"Educaci・ en derechos humanos - Temas de la Democracia, marzo 2002, Departamento de Estado de Estados Unidos


NUEVOS MODELOS DE EDUCACION EN DERECHOS HUMANOS

Por Felisa Tibbitts

blue line


photo of Felisa Tibbitts En esta adaptaci・ de un art・ulo publicado en la publicaci・ International Review of Education (Revista Internacional de Educaci・) Special Human Rights Education edition, 2002 (edici・ especial sobre la Educaci・ en Derechos Humanos, 2002), Felisa Tibbitts, directora de Human Rights Education Associates (HREA) examina la forma en que podemos acrecentar la efectividad de la educaci・ en derechos humanos (EDH). La autora ofrece tres modelos para su aplicaci・: valores y percepci・; responsabilidad; y transformaci・, y analiza cada uno de ellos de acuerdo con el grupo a que vayan dirigidos, objetivos de los estudiantes y la presunta contribuci・ al cambio social. Tibbitts termina con un esbozo de las diversas formas en que este campo puede desarrollarse, profesionalizarse y reconocerse mejor. Photo courtesy of the author.


Durante los ・timos 12 a・s, la expresi・ "educaci・ en derechos humanos" (EDH) ha entrado en el lenguaje de los ministros de educaci・, las entidades pedag・icas sin fines de lucro, las organizaciones de los derechos humanos y los maestros, para no mencionar organismos intergubernamentales como las Naciones Unidas y regionales como el Consejo de Europa, la Organizaci・ para la Seguridad y la Cooperaci・ en Europa (OSCE) y la Organizaci・ de los Estados Americanos (OEA) y la Asociaci・ de Naciones del Sudeste Asi・ico (ANSA).

Nancy Flowers, en el Manual de Educaci・ en Derechos Humanos, la define as・ "todo aprendizaje que desarrolle el conocimiento, las habilidades y los valores referentes a los derechos humanos". Esta educaci・ conlleva la valorizaci・ y comprensi・ de estos principios por parte del alumno, principios que t・icamente presentan problemas para esa sociedad en particular. En el plano nacional, podemos observar enfoques bastante diferentes en el uso de la EDH para abordar problemas muy difundidos en derechos humanos y el desarrollo. En los pa・es en desarrollo, por ejemplo, la EDH a menudo va unida al desarrollo econ・ico y comunitario y los derechos de la mujer. En pa・es que han pasado por reg・enes totalitarios o autoritarios, la educaci・ en derechos humanos se asocia com・mente con el desarrollo de la sociedad civil y de las infraestructuras relacionadas con el estado de derecho y la protecci・ de los derechos del individuo y las minor・s. En las democracias m・ establecidas, a menudo tiene una relaci・ favorable con la estructura del poder nacional, pero va encauzada hacia la reforma en esferas espec・icas, tales como la reforma penal, los derechos econ・icos y las cuestiones referentes a refugiados. Parece tambi・ que la educaci・ en derechos humanos desempe・ actualmente una funci・ especializada en las sociedades que acaban de salir de un conflicto.

Estos ejemplos se concentran en los problemas y temas de los derechos humanos en el plano comunitario. La educaci・ en derechos humanos implica una combinaci・ de an・isis interno y externo. El aprendizaje de los derechos humanos se concentra necesariamente en el individuo, el conocimiento, los valores y las habilidades pertinentes a la aplicaci・ del sistema de valores de los derechos humanos en las relaciones interpersonales con la familia y los miembros de la comunidad. En el Manual de Educaci・ en Derechos Humanos, Nancy Flowers y otros hablan de algunas de estas destrezas de "desarrollo humano" que permiten reconocer los propios prejuicios, aceptar las diferencias, asumir la responsabilidad de defender los derechos de otros, as・como la mediaci・ y la soluci・ de conflictos. Con todo, quienes preparan los programas de educaci・ en derechos humanos deben tomar en cuenta el contexto social, cultural, pol・ico y econ・ico y el potencial que tendr・tal educaci・ para la transformaci・ social.

