia. La democracia tiene que construirse dentro de un pa��. Pero creo que, cada vez m��, comprendemos que la Comunidad de Democracias tiene una obligaci�� y un derecho de ayudar, de intervenir, si se quiere, cuando hay oportunidades de adelantar la democracia y cuando hay amenazas al proceso democr��ico que es necesario superar. Se��r Gershman: El ministro de Relaciones Exteriores Geremek es uno de los defensores m�� profundos y dedicados de la democracia en el mundo de hoy, y es, en todo sentido, la persona apropiada para encabezar esta nueva e importante iniciativa. Y Polonia es el lugar apropiado para que se lleve a cabo la reuni��. El papel de Polonia ha sido y sigue siendo esencial en la lucha mundial por la democracia. No s��o fue l��er de la revoluci�� de 1989 sino que su transici�� a la democrcia ha sido asombrosa e inesperadamente exitosa. Polonia sigue reconociendo su responsabilidad respecto de aquellos otros que realizan transiciones dif��iles o que todav�� viven bajo una dictadura. Ha pasado de una forma de solidaridad a otra forma de solidaridad y apoya movimientos democr��icos en Belar��, en Ucrania, en los Balcanes, en Crimea, en el C��caso y aun en Asia Central. Perm��anme decir que me encanta, al estar al tanto de la evoluci�� de esta iniciativa de la Comunidad de Democracias, que se haya a��dido al t��ulo de la conferencia la palabra "hacia", porque creo que es muy, muy importante que la Comunidad de Democracias sea una aspiraci�� y no se la llame una realidad. Muchos pa��es marchan por el camino de la democracia, como se ha dicho, pero todav�� no han llegado a ella. Y nosotros, en la Fundaci�� Nacional para la Democracia (NED) y dentro del Movimiento Mundial por la Democracia, que es una asociaci�� de organizaciones no gubernamentales, esperamos con inter�� colaborar en el Foro Mundial con esta iniciativa de la Comunidad de Democracias, porque pensamos que no son solamente las organizaciones no gubernamentales las que tienen un papel que desempe��r en esto, sino que el papel del gobierno tambi�� es esencial. La democracia es hoy m�� fuerte que antes, pero no es segura. Hemos vivido el fin esperanzador de un siglo terrible y hay por delante muchas se��les de peligro y retos dif��iles. Me limitar?a destacar seis retos que creo que encara en el mundo el movimiento democr��ico. El primer reto lo ha mencionado el ministro de Relaciones Exteriores Geremek: adosarle adjetivos a la palabra democracia. Todav�� tenemos que adosarle adjetivos a la palabra democracia porque hay muchos pa��es que a�� no son democracias liberales. Algunas veces se los ha caracterizado, peyorativamente, de democracias "iliberales" o, anal��icamente, de democracias "electorales". Pero sabemos que hay todav�� un largo proceso que recorrer en la consolidaci�� de la democracia liberal que involucra la consolidaci�� de sistemas estables de partidos, el desarrollo de un poder judicial independiente, medios de informaci�� independientes, el control civil de los militares, un gobierno que rinda cuentas, la descentralizaci�� y el desarrollo de econom��s transparentes y el problema dif��il, muy dif��il de la corrupci�� en estas sociedades. Mort mencion?el problema de la vuelta atr��, el segundo reto dif��il que encaramos, no s��o en pa��es como Pakist��, donde hubo recientemente un golpe, sino tambi�� en pa��es como Venezuela, donde parece explotar un tipo de populismo neoautoritario dirigido contra las democracias electorales que no han resuelto los problemas fundamentales que encaran sus sociedades. Y despu�� est?el tercer reto que encara la democracia, el potencial que tienen los elementos pol��icos de hoy de explotar las tensiones de la econom�� mundial. Hay un gran reto, resolver las relaciones de compensaci�� inversa entre el comercio libre y una econom�� mundial din��ica, por un lado, y, por el otro, proteger los derechos de los trabajadores y mitigar la tendencia hacia una mayor desigualdad econ��ica. Debemos seguir comprometidos -- y este es el cuarto reto -- a celebrar eleciones libres e imparciales y evitar la tendencia a suprimir los est��dares m��imos de las elecciones libres e imparciales. Las elecciones