En realidad, esta educaci・ tiene una funci・ compleja y exigente en la defensa de los derechos humanos, el apoyo al desarrollo humano y el fomento de la sociedad civil. Para que la educaci・ en derechos humanos (y el concepto de los derechos humanos), constituya una contribuci・ duradera a la actitud en derechos humanos en nuestros respectivos pa・es, es necesario que comprendamos realmente los distintos modelos de la educaci・ en derechos humanos que se encuentran en pr・tica y aclaremos su v・culo con las estrategias de cambio social.

El foco de este art・ulo tiene su origen en la actual proliferaci・ de los programas de educaci・ en derechos humanos y en la impresi・ de que los pedagogos y los defensores de los derechos humanos (los que dirigen los cursos de capacitaci・, preparan el material y dise・n los programas) podr・n beneficiarse de una reconsideraci・ de la forma en que las estrategias de educaci・ y capacitaci・ pueden contribuir a la transformaci・ social. La EDH es, en definitiva, una actividad destinada a crear una tradici・ de derechos humanos en nuestras propias comunidades y los programas deben evaluarse seg・ su posibilidad de contribuir a esa meta general.

Educaci・ en derechos humanos y promoci・ de los derechos humanos

Debido a que la mayor・ de las sociedades luchan por encontrar la mejor manera de personificar los principios de los derechos humanos, la educaci・ en los mismos implica una educaci・ que lleva hacia su promoci・. No obstante, esa idea es bastante general.

En cuanto a generar cambio social, la EDH necesitar・ estar estrat・icamente dise・da para atraer y dar apoyo a los individuos y los grupos que pueden trabajar por tales metas. Por ejemplo, con grupos escogidos espec・icamente, la EDH estar・ relacionada con el siguiente marco de cambio social:

Fomento y mejoramiento del liderazgo. Para lograr cambio social, es necesario contar con un grupo dedicado que no s・o tenga una visi・ sino un sentido pol・ico. Estos l・eres requerir・ destrezas para establecer objetivos espec・icos y estrategias efectivas para el ambiente pol・ico y cultural en el que residen.

Creaci・ de coaliciones y alianzas. La educaci・ puede ser una herramienta para preparar al individuo para sus responsabilidades de l・er. La creaci・ de coaliciones y alianzas ayuda a los promotores de los derechos humanos a reconocer la forma en que sus esfuerzos mutuos pueden tener ・ito para lograr las metas del cambio social.

Habilitaci・ personal. La meta de la habilitaci・ personal es, primero que todo, sanar, luego fortalecer la comunidad y m・ adelante la transformaci・ social. Estas metas duales y relacionadas de habilitaci・ personal y cambio social hacen ・ica la educaci・ en derechos humanos, cuando se la compara con otros programas tradicionales de educaci・, como los que se describen en "Strategizing for a Human Rights Movement in the U.S," (Estrategias para un Movimiento de Derechos Humanos en Estados Unidos) escrito en colaboraci・ con Lyn B. Neylon en Evaluation of Human Rights USA (Evaluaci・ de Derechos Humanos E.U.)

Este marco diverso de cambio social es potencialmente complejo, pero el lenguaje para describir la educaci・ en derechos humanos es general. Sabemos que el contenido del programa de la EDH trata en forma breve la Declaraci・ de los Derechos Humanos, otros documentos claves de los derechos humanos y los sistemas de supervisi・ y responsabilidad. Un punto importante es que aunque la educaci・ en derechos humanos ha ido m・ all・de la simple divulgaci・ de la informaci・ sobre sus normas, estos instrumentos (y mecanismos de protecci・ afines) siguen siendo de primera importancia para todos los programas. Sin referencia a estos mecanismos o instrucciones sobre su uso, es dif・il para la educaci・ en derechos humanos distinguirse de otros campos como la educaci・ para la paz o la educaci・ mundial.

La elaboraci・ de programas de EDH implica tambi・ un enfoque educacional interactivo. El lenguaje de la EDH habla de su relaci・ con la vida diaria y el empleo de metodolog・s que involucran a los participantes en destrezas de actitud as・como de desarrollo del conocimiento. Se considera que el enfoque participativo motiva, humaniza y es, en definitiva, pr・tico, ya que esta forma de aprendizaje est・m・ fuertemente vinculada con el cambio de actitud o de conducta, que con un enfoque de pura exposici・ te・ica.

Nuevos modelos de EDH

Los modeles ofrecen un marco idealizado para comprender la pr・tica contempor・ea de la educaci・ en derechos humanos. Las razones que inspiran cada modelo est・ vinculadas impl・itamente con grupos elegidos como objetivo y con una estrategia para el cambio social y el desarrollo humano. Debido a la naturaleza abstracta de los modelos que se presentan a continuaci・, ・tos carecen, necesariamente, de detalles y profundidad. Por ejemplo, no hay distinci・ entre los enfoques de la educaci・ formal, no formal e informal. El objeto de presentar estos modelos es, sin embargo, comenzar a clasificar los tipos de pr・ticas de la EDH que encontramos en el terreno, reconsiderar la l・ica de su programa interno y aclarar su v・culo externo con la transformaci・ social.

Los distintos modelos de educaci・ en derechos humanos que se presentan aqu・pueden compilarse en una versi・ adaptada de la "pir・ide del aprendizaje". En su base se encontrar・n los "modelos de valores y percepci・", en el centro "el modelo de responsabilidad" y arriba, en la punta, el "modelo de transformaci・".

La colocaci・ de los modelos en estas posiciones refleja no s・o el volumen de la poblaci・ a la que van destinados (desde la educaci・ del p・lico en general hasta la formaci・ de nuevos defensores), sino el grado de dificultad de cada uno de los programas educacionales. Los programas de educaci・ p・lica en masa tratan de diseminar la programaci・, en tanto que la formaci・ y capacitaci・ de activistas requiere compromisos m・ complejos y rec・rocos de largo plazo por parte de todos los interesados. Todos los niveles se refuerzan mutuamente, pero ciertos modelos son obviamente m・ esenciales para promover el cambio social, dependiendo de la situaci・ del movimiento de los derechos humanos dentro de una comunidad en particular. Los programas de reforma social demandan una direcci・ fuerte concentrada en la reforma institucional y jur・ica. Sin embargo, un movimiento tambi・ necesita el apoyo popular, donde el foco es en el apoyo individual y comunitario.

Por tanto, cuando los pedagogos de derechos humanos preparan los programas deben tener en cuenta tanto la necesidad como la oportunidad. El pedagogo puede decidir poner en pr・tica un programa bas・dose ・icamente en sus valores personales, experiencias, recursos y posici・ social. Sin embargo, debe considerar tambi・ la forma en que el programa de educaci・ que intenta aplicar se relaciona con los modelos de la EDH que se presentan en este art・ulo, as・como la posibilidad de que el programa pueda apoyar un movimiento que lleve a una tradici・ m・ completa de los derechos humanos en una comunidad o sociedad en particular.

Modelo 1 -- Valores y percepci・

En el modelo de "valores y percepci・", el elemento principal de la educaci・ en derechos humanos consiste en transmitir un conocimiento b・ico de las cuestiones de derechos humanos e impulsar su integraci・ en los valores p・licos. Las campa・s de educaci・ para lograr la percepci・ por parte del p・lico y los programas de estudios para las escuelas generalmente est・ dentro de esta categor・. No es inusual que el plan de estudios que incluye los derechos humanos est・vinculado a los valores democr・icos fundamentales y su pr・tica.

La meta es allanar el camino para un mundo que respete los derechos humanos mediante la percepci・ de los mismos y el compromiso con los objetivos normativos expuestos en la Declaraci・ Universal y dem・ documentos claves. Los t・icos de los derechos humanos que corresponder・n a este modelo incluir・n la historia de los derechos humanos, informaci・ sobre los instrumentos claves de los derechos humanos y de los mecanismos de protecci・ e inquietudes internacionales con respecto a estos derechos (e.g. explotaci・ de menores, tr・ico y genocidio). La estrategia pedag・ica clave es la participaci・, despertar el inter・ entre los estudiantes. Estos m・odos pueden ser bastante innovadores (por ejemplo, cuando se utilizan campa・s publicitarias o educaci・ popular callejera, pero tambi・ pueden evolucionar en un enfoque basado en exposiciones orales. Sin embargo, este modelo hace relativamente poco hincapi・en el desarrollo de destrezas, tales como las relacionadas con la comunicaci・, la soluci・ de conflictos y el activismo.