han sido una herramienta poderosa en la transici�� a la democracia, no s��o en Nigeria e Indonesia, sino tambi��, muy recientemente, en Croacia y Eslovaquia y, esperamos, en Serbia. Y las democracias han encontrado una manera de apoyarlas. La NED y nuestros amigos europeos se han mostrado activos en el apoyo a los movimientos democr��icos en estos pa��es. Debemos insistir tambi�� en elecciones donde haya un campo de juego nivelado y apoyar boicoteos a elecciones donde no exista ese campo de juego nivelado. Creo que tambi�� es importante aislar a los reg��enes que anulan los resultados de elecciones democr��icas. En mayo pr��imo celebraremos el 10mo. aniversario de las elecciones en Birmania que le dieron una victoria aplastante a Aun San Suu Kyi, que ahora est?bajo arresto domiciliario en su pa��. Creo que esta ocasi�� ser?el momento de expresar solidaridad con el pueblo de Birmania y no el momento de comenzar a sentir que tenemos que convivir con este gobierno, que es ileg��imo. Un quinto reto que enfrentamos es el de ayudar a los dem��ratas en los pa��es autoritarios. Este es un reto arrollador. Ignoro en qu?medida esta nueva asociaci�� de gobiernos puede involucrarse en esto. Esta puede ser una funci�� m�� apropiada para que la desempe��n las organizaciones no gubernamentales. Pero los gobiernos tienen tambi�� un papel que desempe��r, no s��o en Birmania sino tambi�� en China, en Belar��, en Cuba, en Ir��, en muchos, muchos pa��es del mundo que est�� regidos por dictaduras. En Estados Unidos hemos o��o un clamor y una controversia tremendos en torno al caso de un ni�� de seis a��s que puede ser devuelto a una dictadura en Cuba, pero no se ha mencionado en la prensa una sola palabra acerca de siete personas, una de ellas un ni�� de 13 a��s, que escaparon de Corea del Norte, de China y luego de Rusia, y fueron devueltas por Rusia a China y por China a Corea del Norte, probablemente, y muy posiblemente, para ser enviadas a un campo de concentraci�� o a la muerte. Debemos abordar el tema de la gente que vive en lugares tan desolados, como Corea del Norte. Esta gente tambi�� tiene cabida dentro del movimiento democr��ico mundial. Finalmente, enfrentamos el desaf�� de buscar soluciones pluralistas a los conflictos ��nicos, nacionales y religiosos. Y ��te, desde luego, es el tema de los derechos de las minor��s que el ministro de Relaciones Exteriores Geremek trat?en su ponencia inicial. Tambi�� existe el problema que se deriva de cuestiones todav�� no resueltas en torno a los pueblos que fueron incorporados a imperios que ya se han derrumbado o que se han convertido en anacronismos hist��icos y violan las normas internacionales contempor��eas. ��u?hemos de hacer cuando los estados que ejercen el control se valen de la violencia ilimitada para reprimir a estas minor��s o incluso buscan su destrucci�� cultural y hasta f��ica? Vivimos a�� en un mundo peligroso y violento y necesitamos, como siempre, el convencimiento democr��ico y la solidaridad internacional. Es mi esperanza profunda que la reuni�� de Varsovia fortalezca nuestra decisi�� colectiva para poner en pr��tica medidas que defiendan la democracia y los derechos humanos y afronten los dif��iles retos de un nuevo siglo. Se��r Wolfowitz: Abrimos ahora el debate a las preguntas y la discusi��. El se��r Soros est?aqu? as?que, George, empezaremos por ti para que hagas la primera pregunta. Se��r George Soros: (fil��tropo y creador de la Fundaci�� Soros): Bueno, me gustar�� darle todo mi apoyo a esta iniciativa. Trata sobre ciertas cuestiones en las que yo estoy muy involucrado. Me gustar�� que la conferencia tuviera muy buenos resultados, porque aborda temas que considero de suma importancia para el mundo. As?que primero me gustar�� comentar someramente, si se puede, sobre la parte intelectual de la presentaci�� del se��r Geremek. Me gustar�� sugerir el concepto de sociedad abierta, t��mino al cual en cierto modo ha aludido usted sin mencionarlo concretamente. Creo que si la conferencia se concentrara en este t��mino, ya ser�� una aportaci�� positiva, porque cuando se refiri?usted antes a la democracia, se��l?que si la gente creyera estar