La estrategia impl・ita consiste en que el apoyo de las masas a los derechos humanos continuar・ejerciendo presi・ sobre las autoridades para proteger los derechos humanos. Este enfoque t・icamente promueve el an・isis cr・ico y la habilidad de aplicar un marco de derechos humanos cuando se analizan las cuestiones de pol・ica. De este modo se logra que los estudiantes sean "consumidores cr・icos" de los derechos humanos.

No est・claro si el enfoque de conocimiento y percepci・ en realidad promueve una "conciencia cr・ica de los derechos humanos", aunque probablemente ・ta ser・ una meta de un programa tal. Una conciencia cr・ica de los derechos humanos podr・ tener el siguiente criterio, como lo esboza Garth Meintjes en su art・ulo "Human Rights Education as Empowerment: Reflections on Pedagogy" (Educaci・ en Derechos Humanos como Habilitaci・: Reflexiones sobre la Pedagog・) en la publicaci・ Human Rights Education for the Twenty-First Century (Educaci・ en Derechos Humanos para el siglo XXI):

  • la capacidad de los estudiantes para reconocer las dimensiones de los derechos humanos y su relaci・ con un determinado conflicto o problema planteado en un ejercicio;
  • la manifestaci・ de percepci・ y preocupaci・ por su funci・ en la protecci・ y promoci・ de los derechos humanos;

  • la evaluaci・ cr・ica de las posibles respuestas que pueden ofrecerse;

  • el intento de identificar o producir nuevas respuestas;

  • un juicio o decisi・ sobre el curso m・ apropiado a seguir y

  • la manifestaci・ de confianza y reconocimiento de la responsabilidad e influencia tanto en la decisi・ como en su impacto.

Algunos ejemplos del modelo de los valores y percepci・ incluyen lecciones relacionadas con los derechos humanos dentro de los cursos de civismo, historia, ciencias sociales y derecho, en las escuelas, y la inclusi・ de temas relacionados con los derechos humanos tanto en los programas formales como informales para la juventud (e.g. las artes, el D・ de los Derechos Humanos, grupos de debate). Las campa・s de concientizaci・ p・lica que comprenden arte p・lico y publicidad, cobertura de los medios de informaci・ y eventos comunitarios pueden tambi・ clasificarse dentro de este modelo.

Modelo 2 -- Responsabilidad

En el "modelo de responsabilidad" ya se espera que los participantes est・ asociados directa o indirectamente con la garant・ de los derechos humanos mediante sus funciones profesionales. En este grupo la EDH se concentra en la forma en que la responsabilidad profesional implica vigilar directamente las violaciones de los derechos humanos y abogar por ellos ante las autoridades correspondientes o dedicar atenci・ especial a la protecci・ de los derechos de los individuos (especialmente de las poblaciones vulnerables) por los que tienen cierta responsabilidad.

En este modelo, todos los programas de educaci・ presumen que los participantes estar・ directamente involucrados en la protecci・ de los derechos de individuos y de grupos. Por tanto, se considera que la amenaza de la violaci・ de los derechos es inherente a sus tareas. Para quienes abogan por los derechos, la tarea dif・il es comprender las normas de los derechos humanos, los mecanismos de protecci・ y las destrezas para cabildear y abogar. A otros grupos profesionales, los programas de educaci・ los sensibilizan con respecto a la naturaleza de las violaciones de los derechos humanos y las violaciones potenciales dentro de su esfera profesional, no s・o para prevenir los abusos sino para promover el respeto a la dignidad humana. La capacitaci・ en derechos humanos y los t・icos est・ orientados hacia estos terrenos especializados y los resultados hacia el contenido y tambi・ hacia el desarrollo de destrezas.

Los ejemplos de programas que caben dentro del modelo de responsabilidad son la capacitaci・ de los activistas de derechos humanos y la comunidad en las t・nicas de vigilancia y documentaci・ de los abusos de estos derechos y en procedimientos para registrar las quejas con las instituciones nacionales e internacionales apropiadas. Caben tambi・ dentro de esta clasificaci・ la capacitaci・, antes del servicio o ya en ・, de abogados, fiscales, jueces, agentes de polic・ y militares, la cual puede incluir informaci・ pertinente sobre derecho constitucional e internacional, los c・igos profesionales de conducta, los mecanismos de supervisi・ y presentaci・ de quejas y las consecuencias de las violaciones. Los programas de EDH que van dirigidos a los grupos profesionales, tales como los trabajadores en la ramo de la salud y el servicio social, periodistas y otros miembros de los ・ganos de informaci・ tienen como mira la responsabilidad.

Dentro del modelo de responsabilidad, el cambio personal no es una meta expl・ita, ya que presume que la responsabilidad profesional es suficiente para que el individuo tenga inter・ en aplicar un marco de derechos humanos. Sin embargo, el modelo s・tiene como objetivo normas y pr・ticas con bases estructurales y legalmente garantizadas con respecto a los derechos humanos. Se da por sentado dentro de este modelo que el cambio social es necesario y que los objetivos comunitario, nacional y regional de la reforma pueden identificarse.

Modelo 3 -- Transformaci・

En el "modelo de transformaci・", los programas de EDH est・ encaminados a facultar al individuo para que reconozca tanto los abusos de los derechos humanos como para que asuma el compromiso de prevenirlos. En algunos casos, comunidades enteras, no s・o el individuo, constituyen el p・lico a que se espera llegar. Este modelo incluye t・nicas (basadas parcialmente en psicolog・ del desarrollo) que requieren introspecci・ y apoyo dentro de la comunidad. El enfoque formal en derechos humanos es s・o un componente de este modelo, no obstante. El programa completo puede tambi・ incluir desarrollo de la capacidad de liderato, entrenamiento en soluci・ de conflictos, formaci・ profesional, trabajo y asociaci・ informal.

El modelo de transformaci・ presume que los estudiantes han tenido experiencias personales que pueden considerarse como violaciones de los derechos humanos (el programa puede ayudar a reconocerlo) y que por consiguiente est・ predispuestos a llegar a ser promotores de los derechos humanos. Trata a los individuos en forma m・ general y es, por tanto, m・ dif・il de dise・r y aplicar.

Este modelo puede encontrarse en programas que se aplican en los campamentos de refugiados, en sociedades que acaban de pasar por conflictos, con v・timas de abusos en el hogar y con grupos que trabajan con los pobres. Hay ejemplos de "comunidades de los derechos humanos" donde la entidad que rige, los grupos locales y los ciudadanos "examina las creencias tradicionales, la memoria y las aspiraciones colectivas a la luz de la Declaraci・ Universal de los Derechos Humanos", como las que apoya la D・ada de Educaci・ en derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se proclam・oficialmente de 1995 a 2004.

En algunos casos, este modelo puede encontrarse en el entorno escolar, donde el estudio a fondo de un caso pr・tico de violaci・ de los derechos humanos (tal como el Holocausto y el genocidio) puede servir de catalizador eficaz para examinar las violaciones de los derechos humanos. En algunos programas avanzados se hace que los estudiantes consideren la forma en que ellos y otros han sido v・timas y perpetradores de abusos de los derechos humanos, utilizando as・t・nicas psicol・icas para superar la divisi・ que se percibe entre "nosotros" y "ellos", as・como para acrecentar el sentido de responsabilidad personal. Los graduados de tales programas est・ en posici・ de reconocer y proteger sus propios derechos y los de otros con quienes ellos entran en contacto.

Si las escuelas as・lo deciden, el plan de estudios de la EDH podr・ contemplar la participaci・ en el proceso de decisi・ dentro de la familia; el respeto a los padres pero el rechazo a la violencia familiar; y la igualdad de los padres dentro del hogar.

Fortalecimiento del terreno de la educaci・ en derechos Humanos

Este art・ulo se ha concentrado en la exposici・ de los modelos de educaci・ en derechos humanos como herramienta para clasificar los programas de educaci・, clarificar los grupos elegidos como objetivo, y requerirnos que consideremos su v・culo con la meta general del desarrollo humano y el cambio social. Esperamos que estos modelos se prestar・ para el dise・ de programas ponderados y para impulsar la labor en el terreno del desarrollo de teor・s y la investigaci・ pedag・ica.