en posesi�� de la verdad definitiva, no habr�� cabida para la democracia como nosotros quisi��amos. Por lo tanto, la "sociedad abierta" se basa en el reconocimiento de nuestra falibilidad, y por lo tanto creo que es un t��mino mejor que el de democracia. Tambi�� habl?usted de la funci�� de la sociedad civil. Siempre se confunden mucho los conceptos de sociedad civil y de sociedad abierta. Se utilizan indistintamente, pero no deber�� ser as? porque la sociedad civil es un elemento importante de la sociedad abierta, pero no basta, no es suficiente. De hecho, un estado que cumple las exigencias y necesidades de su pueblo, un estado democr��ico, es tan importante como una sociedad civil vibrante. En los reg��enes totalitarios, la sociedad civil es la protectora de la sociedad abierta frente al estado. Sin embargo, en una sociedad abierta, la sociedad civil tiene que estar interrelacionada con el estado y el estado tiene que responder a las necesidades de la sociedad. Y esto me lleva al tema crucial, que es el de la intervenci�� en los asuntos internos de los pa��es soberanos en nombre de la democracia o de una sociedad abierta. Y creo que deber�� ser ��te el tema central que deber�� tratarse en esta conferencia. Por ejemplo, creo que hay ciertas cuestiones muy perturbadoras que surgen con la intervenci�� en K��ovo. Tenemos que subrayar la importancia de intervenir positivamente, en lugar de punitivamente, en los asuntos internos de otros pa��es. As?que debemos dejar bien sentado el concepto de que favorece a las sociedades abiertas fomentar la creaci�� de sociedades abiertas o la organizaci�� de sociedades abiertas en todo el mundo. Este es el concepto que ha faltado en todas partes, desde la ca��a del sistema sovi��ico. Creo que Mort mencion?la importancia del ��ito en Indonesia y Nigeria, y yo comparto plenamente esta preocupaci��. Tiene que darse apoyo positivo a los avances en este sentido, y tenemos que desconfiar mucho de una intervenci�� punitiva, aunque no podamos descontar del todo su posibilidad. Pero debe producirse luego que se haya hecho todo lo posible desde el lado positivo, incluida nuestra justificaci�� moral de la intervenci��. Se��r Geremek: A mi entender, la sociedad abierta es un concepto que incluye la econom�� de mercado, la democracia y, adem��, la sociedad civil. Y esa es un idea clave, muy clave. Se��r Jan Novak (ex vicepresidente del Congreso Polaco Norteamericano): Opino que nada ha contribuido mejor a la expansi�� de la democracia que la admisi�� de algunos pa��es en la OTAN y, para otros pa��es, la perspectiva de que se unan a la OTAN y a la Uni�� Europea. Creo que la inseguridad da lugar a conflictos ��nicos y a la discriminaci�� de las minor��s, mientras que la sensaci�� de seguridad lleva a la paz y la reconciliaci�� entre las naciones. Como polaconorteamericano, me siento muy orgulloso de que Polonia no se haya contentado con s��o lograr su propia seguridad, sino que tambi�� promueva la inclusi�� de otros pa��es en la OTAN, entre ellos los pa��es vecinos y, desde luego, la ampliaci�� de la Uni�� Europea. Y me pregunto si estas cuestiones no deber��n en realidad convertirse en el punto n��ero uno de esta conferencia. Se��r Geremek: Estoy de acuerdo con Jan Novak. Confiamos en que despu�� de Hungr��, la Rep��lica Checa y Polonia, el concepto de puertas abiertas de la OTAN se ponga en pr��tica lo antes posible. Y estoy seguro de que Polonia har?todo lo posible para que se incluya otro pa�� en la OTAN. Yo dir�� que se trata del deber del pueblo. Nos sentimos agradecidos a Estados Unidos por que logramos no s��o ser miembros de una alianza, sino tambi�� una garant�� m��ima de solidaridad y un sentir de que no estamos solos. Compartimos los mismos valores y contamos con la experiencia de una larga historia en la cual Polonia m�� de una vez fue abandonada y dejada sola. Pero ahora debemos aplicar los mismos criterios a otros pa��es de la regi��. Sin embargo, no creo que la conferencia de Varsovia sobre la democracia pueda aceptar como su principal preocupaci�� la ampliaci�� de la OTAN. Se��r Halperin: Aunque estoy de acuerdo con que el tema particular de la ampliaci�� de