Sin embargo, hay otras v・s por las cuales los pedagogos en el campo de los derechos humanos pueden tomar medidas para impulsar la elaboraci・ de programas. Para que la educaci・ en derechos humanos pueda llegar a ser una materia de estudio real, tendremos que enfrentar la dif・il tarea de ser m・ coherentes (a・ entre nuestra diversidad de modelos), de ser ・icos (ofreciendo valor y resultados que otros programas de educaci・ no ofrecen) y poder multiplicarnos.

Para que la educaci・ en derechos humanos llegue a adquirir mayor altura como materia de estudio, hay varios puntos que debemos comenzar a revisar, analizar y documentar.

  • Necesitamos ejemplos detallados dentro del campo de la EDH que ilustren el empleo cuidadoso de la pedagog・ apropiada al contexto del programa. Por ejemplo, los programas de educaci・ de adultos deben tener estructuras (no s・o planes de adiestramiento) que tomen en cuenta el proceso de aprendizaje de los participantes maduros. Los programas para las escuelas deben ser apropiados para la edad y el grado de desarrollo. Los programas dise・dos para grupos especiales, tales como refugiados y v・timas de abusos, tambi・ deben responder a las necesidades inherentes a cada grupo.

  • Aunque el n・ero total de programas de capacitaci・ y cursos de EDH ha aumentado, todav・ no hay una norma objetiva clara de qu・constituye un instructor calificado para impartir educaci・ en derechos humanos. En este momento, los cursos de educaci・ en derechos humanos los dictan quienes tienen alg・ tipo de experiencia previa en capacitaci・. Sin embargo, no existe un certificado nacional o internacional que ponga en claro y demuestre la idoneidad de estos educadores; tampoco hay normas claras para el estudio y la pr・tica. Las normas para la capacitaci・ y los planes de estudio podr・n elevar la posici・ del EDH como materia leg・ima de estudio y promover un di・ogo vigoroso sobre los objetivos del estudiante y los esfuerzos de cambio estrat・ico.

  • El terreno de la educaci・ en derechos humanos necesita pruebas de ・ito en sus metas, para todos los modelos. Tenemos que saber qu・programas han tenido ・ito y por qu・ Si los modelos propuestos en este art・ulo tienen alguna credibilidad, pueden ser probados y clarificados mediante la evaluaci・ de programas. Estos estudios evaluar・n los programas tanto en cuanto al logro de las metas en el terreno de conocimientos, valores y destrezas (seg・ sea el caso) as・como en cuanto a su contribuci・ directa a la defensa y el cambio social. Este tipo de investigaci・ no s・o podr・ acrecentar la calidad de los programas de educaci・, sino que ayudar・ a fundamentar lo que hasta ahora es principalmente intuici・ en cuanto a la importancia de la educaci・ en el terreno de los derechos humanos.

La educaci・ en derechos humanos tiene la posibilidad de evolucionar hasta ser una materia de estudio completa, tanto en los derechos humanos como en la educaci・. En su estado actual, es una colecci・ de programas interesantes y diversos. Los modelos idealizados que se presentan aqu・son importantes porque conllevan estrategias propias para ayudar a crear la tradici・ de derechos humanos en nuestras comunidades y pa・es. Probablemente podemos estar de acuerdo en que querr・mos que los tres modelos est・ representados en cada una de nuestras sociedades, ya que se complementan entre s・en la promoci・ de infraestructuras din・icas de derechos humanos. No obstante, como educadores individuales, tenemos que tomar decisiones acertadas en cuanto a la aplicaci・ de nuestras energ・s y actuar resueltamente para crear estas oportunidades dentro de nuestras sociedades. La recapacitaci・ sobre estos modelos puede ayudar en este proceso.

Nos encontramos en un momento emocionante de mejor percepci・ y mayor inter・ p・licos en los derechos humanos. No debemos desperdiciar la oportunidad de ayudar a hacer de la educaci・ en derechos humanos un enfoque crucial para estudiar y fortalecer nuestras sociedades.

Principio de p・ina