la OTAN no est?en el temario de asuntos a tratar en Varsovia, creo que lo que s?estar?incluido en el temario ser?el fen��eno m�� general de que los pa��es van d��dose cuenta cada vez m�� de la importancia de formar parte de organismos regionales, funcionales y de alcance mundial. Y cada vez, con m�� frecuencia, estos organismos est�� dispuestos a decir que uno no puede ser miembro si viola las normas democr��icas. Vemos esto claramente en Europa y en Am��ica Latina, y nos sentimos esperanzados por el hecho de que la Organizaci�� para la Unidad Africana ha dicho que los reg��enes militares que reemplacen a las democracias no ser�� bienvenidas en la pr��ima reuni�� de dicha organizaci��. Creo que nuestra meta en cuanto a los temas que queremos tratar en Varsovia es c��o la comunidad mundial de democracias fortalece los intentos de organismos regionales y funcionales de imponer criterios democr��icos a los que quieren incorporarse a ellos, y utilizan esto para alentar a los pa��es a que se acerquen a la democracia y desalentar los intentos de apartarse de ella. Se��r David Jessup (ex miembro del sindicato de AFL/CIO y en la actualidad miembro del New Economy Information Service (Servicio de Informaci�� de la Nueva Econom��)): Carl Gershman mencion?el problema de la econom�� mundial y la postura de la democracia con respecto a ��ta como un reto para su conferencia (de Varsovia). Yo creo que hoy es especialmente un problema porque, de acuerdo con los acontecimientos que rodearon la reuni�� de la Organizaci�� Mundial del Comercio (OMC) en Seattle y, hasta cierto punto, tambi�� en el reciente foro Davos, parece que existe una divisi�� norte y sur sobre este tema m�� bien que una divisi�� democracia vs. autoritarismo. Es decir, que pa��es como India parece que, de alg�� modo, son solidarios con otros como Cuba en una serie de temas que abarcan desde la relaci�� del comercio con los derechos de los trabajadores y el medio ambiente, la apertura de la OMC a una mayor participaci�� de la sociedad civil, hasta la demora de la puesta en pr��tica de las convenciones sobre los Derechos de Propiedad Intelectual y el trato comercial preferencial, y toda una serie de cuestiones m��. Y que, a pesar del hecho de que, seg�� algunas de las investigaciones que acabamos de hacer, los pa��es democr��icos en el mundo en desarrollo parece que est�� perdiendo porciones del mercado en favor de los pa��es m�� autoritarios cuando se trata de comercio y de d��ares para la inversi��. As?que la pregunta que yo les har�� a ustedes es: ��sta conferencia va a proporcionar una oportunidad de plantear un nuevo tipo de enfoque con respecto a la econom�� mundial que sea en cierto modo distinto del de los pa��es democr��icos? Se��r Geremek: Creo que este es un tema muy importante. Debemos analizar las diferentes maneras en que la democracia puede ejercer influencia en el campo econ��ico. Si la democracia no es eficiente para fomentar la mundializaci�� de la econom��, si la democracia no participa en el proceso de mundializaci��, se encontrar?en peligro, y los reg��enes totalitarios ganar��. Puedo afirmar, b��andome en la experiencia polaca, que muy a menudo nos pregunt��amos si los polacos ten��n raz�� o eran los chinos quienes la ten��n. Los polacos creen que lo que importa es, sobre todo, la libertad, y que uno no puede tener libertad econ��ica sin libertad pol��ica. La propuesta china era, y sigue siendo, que es totalmente posible introducir libertad econ��ica para obtener como resultado una econom�� muy din��ica y muy buena sin libertad pol��ica. As?que pienso que ��te es uno de los temas que deben tratarse en la conferencia de Varsovia. Embajador Hong-Koo Lee (Embajador de Corea del Sur en Estados Unidos): Ante todo, quiero felicitar al ministro de Relaciones Exteriores Geremek y al estado polaco por patrocinar esta importante conferencia. Estamos encantados en participar. Como ustedes han dicho, durante el siglo XX la democracia tuvo muchos objetivos. Pero el punto de vista m�� com�� en nuestra parte del mundo es que la democracia entonces se refer�� a las democracias occidentales. As?que lo que ahora est?cambiando, seg�� entramos en el nuevo siglo, es que la democracia se ha convertido en algo mundial, no exclusivamente occidental. Y en este proceso, creo que todos tenemos que hacer ciertos ajustes, tanto intelectuales como institucionales. Y creo que esta conferencia puede proporcionar un principio para esta actividad tan importante, para pensar sobre lo que debe ser el fundamento real de la democracia mundial. Y en relaci�� con ello, creo que la menci�� del se��r Soros sobre la sociedad abierta es muy importante, porque en cierto sentido estamos intentando crear un econom�� mundial abierta, una cultura mundial abierta etc. C��o esto se relacione con las democracias particulares es un tema muy importante que quiz?podamos tratar en Varsovia. Se��ra Yvonne Thayer (Oficina de Asuntos Democr��icos, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado): Solamente me gustar�� mencionar otro acontecimiento relacionado, aunque distinto, que interesa a este grupo. La primavera pasada, en la Comisi�� de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, se aprob?una resoluci�� hist��ica sobre "Promoci�� del Derecho a la Democracia". En todos los casos los pa��es hicieron declaraciones sorprendentes en defensa de la democracia, rechazaron algunas enmiendas bastante hostiles propuestas por Cuba, y la votaci�� final fue de 51 a favor, ninguno se opuso y s��o hubo dos abstenciones: China y Cuba, lo cual dice mucho. Prometimos entonces que nos reunir��mos y continuar��mos con esta declaraci�� de principios democr��icos como parte de un proceso de las Naciones Unidas para establecer normas, y al ver aqu?a los pa��es que conjuntamente convocaron la conferencia de Varsovia, la oportunidad es demasiado buena para dejar de mencionar que acabamos de sostener conversaciones con ellos y sobre una resoluci�� de seguimiento, una reuni�� de seguimiento en Ginebra y una discusi�� de seguimiento sobre colaboraci�� acerca de lo que podemos hacer otra vez en este foro de las Naciones Unidas. Se��r Adrian Karatnycky (Presidente de Freedom House): Me gustar�� volver a agradecerles a todos los miembros del grupo, en especial al ministro de Relaciones Exteriores, su excelente intercambio de opiniones. Para concluir, me gustar�� mencionar que no s��o hay dos reuniones planeadas en Varsovia en v��peras al 20mo. aniversario de Solidaridad, que en s?justifica este tipo de celebraci��, sino que tambi�� ��tas se van a llevar a cabo en momentos muy importantes de la historia de la humanidad. Como muchos de ustedes saben, Freedom House es una organizaci�� que sigue los altibajos de los procesos pol��icos y del cambio democr��ico, y viene haciendo esto desde hace m�� de un cuarto de siglo a trav�� de nuestra Encuesta sobre la Libertad en el Mundo. Durante los ��timos veinte a��s hemos visto una gran expansi�� de la democracia electoral y una expansi�� m�� lenta, pero no menos radical, de la libertad y de las sociedades abiertas. Gran parte de esto se debe a las iniciativas concertadas y decisivas de los estados, de los fil��tropos, de los activistas, muchos de los cuales est�� en esta sala representados por la comunidad norteamericana. De 69 de un total de 170 pa��es, aproximadamente 40 por ciento a mediados de la d��ada de los ochenta, hasta principios del nuevo milenio, cuando m�� de 60 por ciento de los pa��es gozan de gobiernos elegidos democr��icamente, podemos seguir la marcha de esta espectacular expansi��. Lamentablemente, la cantidad de gente vive que en lo que se denominar�� sociedades abiertas o democracias liberales, se ha quedado atr�� en esa espectacular expansi�� de la democracia electoral. Pero tenemos grandes esperanzas de que la reuni�� de Varsovia infunda un nuevo ��petu e intensifique los cambios democr��icos en estas sociedades menos libres y proporcione nuevos mecanismos a trav�� de los cuales grupos privados y p��licos puedan colaborar de un modo concertado para expandir la democracia en el nuevo milenio. --------- NOTA: Las opiniones expresadas en este art��ulo corresponden a los participantes y no necesariamente reflejan la postura oficial del gobierno de Estados Unidos.
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